«...IV...»
—Makima-san, ¿está segura de ir con ese traje? No es que diga que le quede mal, pero para la ocasión siento que sería muy incómodo para usted...—Dijo la sirvienta.
Yo vestía con mi traje típico, como cuando fui una Devil Hunter, pero yo no le veía nada de malo...
—No se preocupe, yo me siento bien.—Dije con tranquilidad, no entendía la insistencia de que me comprara una ropa más cómoda para cuando saliéramos a algunos lugares en Okinawa por quedarnos un día más.
—No seas tacaña, ni siquiera nosotros estamos con nuestros uniformes.—Dijo Gojo-san, pude oir que estaba algo fastidiado...
—Satoru.—Regañó levemente Suguru-san a Gojo-san.—Aunque debería decir que tienen razón, deberías de cambiarte a algo más cómodo, Makima-san.
¿Tanto esfuerzo solo para que me cambie de ropa? Que remedio...
Al final por tanta insistencia, acepté hacerme un cambio de ropa, elegí un vestido largo pero simple, de color negro. Irónicamente, era casi lo mismo que tuve cuando me enfrenté al demonio de las armas...
Tal vez no fue tan mala idea.
Era el segundo día de escolta, en el cual decidimos quedarnos ese día para relajar el ambiente.
Kuroi y Amanai caminaban juntas, tomadas de la mano, mientras que Makima caminaba detrás de ella con tranquilidad.
Ese vestido que compró es muy simple y parece que la tela es muy delgada, ¿no le hará frío? Aunque hace un sol brillante...
—Oye Makima, háblanos de ti.—Dije mientras me aproximaba más a ella para hablar.
—¿Que hable de mi...?—Dijo ella de manera tranquila.—¿Qué es lo que quieren saber?—Preguntó con una sonrisa.
Suguru también se aproximó hacia nosotros para escuchar, acordamos que sería yo el primero en preguntarle, luego de un tiempo el sería el que le haga preguntas.
—¿De donde eres?—Pregunté, es mejor ir a por lo sutil para luego ir a lo serio.
—Soy de Tokio.—Dijo ella con tranquilidad.
—Dime, ¿tienes técnicas malditas?—Pregunté directamente, a la mierda lo sutil, es mejor ir directo para saber si se pone nervioso o no.—Cuando me atacaste esa vez, fui empujado por una fuerza invisible, fue obra tuya, ¿no?.
Pero había algo malo... Mis "seis ojos" no podían ver a través de ella. No habían alteraciones emocionales en lo absoluto. Solo tenía emociones y nervios faciales estables, a pesar de que le hice una pregunta algo directa.
—Se podría decir que soy... Especial.—Dijo ella, ni siquiera había un cambio en los latidos de su corazón, y eso que soy demasiado apuesto para que una chica se ponga nerviosa ante mi belleza.
—No veo que tengas energía maldita... ¿Cómo rayos hiciste eso en ese momento?—Dije queriendo indagar más, pero parece que ella no quería soltar nada.
—Ya lo dije, soy como un caso especial, y además...—Dijo Makima, para luego voltearse a ver a mi y a Suguru, apuntando a su nariz con su dedo índice.—Tengo un buen olfato.—Dijo con su sonrisa tranquila y con un ojo cerrado, como un guiño.
—¿Un buen olfato? ¿Eres un perro o algo así?—Dije inclinando la cabeza, para luego recibir un leve golpe en la cabeza por parte de Suguru.
—Satoru, a una mujer no debes de decirle así.—Me regañó con el ceño levemente fruncido, para luego mirar a Makima.—Disculpa a Satoru, Makima. Él es algo engreído.—Dijo en un tono de disculpa.
—No hay problema...—Contestó, parecía que no le afectaba en nada.—Pero gracias.—Dijo hacia Suguru.
Pronto, escuchamos los gritos de Amanai.
—¡Oigan! ¿¡Qué esperan!?—Exclamó Amanai algo lejos de nosotros, parecía que ya no esperaba más para comer.—¡Que tengo hambre!—Se quejó.
—¡Ya vamos, mocosa malcriada!—Dije divirtiéndome de su reacción molesta al decirle malcriada.
Y así, fuimos a comer a un local, todos pedimos algo para comer sentándonos en la misma mesa.
Hablábamos de algunas cosas, pero Makima solo se quedaba callada escuchando, o a veces opinaba de alguna cosa para luego concentrarse en su comida.
—¿Podemos ir a ver el Kuroshio Sea?—Dijo Riko-chan al terminar su comida.
