«...XVII...»
─ Veo que no va a tomar el té que le ofrecí, señor Zenin.─Comenta Makima mientras bebe su propia taza de té.
─ No tomo té de monos.─Responde Ougi Zenin con el ceño ligeramente fruncido.
─ ¿Entonces el clan Zenin crea su propio té? Después de todo, este té está creado por los "monos" que usted dice; de hecho, todo el té del mundo.─Responde ella de manera educada, pero su respuesta también era ligeramente contundente.─ Ese té es de la mejor calidad que he comprado, debería de animarse a probarlo, no le puse nada malo que le afecte, si es lo que usted piensa de mi.─Dice ella mientras toma un sorbo de su propio té.
El ceño fruncido de Ougi Zenin se profundiza.─ Ya es suficiente, no vengo a hablar de té, ni de los malditos monos, vengo a llevar a Megumi al clan Zenin de acuerdo al trato que se hizo con su padre y con el jefe del clan.
─ Supongo que se refiere a Toji Fushiguro.─Responde Makima con calma, pero notó el como Ougi se tensó ligeramente ante el mencionado, Makima sonríe ligeramente.
Makima ya sabía del contrato, Toji se lo contó lo que recordaba antes de ir a visitar y ver a los niños Fushiguro. Estaba planeando el cómo anular ese contrato.
─ *Fushiguro-san, ¿tienes mala fama o solo eres temido?*─Piensa la de ojos dorados con cierta curiosidad.─ En fin, aunque sea de un contrato ya hecho entre él y el jefe del clan Zenin, no puedo permitir que se lleve a Megumi.
El ceño fruncido de Ougi Zenin se profundiza y se oye el crujir de sus dientes, claramente enojado y seguramente ofendido.
─ ¡¿Disculpa?!
Makima se mantenía tranquila e imperturbable, estaba por tomar otro sorbo de su taza de té casi terminado como si no le afectará el horroroso enojo de Ougi Zenin.
Pero ella se detuvo, el borde de la taza estuvo a milímetros de los labios de Makima, coloca la taza sobre la mesa y simplemente sonríe, parece que se dió cuenta de algo...
├┬┴┬┴ OᑌTՏIᗪᗴ ┬┴┬┴┤
Mientras se realizaba la reunión entre Makima y Ougi Zenin en una habitación para más privacidad, afuera de la puerta estaba Megumi Fushiguro con la oreja pegada a la puerta, con la intención de escuchar todo de lo que hablaban.
─ ¡Megumi!─Regaña Tsumiki en voz baja, permaneciendo sentada, debido al yeso en su pierna y porque sus muletas estaban lejos de su alcance.─ Megumi es malo que escuches conversaciones ajenas.
─ No son ajenas si la conversación se trata de mi.─Responde Megumi mientras estaba atendiendo a la conversación dentro de la habitación.─ *No se escucha del todo bien lo que dicen.*─Piensa con una mueca, y Tsumiki frunce el ceño.
Tsumiki suelta un profundo suspiro de resignación.─ Gojo-san, por favor, dígale algo, si Makima se entera ella se molestará.
El albino asiente y se acerca a Megumi con pasos despacios y se pone de cuclillas.─ Megumi, no debes de escuchar ese tipo de conversaciones... Sin esto.─Él muestra un pequeño vaso de vidrio.─ Esto canaliza mejor el sonido y se escucha con más claridad, ahora hazte a un lado que también quiero escuchar.
Ahora Satoru y Megumi estaban con las orejas pegadas a la parte de la base del vaso, escuchando lo que se hablaba en la habitación.
Tsumiki no puede evitar pasar una mano por su cabeza con cierto fastidio.─ *Lo intenté...*
Mientras que el albino y el pequeño Megumi escuchaban todo lo que acontece dentro de la habitación.
─ Señor Zenin, no me mal entienda, estoy consciente del contrato que se hizo con Toji Fushiguro y Naobito Zenin... Yo solo quiero renovar el contrato para que Megumi esté a mi custodia.
Megumi frunce el ceño.─ ¿De qué contrato hablan?─Pregunta en voz baja.
