
15 ❝ CADA VEZ MÁS ❞
Aún no caigo en cuenta. Mi mente sigue reproduciendo aquel momento tan feliz, uno que no he tenido en mucho tiempo.
Cada palabra que dijiste sigue resonando, logrando que mi sonrisa sea más grande y que no pueda concentrarme en la clase.
Estoy enamorado de tí, ¿sabes?, sé que no lo he dicho directamente como tú, pero eso no significa que no lo esté. Me avergonzaría y mi rostro sería un tomate...
Estoy completamente enamorado de tí, Binnie.
He caído en mi propia contradicción. He entregado mi corazón nuevamente... o lo que queda de él. Pero ésta vez es diferente, ¿no?
Sé que no me he equivocado en dártelo.
¿Debería agradecerte?, quiero decir, tú también has entregado tu corazón a mis débiles manos, ¿no tienes miedo que por accidente se me caiga?
Soy difícil de entender y no es una excusa, es la realidad. Un día puedo hablar hasta por los codos, pero al minuto ya estoy lleno de inseguridades y solo me callo, dejando que mi cabeza me atormente.
Lo siento, ¿sí?, por si alguna vez luzco apagado de repente y que tú no sepas la respuesta a ello.
Pero... ¿cómo lo sabrás?, si ni siquiera yo lo sé.
Trato de buscar la solución a mis problemas, pero es totalmente absurdo. Pienso y pienso que hubiera sido de mí. Si mi madre no me hubiese abandonado, si no me hubiese enamorado de Sungchan o si éste no hubiese tocado mi cuerpo sin mí concentimiento.
Entonces seria un Félix con confianza en sí mismo, sin miedo al fracaso o al que dirán.
Pero esa persona no existe.
Me acostumbre a lucir así, depresivo.
Sí, escuché cuando Seungmin te mencionaba lo que dijo Mía sobre mí y luego corrí rápidamente hacia el jardín, tratando de mantener mis lágrimas mientras regaba algunas hermosas plantas.
No he elegido ser así, ¿sabes?, no es de mi propia voluntad lucir depresivo y ser el chico que limpia.
Tampoco quiero que mi propia cabeza sea mi enemiga. Por más intento que haga, termina siendo peor para mi estado de ánimo.
Como ahora, podría llorar en cualquier momento en medio de la clase.
No pido que me entiendas, Binnie, pero si quieres estar conmigo, necesito que me comprendas.
Porque yo sí quiero estar contigo.
Pero últimamente mi cabeza está en esa chica, ¿por qué te persigue?, ¿qué es lo que quiere de tí? ¿por qué no escucha cuando le dices que se aleje?
¿Por qué me odia?, yo no le he hecho nada malo.
-¿Vienes? -la voz de Jisung hace que aparte la vista de la ventana.
Lo miro confundido y luego dirijo mis ojos hacia el salón, el cual cada vez queda más vacío.
-S-sí -junto lo que queda arriba del pupitre y lo guardo dentro de la mochila.
Ambos salimos para reencontrarnos con Hyunjin y Minho. Miro a mi alrededor buscando a Binnie.
Nada.
-Voy al baño -aviso y le entrego mi mochila a Hyunjin para que la sostenga.
-Estaremos en la cafetería -asiento y me dirijo hacia el baño.
Camino derecho, con un poco de timidez. El pasillo se vacía, la mayoría ya se va a sus casas o está en un breve recreo en el campus antes de las últimas clases.
Visualizo el cartel azul con un muñequito blanco, pero alguien toma de mi muñeca fuertemente, deteniendo mi paso.
Me doy la vuelta y veo a Mía con un semblante serio. Por lo menos se retocó las raices de su cabello...
-Félix -ahora me siento confundido.
¿Qué es lo que quieres?
-¿Sí? -respondo casi en un susurro.
-Supongo que Changbin no nos presento como debía. Soy Mía, muy buena amiga de Binnie.
Es mí Binnie, es mí Binnie.
-No quiero quitarte mucho tiempo, solo quería decirte alto y claro que Changbin no te quiere -forma un puchero con sus labios.
-¿Y por qué esta conmigo y contigo no? -su sonrisa desaparece, pero no por mucho.
-¿Ya te ha dicho que fui su amante? -mi boca se abre ligeramente-. Quiere olvidar un pasado que no puede, te está usando para ponerme celosa. Cree que no me dí cuenta, él es muy ingenuo a veces.
-¿Q-qué quieres... decir? -mi voz suena como un lamentable susurro.
Aprieto mis manos, formando dos puños, enterrando las pocas uñas en mi piel, sintiendo como mi corazón comienza a latir fuertemente.
-Lo que te estoy diciendo es que Binnie, no te quiere. Dime una cosa, ¿has visto como te ves?, tienes bolsas, ojeras y ojos hinchados casi todo el tiempo. Tienes esas cosas en los pómulos y en un simple resumen... eres horrible.
Que se vaya, que se vaya...
-Has subido de peso y eso que debes hacer ejercicio trapeando los pisos de su casa mientras él levanta sus pies, ¿no es así?
-B-basta -mis manos duelen de tanto apretarlas.