—Me parece una buena idea, ¿están de acuerdo?—Dije con una pequeña sonrisa, y todos estuvieron de acuerdo.
Fuimos a ver el Kuroshio Sea, en el que habían animales marinos que se podían ver cómo si fuera un acuario, Riko-chan los veía como si estuviera fascinada por ellos...
Kuroi había ido a por unas bebidas, y nos encargamos de vigilar a Riko-chan, pero tampoco tan cerca como para que se enoje.
—Satoru, ve con Riko-chan, yo iré con Makima para hacerle las preguntas.—Dije hacia Satoru, Makima estaba viendo a unos pingüinos en otra vitrina.
—Tú solo quieres estar con una hermosa mujer que apenas conociste.—Dijo Satoru queriendo molestarme, yo solo rodé los ojos.—Ya, ya, no te enojes Suguru.—Dijo dándome leves palmadas en mi hombro, para luego ir con Riko-chan.
Yo solo solté un suspiro, Satoru es como un niño sin remedio.
Me dirigí hacia donde estaba Makima viendo a los pingüinos, me puse a su lado, pero manteniendo una pequeña distancia.
—¿Vienes a interrogarme?—Preguntó Makima con tranquilidad, sin desviar la mirada de los pingüinos.
—Tal vez...—Dije también con calma, parece que ella ya sospechaba eso.
—Entonces comienza.—Dijo ella sin refutar.
—¿También controlas a las maldiciones?—Comencé con esa pregunta.
—Probablemente, normalmente cuando la primera vez que una maldición me quiso atacar, solo bastó con mirarle y solo obedeció como un perro.—Dijo Makima con tranquilidad y una sonrisa, como si recordará buenos momentos.
Es muy rara... Pero la verdad es impresionante.
—¿Oiste alguna vez de Sansón?—Dijo Makima de la nada, cambiando el tema.—Se le conoce como el héroe hebreo del Antiguo Testamento que tenía una fuerza sobre humana.—Dijo con calma, mirando específicamente a dos pingüinos que estaban juntos, como si se abrazaran.
—No, no lo escuché.—Dije algo interesado en la historia.
—Su fuerza sobrehumana, era gracias a su lustrosa melena, y por supuesto, la fuente de esa fuerza era Dios, pero este le dio algunos convenios que no debía de romper o su fuerza se le arrebataría...—Contó ella con tranquilidad.—Pero al final, fue traicionado por la persona de la que se había enamorado, le cortaron el cabello y había perdido su fuerza, sus enemigos le sacaron los ojos, lo encadenaron y lo metieron a la cárcel...
Yo oí aquel relato con interés, era un buen relato.
—Los humanos temen a lo que no entienden, y a lo que temen, tratan de destruirlo...—Dijo Makima con tranquilidad, ahora girando un poco su cabeza para mirarme con esos ojos dorados y arremolinados como un espiral.—¿Será por eso que mataron a Sansón? ¿Por eso su amada lo traicionó?—Soltó preguntas al aire sin que nadie pudiera responderlas.
Ella solo me lanzó una mirada profunda, como si estuviera interesada en lo que respondería, pero al final, yo no sabía que responder...
¿Por qué me dice todo eso...? ¿Hay una razón por la que sea necesario contarme esa historia?
Cuando la veo con esa expresión serena... Me pregunto, que es lo que pasa por su cabeza...
Luego de nuestro paseo al Kuroshio Sea, volvimos al hotel en donde Kuroi y Amanai llegaron cansadas y directo a sus camas, ambas compartían cuarto.
—Descansen, Suguru, Makima.—Dije mientras me sentaba en el sillón de la Sala, me iba a quedar despierto para hacer guardia, no puedo descansar hasta que el tiempo de la recompensa se acabe...
—Pero...—Suguru iba a decir algo, yo solo lo miré, y el ya sabía que no me podía detener... Así que solo soltó un suspiro.—Al menos descansa un poco.—Dijo Suguru con resignamiento.
Makima solo me miró, como siempre, con su expresión serena y sonrió levemente hacia mi, y se despidió con la mano, para luego entrar a su habitación.
Esa chica es rara... Al menos no quiso matar a Amanai...
Parece que Gojo-san no descansará hasta que el tiempo de la recompensa se acabe, es muy perspicaz..
Yo solo miré la cama del hotel, se supone que debía de "dormir" hasta mañana, pero los demonios como yo no duermen a menos de que sea muy necesario si estamos débiles y necesitamos energía si no tenemos muchas opciones...
Solo me recosté en la cama, no tenía nada que hacer, aunque tengo que planear mi siguiente movimiento para que todo fluya correctamente y ellos tengan más y más confianza en mi...
