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🦊Chapter Forty-One

La música que resonaba en aquella sala de práctica era bastante llamativa, los alumnos seguían las instrucciones del profesor que impartía la clase de Baile estilo libre.

     —Creo que ya todos aquí sabemos lo que el Baile freestyle significa ¿Cierto? Se basa en la autoexpresión y la improvisación.

"Si" respondían algunos a la pregunta del profesor. 

      —El vínculo entre todos estos estilos diferentes es que permite a los bailarines bailar de la forma más original que puedan. Levanten esas manos, ¡más expresión! Jimin lo haces perfecto, Momo trata de sonreír más.

El profesor caminó hasta el equipo de sonido y cambió de musica, ahora comenzaban unos acordes tripocales con guitarra y tambores, en definitiva una canción de género urbano, latino.

     —Jimin, Ten, y Seulgi pasen al frente y dejen que el ritmo invada su cuerpo y su mente, quiero ver esos movimientos. Vamos chicos, quiero una demostración de lo que les hablo.

Jimin fui el primero en ponerse al frente y después Ten se unió a él, y por último la chica que siempre trataba de humillarlo, Seulgi.

A Jimin eso no le preocupaba así que cerró momentáneamente sus ojos para concentrarse  permitiendo que las vibraciones de la música llenaran todos sus sentidos y finalmente su cuerpo comenzó a moverse en automático al ritmo de la canción.

" Yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo, tener contigo una noche loca..."

Su cuerpo completo se llenó de una energía positiva, sus caderas se movían al compás de los tambores, sus manos y sus hombros igual.

A un lado,  Lisa parecía estarlo disfrutando tanto que aplaudía con entusiasmo apoyando a Jimin y a Ten.

En la puerta Min Yoongi observaba ido a su chico disfrutando del baile.

Sonreía con satisfacción mirando como se divertía y pensando en que no se había equivocado cuando se le metió en la cabeza conseguirle esa audición para poder estudiar ahí. Si bien, Yoongi no lo había visto bailar nunca pero confío en él ciegamente.  Algo le decía que Jimin podía hacerlo.

Por eso fue que no lo pensó dos veces en ayudarlo cuando en su casa le comentó que quería estudiar ahí.

Que ironía, pensó Yoongi.  Porque había  llamado inmediatamente a Seonmi para que le permitiera una audición extraordinaria, entonces se dio cuenta que desde siempre Jimin estuvo presente en su cabeza,  desde la noche que lo conoció, en el encuentro en la casa de Daehyun, en aquellos cortos besos que el zorro astuto le robaba y lo dejaban pensando de más. Y a pesar de que él se negaba rotundamente a sentir algo, el sentimiento estuvo desde un principio. 

Siempre estuvo ahí, siempre fue Jimin. 

Y ahora que lo pensaba bien ¿Qué habría pasado si finalmente si se hubiera casado con Daehyun, sintiendo interés por Jimin? Con la insistencia de Jimin,  sus coqueteos y esas cosas estaba seguro que un día habría caído y eso en efecto,  habría sido desastroso.  No veía a Jimin y a él como amantes, claro que no.

Jimin no se merecía ese puesto ni categoría, Jimin merecía estar siempre en primer lugar. El primero en todo.

     —Muy bien,  Jimin traes ritmo latino en las venas eso es seguro. 

Jimin sonrió volviendo a su lugar para cuando la canción acabó. Yoongi solo quería que la clase acabara y llevarse a Jimin porque el profesor lo elogiaba demasiado para su gusto.

     —Bien eso es todo por hoy, la próxima clase que sería en dos días necesito que traigan un objeto, uno que les represente algo importante no importa que sea una prenda de vestir,  una fotografía, una fruta lo que sea que se relacione con un sentimiento y una canción. Van a pasar a explorar sus sentimientos para poder usarlos como incentivo y sacar ese ritmo en su interior,  la clase acabó todos pueden salir... Jimin ¿Me permites un momento?

El pelirrojo asintió y se apresuró a guardar su agua y secarse el sudor con su toalla para ir donde el profesor Lee Han.

Murmullos de las chicas le dieron curiosidad y al voltear a ver supo cual era el revuelo,  las chicas pasaban al lado de un tipo muy atractivo y se reían como tontas.

