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🐱Chapter Forty-Eight

Como si no fuese suficiente con lo que Yoongi ya tenía encima la llegada de Hoshi solo le agrandaba los dolores de cabeza. Él y su primo no se llevaban particularmente muy mal pero tampoco  bien que digamos, sus personalidades chocaban demasiado. Hoshi solía ser bastante arrogante y entrometido además de soberbio, Yoongi podía ser soberbio algunas veces pero no en la cantidad exagerada que Hoshi.

En la última misión no le fue nada bien. Debía dirigir al grupo con un cargamento de armas y las perdieron durante una pelea. Yoongi le dijo a Hoshi que ruta tomar para evitar inconvenientes pero su primo dijo saber lo que hacia así que ignoro las sugerencias de Yoongi y se metió en un territorio fuertemente protegido por otro grupo. Perdió el cargamento y algunos hombres.

     —¿La mercadería? —Preguntó el azabache  sin miramientos.

     —Sana y salva primo, está en las bodegas —respondió a la pregunta de Jungkook.

     —Padre necesitamos hablar urgentemente —intervino Yoongi mirando fijamente a su padre.

El señor Min devolvió la mirada a su hijo de manera aprensiva, Yoongi no quería hablar en presencia de Hoshi así que solo negó. Eran temas delicados que debía tratar con cuidado.

—Te veré después Hoshi, padre.

Sin decir más salió de la oficina de su padre deteniéndose para cruzar un par de palabras con la secretaria del señor Min y después se fue hacia su oficina, él no bebía pero en ese momento necesitaba con urgencia un trago de algo bastante fuerte así que fue directamente al bar a servirse licor en un vaso. Se lo bebió de un solo.

Si Minnie se entera, está muerto. Debía detener todo antes que algo mas pasara. Esto era grave, muy delicado.

     —La puerta de su oficina fue tocada y él dio el acceso para que entrasen a ella, su corazón sintió alivio y peligro en partes iguales al ver a Jimin entrar con su bella sonrisa en la oficina, con sus lindas orejitas y su colita coqueta visible llenando de color todo el lugar.

Siempre era así, a donde Jimin entraba todo se iluminaba. Corrió a saludar a Yoongi efusivamente sentándose en sus piernas y por supuesto envolviéndolo en un abrazo necesitado y reconfortante.

     —Minnie ¿Qué haces aquí? —pregunto soltándolo un poco.

A Yoongi realmente le encantaban las visitas de Jimin porque deseaba verlo entrar a las cinco y media por su puerta y verlo correr hasta sentarse en sus piernas mientras Yoongi cerraba todas las ventanas de sus programas en la computadora y después juntos se iban a casa. Pero esta vez no era bueno que Jimin estuviera ahí. Nada bueno.

     —No te alegra verme Daddy? —pero Jimin ya lo había notado.

Le miraba con sus orejas echadas hacia atrás y sus ojos expresivos casi cerrados y el ceño fruncido. Yoongi no sabía que responderle porque era verdad, no le alegraba nada verlo ahí en ese momento. Pero era algo que no iba a decirle definitivamente, sería un tonto si lo decía.

     —No es eso cariño es solo que, vienes en el momento menos oportuno para mi, mucho trabajo y el doble de estrés. Pero si soy feliz cuando vienes por mí.

Jimin se enderezo un poco sobre el regazo de Yoongi sus ojos azules como el cielo fijos en su esposo analizando todas sus facciones. Si, Yoongi se veía bastante frustrado porque en medio de sus cejas había aparecido una arruga que Jimin con su dedo índice toco y masajeo hasta que la expresión desapareció.

—Bien, mi Daddy está pasando un episodio grave de estrés y yo puedo ayudar un poco —dijo con una gran sonrisa en sus labios.

Definitivamente eso era bastante interesante, tanto que a Yoongi se le olvido el motivo por el cual estaba tan irritado esa tarde. Sus manos se apretaron al rededor de la cintura de su zorrito cuando este dejó suaves besos en su barbilla, por todo el contorno de su mandíbula y después bajo por el cuello.

     —Minnie yo...

     —Shhh Daddy you are silent, Minnie te hara sentir mejor.

Yoongi se trago el resto de palabras porque su cerebro se quedo paralizado cuando el ágil cuerpo de su zorrito se deslizo por debajo del escritorio, rápidamente sintió unos dedos hurgar en la pretina de su pantalón y sacar el botón y luego bajar lentamente el cierre. Desde arriba en su posición podía ver todas las acciones del pelirrojo. Su pulso poco a poco se comenzaba a acelerar y su cuerpo fue subiendo de temperatura.