Aunque creo que ya tengo una idea como hacerlo...
Pronto, mi celular vibró en la mesita de noche, recibí un mensaje... Ah cierto, este mundo era mucho más avanzado en tecnología que en mi mundo, me costó un poco acostumbrarme, pero pude manejarlo y admito que prefería el método tradicional.
Alcancé el celular con mi mano más cercana y la tomé, el mensaje era de Suguru:
–𝙼𝚊𝚔𝚒𝚖𝚊, ¿𝚎𝚜𝚝𝚊́𝚜 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚒𝚎𝚛𝚝𝚊?–Decía el mensaje de Suguru.
Si por mí fuera, yo no respondería el mensaje, pero el mensaje ya está registrado con un 'visto', y si lo ignoro, pensará que soy grosera.
–𝚂𝚒, ¿𝚙𝚊𝚜𝚊 𝚊𝚕𝚐𝚘?–Respondí el mensaje, no se a donde llegaría esto, ¿me volverá a interrogar?
–𝙽𝚘 𝚙𝚊𝚜𝚊 𝚗𝚊𝚍𝚊, 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚂𝚊𝚝𝚘𝚛𝚞 𝚖𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚘𝚌𝚞𝚙𝚊 𝚞𝚗 𝚙𝚘𝚌𝚘, 𝚗𝚘 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚙𝚕𝚊𝚗𝚎𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚘𝚛𝚖𝚒𝚛 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚗𝚘𝚌𝚑𝚎.–
–𝙾𝚑 𝚗𝚘, 𝚎𝚜𝚘 𝚎𝚜 𝚖𝚊𝚕𝚘, 𝚕𝚎 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎 𝚊𝚏𝚎𝚌𝚝𝚊𝚛 𝚊 𝚜𝚞 𝚜𝚊𝚕𝚞𝚍.–
–𝚂𝚒, 𝚜𝚎 𝚕𝚘 𝚊𝚍𝚟𝚎𝚛𝚝𝚒́, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚎́𝚕 𝚗𝚞𝚗𝚌𝚊 𝚖𝚎 𝚎𝚜𝚌𝚞𝚌𝚑𝚊.𝚂𝚊𝚝𝚘𝚛𝚞 𝚜𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚊́ 𝚜𝚘𝚋𝚛𝚎 𝚎𝚜𝚏𝚘𝚛𝚣𝚊𝚗𝚍𝚘, ¿𝚙𝚘𝚍𝚛𝚒́𝚊𝚜 𝚊𝚌𝚘𝚖𝚙𝚊𝚗̃𝚊𝚛𝚕𝚘? 𝙿𝚘𝚛 𝚏𝚊𝚟𝚘𝚛.–
–𝙿𝚘𝚛 𝚜𝚞𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚘, 𝚜𝚒 𝚎𝚜 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚊𝚢𝚞𝚍𝚊𝚛, 𝚌𝚘𝚗 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚘 𝚊𝚌𝚎𝚙𝚝𝚘.–Respondí, sería una gran oportunidad para que el más fuerte confíe más en mi.
–𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜, 𝚜𝚒 𝚢𝚘 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚊, 𝚎́𝚕 𝚖𝚎 𝚖𝚊𝚗𝚍𝚊𝚛𝚒́𝚊 𝚊 𝚟𝚘𝚕𝚊𝚛 ;).–
Yo solo dejé el teléfono en la mesa de noche, y salí de mi habitación, saliendo a la sala, viendo a Gojo-san sentado en el sillón, él parecía tener una expresión cansada.
Al percatarse de mi presencia me miró estando en alerta, de seguro por el sonido de la puerta abrirse y cerrarse.
—¿No dormirás?—Dijo él con normalidad, volviendo a mirar al frente.
—Debería preguntar lo mismo...—Dijo Makima con su ya típica tranquilidad, ¿acaso no puede mostrar otra expresión que esa?
—Solo hago la guardia nocturna.—Contesté con neutralidad, viendo como ella saca dos botellas de la refrigeradora de lo que parecía ser cerveza.—¿Y tú?
—Solo quiero hacer compañía.—Dijo ella mientras abría las botellas y se sentaba en un sillón frente a mi.—¿Quieres?—Dijo mientras me extendía su mano con la botella de cerveza.
—Nunca he bebido.—Contesté viendo la botella de cerveza algo inseguro.
—Ni yo, pero hay que probar, ¿no?—Dijo Makima con una sonrisa para luego dejar la botella en la pequeña mesa frente a mi.—He oído que se bebe para calmarse cuando estás angustiado.—Dijo mientras abría la tapa de la botella con facilidad.
