Efectivamente su madre se había ido de viaje dos días así que como Jimin se había ofrecido a ir por el tonto vestido a la casa de modas,  le tocó ir por el.

Lo acababan de llamar para informarle que el vestido había llegado del extranjero ya y que fuera a recogerlo.

Así que dejó su piña colada sobre el mesón cerca de la tumbona y se sentó estirando sus brazos. Había estado tomando el sol cerca de la alberca como amaba hacer todas las mañanas para mantener ese bronceado natural en su tersa piel.

Subió hasta su habitación a darse una ducha rápida y a cambiarse. Unos shorts blancos cortos, un crotop y una chaqueta negra y sus nuevas botas y listo. Dejó aparecer sus bonitas orejitas y su colita esponjosa y sonrió al verse en el espejo.

Estaba listo.

Tomó sus llaves y su bolso y salió en su auto rumbo a la casa de modas.

Lo recibieron sin dejar de lado las intensas miradas. Una mujer no le despegaba los ojos de encima hasta se acercó a ofrecerle café y agua y cuando Jimin aceptó el agua ésta se lo llevó rápido y se fue guiñandole un ojo.

Otras más solo le veian con desdén. Era el efecto "envidia de serpiente" como él lo había bautizado.

Cuando por fin tuvo el vestido en sus manos la curiosidad de ver como era lo llamó pero no lo hizo porque igual Jimin tenia claro que ese vestido jamás lo usarían.

Volvió hasta su auto para llevarlo a la casa de su madre y en cuanto estuvo ahí lo subió hasta la habitación de ella.

Tenía también años  que  no ponía un pie en esa habitación, habían cambiado muchas cosas.  Dejó la caja sobre el buró y salió de la habitación topandose de frente con quien no esperaba pero quien no salía de su cabeza.

Min Yoongi en persona.

Éste le miró con el ceño fruncido tratando de comprender quien era y cuando lo hizo su curiosidad se notó más al verlo por ahí.

Según la madre de Jimin, él la odiaba y no le gustaba visitarla.

Jimin en cambio había dibujado una sonrisa en sus labios al observar como los ojos de Min lo habían escaneado en un rápido análisis de pies a cabeza. Sus hermosos ojos verdes habían cambiado de color como en aquella ocasión donde lo vio por primera vez, ahora eran ámbar.

     —Hola Señor Min. —Saludó moviendo graciosamente su colita de un aldo hacia el otro atrayendo completamente la atención de Yoongi,   sus ojos se habían dilatado más.

Parecía que en cualquier momento soltaría un maullido de gato y trataría de atraparla con sus patitas  pero claro esa idea hizo reír a Jimin porque Yoongi no era un gato aunque parecía uno. Aún así no dejó de mover lentamente la cola de un lado al otro  y los ojos de Min no se despegaban de ahí.

Jimin parecía divertido con la situación.

     —¿Señor Min? —Preguntó coquetamente.

El hombre parpadeó un par de veces para poder salir del extraño trance en el que estaba.

     —Oh es una sorpresa verte por aquí Jimin y dime Yoongi solo Yoongi. El señor Min es mi padre. —Respondió.

Jimin pasó a su lado y comenzó a caminar para las escaleras moviendo aún su cola de un lado al otro al ritmo de sus caderas.

     —Sólo vine a dejarle algo a mamá, me pidió favor y aquí estoy.

Yoongi hizo un ruido de asentimiento mientras bajaba detrás de Jimin.

     —Lo olvidé, ella me lo dijo.

     —¿Y vive aquí con mamá... Yoongi? —Preguntó, su nombre lo había pronunciado muy lento y casi de manera seductora.

De manera totalmente intencional claro está.

     —No, aún no yo también vine a dejar algo y ya me voy.

Yoongi se quedó parado frente a él analizando cada detalle en Jimin.  La mujer nunca le había mencionado que su hijo era un híbrido, uno muy lindo. Sólo lo supo hasta que lo vio el día de la cena de compromiso.

     —Bueno Yoongi fue bueno verlo, ya me voy. —Sus pies cerraron el espacio entre Yoongi y él y sus labios tocaron la mejilla del hombre mayor quien se quedó sorprendido por el acto.

Jimin solamente le sonrió y abrió la puerta para salir y dejar a Yoongi pasmado adentro.

Pero un momento después él también salía.

El Rolls Royce Ghost que había visto antes estaba estacionado a su lado por lo que Jimin supo que era de Yoongi. Eso quería decir que el día que había llegado  a verla, Yoongi estaba ahí, quizá su madre se había tardado porque había interrumpido su sesión de sexo matutino.

El hombre se detuvo unos instantes al verlo aún ahí en su auto.

Jimin trataba de encenderlo pero éste no reaccionaba para nada.

     —¿Necesitas ayuda con algo? —Preguntó Yoongi al acercarse a la ventana.

     —No enciende. —Respondió haciendo un adorable puchero con sus labios.

     —¿Me permites? —Preguntó señalando la cabina del conductor.

Jimin asintió abriendo la puerta y bajando de la manera más elegante que podía y dejó la puerta abierta para que Yoongi subiera teniendo sumo cuidado de "rozar" accidentalmente su cuerpo con el del mayor.

Yoongi se subió en intentó poner en marcha el auto el cual no reaccionó.

     —Tienes razón, abriré el capó para verificar.

     —No, como crees... eso es trabajo de un mecánico.  Llamaré a la grúa para que se lo lleven.

Yoongi miró a Jimin quien ahora tenía su cuerpo recostado en su Rolls Royce y sus brazos cruzados.

     —¿Y cómo te irás? No creo que con el conductor de la grúa. —Yoongi sonrió.

Al parecer comenzaba a conocer la personalidad de Jimin.

     —Pfff no, ¿como crees? ¿Cómo iría en una grúa yo, for god Min.

Yoongi soltó otra risita divetido de la manera en que Jimin se había "alterado" al insinuar que se podía ir con el conductor de la grúa.

     —Llamaré a Dad. —Dijo de pronto.

Sacó su teléfono y marcó esperando a que respondieran.

     —Dad no respondió. —Volvió a hacer un puchero.

Yoongi miró el auto de Jimin y después señaló el suyo.

     —¿No te molesta si te llevo yo? No estoy ocupado ahora.

Una sonrisa traviesa y peligrosa atravesó el rostro de Jimin cuando Yoongi propuso aquello.

Momentos después ambos iban en el auto de Yoongi y Jimin agradeció por primera vez vivir lejos de su madre. Una hora y media sólo para ellos dos.

     —No creí que vivieras tan lejos.  —Dijo Yoongi mirando por un momento a Jimin. 

Jimin sonrió, estaba coordinando en su teléfono que llegue la grúa por su lamborghini.  Se quitó su chaqueta quedando solo en su crotop.

Yoongi a su lado solo le veía de reojo.

     —¿Y por qué se va a casar con mamá? —Preguntó de pronto tomando por sorpresa a Yoongi.

Éste seguía conduciendo con la mirada fija en la carretera ahora.

     —¿Por qué no? Es una mujer bastante linda.  —Respondió Yoongi sin más. —Madura como prefiero.

     —Como sea. —Respondió Jimin cruzando una pierna sobre la otra sacando un labial de su bolso y colocandoselo mientras se veía en el espejo retrovisor. 

Sus mejillas ardieron cuando los ojos verdes de Min miraron directamente a los suyos a través del espejo. 

     —En sí me refería a que...mamá es mayor. Le lleva por lo menos 20 años. ¿Eso no le molesta?

     —¿Por qué tendría que? —Respondió Yoongi con su voz monótona como siempre—. La edad no importa, o no a mi, si me gusta no dejará de hacerlo solo por la edad.

Jimin sonrió. "Bingo".

     —Como sea.

Yoongi negó soltando una risa y siguió manejando mientras que Jimin se enfrascó en una conversación  con Tae y Suno en su chat.

Después de eso recibió la llamada de alguien. Era Mingyu.

Un chico insistente de la universidad que no lo dejaba en paz nunca por una vez que salieron.

     —Diga —Respondió.

     —Jimin, hasta que respondes. ¿Estás en tu casa? Hay una fiesta de la facultad y me gustaría que vinieras conmigo.

Jimin rodó los ojos. Acto que fue percibido por el mayor.

     —No Mingyu, olvídalo. Cada vez que estamos juntos en un espacio reducido tus manos de pulpo no dejan de tocarme por todos lados y eso It's not cool ¿Si me entiendes?

Yoongi a su lado solo manejaba y escuchaba la conversación.

Mingyu se quejaba y Jimin le cortaba la llamada.

     —Agjj, horror. —Exclamó el zorrito dejando caer su cabeza hacia atrás en el respaldo.

     —Esos admiradores deben traerte loco Jiminie.  —Yoongi cortó el silencio.

     —Pues si, es verdad.  —Respondió. —Pero los ignoro, son tontos la mayoría, no busco niños mimados por papi para un noviazgo. Es más no busco un noviazgo con  nadie a menos que...

Jimin se quedó callado un momento mirando hacia adelante,  esperando pacientemente. 

Hasta que la curiosidad mató al gato.

     —¿A menos qué?...

Sonrió mirando a Yoongi a su lado, tenía su cabello negro alborotado por el aire que se colaba por su ventana.

     —Me interesan los hombres más...maduros, que sean de mundo, más independientes, no niños. Hombres.

Yoongi le miró un momento por el espejo retrovisor.

     —Tú mismo eres un niño. —Respondió. 

     —Da igual,  son mis gustos.

     —¿Te fijarías en un hombre mayor?

     —¿Por qué no? La edad no importa  ¿verdad? Si me gusta no importa la edad.

Yoongi sonrió al darse cuenta que Jimin había utilizado su respuesta anterior.

     —¿Usted podría fijarse en un niño?

Yoongi volvió a mirarle por el espejo y rápidamente devolvió la vista hacia adelante.

     —Especifica niño. —Respondió.

     —Usted sabe. —Una fina mano de Jimin se posó de inmediato sobre la rodilla de Yoongi.

Al parecer el hombre ni si quiera se inmutó, así que Jimin tuvo que mover más hacia arriba la mano. Yoongi tenía muslos gruesos.

Por el retrovisor vio como la nuez de adán de Yoongi bajaba y subia en un acto de nerviosismo.

     —Jimin —Aquello había sonado como una advertencia. 

Jimin solamente sonrió apartando la mano.

     —¿Qué me dice? —Preguntó después.

     —Nunca me gustaron los "niños", son caprichosos, inmadurez por todos lados. Nunca saben lo que quieren y siempre hay que sacarlos de problemas. Es como ganarse un hijo adolescente.  Es fastidioso.

     —¿Si sabe que prácticamente yo seré como su hijo adolescente cierto?

Yoongi sonrió, acto que le hizo a Jimin apreciar aquella sonrisa de goma muy bonita.

     —No lo malinterpretes Jimin...

     —Minnie.

     —Está bien,  Minnie.  No lo malinterpretes.  Lo dije desde la perspectiva de una relación.  No me veo en una relación sentimental con un niño de 18. Tú por otro lado, como has dicho, seremos familia.  Seré tu... ¿Padrastro?

Jimin hizo un puchero.

     —Por eso Minnie me veré obligado a rechazar tus sutiles, lindas y  sutiles  pero innecesarias insinuaciones.

Jimin abrió la boca sorprendido.  Entonces Yoongi si  había captado todo.

     —Me sorprende que siendo un Lamborghini nuevo no arranque.. es un auto de 230 mil dolares.

Jimin sintió sus mejillas arder por completo.  Pero decidió ignorarlo.

     —Como sea... yo no hice nada.

     —No dije que lo hicieras.

     —¿Entonces por que me trajo?

Yoongi le miró nuevamente.

     —Quería dejarte en claro que no voy a caer Jimin.  Estoy comprometido. 

Jimin volteó el rostro hacia la ventana del auto y no despegó la vista del paisaje de afuera.

Estaba enfadado.

"Ya caerás Min  Guapo Yoongi" suspiró sin dejar de ver por la ventana.

...🐱🦊...

Aquí les dejo estos pequeños datitos mis mandarinas espero que estén disfrutando la lectura.

Yoongi es un híbrido de Gato Maine Coon.

El Maine Coon es una gran raza de gato domesticado. Tiene una apariencia física distintiva y valiosas habilidades de caza. Es una de las razas naturales más antiguas de América del Norte. La raza se originó en el estado de Maine Estados Unidos. Miden más de un metro.

Park Jimin es un híbrido de Zorro rojo.

Es un animal silencioso y muy cauteloso, que caza sobre todo por la noche. Es muy gracil y se mueve con  elegancia a la hora de cazar a sus presas. El zorro está presente en la mitología de muchas culturas y también aparece en innumerables cuentos, fábulas y películas generalmente representando la astucia y la inteligencia.