El albino no responde a la pregunta del menor, pero hace una mueca de la inquietud que siente.
Él sabía que Megumi era hijo del hombre que casi lo asesina, después de todo, tienen un gran parecido que cuando lo vio por primera vez quedó boquiabierto por lo que eran "igualitos" (en sus propias palabras).
No le veía nada de malo, lo que le daba cierta curiosidad y a la vez inquietud, es el porqué Makima adoptó a los hijos del tipo que casi lo mata a él, el que mató a Riko, el que le disparó a la cabeza y el causante de que Suguru...
├┬┴┬┴ IᑎՏIᗪᗴ ┬┴┬┴┤
Makima deja la taza de té en la mesa con una calma que contrasta con la ira evidente de Ougi Zenin. Sus ojos dorados se fijan en él, como si le estudiara cada reacción.
─ Comprendo su disgusto, señor Zenin.─Responde ella, con una voz suave y controlada.─ Es una cuestión de lo que es mejor para Megumi. Él ha encontrado un entorno adecuado aquí, un lugar donde no es visto solo como una herramienta o una promesa para el clan Zenin.
Ougi se inclina hacia adelante, apretando el respaldo de su silla con una fuerza casi despectiva, sus ojos llenos de resentimiento.
─ ¿Es que acaso sabes lo que implica contradecir al clan Zenin, mujer?─gruñe él.─ ¿Te crees en posición de desafiar nuestros acuerdos?
Makima sonríe con una cortesía afilada.
─ Entiendo perfectamente sobre el clan Zenin, por eso me permito sugerir que quizás puedan... Renegociar los términos.─Dice, inclinando ligeramente la cabeza.─ Al fin y al cabo, los contratos deben ser beneficiosos para ambas partes, ¿no?
El rostro de Ougi enrojece de furia, pero Makima se mantiene impasible. Él se levanta de su asiento, su figura imponente y amenazante, mientras la tensión en la sala se hace palpable.
─ No permitiré que un mono como tú interfiera en nuestros asuntos. Si el niño no es entregado, habrá consecuencias, y te aseguro que el clan Zenin no se retracta fácilmente.
Makima inclina la cabeza ligeramente a un lado, con sus ojos afilados y tranquilos, mirando directamente a los ojos oscuros del Zenin frente a ella.
─ Siéntase libre de intentarlo.─Responde en voz baja, con una tranquilidad tan intensa que convierte sus palabras en una amenaza apenas disimulada.─ Pero le aseguro, señor Zenin, que no será tan sencillo como usted cree...
Ougi la observa por un largo segundo, visiblemente furioso, antes de darse la vuelta y salir de la habitación sin decir una palabra más. Makima vuelve a tomar su té con un suspiro casi divertido.
─ *Parece que tendré que hablar directamente con el jefe del clan Zenin...*
Al salir de la habitación Ougi Zenin vio como Megumi estaba en la mesa sentado y este lo veía un poco con el ceño fruncido.
Estaba claro que si fuera por él, se llevaría a Megumi por la fuerza, pero en ese momento se encontraba Satoru Gojo; sabía que ese "orgulloso e insolente" defendería al niño.
Con pisadas fuertes se retiró del departamento, ofendido, furioso e inquieto.
Makima salió de la habitación, luciendo tranquila... Recorrió con la mirada a Satoru, Megumi y Tsumiki, quienes parecían expectantes por lo que pasó.
Ella levanta la mano, deteniendo lo que Satoru iba a decir y voltea hacia Tsumiki, se acerca a ella, par luego ponerse de cuclillas frente a ella.
─ Tsumiki-chan... ¿Quién estaba escuchando en la puerta?
Esto era una prueba, de si le mentía o no...
Tsumiki vio por detrás de Makima, el albino hacía señas de que no le diga la verdad y Megumi solo le veía nerviosamente con ojos suplicantes.
─ Eh... Yo... Ah...─Tartamudea y Makima toma su barbilla para que le mire a los ojos.
Tsumiki al ver esos ojos de su tutora le era inquietante y le daba miedo si ella le veía de esa forma espeluznante queriendo una respuesta de ella.
─ Go-Gojo-san y Megumi...─Responde con nervios...─ Pe-Pero Megumi quería saber, quería saber sobre lo que hablaban de él, él tuvo mucha curiosidad... Y-y si yo hubiera estado en mejores condiciones, lo hubiera hecho igual, porque quiero saber todo si se trata de mi hermano.─Suelta un suspiro y con los ojos cerrados fuertemente.
─ Hmm...
Makima sabía que dijo la verdad pero también defendió a Megumi usándose a sí misma como escudo...
─ Buena chica.─La de ojos dorados sonríe y le revuelve el cabello a la niña, par luego levantarse y darse la vuelta para ver al otro par.
Antes de que ella pudiera hablar al respecto, Megumi apuntó con el dedo índice a Satoru Gojo.
─ ¡Él me instó a que lo hiciera!
─ ¡¿Qué?!─Responde Satoru ofendido.─ ¡Hey! ¡Eso es mentira! ¡Makima, él miente!─Mientras lo apunta con el dedo índice.
Ambos se apuntaban con el dedo índice, acusándose el uno al otro, era como una escena de hermanos:
El hermano menor le echa la culpa al mayor para tratar de desligarse de la culpa o complicidad, y el hermano mayor trata de defender su "reputación" ante sus padres para no verse mal.
─ Mocoso mentiroso, tú fuiste el primero en acercarte a la puerta para escuchar sobre lo que hablaban de tí.─Señala con obviedad y enojo.
─ ¡Mentira!─Responde Megumi en defensa.
─ Suficiente.
Ambos se callan, cruzándose de brazos y no queriendo mirarse.
─ Gojo-san... Creo que es mejor que se vaya.─Dice ella mientras lo miraba directamente.─ Y no vuelvas hasta que yo lo diga.
─ ¿Qué?
─ Lo que escuchaste... Esto es una orden de alejamiento.
El albino comienza a reírse con incredulidad y cierta burla.─ No hablas en serio, ¿no? ¿Le crees al enano?
─ No, no le creo, pero pienso que estás siendo una mala influencia para ellos, porque yo oí lo que dijeron, supe quién estaba escuchando.─Continúa ella con esa voz calmaba que podía ser hasta irritante no saber lo que estaba pensando.─ Así que por favor, vete... Te llamaré si necesito tu presencia.
Satoru iba a reprochar, ya que le parecía ridículo, pero al reaccionar él ya estaba fuera del departamento como también del edificio.
¿Qué demonios?
¿Cómo es que llegue afuera del edificio?
Me di la vuelta para volver y reclamarle, ¿cómo se atreve a rechazarme a mí, el hechicero más fuerte?
Pero cuando iba a ingresar de nuevo al edificio, algo me retenía, no sé qué era pero era algo... Tenía en mente lo que tenía que hacer pero mi cuerpo no obedecía.
¡¿Qué mierda?!
Aunque hacía un gran esfuerzo para poder entrar por la puerta principal del edificio, pero no me dejaba cruzar. Era tanto que el administrador me miraba raro desde su escritorio.
Y ni hablar de tratar de teletransportarme al departamento, no podía, algo que nunca creí que era imposible.
¿Qué me estaba pasando?
Mis ojos no percibían una barrera de energía maldita que no me permitiera entrar, no percibía ni una pizca de eso.
¿Entonces es mental?
Yo quería entrar al departamento, pero mi cuerpo me detenía de alguna manera...
Es la primera vez que esto me pasa y es... Frustrante.
Al final, me fui de ahí al ver que no había caso de poder entrar, que molesto...
Y todo solo por escuchar una conversación privada, ¡Megumi comenzó primero!
⟩No, no le creo, pero pienso que estás siendo una mala influencia para ellos⟨
Recordé de nuevo sus palabras.
¡Hah! ¿Mala influencia, yo? ¡Si yo traigo diversión a ese departamento!