—No estoy angustiado.—Dije con el ceño ligeramente fruncido mientras veía la botella frente a mi.
—¿Eso crees? Entonces al menos pruébalo, sería como tu primera experiencia, ¿no?—Dijo ella mientras tomaba un sorbo de la botella, lo tomaba con normalidad, no debe ser tan malo...
Tomé la botella con una mano, estaba algo inseguro, ¿pero qué puedo perder? Además, le puedo presumir a Geto que bebí alcohol.
¡Si! Se morirá de envidia, por ver que fui el primero en beber alcohol de los dos, o bueno de los tres, Shoko también se pondrá de envidiosa.
Abrí la tapa de la botella, y tomé un sorbo de la botella...
—¡Ugh!—Me quejé al tomar de la botella, el sabor era amargo.—Que desagradable...
—Es tu primera vez tomando, supongo que es normal.—Dijo ella mientras tomaba con tranquilidad.—Pero te acostumbrarás.
—¿Eso significa que tu ya estabas acostumbrada?—Dije, mientras tomaba otro sorbo, no me gusta el sabor ni su olor, pero no quiero hacer parecer que ¡yo! El gran Satoru Gojo no pueda tomar una simple cerveza.
—Digamos que sí, pero más bien se diría que tengo una alta tolerancia al alcohol.—Contestó ella con una sonrisa, mientras inclinaba la cabeza a un lado.
Empecé a sentir que mis papilas gustativas amargas después de dos tragos, me empecé a sentir un poco mareado...
—Pero parece que tu eres el como algunos nombran 'un mal bebedor'.—Dijo ella con esa estúpida sonrisa que nunca cambia.
—¡No soy un mal bebedor! Es solo la primera vez que tomo.—Dije con la voz un poco alta.
Makima se inclinó un poco hacia mi y puso su dedo índice en mis labios para callarme.
—Shh... Todos están dormidos.—Advirtió ella con una pequeña sonrisa mientras inclinaba la cabeza.
Ahora que la veía más cerca por primera vez... Su cejas como sus ojos se veían suaves, más sus ojos que llaman la atención por lo singulares que son... Su cabello castaño rojizo que hacía una buena combinación con sus ojos dorados... Y su tez de color blanco porcelana que resaltaba debido a la luz de la luna que entraba por la ventana...
Hmm... Es linda, lo admito.
Ahora que me doy cuenta, había desactivado mi técnica Mugen... Y podía sentir la suave yema de su dedo índice en mis labios...
Luego ella se apartó, alejando su dedo índice, y tomando el último sorbo de su botella de cerveza.
—Hm... Gojo-san debe descansar, yo puedo hacer la guardia nocturna.—Dijo ella con una ligera sonrisa.
Poco a poco me empezaba a sentir aturdido por el alcohol en mi sistema, y eso que solo tomé dos sorbos... ¡Dos sorbos!
—Una mierda... Yo soy el más fuerte... Y el más fuerte jamás se...—Poco a poco mis párpados se cerraban ligeramente.
Gojo-san casi cae hacia adelante, pero lo atrapé a tiempo para que no se diera un golpe con la mesa del frente.
Al atraparlo noté que estaba roncando, si que es un mal bebedor, solo tomó dos sorbos y ya tenía los síntomas de alguien ebrio.
—Shoko... Deja de fumar...—Murmuró él estando dormido.
Yo lo cargué en mis brazos, naturalmente como demonio tengo una gran fuerza, su peso no me era un problema.
Lo llevé hasta la habitación en la que él debía de haber descansado, mientras lo cargaba, su cabeza descansaba en mi hombro.
—Una mierda... No me salió esta vez.—Murmuró nuevamente con voz adormilada.
Abrí la puerta y lo llevé a la cama, hice que se recostara en la almohada, y el abrazó la almohada.
—Suguru... Deja mis jodidos dulces.—Murmura, mientras se acurruca con la almohada.
Lo tapé con las sábanas, para luego salir de la habitación e ir a la sala, me dirigí a la terraza, apoyándome contra el barandal y mirar la luna en el cielo nocturno.
Es momento de mi siguiente paso...
—¿En serio no mataste a la sirvienta?—Dije por el teléfono mientras caminaba por las calles de Tokio.
Mañana sería el día en el que iba a haber acción, con los movimientos que hice junto a ese hombre, ya debe estar diezmado Satoru Gojo.