     —Minnie, no es necesario —trato de persuadir. Yoongi sabia claramente que su chico jamás había hecho algo como aquello, quería que las cosas se dieran de manera natural entre ellos, no quería obligarlo a hacer nada.

Pero Jimin negó. Su mirada era sedosa y llena de deseo, él quería, estaba listo para eso.

Yoongi soltó un suspiro cuando la mano del zorrito se introdujo firmemente entre sus prendas para sacar su pene semi duro en ese momento. Jimin relamió sus labios lascivamente mirando lo que tenia ahora entre sus manos, grande y caliente, palpitante.

     —Jimin... oh mierda —soltó cuando la punta de la lengua húmeda de Jimin repaso delicadamente su glande, toda su polla se sintió tensar en ese momento poniéndose más dura todavía.

Coloco una mano sobre el escritorio para sostenerse porque sus piernas estaban temblando de anticipación. La rosada y suave lengua del pelirrojo seguía bordeando todo el glande succionando las pequeñas gotas de líquido que se desprendían de él. Su polla estaba ya lista para ser tomada pero Jimin estaba tomándose su tiempo, seguía familiarizándose con el sabor y el aroma almizclado y perfumado por las sales de baño y suavizante de ropa.

Aquella lengua comenzó a recorrer toda la longitud hasta llegar a la base, delineando las venas que se saltaban y palpitaban dolorosas y volvía a repetir todo el ciclo desde arriba hasta abajo y succionando poco a poco las bolas. Los pequeños y finos vellos de su entrepierna hacían cosquillas al zorrito pero le gustaba esa sensación. Después Jimin se animó a más, abrió su boca lentamente bajo la mirada hipnotizada de Yoongi y metió solo la punta donde realizó la primera succión, Yoongi jadeó mordiendo sus labios fuertemente, Jimin volvió a repetir eso ahora llevando su polla un poco más profundo dentro de su boca, mojándola con su saliva y masajeando con su lengua.

     —Ohh Minnie, Dios.

La mirada llena de lujuria del zorro no se apartaba de la suya y Yoongi podía jurar que se correría con solo el hecho de verle ahí de rodillas en medio de sus piernas, bajo el escritorio. Él ya era un gran fan de los gruesos y rosados labios del zorrito, pero verlos pegados a su polla era otro nivel. No podía apartar la mirada. Su mano libre se movió hasta la cabellera rojiza, donde acaricio suavemente aquellas lindas orejas y después sus largos dedos se enredaron entre las hebras rojas tocando el cuero cabelludo y jalando suavemente.

Con ello Jimin se animo aun mas, entendía que lo estaba haciendo bien para ser la primera vez que practicaba una felación. Abriendo un poco más su boca se introdujo hasta la mitad de la polla. Yoongi en la silla estaba comenzando la subida hasta el cielo, cada lamida y succión eran tan buenas que solo podía cerrar sus ojos y disfrutar de lo que en ese momento estaba pasando. Sus caderas se movieron al encuentro de aquella boca deliciosa de manera lenta sin intención de llenarlo por completo para no lastimarlo. Soltó un gemido cuando una nueva succión le dejo sin aire.

     —Joder, es tan delicioso bebé —logró articular.

Sus dedos se aferraron aun mas a la roja cabellera cuando ahora tenía casi toda su polla enterrada en la cavidad bucal del zorrito. Soltó un sonoro "Ahh" cuando el aire le faltó debido a la brutalidad con la que Jimin introdujo todo de lleno.

Ahora era Jimin quien mantenía el control de la situación, su cabeza tomo ritmo propio chupando y succionando la polla de Yoongi sin detenerse, tragando el liquido pre seminal que este desprendía, tocando casi la campanilla de su garganta, llenándolo todo de saliva. Sentía como las caderas el pelinegro se movían un poco cada vez.

     —¡Ohh demonios Minnie!

Yoongi por su parte estaba aferrándose a la poca cordura que le quedaba para no ponerse de pie y follarse con todas sus fuerzas la dulce boca de Jimin. No sería el momento, tenía que dejar que el zorrito llevara el control de la primera experiencia. Pero ganas no le estaban faltando porque la boca caliente de Jimin lo envolvía muy bien, su garganta estrecha lo apretaban de manera precisa y deliciosa.