Si no fuera por mi presencia, el anciano ya se habría llevado a Megumi a rastras, como yo estaba presente no se atrevió... Ugh.
Iré con Shoko.
Saqué mi teléfono y la llamé, estaba sonando hasta que contesta.
─ Estoy en mi horario libre, no quiero una de tus tontas bromas.
─ No haré nada que te moleste, ¿dónde estás?
─ Estoy de camino a un bar, el lugar perfecto para desestresarme con el alcohol.
─ Iré contigo.
─ ¿Pero que no tenías cierta intolerancia al alcohol?
Rodé los ojos ante ese recordatorio.─ Solo dime la dirección.
Escuché el suspiro de agotamiento de Shoko, luego me dijo la dirección del bar.
Tal vez me arrepienta de esto.
Fue lo mejor.
A un perro no se le debe mimar demasiado, es mejor darles solo un poco de amor para que luego quieran más...
Además de que necesito evitar que Gojo y Geto entren por un tiempo al departamento, prefiero evitarme problemas a lo que planeo para esta noche y para el futuro.
─ Megumi.─Me dí la vuelta para mirarlo, él se pone rígido y firme como un soldado, me puse de cuclillas para estar a su altura.─ ¿Sabes lo que me disgusta?─Tomé con mi dedo pulgar y el índice su barbilla, obligándolo a qué me mirara directamente.
─ ¿Las malas películas?
─ Efectivamente, ¿y qué más?
─ Umm...─Parecía ponerse nervioso ya que no sabía que más responder.─ ¿Lo dulce?
─ Sí... ¿algo más?
─ ...
─ ...
─ Las... mentiras...
Sonreí ante esa respuesta.─ Exacto, a nadie le gusta que le mientan... ¿A ti te gustaría que yo te mienta? ¿O que Tsumiki te mintiera alguna vez?
Megumi niega con la cabeza.
─ Si alguien quiere saber la verdad, no debe mentir para conseguirlo o solo obtendrá una mentira, por ejemplo; yo supe desde un principio la presencia del perro callejero que metieron al departamento.─Al mencionar sobre el perro callejero, miré a ambos a la vez, Tsumiki bajó la cabeza y Megumi hizo una ligera mueca, seguro que recordó lo de esa noche con la maldición de segundo grado.─ Pero lo entiendo, supongo que la falta de confianza de esa vez fue la causante de que ustedes me mintieran.
─ Yo solo... Quería saber sobre lo que hablaban de mí, ví que parecía importante...─Su voz era desanimada, al igual que sus ojos se empezaban a ver algo vidriosos, parece que estaba tratando de evitar que sus labios
Supongo que está tomando mis palabras como un regaño, pero no lo decía de esa manera, simplemente trataba de que quedáramos en un acuerdo de no mentir...
Aunque sé que yo no vaya a cumplir eso mayoritariamente.
─ Ya tranquilo, no te estoy⚋
Makima fue interrumpida, con los ojos ligeramente más abiertos de lo normal y con los labios semi abiertos, todo por la acción de Megumi.
ᴹᵉᵍᵘᵐᶦ ˡᵉ ᵈᶦᵒ́ ᵘⁿ ᵃᵇʳᵃᶻᵒ
Esa acción del niño la hizo caer de sentada al suelo, aunque el haber estado de cuclillas no le afectó mucho el golpe.
─ Lo siento, Makima-san...
─ ...─Makima parpadeó un par de veces, recuperando la compostura y acomodándose ante la incómoda posición en el suelo.─ ¿Por qué te disculpas?─Inconscientemente sus brazos rodean el cuerpo del pequeño Megumi de manera que correspondía el abrazo.
─ Por mentir... Y por no seguir confiando en usted después de todo lo que hizo por mí y por mi hermana.─Él esconde su rostro en el hombro de Makima.─ No queremos que nos abandone... Como nuestros padres.─Se le oía la voz ligeramente quebrada.
─ Ya, ya...─Ella le revuelve el cabello a Megumi, dándole palmaditas en la espalda con su mano libre.─ Tranquilo.