-No entiendo como Changbin pudo haberte elegido para sacarme celos, debió ser porque Jisung tiene novio, sino lo hubiera elegido a él, sin dudas.
-Vete -el aire comienza a faltarme. No puedo respirar.
-¿Qué sucede? -la voz de Jisung suena lejos, a pesar de que ahora se encuentre a mi lado-. ¿Félix?... ¿qué le dijiste, rubia barata?... Félix respira con cuidado -mis piernas flaquean, dejándome en el suelo.
-La verdad -sus tacos resuenan por todo el lugar.
-Está bien, está todo bien, respira -sus manos van a mis mejillas intentando que lo mire.
Las lágrimas comienzan a salir, deslizándose como si fueran cascada. Mis músculos tiemblan y de repente esta sudadera no es suficiente con el frío que estoy sintiendo.
Miro a mí mejor amigo, pero delante de mis ojos, es un completo desconocido. Me alejo de él, arrastrándome por el suelo, aún así, sus brazos me atrapan y me aprieta contra su pecho y su cálida voz inunda mis tímpanos.
-Lixie, cálmate. Respira conmigo, inhala... -trato de hacer lo que me pide, con un poco de dificultad-. Exhala... Lo haces bien, Lix, lo estas haciendo bien.
Mi corazón se calma lentamente a medida que respiro profundo y sus escucho sus palabras. Cierro mis ojos, dejando caer más gotas de agua salada, mis músculos comienzan a ganar un poco de fuerza, pero el frío permanece por todo mi cuerpo.
-E-ella... m-me dijo -intento hablar y los brazos de Jisung van dejando mi cuerpo-. Que... Ch-Changbin me usa... p-para darle c-celos -agacho la cabeza.
-¿Qué?, no... eso no es verdad -sus manos van hacia mis mejillas para limpiar los rastros-. Ella está mintiendo. Changbin no sería capaz...
-¿Entonces por qué está conmigo?, s-soy el chico que limpia su casa. Soy feo y ella es...
-Ella es una idiota. Tú no eres eso, tú eres una persona maravillosa, eres precioso, eres alguien digno de amar. No le hagas caso a sus palabras, está loca...
-Dijo que eran amantes -lo miro y Jisung frunce su ceño.
-¿Qué?
-E-ellos... ellos... t-tuvieron algo y Changbin no me lo ha dicho.
¿Debo creerle, Binnie? ¿debo creer en que estuvieron juntos?
¿Qué otras cosas no me has contado?
-¿Te encuentras bien? -pregunta Beomgyu-. Seguimos en la misma pregunta al menos por veinte minutos.
-S-sí, estoy bien -miento-. A veces me cuesta un poco la concentración -asiente.
-¿Quieres que lo dejemos para mañana?, aún hay tiempo para la entrega.
-No, no, sigamos.
Hace una hora estoy en la biblioteca con mi compañero. Después de aquel ataque vine rápidamente hacia acá.
Mi mente sigue en aquel pasillo, en como su mirada divertida destrozaba mi estabilidad y confianza. En como la profundidad de su voz o sus palabras destrozaban mi corazón, rompiendo por completo sus últimos pedazos.
¿Cómo no creerle?, si todo lo que dijo es verdad. Luzco depresivo, tengo ojeras y los ojos hinchados todo el tiempo, trapeo los pisos de la casa de mi novio. También tiene razón, hubiera elegido a Jisung si no hubiese tenido novio.
Sungchan me lo dijo antes de terminar conmigo; soy patético.
¿Quién querría estar con alguien como yo?. Lo sabía, desde un principio siempre lo supe, todo es un juego.
¿Por qué tuve que creerte? ¿por qué no pude alejarme cuando me lo propuse?
¿Por qué tuviste que besarme? ¿por qué me dijiste todas esas cosas bonitas, cuando todo era mentira? ¿por qué, Binnie?
¿Por qué tuve que enamorarme de nuevo?
Al fin y al cabo, el único que sale lastimado soy yo
Una mano se posiciona en mi muñeca, logrando que salga de todas mis cavilaciones.
Pero no es Beomgyu.
-Ven conmigo, ahora -sus ojos están inyectados en sangre a la vez que su voz suena grave.
Tira de mi brazo, logrando que salga de mi asiento. Salimos de la biblioteca y nos dirigimos hacia el baño. Cierra la puerta con seguro y me coloca contra la pared. Tan suave, como si mi cuerpo se tratara de un vidrio a punto de romperse.
-¿Por qué no me lo dijiste?, ¿por qué no viniste conmigo?, ¿por qué tuve que enterarme por Jisung? -está enojado.
-Y-yo... yo no queria hablar contigo.
-Lloraste... -su pulgar pasa delicadamente por mi pómulo-. Tuviste un ataque.
-Me quiero ir -trato de salir pero sus manos en mi cintura me lo impide.
No por favor, saca tus manos de ahí. No toques mi cuerpo, es horrible.
-No, pequeño, no te irás hasta que yo termine de hablar.
-Tengo que terminar el informe, es importante para la nota del semestre -trato de irme, pero él no me deja-. Por favor, Binnie...