La garganta del pelirrojo se expandía llevando todo lo que podía de la polla de Yoongi hasta el fondo hasta tocar su punto sensible y provocarle arcadas que contenía de manera tranquila y lo que no alcanzaba su boca lo masajeaba con la mano provocando una doble sensación de placer al pelinegro.

     —Ahhhg  Ji-Jiminnie Joder... voy a...

La cabeza de Jimin no paraba de moverse, podía verse solo la coronilla rojiza debajo de la mesa y a Yoongi tensado aferrando con una mano la orilla de su escritorio, su cabeza hacia atrás tratando de tomar algo de aire para sus pulmones. Estaba en el paraíso.

Jimin afianzo sus movimientos volviéndolos mas rápidos aun, ahuecando sus mejillas y chupando como si su vida dependiera de ello, sintió como el cuerpo completo de Yoongi se tenso antes de dejarse ir en un orgasmo fuerte que lo lleno de su esencia por completo, trago lo que pudo y lo demás lo recogió con su lengua por donde se había escurrido.

La figura de Yoongi no acababa de recuperarse de su liberación sintiendo infinidad de cosas con la lengua de Jimin recorriendo todo para limpiar todos los restos de su travesura, cuando la puerta se abrió de par en par dejando ver a una muy ofendida Seoyon entrando a lugar.

     —De-demonios —susurró tratando de recuperarse por completo.

     —Oppa, ¿Estás bien? Te ves extraño... ¿Tienes fiebre?

Yoongi la fulminó con la mirada, la mujer mas inoportuna del mundo estaba parada frente a él, trató de enderezarse en su silla y acomodarse los pantalones lo más que podía.

     —¿Qué haces aquí, y como es que siempre entras sin mi permiso? —escupió con rabia.

     —Bueno, siempre aprovecho cuando tu secretaria no esta afuera. ¿Seguro que estas bien? Estas sudando mucho.

     —Estoy bien Seoyon, Pregunte qué haces aquí.

La chica se sentó tranquilamente en la silla frente al escritorio de Yoongi cruzando sus piernas y dejando su bolso sobre su regazo. Seoyon era muy bonita, pero su personalidad la hacía ver realmente fea.

     —No fuste a mi fiesta de cumpleaños Yoongi Oppa. Te estuve esperando.

     —No era obligación ir verdad.

     —¡Pero Oppa!

Yoongi estaba feliz, relajado y muy tranquilo. Después de todo Jimin se encargó de esfumar todo aquello que le estaba molestando ese día. Seoyon no era tan importante para que su tarde se arruinara otra vez. Esa niña merecía una lección. Así que simplemente dejo que ella dijera todo lo que quisiera, su castigo vendría después por debajo de la mesa. Estaba seguro.

     —Estuve ocupado —fue su simple respuesta mientras cerraba su laptop y apilaba unos papeles sobre el escritorio. Contuvo un suspiro cuando sintió las manos del zorrito amasar sus piernas muy cerca de su ingle. Aquel masaje le provocaba cosquillas y algo más.

     —¿Tan ocupado como para faltar? mi padre considero no cancelar sus negocios con ustedes, pero ahora no lo sé... ¿y si me pagas tu falta con una cena?

     —Escucha, Seoyon... oh mierda...

Ya no pudo continuar, Jimin acababa de morderle con fuerza un glúteo.

—¿Qué pasa Oppa?

—Nada que te importe, ¿Por qué no te vas? No iré a cenar contigo... ¡Joder Jimin, no hagas eso!

La risa contagiosa del zorrito se dejó escuchar por debajo del escritorio provocando que Seoyon gritara y elevara sus piernas como si se tratase de una serpiente que en cualquier momento pudiera morderla.

La cabellera rojiza de Jimin se asomo por debajo y le guiño un ojo a la chica que le veía claramente muy ofuscada y sacada de onda. Entendía ahora la actitud errática de Yoongi cuando entró en la oficina.

     —Ya escuchaste Seoyon Yoongi no quiere salir contigo porque está casado conmigo ¿Ves aquí? Es un anillo, hermoso por cierto y lo tengo yo en mi dedo, no tienes oportunidad ahora ni nunca ¿No lo entiendes? ¿A tu cerebro le hace falta oxigeno que no captas?

La chica fulminó a Jimin con sus ojos de chiquilla arrogante chispeantes por venganza, Jimin en cambio no le apartó la mirada, tranquilamente se sentó una vez más sobre las piernas del pelinegro.

     —Vas a pagarlo caro jimin, te advertí que Yoongi Oppa no era para ti, ya lo veras. Tu luna de miel se acabará pronto.

Jimin hizo el amago de levantarse e ir tras ella  pero Yoongi le sostuvo del brazo, no valía la pena. Seoyon siempre hacia lo mismo. Siempre amenazaba y no hacía nada, solo era una niña resentida que estaba enfadada porque su amor imposible de toda la vida nunca se fijó en ella.

     —No bebé, no te rebajes a su nivel —habló Yoongi tranquilamente.

Seoyon dedicó una última mirada a  la pareja antes de levantarse sin borrar una sonrisa de su rostro.

Cuando la puerta finalmente se cerró detrás de ella Yoongi y Jimin pudieron estar más tranquilos.

     —Lo siento Minnie yo...

     —¿Por qué lo sientes? No es tu culpa que la intensa sea ella Daddy, o tal vez si en cierto grado si por ser muy apuesto, pero no importa, eres mío y yo soy tuyo, nadie nos va a separar nunca.

Yoongi asintió y cerró aquella afirmación de su zorrito favorito con un beso suave y delicado que le llenó el pecho de tranquilidad y a la vez pesadez.

No podía obviar que había un furgón lleno de híbridos en una de sus bodegas.

El peso de su conciencia le estaba por aplastar, debía decirle, tenía que ser honesto con él y decirle lo que estaba pasando.

—Jiminnie tengo que...

—Descuida Daddy todo está bien, iré al baño a arreglar mi cabello y nos vamos a casa.

—Jimin no espera, esto es importante —gritó cuando Jimin se levantó y se alejó hasta el baño privado que tenia Yoongi en su oficina.

Jimin sabía que su esposo estaba pasando por mucho estrés, por eso quería ayudarlo y hacerle la carga más fácil, irían a casa y le prepararía una tina con agua perfumada como a él le gustaba hacer cuando se sentía muy cansado y después una cena. Había estado practicando el arte culinario con la ayuda de Jin, quería sorprenderlo.

El sonido insistente de su celular lo sacó de sus lindos pensamientos, era un mensaje de Taehyung al parecer Jungkook le invito a ir de viaje con él. Jimin estaba feliz por Taehyung.

Un nuevo mensaje entro, esta vez de un número desconocido.

"Que se siente ser la mercadería mas valiosa para un traficante de Híbridos, si, Yoongi trafica híbridos Jimin. Te venderá al mejor comprador"

¿Qué clase de broma de mal gusto era eso?

Resopló restando importancia, sabía que Yoongi no sería capaz de algo como eso, era tonto porque Él también era un hibrido ¿Qué sentido tendría? además eso era algo muy cruel.

Salió el baño, Jungkook estaba en la oficina junto a  la puerta y al parecer discutía con Yoongi en susurros así que no dudó en acercarse.

     —¿Qué vamos a hacer Yoongi? Esto es un problema muy grande.

     —No lo sé Jungkook, no debemos hablar esto aquí,  por el momento hablar con mi padre, traficar híbridos deja buen dinero grandes sumas pero...

—Es un furgón Yoongi, lleno de híbridos en tus bodegas en Jonwah.

—¿Q-que?

Ambos pelinegros vieron con horror que Jimin estaba parado inmóvil detrás de ellos, los ojos celestes de Jimin bien abiertos por el asombro y empañados por que estaba a punto de llorar.

     —Jimin cielo, dejame explicarte ...

     —EL mensaje es verdad... traficas híbridos Yoongi, ¿Cómo puedes?

     —¿Qué mensaje jimin? No, espera estas equivocado, yo no...

     —¡Shut Up!, no necesito que expliques, lo acabo de escuchar todo.

El zorrito se fue azotando la puerta de la oficina de su esposo bajando a toda velocidad por las escaleras ni si quiera quiso esperar el elevador. Al llegar a su auto limpio sus lágrimas. No podía creer eso, sabía que Yoongi y su familia tenían negocios ilícitos pero, ¿Traficar con híbridos? Eso era demasiado.

     —Jimin, espera joder, déjame hablar maldición.

Yoongi acababa de bajar detrás de él tan rápido como pudo para alcanzarlo.

     —No quiero verte Yoongi, eres una mala persona yo confié en ti.

Arrancando su auto a toda velocidad se alejó, Yoongi por supuesto que fue detrás de él, debía explicarle como estaban las cosas, sabía que todo estaba en su contra pero existía una explicación muy razonable para que esos híbridos estuvieran en sus bodegas.

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