Makima se sintió incómoda después de darse cuenta que inconscientemente correspondió ante el abrazo, estuvo a punto de apartarse hasta que fue sorprendida nuevamente con un abrazo por detrás por parte de Tsumiki.
─ No me dejen atrás.─Ella se arrodilla con cuidado para la comodidad de su pierna enyesada y también por el abrazo.
Ahora sí que Makima por primera vez no sabría que hacer ante esa situación, normalmente tenía el control.
𖣘ᨏᨐ sʜᴏʀᴛʟʏ ᴀғᴛᴇʀ ᨐᨏ𖣘
Makima apaga las luces de las habitaciones de Megumi y Tsumiki, cerrando sus puertas. Indicando la hora de dormir de los niños.
Ella no dormiría, es un demonio... No necesita hacerlo a menos que sea necesario. Además de que debería de vigilar siempre si hay una maldición al acecho otra vez.
Ella lleva los vasos a la cocina, los cuales fueron usados para el helado que Satoru Gojo había traído.
Lava los vasos y las cucharas, pensativa.
─ *Como es posible... Que me haya dejado llevar...*
Ella siempre había tenido el control sobre las situaciones que enfrentaba, ¿por qué se dejó llevar en el abrazo de dos niños?
Solamente los tenía bajo su cuidado con el propósito de cumplir su trato con Toji Fushiguro, tenía curiosidad sobre como iba a terminar todo... Sabía que los niños la entretendrían.
Pero...
Un abrazo, era todo lo que el demonio del control deseaba, uno en el que no hubiera miedo de por medio, sino uno sincero sin nada a cambio.
Y estos dos niños se lo dieron, uno arrepentido y una queriendo participar en el momento emotivo.
─ *Se sintió bien...*
Una ola fría de viento le llega cuando abre las ventanas, sus manos estaban muy frías debido al contacto con el agua fría al lavar los vasos y cucharas.
Ella sonríe ligeramente... Lo ha pensado, y debido a las circunstancias...
Les dará un regalo sorpresa.
├┴┬┴┬ ᗩᑎOTᕼᗴᖇ ᑭᒪᗩᑕᗴ ┬┴┬┴┤
Por otro lado, en un bar iluminado tenuemente por luces cálidas y una ligera nube de humo, Satoru Gojo se encontraba sentado en un taburete al lado de Shoko Ieiri, quien había caído dormida después de un par de tragos. Su cabello suelto cubría parte de su rostro mientras apoyaba la cabeza sobre sus brazos cruzados en la mesa.
Gojo, por su parte, estaba visiblemente afectado por el alcohol, algo poco común en él, (a pesar de haber tomado apenas un sorbo)
Sostenía su vaso de licor que estaba sin terminar y lo agitaba perezosamente mientras miraba a su amiga inconsciente.
─ ¿Cómo puedes dormir tan tranquila, Shoko? ¡Estoy viviendo una tragedia aquí!─Dice con un tono arrastrado, dejando caer su cabeza dramáticamente sobre la mesa.─ ¡Me dieron una orden de alejamiento, Shoko! ¿Quién le hace eso al más fuerte?─Continúa, sin esperar respuesta.
Shoko ni se inmutó. Gojo soltó un suspiro dramático, sus gafas ligeramente torcidas y su cabello desordenado.
─ "No vuelvas hasta que yo lo diga", dijo. "Eres una mala influencia para ellos".─Gruñendo aprieta los dientes.─ ¿Mala influencia? ¿Yo soy la mala influencia? ¡Soy el tipo más genial del mundo!─Continúa sin esperar respuesta.
Estaba a punto de tomar el segundo sorbo de su vaso de licor, que seguro lo pondría en un estado peor que en el que estaba actualmente.
─ Problemas con una mujer, ¿eh?─Pregunta un hombre que se sentó al lado de Satoru, el cual tenía su propia botella.
Satoru baja el vaso que estaba apunto de tomar y hace una mueca, aunque tenía la visión borrosa, podía notar que la persona que le estaba hablando era un no-hechicero.
─ Problemas es quedarse corto.─Dice Gojo, apoyando los codos sobre la mesa y deja caer la frente en sus manos.─ ¿Cómo describirías que alguien te trate como un perro... pero te prohíba acercarse al amo que sostiene la correa?
─ Suena complicado.
Satoru Gojo en esos momentos era SÚPER sincero debido al alcohol en su sistema, a pesar de tomar solo un sorbo.
Hubo un momento de silencio, lo único que llenaba el ambiente, era la ligera música que sonaba del tocadiscos, las risas de un grupo de hombres ebrios y algunas chicas charlando entre ellas.
─ ¿Alguna vez enfrentaste la soledad?─Pregunta repentinamente, el albino levanta ligeramente la cabeza, mirando el vaso con el licor.─ Hace poco, tuve a una persona importante a la que creí que era igual a mi... Ambos eramos los más fuertes, hasta que alcancé una epifanía en los cielos, volviéndome el más fuerte, y todo cae ahora sobre mis hombros.
«¿Eres el más fuerte porque eres Satoru Gojo? ¿O eres Satoru Gojo porque eres el más fuerte?»
Esa simple línea de palabras lo derribaron de un peldaño, esa línea a la que no tenía respuesta, no aún.
─ Él tuvo que ejercer su maldición solo y yo estaba despreocupado, pude haber hecho más... Pude haber intervenido y no quedarme sin hacer nada... Yo me condené y me sumergí en mi propia soledad.─Su mirada era perdida, estaba en un momento de reflexión sobre todo, se quita las gafas de sol y masajea sus párpados con su dedo pulgar e índice.─ Estos ojos pueden ver todo, pero no fui capaz de notar la tristeza de esa persona...
El hombre se mantiene callado, no entendía mucho a lo que el albino se refería del todo, estaba por poner su mano sobre el hombro del albino en forma de ayudarlo... Pero al final no lo hizo por un presentimiento que tenía.
─ Podría dejar de visitar a los niños, podría dejar de ir al apartamento de esa mujer... Dejarlos y olvidarme de todo.─Dice él mientras fruncía el ceño.─ Ellos se tienen unos a otros, pero parece que yo me quiero apegar a eso... No quiero estar solo, no quiero ser débil solo por estar con ellos... Y yo no quiero que nadie más se vuelva a sentir solo.
El hombre reflexiona sobre las palabras del "extraño" que estaba a su lado, al final solo sabía que debía de responder de alguna manera, a pesar de no entender del todo, sabía que debía de ayudar de alguna manera...
─ No sé si pueda entender todo lo que dices.─Respondió el hombre tras unos segundos de reflexión, girando la botella entre sus manos.─ Pero algo me queda claro: la fuerza no siempre significa cargar con todo tú solo. A veces, ser fuerte es saber cuándo dejar que otros te ayuden a llevar el peso, como esa persona que mencionaste.
Gojo levanta la mirada ligeramente y love directamente. Durante un breve instante, la expresión juguetona y despreocupada que solía caracterizarlo dio paso a una mirada de introspección.─ ¿Y hay alguna manera para hacer lo que dices?
El hombre sonrió levemente al notar que el ánimo del albino mejoró, tomando un sorbo de su bebida.
─ Bueno, no soy el más fuerte, pero aprendí que incluso un perro necesita descansar de la correa. Nadie puede sostenerla todo el tiempo, ni la mujer que mencionaste, ni siquiera tú.
Gojo soltó un resoplido, mezcla de incredulidad y diversión.─ ¿Así que ahora soy un perro suelto? Gran metáfora.─Responde con cierta diversión y sarcasmo.
El hombre rió suavemente, encogiéndose de hombros.─ Solo digo que, a veces, dejar que otros te cuiden, o apegarse a otros, no te hace más débil... sino más humano.
Satoru Gojo sonríe, esa charla lo motivó.─ Gracias, creo que estoy listo... Para arreglar las cosas...─Toma el vaso que estaba guardando y lo toma todo en un solo sorbo, se estremece ante el efecto y hace una mueca de disgusto ante el sabor desagradable, y que el líquido le quemó la garganta, que luego el efecto hace que se ría un poco, probablemente eufórico.
Oh no, fue su segundo sorbo de un vaso completo de licor... Lo más seguro es que haga una locura.
Él se da media vuelta y camina a trompicones a la salida del bar, esa última bebida de su único vaso ya hizo su efecto en sus acciones torpes.
Shoko Ieiri abre sus ojos, se endereza sacando su cajetilla de cigarrillos, sacando uno mientras se dirige a la salida del bar. Cuando ya estaba fuera, coloca el cigarrillo al borde de sus labios y trata de que el fuego aparezca cuando golpea la rueda de encendido, aparecen chispas un par de veces y el fuego por fin aparece.
El fuego enciendo el cigarrillo, continuando con una calada al humo y luego expulsar el humo hacia afuera.
─ *Escuché todo... Aún me tienes a mí, ¿recuerdas? ¿Por qué te sentías solo, idiota?*─Ella levanta la mirada, viendo el cielo lleno de estrellas.
Escuché golpes fuertes en la puerta de entrada, interrumpiendo cando ordenaba una habitación de invitados.
Salí de la habitación y me dirigí a la puerta, cuanto más me acercaba pude reconocer el olor familiar de Satoru Gojo.
Es extraño. Le dí una orden directa, él no caía ante mi control del todo como hice que otros lo hicieran, pero mi orden era suficiente para que obedeciera.
Oh... Ese aroma de alcohol...
¿Él tomó sabiendo que no era resistente ante los efectos?
La puerta se sacudió ligeramente ante los fuertes golpes.
─ ¡MAKIMA! ¡ABRE LA PUERTA! ¡O LA TUMBO!─Sus gritos eran fuertes, los vecinos se molestarán.─ ¡NO PUEDES PROHIBIRME VERLOS! ¡DÉJAME VER A LOS NIÑOS! ¡TAMBIÉN SON MIS NIÑOS! ¡MAKIMA!
Puedo deducir que tomó un vaso de licor completo, es ligeramente intrigante como pudo aguantar hasta ahora sin desmayarse, la anterior vez no pudo con una botella completa.
Aunque empieza a decir incoherencias.
¿Sus niños?
─ ¿Makima-san, qué está pasando?─Megumi sale algo adormilado de su habitación, después de todo eran las 04:47 am.
Los fuertes golpes resuenan de nuevo, sobresaltando a Megumi y este frunce el ceño en defensa.
─ ¡YA NO VOY A MOLESTAR A MEGUMI MÁS!─Si él no bajaba la voz, los vecinos no harán problemas...─ ¡PERO ADMITE TAMBIÉN QUE SOY LA VÍCTIMA AQUÍ!
Megumi alza ligeramente la ceja ante lo que oyó.─ ¿Qué le pasa? No suele ser así.
─ Sí, lo sé, vuelve a la cama y avisa a Tsumiki que no se preocupe por el ruido, mañana los quiero despiertos temprano para algo muy especial.
Megumi parece dudar por unos segundos, suelta un suspiro y asiente, se da media vuelta y se dirige a la habitación de Tsumiki para avisarle y luego volver a su propia habitación para volver a dormir.
Espero que no tenga dificultades en eso.
Los golpes continuaban, cada vez más insistentes, y las palabras de Satoru se volvían más arrastradas y menos coherentes.
─ Makima... por favor...─La voz de Gojo bajó repentinamente, apenas un susurro detrás de la puerta.
Finalmente, ella abrió la puerta, encontrándose con un Satoru tambaleante, sus gafas ligeramente torcidas, el cabello desordenado y el rostro enrojecido por el alcohol. Sus ojos estaban ocultos tras su cabello desordenado al estar cabizbajo.
Vio a sus costados y vió a sus vecinos que parecían espiar lo que pasaba, intrigados por la escena.
─ Vuelvan a dormir.─La orden resuena en el pasillo y los residentes de los otros apartamentos; sin chistar obedecen.
Ahora Makima vuelve a ver al albino a sus ojos, la belleza de los ojos azul cielo choca contra los enigmáticos ojos dorados.
─ ¿Es necesario causar un alboroto sin sentido?─Con un tono calmado, se apoyaba contra el marco de la puerta.
─ ¡No es un alboroto si es por algo importante! ─Exclamó, señalándola con un dedo tembloroso.─ No soy una mala influencia, ¿Por qué no puedes confiar en mí? ¡Soy el más fuerte, maldición!
Makima inclinó ligeramente la cabeza, alzando ligeramentea ceja.
─ No se trata de si eres fuerte o no. Se trata de lo que representas para ellos. Y en este estado,─Dijo mientras su mirada recorría al albino de arriba abajo.─ no estás demostrando ser una buena influencia
Gojo apretó los puños, tambaleándose hacia adelante, pero Makima no se movió ni un milímetro.
─ No entiendes... ─Su voz se quebró ligeramente, como si el peso de sus palabras lo estuviera aplastando.─ No quiero estar solo... otra vez.
Makima lo observó, esta vez con atención, estudiando cada matiz de su voz y postura. Finalmente, dio un paso hacia él y, para sorpresa de Gojo, colocó una mano sobre su mejilla.
─ Entonces, demuestra que puedes estar cerca de ellos sin ser una mala influencia. ─Su tono era firme.─ Si realmente te importan, aprenderás a controlarte. Hasta entonces, sigue mi orden.
Gojo abrió la boca para protestar, pero se quedó sin palabras. Sus manos ligeramente temblorosas se apretaron en puños.
─ Vuelve a casa, descansa, hablaré contigo cuando estés sobrio.─Ella retrocedió para entrar al departamento y estuvo por cerrar la puerta, pero notó que las manos del albino se levantarán para hacee una posición que ella no conocía.
─ Púrpura...
𖣘ᨏᨐ ᴀғᴛᴇʀ ᨐᨏ𖣘
─ ¿Están listos? Hoy tendremos un invitado especial.─Dice Makima mientras acomoda a los niños a una distancia lejos de la puerta principal.
Tsumiki estaba curiosa: *¿Quién será?*, se pregunta en su mente, su pierna ya estaba recuperada, aunque tenía una leve cojera al caminar.
Megumi estaba algo curioso, pero fastidiado de cierta manera: *¿Es necesario tanto para solo un invitado?*, se pregunta con una mueca.
Se oyen leves golpes en la puerta.
─ Ya está aquí, sean respetuosos y cordiales.─La demonio del control se dirige a la puerta para abrirle a la persona que esperaba.
Ambos intercambian algunas palabras, luego Makima voltea su cabeza a los niños que estaban algo curiosos por lo que pasaba.
Makima se hace a un lado para que la persona que esperaba pasara hacia dentro del departamento.
Tsumiki abre los ojos con sorpresa y pone ambas manos hacia su boca, reconocía a esa persona
Mientras que por otro lado, Megumi parece ajeno a la sorpresa de su hermana, alzando ligeramente la ceja, preguntándose si esa persona era importante de alguna manera.
─ Niños, denle la bienvenida a Toji Fushiguro... Su padre.
¿Ahora qué planeaba la demonio del control?
▂▃▄▅▆▇█▓▒░ END ░▒▓█▇▆▅▄▃▂
Buenas, acá un capítulo luego de un buen tiempo.
Aclaro que dije que pondría en pausa debido a exámenes de la universidad, así que perderme tiene justificación, este capítulo es el más largo que he escrito, solo para compensar.
Así que disfruten, porque no habrá muchos capítulos así.
Además, creo que mejoré mi manera de escribir las acciones o el habla de los personajes, ¿ustedes que piensan?
También quiero dar créditos a: elpapu913, él me ha ayudado mucho en este capítulo como en otros, gracias
Además, hice una nueva portada como un nuevo comienzo.
Antiguo:
Nuevo:
Espero les guste la nueva portada y espero les haya gustado este capítulo, el siguiente es el de Reze.
Así que esperenlo.
Gracias por permanecer aquí y por su paciencia.
Nos vemos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro