«...𝕄𝕖𝕣𝕣𝕪 ℂ𝕙𝕣𝕚𝕤𝕥𝕞𝕒𝕤...»
En la ciudad de Tokio, caían pequeños copos de nieve como una suave llovizna, el frío disminuía a un poco menos de los 0° centígrados, días en los que tenías que mantenerte abrigado si no querías pescar un buen resfriado o fiebre.
La nevada había pintado de blanco el paisaje urbano mientras Suguru Geto caminaba por las calles, llevando una bolsa llena de pequeños paquetes envueltos en papel festivo. Era la víspera de Navidad y había decidido hacer algo inusual: compartir ese momento con sus personas más queridas
Al doblar una esquina, se encontró con Makima, quien estaba parada junto a un árbol decorado con luces brillantes y adornos festivos. Estaba observando con curiosidad el brillo de las luces navideñas, su expresión enigmática iluminada por la tenue luz.
El se acercó a ella por detrás con una soneñrisa al reconocerla, planeando tal vez sorprenderla.
—¿Será casualidad el encontrarnos aquí, Suguru?—Pregunta la de ojos dorados con una expresión tranquila, había percibido el aroma de alguien conocido para ella, y también había frustrado un poco el plan del mencionado al querer sorprenderla.
—Sí, parece que sí.—Contesta con un suspiro divertido, ahora poniéndose al lado de la de ojos dorados.—¿También te agrada la Navidad, Makima?
—Sinceramente yo lo veo como un día normal, pero no soy ajena a las tradiciones humanas.—Contesta ella con su ya tan reconocida calma.—A veces, es agradable sumergirse en esta atmósfera festiva...
Ambos comenzaron a caminar juntos por las calles decoradas. La ciudad parece más tranquila de lo esperado, impregnada de un ambiente especial y sereno.
—Veo que a ti también te agrada está festividad.—Dijo ella con una sonrisa al ver la bolsa que Suguru Geto llevaba en sus manos.
—Bueno... Estoy en las mismas que tú, lo veo como un día normal y no le veo razón festejar esta festividad que crearon los monos...—Dijo él mientras veía a las personas el como acomodaban los adornos que faltaban en el gran árbol de Navidad.—Pero a Mimiko y Nanako les gusta esto por razones que no entiendo, querían regalos, y aquí estoy...—Dijo mientras apuntaba la bolsa de regalos en su mano.
Makima soltó una pequeña risa al oír la historia.
—Esas niñas si que son inusuales, parece que somos los únicos que no parecemos entender la razón de esta clase de festividades.—Dijo mientras ya calmaba su pequeña risa.—Pero puedo apreciar el valor de esta clase festividades, suele ser divertido en pocas situaciones.
Mientras caminaban, encontraron una pequeña feria navideña en el camino, la gente compraba pequeños artilugios navideños y otros jugaban los juegos en los pequeños puestos.
Suguru Geto vió que Makima parecía interesada en lo que parecía pasar en la feria.—¿Te gustaría probar algo de la feria?
—Me intriga lo que hicieron ahora este año, en el año anterior hicieron cosas aburridas.—Dice ella con cierto desdén en su voz.
Ambos empezaron a adentrarse en la feria, lo primero que vieron fueron los artículos o adornos navideños; pero no fue del interés de ambos.
Luego vieron ciertos puestos donde vendían comida, compraron algunas galletas y un vaso de chocolate caliente debido al frío, pero a Makima no le agradó mucho el dulce que contenía. Aparte; Makima compró un pequeño paquete de café negro.
Suguru Geto notaba que la expresión de Makima parecía estar aburrida...
—¿Y si... Probamos los juegos?—Preguntó mientras apuntaba a los puestos que tenían juegos.
—Claro, ¿por qué no?—Dice ella con serenidad y manteniendo su sonrisa impasible.
Y ambos fueron al primer juego: Derribar la torre de latas con un tiro de la pelota.
Ambos ganaron a la primera y ganaron unos peluches, Suguru ganó un gato blanco algo raro, ya que este solo tenía el diseño de tener solo un ojo, y Makima ganó un corazón algo raro, ya que este parecía chueco y tenía una expresión alegre.
Luego siguieron yendo a los siguientes juegos, pero Suguru siguió notando que Makima parecía estar aún aburrida por todo, aunque haya ganado en todos los juegos que han ido.
—Ya deberíamos de irnos, se hará tarde, y seguro Mimiko-chan y Nanako-chan se deben estar preocupando por ti.—Dijo ella con una simple sonrisa mientras comenzaba a caminar hacia la salida.
—Si... Se hará tarde...—Contesta Suguru con un suspiro, sabiendo que tal vez fue una perdida de tiempo para Makima el estar ahí, o eso deducía con la expresión que ella llevaba.
Ambos caminaron nuevamente, pero está vez Makima iba unos pasos más adelante de Suguru; cuando esté estaba queriendo acelerar su paso para alcanzarla, vió como Makima recibió una bola de nieve en la parte izquierda de su cabeza, y debido a eso, ella detuvo su andar.
Suguru Geto frunció su ceño, y buscó con la mirada al culpable de aquella acción.
El culpable fue un niño, que al darse cuenta de que le había dado a aquella mujer, salió corriendo junto con otro par de niños para salir impunes de su travesura.
—¿Estás bien?—Pregunta el de cabello negro, acercándose a Makima para ayudarle a limpiar la nieve de su ropa y cabello.—Estos monos no saben comportarse con sus superiores.—Dijo este con cierto desprecio en su voz a esas personas que llamaba 'monos'.
—Son niños... En sus mentes puede ser un buen plan hacer una travesura sin pensar en las consecuencias.—Contesta ella mientras también se limpiaba de la nieve en su cabello.
Inevitablemente, Suguru Geto recordó a cierto ex-amigo de cabello blanco con lentes de sol.
—Si... Tú y yo ya habíamos lidiado con un niño en el cuerpo de un adulto.—Dijo Suguru con una ligera sonrisa.
Makima comparte la misma sonrisa, y ahora ambos volvían a caminar, pero está vez juntos.
Pasaron minutos caminando, pero Makima se detuvo un momento, Suguru caminó unos pasos más, luego se dió la vuelta para mirar que pasaba con la de ojos dorados.
—¿Maki-...—Fue interrumpido cuando recibió una bola de nieve directa en el rostro.
Suguru pensó que habían sido los niños otra vez, pero cuando se quitó la nieve del rostro, se dió cuenta que fué Makima está vez.
—Lo siento, solo quería probar el porqué este juego era divertido para los niños...—Se disculpa la mujer con inocencia y calma en su rostro.
Suguru no se esperaba esa acción de parte de Makima, normalmente la veía como alguien que era calmada y no hacía actos impulsivos y siempre tenía todo bajo control.
...Pero...
Se dió cuenta de que ella solo quería divertirse, por eso la feria, los juegos, nada de eso le era entretenido y divertido, le aburría.
—Me disculpo, supongo que tendré que compensa-...—Ahora ella fue interrumpida por una bola de nieve que le dió en el rostro, había sido Suguru.
—Lo siento, yo también quería probar.—Dijo él con una sonrisa sarcástica, encogiendose de hombros mientras sacaba la lengua ligeramente con burla, como si no supiera nada.
A Makima le surgió una sonrisa de manera divertida de la situación, ella hizo otra bola de nieve en sus manos y se la lanzó a Suguru nuevamente, pero este lo esquivó está vez.
—¡Fallaste!—Dijo Geto con una pequeña risa, pero fue recibido por otra bola de nieve que le dió en la frente.
—Esta vez no lo hice.—Dijo Makima con una sonrisa.
Y así comenzó una batalla de bolas de nieve entre los dos adultos, algunos las esquivaban, pero a veces recibían uno de sorpresa y les llegaba en varias partes del cuerpo, aunque el objetivo principal siempre era la cabeza y el cuello.
Mientras se lanzaban las bolas de nieve entre ellos, Suguru Geto vió como la expresión de Makima había cambiado de una más que estar calmada y aburrida, ahora estaba riendo ligeramente y la oía emocionada, algo que desde que la conoció; no vio casi nunca.
Luego de más de quince minutos de estar jugando relajadamente como niños, tenían que detenerse por sus deberes como adultos que ya eran.
Las mejillas de ambos estaban ligeramente rojas, al igual que las puntas de sus narices, esto debido al frío.
A Suguru le temblaban las manos después de haber agarrado la nieve con las manos desnudas, y tenían la respiración ligera agitada después de aquel juego entre ellos.
Pero Makima le había puesto unos guantes impermeables a las manos de Geto, que por dentro tenían una tela suave que inmediatamente lo hizo entrar de poco a poco en calor y dejar de seguir temblando.
—Considera esos guantes como mi regalo.—Dijo ella con una pequeña curvatura en las comisuras de sus labios y una mirada entrañable, mientras le revolvía el cabello a Suguru.—Saluda a la niñas por mí, nos veremos en otra ocasión, Suguru.—Se despide ella y comienza a caminar hacia otro camino.
Suguru con una sonrisa, la vió irse, fue divertida aquella batalla de bolas de nieve, consideraba que sería un buen juego para Mimiko, Nanako y él jugaran.
Se levantó del suelo de nieve, y comenzó a caminar ahora de manera más contenta hacia su destino.
Tal vez lo que crean los monos no sea tan malo, después de todo, están hechos para crear y ofrecer nuevas cosas a sus amos.
Y en este caso, la Navidad que ellos han creado, fue divertida solo por que ya lo podía disfrutar estando con sus pequeñas hijas y lo disfrutó al estar con Makima.
...Feliz Navidad...
-=₪۩۞۩₪= 𒈒 =₪۩۞۩₪=-
Sip... Nunca cumplo, enserio me disculpo por no publicar cuando lo prometí.
Pero les digo de la manera más sincera, no tenía listo los especiales y recién los he estado haciendo.
No me culpen, tuve un bloqueo de ideas.
Estaba re emocionada por mostrar los especiales, que cuando lo anuncié, mi mente se quedó en blanco.
Dios me libre.
Pero recuerden:
Mejor tarde que nunca 🗿.
Espero hayan pasado una buena navidad, porque la mía fue dudosa.
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