Sus ojos brillaron y una sonrisa no tardó en aparecer cuando vio a Yoongi. Le lanzó un beso al aire y se apresuró a ver que quería el profesor.

     —Dígame Profesor Lee.

     —Quería felicitarte, a pesar que acabas de unirte lo haces muy bien,  creo que no necesitabas clases de baile pero pulirse no está mal.

     —Muchas gracias profesor —Jimin hizo una corta reverencia.

     —Sigue así, vas muy bien. Quizá tengas tu puesto asegurado en el recital próximo.

A lo lejos Yoongi tenía sus ojos puestos en los dos, achicandose cada vez más hasta que miró la mano del profesor sobre el hombro de Jimin. 

Él no solía ser celoso pero al parecer estar de pareja con un chico más joven que él y por supuesto muy lindo le hacía mantener la guardia alta.

Por el momento no asesinaría al profesor de baile, pero lo mantendria vigilado.

Sonrió en grande cuando vio a Jimin correr hacia él con sus brazos extendidos.

     —¡Daddy!

     —Hola pequeño zorrito ¿Qué tal la clase?

Sus frentes se unieron inmediatamente, ambos sintiéndose muy conectados y un beso no tardó en llegar.

     —Estuvo increíble Daddy, very interesting.

Yoongi dejó a Jimin una vez más sobre sus pies y saludó con un asentimiento de su cabeza al profesor que los miraba con interés.

     —Ahh es el profesor Lee Han —le presentó Jimin.

     —Es un placer, lo había visto antes con la señorita Seonmi.

     —El placer es mío, Min Yoongi —respondió contéstenme el pelinegro.

     —Es mi esposo —Añadió por último Jimin con entusiasmo.

     —Oh no tenía idea que estuvieras casado Jimin,  tan joven... bueno felicidades con su permiso.

El hombre hizo una reverencia y se fue dejando a la pareja en el pasillo.

     —¿Qué haces aquí Daddy? ¿Teníamos una cita y se me olvidó? —Preguntó preocupado el zorrito acomodando su bolso.

Yoongi negó pegando el cuerpo de Jimin al suyo, era necesario siempre que lo veía y tenía cerca, si no lo hacia se sentía desesperado. Sentir el calor del cuerpo contrario le era muy importante. Acarició la espalda de Jimin y le dió un beso más.

     —No bebé, pero surgió algo que debemos atender de inmediato así que por eso vine por ti.

     —Ahh creí que habías venido a ver que ninguno se pasara de listo conmigo Daddy —bromeó Jimin camiando de la mano con Yoongi.

     —Al parecer tendré que hacerlo, no dudo de tu excelente capacidad de baile bebé, pero tantos halagos del profesor Lee creo  que están de más.

Jimin soltó una sonrisa divertida y se apegó más al cuerpo de Yoongi.

     —Mis ojos siempre están buscándote a ti Yoonie, solo a ti, a nadie más.

El agarre de sus manos se apretó más con firmeza, la mirada verduzca oscura de Yoongi brilló mirandole de reojo.

     —Eso no lo dudo Minnie,  dudo de los ojos de los demás. Es que... —Yoongi detuvo su andar y miró de arriba abajo a Jimin—. Eres tan precioso ¿Quién no te querría ver?

     —Daddy,  no estés celoso —sonrió el zorrito pero sus mejillas estaban rojas ya.

     —No estoy celoso.

     —Lo estás...

     —No

     —Claro que lo estás Daddy

     —Por supuesto que no

     —of course

Llegaron al auto, Lisa pasó a su lado y  se despidió con una sonrisa de Jimin y una reverencia a Yoongi. Una chica de  cabellos rubios  iba de su mano.

Rápidamente emprendieron el camino hacia la calle principal que los llevaba al centro de Seúl.

El camino a Jimin ya se le hacia bastante familiar así que llevaba entre incertidumbre y alegría. Vería a su Dad en unos minutos. No recordaba que tenía visita ese día.

La mano de Yoongi tomó la suya y le apretó suavemente para hacerle saber que todo estaba bien.

     —Tranquilo bebé, todo está bien.

     —Gracias Yoongi,  siempre me estás animando.

El pelinegro sonrió continuando con su recorrido. Cuando estacionaron en el hospital, se bajó primero y después se acercó al lado de Jimin quien no había bajado. Yoongi abrió la puerta por él.

Le ayudó a bajar y no le permitió moverse porque lo envolvió en un abrazo protector y reconfortante. 

Jimin suspiró y cerró sus ojos exhalando su nerviosismo e inhalando el aroma varonil de Yoongi. 

Con eso bastaba, eso era suficiente para hacerle sentir mejor. Era lo mismo que llenar sus pulmones de aire puro.

     —Gracias de verdad Daddy.

     —No hice nada, zorrito.

     —Siempre haces Daddy,  siempre.

Volvieron a tomarse de la mano y entraron finalmente al hospital, pasaron a la recepción a dejar sus datos y finalmente llegaron hasta la habitación de su padre.

     —¡Dad!

El señor Soonyu estaba sentado en el sillón frente a su cama, vestido formalmente, bien peinado y parecía recién bañado también,  esperando como un niño obediente a su padre para que lo llevase a casa después de la escuela.

El zorrito corrió hacia él y cayó de rodillas frente al hombre y se abrazaron con fuerza.

     —¡Dad! —repitió  Jimin sin soltar a su padre quien se aferraba al pelirrojo con fuerza, sus ojos se habían iluminado bastante cuando le vio entrar en la habitación.

     —Mi cachorro, estás aquí.

Yoongi había entrado pero  mantenía su distancia sin querer invadir el momento emotivo entre padre e hijo, llevó sus manos a sus bolsillos de la chaqueta mirado aquel emotivo reencuentro.

     —Dad ¿Qué haces vestido así? ¿A caso vas a algún lado? —Preguntó mirando de arriba hacia abajo a su padre.

     —A casa Minnie,  voy a casa. El marcapasos nuevo funciona muy bien.

     —¿Entonces tú ya sabías Yoonie? —Preguntó volviéndose hacia Yoongi.

El pelinegro asintió y a ello se le unió una pequeña sonrisa. Le habían llamado desde la mañana para decirle que el paciente Park Soonyu ya podía ir a casa, pero había querido que fuera una sorpresa para Jimin.

Había resultado, la sonrisa de su zorrito era enorme. Eso era lo que más valía la pena ver.

     —Sabía bebé, pero quería que fuera una sorpresa.

Jimin le sonrió y después volvió a abrazar a su padre. Estaba feliz, si las personas que él más quería estaban a su lado él era inmensamente feliz.

Después de todo el papeleo que había que firmar y las recetas medicas, el pago del hospital y todo eso, Jimin regresaba a su antigua casa junto al señor Park y  Yoongi. 

     —Espera Dad yo toco la puerta.

Se bajó corriendo y fue a tocar el timbre y después de eso volvió hasta el auto de Yoongi a ayudar a su padre a bajar.

Para Soonyu  la subida de escalones estuvo algo complicada ya que aún no podía hacer demasiado esfuerzo fisco, debía ir de a poco pero entre Yoongi y Jimin le ayudaron. Cuando entraron a la sala de invitados de la gran casa estaba la comitiva de bienvenida para el señor Park. 

Sus infaltables sirvientes y ama de llaves y nana de Jimin,  además de un chico que él no conocía quien además de ello tenía a una bebé en sus brazos.

     —Bienvenido a casa señor Park —hablaron todos al unísono.

     —Hola, que bueno verlos a todos.

     —Dad, él es Seokjin, será tu asistente personal de ahora en adelante, será tu sombra además será mi representante oficial, si tú no le obedeces me estarás desobedeciendo a mi.

El joven castaño hizo una pequeña venía hacia el señor Park.

     —Me has contratado un centinela cachorro —sentenció el hombre con una sonrisa tomando la mano de la bebé.

     —Así es Dad, así que si no te tomas tus medicamentos,  no haces reposo adecuado,  no comes lo de la dieta, no haces los ejercicios indicados lo sabré y vendré a hacerte un drama inimaginable Dad.

El hombre sonrió indicando con ello a su hijo que estaba bien, que no se preocupara.

     —Jin, ayuda a papá para que suba a su habitación dame a la bebé.

Jimin no esperó respuesta   ya le había arrebatado a la pequeña Yun.

     —Vamos señor Park, deme su mano.

     —Puedo caminar solo muchacho no tomes tan literal lo que mi hijo te pide —se quejó el señor Park.

Pero Jin hizo caso omiso y ayudó a Park Soonyu a subir escalón por escalón. Eso dejaba más satisfecho al zorrito.

Mientras ellos subían Jimin se paseaba por toda la sala con la pequeña Yun en sus brazos tarareándole una cancioncita haciéndola reír y esa imagen mantenía totalmente hipnotizado a Yoongi.  Su gato interior había comenzado a ronronear bajito y él sentía que sería descubierto, pero no le prestó demasiada atención,  su atención estaba puesta en su chico y en lo bien que se veía con la bebé en brazos.

El anhelo comenzó a nacer dentro de él lentamente, apoderándose de sus deseos y de sus ilusiones.

“Algún día” pensó, un día cuando sepa que está listo y que su zorrito también lo estaba.

     —Yoonie, dile hola a Yun —Jimin se había acercado poco a poco a donde estaba Yoongi mirándolos a ambos.

La pequeña bebé alargó una mano y toco la nariz de Yoongi quien se dejó hacer, incluso había arrugado la nariz para hacer reír a la pequeña.

     —Hola Yun, soy Yoongi —habló muy bajito con una voz cantarina que Jimin no había escuchado antes por ello se había quedado sorprendido viendo a Yoongi con una gran sonrisa.

     —Yun él es tio Yoongi, hola Tio Yoongi, saluda bebé.

La niña negó y  pidio con medias palabras a Jimin que lo dejase en el suelo y él asi lo hizo, y la pequeña salió corriendo hacia el interior de la casa.

Ya llevaba un par de días viviendo ahí en la casa de los Park así que ya conocía muchos lugares de la gran casa. A comparación del cuartito donde vivía con su papi Jin antes, eso era un palacio como en los cuentos de hadas.

     —Creo que no le agradas a Yun Daddy —habló Jimin acercándose un poco más al pelinegro.

Jimin y Yoongi se quedaron completamente solos, todo el personal había vuelto a sus labores y eso fue aprovechado por el pelinegro para envolver a Jimin en un abrazo y poder así darle un beso en su mejilla.

     —¿Tu crees? —Yoongi alzó una ceja y después pegó sus labios sobre los de Jimin en un besito corto.

Un instante en el que el tiempo se detuvo, los profundos ojos de Yoongi no dejaban de ver a Jimin.

     —Te has quedado muy serio Daddy  ¿No te agradó Jin o la bebé? —Jimin arrugó la nariz en busca de una respuesta, con sus ojitos celestes expectantes.

Yoongi por supuesto que no quería ser descubierto, no quería admitirle que se había quedado embobado imaginandolo como papá de sus cachorros.  Así que no le quedó más que ocultarlo.

     —Por supuesto que no es asi,  es más ahora podré decirle a Namjoon donde encontrar al bailarín —respondió Yoongi alzando ambas cejas en señal de que pensaba ideas muy traviesas.

     —Ex bailarín Daddy, porque Jin… espera… espera ¿qué dijiste?

Yoongi se comenzó a alejar a pasos lentos de Jimin, y cuando estuvo a una distancia prudente negó con una picara sonrisa que casi le hacía desparecer sus ojos.

     —No dije nada, tú creíste escuchar mejor dicho. 

     —¡Daddy! ¿Por qué todos tus amigos quieren con mis amigos? Les gusta complicarme y complicarse la vida, deja que hable con ese tal Namjoon, ya va ver. Esto no es sencillo.

Jimin comenzó a caminar en dirección a las escaleras  justo cuando una pequeña bolita peluda tricolor se cruzó en su camino. Se agacho al ver al pequeño minino enroscado en sus piernas.

     —¿Pero que tenemos aquí?,  tú no vivías aquí antes ¿De dónde eres?

—tatito mío.

La pequeña Yun llegó corriendo detrás del gato y le tomó de la cola para hacerlo salir de entre los pies de Jimin.

     —Así que es tuyo Yun,  ¿Como se llama? —Preguntó curioso Jimin rascando las orejitas del gato.

     —Suga —respondió la pequeña.

En ese momento el gato Suga bufó enfadado hacia el individuo que se había acercado.

     —¿Es macho? —pregunto Jimin a lo que la pequeña asintió—. Ah eso lo explica, Yoonie, pienso que cree que invades su territorio.

Jimin entregó a Suga a la pequeña Yun que con enorme esfuerzo logró cargarlo pero este seguía bufando a Yoongi y después de que Yoongi  le respondiera con un suave bufido este salió despavorido dejando a Yoongi con una  gran sonrisa y a Jimin mirándole con reprensión.

     —Yo también tengo un gato Yun, ¿quieres ver? —preguntó tomando a Yun en sus brazos quien se había quedado parada viendo hacia donde se había ido su gato, con un pequeño puchero en sus labios.

Finalmente ella asintió.

Jimin tocó a Yoongi en el hombro y le sonrió, después batió sus pestañas coquetamente y le lanzo un beso.

     —Se lo que pretendes zorrito astuto —se Defendió el pelinegro.

—Fuiste malo con Suga Daddy así que…

A Yoongi no le quedo más remedio que poner sus ojos en blanco, soltar un suspiro y después hacer aparecer sus enormes orejas de gato.

—¡Tatito gande!

—Si bebé, un gatito grande —respondió Jimin sonriente.

Yun de inmediato pidió a Yoongi que la sostuviera en brazos a lo que él no se negó, rápidamente la cargo y ella comenzó a tocar sus orejas y a jugar con ellas.

     —Taito  gande asutó a Suga —dijo haciendo otro puchero.

     —Oh bebé, ese feo y malo lindo gatito asustó a Suga pero no lo hizo con querer ¿Cierto gatito?

     —No preciosa fue una confusión, ¿Vamos a buscar a Suga?

La pequeña Yun asintió y aún en los brazos de Yoongi salieron en busca de Suga, momento perfecto para que Jimin fuera arriba a ver a su padre.

Lo encontró cómodo  en su cama con las almohadas apiladas para que quedase recostado mientras que Jin le leía el periódico.

—Cachorro, creí que se habían ido —dijo el señor Park al verle entrar.

Jimin de inmediato rodeó la cama y se metió entre las sabanas a su lado apoyando su cabeza con cuidado en el pecho de su padre y éste le acarició sus orejas de zorrito.

     —¿Cómo crees que me iría sin despedirme de ti Dad? Estábamos abajo con Yun y Suga.

Jin al escuchar eso se enderezó algo apenado.

     —Lo siento Mimi, el día que nos mudamos Yun lo encontró merodeando afuera de nuestro apartamento y no lo dejó, lo escondió en una de las cajas y me di cuenta hasta que ya estábamos aquí. El gato no se despega de ella. Si es mucho, podría buscarle un hogar…

     —¿Qué dices Jinnie? El gatito ya es de Yun, por algo lo encontró. Además hay espacio suficiente.

Jin sonrió un poco menos afligido.

     —Le compraremos suficiente comida y arena no te preocupes, tu solo encárgate que éste señor se tome sus medicamentos por favor. Mi Dad es todo para mí, necesito que se recupere pronto. ¿Y esas flores tan bonitas? Se ven  hermosas ahí.

     —Yo las corté del jardín, creí que alegrarían la habitación del señor Park —Explicó Jin con entusiasmo.

     —Solo dime  Soonyu, el señor me hace sentir más viejo de lo que soy.

Jin y Jimin sonrieron al mismo tiempo.

    —Jin, el lunes Yun comienza en su nueva escuela hasta el medio día, el chofer Hang se encargará de ir con mi nana a dejarla y traerla, ella será su nana de ahora en adelante ¿Ok? Así que no debes preocuparte, puedes estar con Yun y estar al pendiente de mí Dad. Tu pago será en quincena y fin de mes. El dinero es para ti y Yun, no tienes obligación de comprar nada para la casa  ni despensa ni para mi Dad, eso se cubre aparte.

     —Pero es que...Jimin, haz hecho suficiente por nosotros, no me gustaría abusar.

     —Eso no lo digas Jin, tú me ayudaste ¿Recuerdas? Así que yo hare por ti todo lo que pueda. Es un pago justo por cuidar de mi Dad.

     —Eres tan bueno Jimin, eres un ángel.

     —A que lo es, mi Minnie es un bello ángel en la tierra.

Jimin negó avergonzado hasta las orejas, solo se escondió entre las sabanas. Él no era un ángel, solo le nacía del corazón ayudar. Ya que tenía mucho dinero, quería devolver algo de todo lo que el tenía.

...🦊🐱...

Hola mandarinas 🍊 bellas un abracito 🤗
No suelten el stream.

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