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「 ³ 」

—¡Eres un idiota! ¡Insensible!—gritaba Jisung enojado, Hyunjin estaba sentado sobre su cama con la mirada baja y con rostro de perrito regañado—Yo sé que te duele que Felix te haya terminado, pero, no tenías que ir a desquitarte con ese chico.

Jisung tenía razón, se había comportado como un patán, uno que no era. Ni siquiera sabe de dónde saco toda esta personalidad de bad boy cuando perfectamente sabía que él tiene una fascinación por huir ante un problema o pelea, se sorprendió que Minho lo retará y lo hizo más al haberle contestado.

—Lo sé—aceptaba su error, había sido un idiota que además dió pie a qué los otros dos imbéciles se burlaran de él y que esa chica de la cual ni su nombre recordaba también humillara a Lee.

—Más te vale disculparte la siguiente semana Hwang—Jisung estaba furioso si algo odiaba eran las personas que humillaban a otras nadamás porque si, Hyunjin era su amigo lo conocía por eso le era extraña la actitud que tuvo con ese bailarín. Vio el rostro de su amigo, notablemente arrepentido—Me voy.

—¿Qué?, ya es noche. Quédate a dormir—dijo el rubio al ver la hora en el reloj.

—Si me quedo un minuto más en esta habitación te golpeare—dijo mostrando su puño cerrado, Hyunjin rio divertido.

—Prefiero que me golpees a qué te pase algo si sales a esta hora de la noche. Quédate en el cuarto de invitados a mis padres no les importará—por está razón es que Ji no entendía su actitud.

—Bien—dijo aún enojado, tomando sus cosas y yendo a aquel cuarto para dormir.

El pelinegro se quedó acostado en su cama, recordando la escena en la que Felix con lágrimas en sus preciosos ojos le decía que ya no lo amaba, ¿hizo algo mal? ¿Por qué dejó de amarlo? Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, esas que había retraído durante todo el día y que ahora salían saladas y amargas.

No lo entendía y quería una explicación; una de aquel chico que era el amor de su vida.

[...]

Bang veía como su amigo lo abrazaba  hecho un ovillo hasta que los minutos pasaron, Minho se había quedado dormido aferrándose a él. Con el ceño fruncido siguió mandando mensajes a Seungmin, le mando una foto del chico durmiendo y le dijo que realmente no sabía que había pasado porque Minho no dijo nada más un "¿Te puedes quedar conmigo hoy?"

Esto era recurrente en ellos, incluso muchos pensaban que ambos eran pareja por la forma en la que Chris lo cuidaba y atesoraba, la verdad era que había un inmenso amor entre ambos uno que era más el de hermanos. La madre de Minho lo adoraba, no solo a él si no también a Seungmin. Los tres se han conocido desde que eran niños es obvio que su relación había evolucionado a más confianza y más amor.

Se quedó mirando el techo, repasando una y otra vez el día analizando ese momento en el que Minho llegó con los ojos lagrimosos. No pudo encontrar nada, todo parecía normal, Honnie le mando un mensaje, junto a un sticker además por la tarde antes de que se fuera a la academia hablo con él y su voz estaba normal.

Algo debió suceder dentro de la academia.

Poco a poco le ganó el sueño, aunque el suspiro de la persona a su lado le hizo voltear y mirarlo con intriga mientras que Minho estiraba sus brazos. Sus ojos de veían rojos e hinchados y su mejilla izquierda tenía marcada la costura de su almohada.

—¿Qué pasó?—preguntó Chris.

—¿Crees que bailo bien?—cuestiono sin dejar mirarlo con anhelo, como si su respuesta fuera lo único que necesitaba para estar bien.

—Honnie, bailas excelente. Tienes un gran control de tu cuerpo y te aprendes las coreos de forma rápida. ¿Por qué crees que Minnie y yo te alentamos a qué entraras a una academia?—los ojos de Minho eran literalmente la puerta de su alma, su rostro podría no tener expresión, pero sus ojos te podía dar todo lo que necesitabas para saber cómo se sentía; cómo ahora, que se mostraban brillosos y anhelantes.

—En medio mes es mi primera presentación—explico—Estoy estresado porque hoy no me salió un paso, aunque sé que lo podré hacer sentí mucha presión.

—Lo harás increíble. Seungmin y yo te iremos a ver, sé que lo lograrás—la voz calmada y llena de cariño de Chan hizo que se sintiera bien, que los comentarios que el imbécil de Hyunjin ya no le afectarán tanto.

Y claro que iba a demostrar lo contrario, si algo le quedaba claro ahora, es eso. Iba hacerle ver a ese tonto amargado y a esa chica que en menos de un mes él podría mejorar en demasía.

Con esa mentalidad paso toda una semana ensayando para el siguiente entrenamiento. Organizo sus tiempos y horarios, dejo un trabajo por salud mental con la aprobación de su madre, hizo planes de estudio para que no bajaran sus calificaciones y comenzó a comer mejor, no quería que le diera gastritis por mal pasarse con la comida o peor aún desmayarse no quería darle más preocupaciones a su madre.

Y en sus tiempos libres, ensayaba. Horas y horas perfeccionando sus pasos, movimientos y expresiones; fue una semana demasiado productiva y que además había acoplado a su personalidad. Cuando el día del entrenamiento llegó se sentía renovado, feliz y ansioso por empezar a ensayar.

No le había dicho nada a Seungmin y a Chris, lo veía innecesario por ahora por lo que al llegar a la academia se encontró con la sorpresa de Hyunjin tomado de la mano del chico pecoso, según lo último que hablo con Jisung ambos habían terminado; sin mirar de reojo camino con la cabeza en alto al salón donde ensayaría.

Está vez Jisung no estaba ahí, solo era él y algunos compañeros calentando. Pocos minutos después vio gracias al espejo a Hyunjin entrar, bajo la mirada sin quererlo ver. Era insoportable de verdad lo odiaba.

Momo no llegaba así que aprovecho para ir al baño, cuando salió se encontró con el alto apoyado en la pared de enfrente. Minho sin ninguna expresión trato de caminar para irse al salon, sin embargo, el alto dijo su nombre erizando los vellos del rubio que quería irse de ahí y no tener que soportar más humillaciones de su parte.

—¿Qué?—dijo tajante.

—Creo que ese día... —antes de que pudiera terminar, el bajo lo interrumpió con el ceño fruncido. No quería escuchar sus palabras, lo hacía por orgullo y tal vez por miedo.

—No me importa—el pelinegro lo vio confundido, viendo los ojos gatunos llenos de enojo—No vuelvas a meterte conmigo.

Sin querer decir nada más, comenzó a caminar con la mirada atónita del alto, antes de irse lo volteo a ver y con una sonrisa orgullosa hablo:—Y Hwang, no vuelvas a subestimarme jamás.

Sin entender muy bien sus palabras lo dejo irse, ahora sin saber cómo actuar. Alzó los hombros, al final de cuentas no era un amigo cercano; poco le interesaba la verdad. Después de entrar al baño se dirigió al salón donde Momo ya estaba dando instrucciones, con unas pocas palabras más comenzaron a ensayar canciones que ya sabían.

Sin prestar mucha atención a sus compañeros siguió bailando, era su forma de distraerse y lo que ahora menos le importaba era saber si ellos lo hacían bien o no. Después de un par de canciones, Momo puso la canción con la que se presentarían en poco tiempo.

—Bien, he decidido que las personas que tuvieron errores la vez pasada pasen a bailar primero—dijo mirando a los chicos que asentían—Para así saber en qué lugares se acomodaran.

Con esto dicho, la chica de cabellos negros y cortos coloco la canción analizando los movimientos de los bailarines. Hyunjin también los veía al inicio sin mucho interés, aunque su atención quedó prendada totalmente a Minho. Sus movimientos eran certeros y con fuerza, delicados a su vez; las expresiones eran increíbles y simplemente la presencia era de admirar.

Cuando la canción termino Hyunjin no pudo evitar seguir viendo a Lee, era como si el chico hubiera quedado hechizado por el baile del rubio. Momo sonrió orgullosa, dedicando algunas palabras a todos, pero, sobre todo felicitando a Minho por su gran mejora.

Durante todo el entrenamiento Hyunjin no podía no ver de reojo a Minho, de verdad no sabía que le pasaba ni porque quería seguir viéndolo bailar. Empezaba a sentirse un estúpido por haberle dicho cosas que realmente eran mentiras.

"Hwang, no vuelvas a subestimarme jamás."


D

efinitivamente no lo haría de nuevo. Cuando el entrenamiento acabo Minho parecía revisar su celular y con una sonrisa salió del salón para luego entrar con un chico de cabellos rubios rizados.

Minho se veía feliz alado del chico, sonreía de una forma dulce; una que no había visto en el rostro del bajo, ahora que repasaba en su cabeza ¿Lo había visto sonreír? La respuesta era no.

La mirada era tan diferente a la que le dió a él. Se sentía muy culpable, de verdad necesitaba pedirle perdón.

Hyunjin no supo en que momento fue que él había dicho que "Minho era un idiota que solo trataba de bailar". De verdad en que momento fue que esas palabras salieron de sus labios, cuando Minho lo miro con sus ojos llenos de molestia supo que la había cagado y ni siquiera supo cómo. Al menos ahora.

Los días habían pasado rápido, días en los que ninguno de los se habían hablado. ¿Cómo es que esto paso?

—¿De verdad?—Jisung lo veía con una ceja alzada y los brazos cruzados.

—Te juro que jamás dije algo así—el pecoso lo miraba divertido mientras Ji seguía viéndolo mal—Cuando Soobin me dijo que ahora la mayoría pensaba que yo y Minho nos odiamos a muerte también quedé en shock.

—Tenías una sola tarea, ¡una sola!

—Lo sé—Felix se limitaba a pasar su mirada de su novio a Jisung—Pero, en verdad no lo sé. Estoy seguro que se inventaron eso porque a partir de ese día yo ya no volví a hablar de él.

—¿Y cuál es la importancia de ese chico?—preguntó Felix interesado.

Hyunjin y Jisung se vieron mutuamente, era verdad ¿Por qué tanto interés en eso?

—Para no crear controversia Lix—dijo Jisung dando una sonrisita incómoda—Me tengo que ir, nos vemos.

—Cielo, ¿irás a verme la siguiente semana?—tomo la mano contraria queriendo entrelazar sus dedos, sin embargo, el pelinaranja quitó su mano con suavidad pasándola por su cabello.

—Si es que puedo—dijo con una sonrisa—Me tengo que ir Jinnie, nos vemos—su novio se levantó dejando un beso en sus cabellos negros. Hyunjin suspiro desganado, su relación se iba cada vez al demonio y él no sabía como detenerlo. Porque amaba a Felix y no quería dejarlo, lo necesitaba.

El tiempo transcurrió sin anormalidades, hasta ese día en el que el sol se encontraba posado orgulloso en el cielo, el aire era tranquilo y suave. El día era perfecto para la presentación de baile que tenían; Minho había estado nervioso toda esa semana, incluso ensayo mucho más tratando de ganar seguridad y pulir más sus movimientos.

Seungmin, Chris y su madre lo habían acompañado emocionados por ver la mejoría en un talento que Minho ya tenía. Mientras se arreglaba vio entrar al lugar a Hyunjin frunciendo el ceño casi de forma instantánea al recordar ese comentario que había corrido por casi toda la maldita academia.

De verdad lo odiaba, ¿que le había hecho él? Nada, ni siquiera hablaban antes.

Cuando por fin de muchas presentaciones, de nervios, emoción y sensaciones explosivas; se encontraban en el escenario al aire libre, en sus respectivos lugares y con la adrenalina en cada parte de su cuerpo la canción empezó.

Cuando bajaron del escenario Momo felicito a todos realmente feliz, abrazando a cada uno de los chicos con sus mejillas rojas por el ejercicio. Minho estaba orgulloso de si mismo, de su nivel y de todo lo que había logrado.

Hyunjin se movió rápido al ver a Felix y a Jisung, el rubio vio como el alto abrazaba al más bajo con alegría y este le mostraba una leve sonrisa. Jisung lo vio sonriéndole, acercándose a él.

—¡Bailaste increíble!—dijo el chico con sincera admiración.

—Gracias—dijo el rubio agradecido y aún temblando por la adrenalina.

Aunque Minho no quería de vez en cuando sus ojos pasaban a la pareja que se encontraba hablando unos pocos metros de ellos, viendo a Felix explicar algo y a Hyunjin escuchando atentamente.

—Entonces, ¿está bien si me quedo contigo?—Minho parpadeo dos veces para luego regresar su mirada al chico frente a él.

—¿Está bien si dejas a Hyunjin?—preguntó señalando con la mirada al chico alto.

—Ahora mismo está con su novio, dudo mucho que me ponga atención—alzo los hombros.

—Entonces vamos, te presentaré a mis amigos.

El bailarín dió una última y leve mirada a la pareja que se veía algo distanciada, caminando lado a lado con Jisung que le platicaba emocionado algo a lo que no le estaba poniendo tanta atención. 

Mientras tanto, Hyunjin escuchaba lo que su novio le estaba diciendo sintiendo que cada pedazo de su corazón se rompía nuevamente.

—L-lo siento—el más bajo temblaba con lágrimas en los ojos—Ya no siento lo mismo, necesitamos un tiempo Hyunjin. Un tiempo real.

Hwang lo sabía, su relación cada vez se iba a la mierda y no podía detenerlo, entonces, aceptando la realidad asintio con la cabeza tratando de no decir nada porque el simple hecho de intentarlo haría que llorara y no quería hacerlo frente a tanta gente. Felix se limpio las lágrimas que mojaban sus mejillas, se abrazo a sí mismo y con un adiós tembloroso se alejo del alto, saliendo del gentío.

Hyunjin soltó un suspiro pesado, pasando una de sus manos por su cabello con miles de sensaciones horribles que solo quería dejar de sentir. Sin ganas tomo su celular, marcando a Jisung, diciéndole lo mal que estaba y que se iría.

No podía estar ahí fingiendo que estaba bien cuando no era así.

[...]

Aunque el tiempo paso el ánimo de Hyunjin seguía igual de mal, se sentía sin ganas de hacer las cosas, sin ganas de salir, esperando el momento perfecto para marcarle a Felix y arreglar todo porque juntos podían hacerlo.

Esto solo era un altibajo de su relación y como la pareja que eran lo podían arreglar, al menos esos eran los pensamientos optimistas que tenía  para no caer en ese vacío oscuro que le daba tanto miedo. Acostado en su cama con los ojos cerrados escuchó  como la puerta de su habitación se abrió de golpe dejando ver a su mejor amigo con una gran sonrisa y detrás de él Changbin.

—Levántate, nos vamos de fiesta—dijo el chico entrando a la habitación y yendo directo a su closet.

—No tengo ganas—dijo dándoles la espalda acurrucándose en su cama.

—Vamos Jin, te vendrá bien—dijo Bin apoyándose en el marco de la puerta.

—No quiero—cerro los ojos esperando a que sus amigos se fueran.

—Jinnie, llevas días así, solo queremos que salgas un rato a despejarte y dejes de pensar en Felix, si no quieres ir al bar podemos ir a otro lado—Jisung se sentó en la orilla de la cama pasando su mirada de Hyunjin a Changbin.

El bailarín suspiro, se levantó sin muchas ganas tomando lo que Jisung ya había escogido para que se pusiera.

—Más te vale que valga la pena—amenazo al chico que le sonreía emocionado.

Una vez que el alto se hubiera arreglado llegaron a uno de los bares que solían visitar de vez en cuando. Ya eran pasadas las nueve por lo que el lugar ya estaba lleno de jóvenes y la música se escuchaba hasta afuera del local.

—¡Vamos!—Jisung entro al lugar con ambos chicos siguiéndolo por detrás subiendo al segundo piso, Hyunjin veía el lugar aburrido, dejándose guiar por el otro chico que los llevo a una mesa donde más chicos se encontraban.

Se sorprendió mucho al ver a Minho ahí sentando junto a Momo y otros dos chicos que no conocía.

—Espero que no importe que haya traído a unos amigos—escucho que dijo Jisung gritando viendo la negativa en los demás. Pronto a la mesa comenzaron a llegar las bebidas, las risas también comenzaron y tal vez Hyunjin se empezaba a sentir un poquito mejor.

De vez en cuando pasaba su mirada al rubio que se encontraba sentado casi enfrente de él, viendo sus orejas rojas por el alcohol y escuchando su escandalosa risa cuando Jisung decía cualquier tontería.

Tampoco estaba notando lo mucho que estaba bebiendo, simplemente el alcohol estaba pasando por su boca como si fuera agua.

Unas pocas horas después las amigas de Momo llegaron haciendo más ambiente y comenzando a bailar en la pista de baile. Minho veía divertido a Jisung tratando de seguir el ritmo de la música junto a Momo y Sana, viendo de repente a Hyunjin que se encontraba viendo su vaso como si este tuviera todas las respuestas a sus dolores.

Pronto vio que el chico se levantó y de forma torpe se encamino al balcón que estaba en el lugar donde por lo general habían chicos fumando. Minho se regaño mentalmente cuando se levantó y camino para allá, Hyunjin no se veía en condiciones para caminar solo por el lugar.

Cuando se acercó vio al chico apoyado al barandal negro, con la vista perdida en el oscuro cielo.

—¿Todo bien?—su voz fue calmada, colocándose a lado de él.

—Que te importa—escucho al otro chico decir. Minho lo miro mal, esto le pasaba por ser una buena persona. Quería ayudar al prójimo y este que hacía le escupía en la cara.

—Joder, me caes tan mal—dijo Minho dejándolo de mirar para pasar su vista a los edificios llenos de luces.

—¿Alguna vez te has enamorado?—preguntó de repente, Hyunjin en sus nulas capacidades miro a Minho a su lado, mareado.

—Si—contesto Minho, para luego verlo y cambiar el tema. Lo que menos quería era ponerse a hablar de sus fallidas experiencias románticas—Escucha Hyunjin yo sé que te duele tu ruptura, pero, no puedes dejar que ese dolor te consuma.

—Y tu qué sabes—respondio tajante, el alcohol le estaba haciendo sentir muchas cosas. No le gustaba.

—Por que sé, por eso te lo digo—no sabe de dónde le llegó tanta paciencia, si hubiera sido otra persona ya estaría millones de metros alejado, ¿Por qué con Hyunjin estaba siendo diferente?

—Sabes, yo jamás dije que fueras un idiota—de repente dijo.

—Hyunjin eso no importa ahora, me caes mal, pero, no por eso te voy a dejar aquí solo y que te pase algo. Vamos a adentro—lo tomo del brazo tratando de halarlo, sin embargo, el chico no parecía querer cooperar.

—En serio, no sé quién fue el que inventó eso, pero, no es real—siguio diciendo—Incluso me pareces interesante.

Minho rio divertido al ver el rostro lleno de culpabilidad del chico alto, era como ver a un pequeño animal asustado.

—¿Interesante?

—Me gusta como bailas.

—Tu también lo haces bien—contesto viéndolo, Minho sabía que el pobre estaba muy borracho lo había visto tomar cada caballito de forma casi inhumana.

—Fui un idiota ese día.

—La verdad si, lo fuiste.

—Perdón—esto último de verdad lo dijo con lamento, parecía incluso que se echaría a llorar.

—Oye, está bien. Te perdono—no quería lidiar con un borracho llorón y terco, suspiro volteando a la entrada del balcón notando que a sus amigos no les importaba mucho que dos de sus amigos no estuvieran en la mesa.

—¿Crees que Felix me perdone por todo?—de repente preguntó.

—No lo sé, dependiendo de lo que hiciste.

—Creo que no es nada—dijo—Él solo dejo de amarme.

Y ahí vio las lágrimas en sus ojos. Minho se sintió mal por el chico, sin saber que decirle pues no eran amigos no sabía mucho de la relación que tenía y no podía ayudarlo.

—Hyunjin, vamos a adentro—dijo con una sonrisa tratando de tranquilizarlo—Vamos, ¿si?

Como un niño, acepto tomando la mano de Minho y dejándose arrastrar por el chico, sentándose junto a él y de vez en cuando platicandole algo y tratando de tomar más alcohol.

—No—dijo el bajo, quitando el caballo que Hyunjin ya tenía en su mano—Fue mucho alcohol por hoy.

El alto hizo un puchero, sin embargo, asintio recostando su cabeza en el hombro contrario.

Jisung se burlaba de Minho de vez en cuando diciendo que ahora se había convertido en el niñero del chico que se encontraba llorando y haciendo drama porque "Jisung lo había dejado de querer".

Minho supo que está noche sería larga, aunque no le molestaba para nada está faceta de Hyunjin. Una en la que era solo un chico tomando, riendo y llorando por tonterías, de repente había bajones por su parte cuando recordaba a Felix, pero, tenía ahí a Lee para ayudarlo y decirle algunas palabras de aliento.

Fue una noche larga, una en la que Minho pudo aprender de Hyunjin.

¿Les está gustando jiji?

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