—𝙽𝚊𝚑, 𝚗𝚘 𝚕𝚘 𝚌𝚛𝚎𝚒́ 𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜𝚊𝚛𝚒𝚘, 𝚊𝚍𝚎𝚖𝚊́𝚜, 𝚊𝚕𝚐𝚞𝚒𝚎𝚗 𝚖𝚊́𝚜 𝚖𝚎 𝚍𝚒𝚘 𝚘𝚝𝚛𝚊 𝚒𝚍𝚎𝚊 𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚊 𝚜𝚒𝚛𝚟𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊.—Contestó con desinterés.
—No me gusta curiosear, ¿pero quien te dio la idea de mandarla a Okinawa?—Dije mientras doblaba hacia un callejón para cortar el camino y estar más cerca del colegio de hechicería, esperaré hasta que lleguen.
—¿𝙿𝚘𝚛 𝚚𝚞𝚎́ 𝚝𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚛𝚎́𝚜? ¿𝙰𝚌𝚊𝚜𝚘 𝚝𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚘𝚌𝚞𝚙𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚊 𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚕𝚎 𝚍𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚍𝚎 𝚝𝚞 𝚍𝚒𝚗𝚎𝚛𝚘?—Dijo ese hombre a un modo burlón.
—Así que es 'ella', una mujer, ¿la conozco?—Dije con algo de interés.
—𝙿𝚛𝚘𝚋𝚊𝚋𝚕𝚎𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚝𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚘𝚣𝚌𝚘. 𝚂𝚎𝚐𝚞𝚛𝚘 𝚗𝚒 𝚝𝚎 𝚊𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚜𝚞 𝚛𝚘𝚜𝚝𝚛𝚘, 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚝𝚞́ 𝚝𝚘𝚍𝚊𝚟𝚒𝚊 𝚗𝚘 𝚝𝚎 𝚊𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚊𝚜 𝚖𝚒 𝚗𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎.—Dijo él con una risa molesta.
—Era... ¿King Kong?—Dije mientras ponía mi mano en mi barbilla, intentando recordar, igualmente eso no es tan importante.
—¡𝙴𝚜 𝚂𝚑𝚒𝚞 𝙺𝚘𝚗𝚐!—Grito con molestia, que yo tuve que apartar el celular un poco para que no me rompiera el tímpano con su grito.—𝙿𝚎𝚛𝚘 𝚊𝚕 𝚖𝚎𝚗𝚘𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚏𝚞𝚎 𝚖𝚎𝚓𝚘𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚛𝚒𝚘𝚛 𝚟𝚎𝚣 𝚚𝚞𝚎 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜𝚝𝚎 𝚊𝚍𝚒𝚟𝚒𝚗𝚊𝚛.
Yo solo solté una pequeña risa recordando cuando se molestó al decirle por otro nombre.
Pero pronto oí los chillidos de una rata que estaba casi al final del callejón, estaba mirándome atentamente... Que extraño.
—Si, si, lo que sea King Kong, voy a colgar.—Dije para luego colgar la llamada, seguro estará enojado.
Caminé con tranquilidad, pero de pronto, una manada de ratas pasaron por debajo de mis pies hasta ir a la rata que antes había visto.
—¿Pero qué...?—Murmuré algo sorprendido porque las ratas comenzaron a amontonarse, como si hicieran una especie de montaña que cada vez crecía y crecía...
¿Será esto una especie de técnica maldita? Si es así, usar ratas es lo más raro que vi.
Me puse un poco en alerta, no me preocupaba, pero si planean atacarme seguro es una emboscada.
Las ratas se siguieron agrupando, hasta formar una figura humana, y las ratas comenzaron a caer al suelo, mostrándome a la chica que me había dado ese boleto ganador hace día y medio...
—Fushiguro-san, quisiera pedirle un favor...—Dijo ella con tranquilidad mientras miraba a la raya que estaba en el dorso de su mano.
Sabía que esta tipa tenía algo raro...
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Y... ¡Por fin el capítulo 4! Así es.
Yes, soy algo mala editando pero hago lo mejor que puedo, y sí, sé que he tardado más de lo que dije. PERO, tuve muchas cosas que hacer, una exposición, exámenes y una maqueta que hacer, cosa que acabé y tengo que presentar mañana.
Y también, por el frío, en mi país está haciendo frío, y cuando hace frío mis manos se ponen bien raras, es como si se durmieran y no quisieran moverse.
Pero en fin, aquí está su cap 4, y bueno, espero les guste.
La neta no sé porque metí la historia de Sansón, solo se me vino a la cabeza y ya. Solo diré que también quiero poner lo 'random' de Chainsaw man en la historia, pero juro que no la voy a cagar, así que no se preocupen.
En unos minutos publicaré algo para hablar con ustedes sobre un asunto.
Bye~
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