-No, tú eres más importante que esa nota -mis ojos comienzan a aguarse y mis labios tiemblan.
¿Por qué dices esas cosas?
-Te quiero, pequeño -confiesa. Por mis mejillas se deslizan las lágrimas que he estado aguantando, siendo imposible para mí creer aquello-. Te quiero como no tienes idea y no voy a dejar que un par de mentiras te destruyan.
-E-ella... t-tiene razón...
-No, no la tiene. Está celosa, sí, pero es porque te quiero a tí y no a ella.
-Entonces es verdad que tuvieron algo en el pasado -afirmo, pero solo para mí mismo.
-Sí, pero no algo como lo que tengo contigo. Félix, con tan solo verte alegras mis días. Con tenerte a mi lado me haces la persona más feliz del mundo -sus manos van hacia mis mejillas-. Tienes que creer en mí, no en ella. ¿Recuerdas lo que dije ayer? -asiento debilmente. Sus dedos acarician mi piel, secando mi rostro-. Jamás sería capaz de mentirte. Eres lo único bueno que tengo en mi vida.
-¿S-soy lo único b-bueno? -sus dedos se colan por mi cabello, corriendo algunos mechones.
-Lo eres -sonrie.
Rodeo su torso con fuerza, escondiendo mi rostro en su pecho, inhalando profundamente, sintiendo su dulce aroma.
-Eres lo más lindo y pequeño que tengo, por eso debo cuidarte, nunca sería capaz de utilizarte.
-Hyung...
-Te quiero y no hay vuelta atrás, porque ya no recuerdo mi vida sin tí, ¿entiendes?...
-Hyung... -trato de llamarlo.
-Por que yo no, no sé como lo has hecho, estoy muy sorprendido por ello. De la noche a la mañana yo ya estaba enamorado, todo fue muy rápido que no sé como explicarlo.
-¡Binnie!
-¿Qué?
-También te quiero -confieso esta vez, sonrojándome al instante y apretando un poco más su cuerpo.
Bebo un sorbo de café mientras trato de concentrarme en avanzar con el informe.
Ya he terminado con todo lo que me ha dicho Sunhee, asi que me tomé un descanso para continuar en donde he quedado antes de que Changbin me llevara a los baños.
Fue un día raro no lo voy a negar. Estaba feliz porque Binnie me pidió ser su novio, luego por culpa de Mía tuve un ataque de pánico y ahora solo pienso en lo que me dijo mi hyung.
Me quiere.
Y estoy feliz por eso. Pero luego recuerdo que yo también le dije lo mismo y me vuelvo a sonrojar como un tomate y a sonreir como un tonto.
Tambien recuerdo exactamente lo que dijo Mía y sé exactamente lo que he decidido creer.
A mí Binnie.
Sé que él es buena persona y que nunca me mentiría. Me cuida como nadie lo ha hecho y estoy muy agradecido por ello...
Unos brazos rodean mi cintura y unos labios depositan un beso en la parte posterior de mi cuello. Mi piel se eriza ante aquel contacto repentino, al igual que un escalofrío recorre todo el largo de mi espalda.
-Hyung... -sus manos están unidas en mi abdomen.
-Dame un poco de lugar, pequeño -frunzo mi ceño, sin entender.
Como estoy sentado al borde de la silla, pasa con facilidad su pierna, quedando una a cada lado del asiento.
-¿Q-qué hace? -levanta con facilidad mi cuerpo, como si de una pluma se tratara y me coloca encima de sus piernas y me abraza de nuevo por la cintura, apoyando su mentón en mí hombro y cierra sus ojos.
Me acerco un poquito más y le dejo un beso encima de su ceja. Abre sus párpados, encontrándose enseguida con mis ojos, aparto la mirada, volviendo hacia el informe, con mis mejillas ardiendo.
-No seas tan dulce, me matarás de diabetes -suelta una pequeña risa.
-Hyung, Sunhee noona nos verá...
-Nop, se fue hace unos minutos, por eso estoy aquí. Cada vez que puede me fulmina con la mirada, si es que me acerco a tí -largo otra risa.
Esto se siente tan bien.
Su cuerpo emana un calor que es tan reconfortante para mí. Es como si abrazara mi alma y la acariciase por completo, con mucho amor.
Es por eso que no me puedo alejar de tí, por más que lo haya intentado.
-¿Te encuentras bien? -asiento-. Félix...
-Estoy bien, Binnie -me giro para mirarlo.
Dejo la lapicera de lado y dirijo mis dedos hacia su cabello, corriendo un par de mechones de sus lindos ojitos.
-No hagas eso.
-¿P-por qué?
-Porque haces que me enamore cada vez más y no entiendo como es eso posible -acaricio su mejilla, ignorando lo que dijo.
Me acerco lentamente, pero es él quien acorta la distancia entre nuestros labios. Los acaricia tan suavemente que ya me he vuelto adicto a esto. A su sabor, a su lengua junto a la mía o divagando por mi cavidad bucal.
Ahora es cuando agradezco no haberme alejado de tí y creerte a pesar de todo.
Porque también me enamoro cada vez más de tí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro