—¿Qué les pasa a esos? ¿No Irán a la escuela de hechicería para protegerla?—Dije por el teléfono al hombre que me daría esa recompensa.—No importa, mejor para nosotros.—Dije mientras me sentaba, atento a la televisión que transmitía la carrera a la que estaba apostando al N°3.

Saqué un par de palillos y los rompí a la mitad para poder comer la comida que había ordenado.

—Ahora la recompensa solo atraerá a imbéciles con algo de sentido común.—Dije mientras comía.

—¿𝙽𝚘 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊?—Dijo el tipo que ni me acuerdo su nombre.

—¿Qué cosa?—Contesté con desinterés, viendo aquella pantalla que transmitía la carrera.

—𝙻𝚊 𝚛𝚎𝚌𝚘𝚖𝚙𝚎𝚗𝚜𝚊 𝚜𝚘𝚗 𝚕𝚘𝚜 𝚝𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚖𝚒𝚕𝚕𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚙𝚊𝚐𝚘́ 𝚕𝚊 𝚜𝚎𝚌𝚝𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚝𝚞𝚜 𝚐𝚊𝚜𝚝𝚘𝚜, 𝚜𝚒 𝚖𝚊𝚝𝚊𝚗 𝚊𝚕 𝙲𝚞𝚎𝚛𝚙𝚘 𝚍𝚎 𝙿𝚕𝚊𝚜𝚖𝚊 𝙴𝚜𝚝𝚎𝚕𝚊𝚛 𝚎𝚜𝚊 𝚌𝚊𝚗𝚝𝚒𝚍𝚊𝚍 𝚜𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚎𝚛𝚒́𝚊.-—Dijo el tipo, como si me estuviera advirtiendo.—𝙻𝚘 𝚙𝚎𝚘𝚛 𝚙𝚘𝚍𝚛𝚒́𝚊 𝚜𝚎𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚒𝚏𝚒𝚌𝚞𝚕𝚝𝚊𝚛𝚊 𝚝𝚞 𝚙𝚊𝚐𝚘 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕, 𝚙𝚘𝚍𝚛𝚒́𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚘𝚏𝚛𝚎𝚌𝚎𝚛 𝚞𝚗𝚊 𝚛𝚎𝚌𝚘𝚖𝚙𝚎𝚗𝚜𝚊 𝚎𝚛𝚊 𝚕𝚘 𝚖𝚎𝚓𝚘𝚛 𝚢 𝚗𝚘 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚛𝚐𝚊́𝚛𝚝𝚎𝚕𝚘 𝚊 𝚝𝚒.—Dijo y yo solo estuve despectivo.

—Ellos cuentan con Gojo Satoru, ¿sabes?—Dije tomando uno de esos bollos con mis palillos para ponerlo frente a mi y verlo como si no tuviera algo mejor que hacer.—Es una mezcla de los Seis Ojos y el Infinito que se da cada cientos de años.—Contesté algo divertido por esas pobres almas que se toparan con ese mocoso.—Mientras Gojo esté cerca, no podrán asesinar al Cuerpo de Plasma Estelar.

—¿𝚃𝚞́ 𝚝𝚊𝚖𝚙𝚘𝚌𝚘?—Me dijo el tipo ese.

Yo me quedé callado por un momento, comiendo mi comida, hasta que oí gritos de emoción por la carrera y yo vi que pasaba, al número que había apostado se ponía al frente, parecía que iba a ganar y no pude evitar soltar una risa victoriosa.

—No sé, ¿tú que crees?—Dije con una sonrisa victoriosa, levantándome de mi asiento para ir por algo de té verde.

El tipo seguía hablando de la recompensa, y yo choqué con otro tipo que hizo caer su sopa Miso, no me molesta en pedir perdón, ¿por qué? El imbécil se metió en mi camino.

Solo seguí hasta llegar a la máquina, el tipo parecía querer decirme algo por hacer caer su sopa, solo bastó que me agachara hasta su altura por un momento y mirarlo para que se asustara y me dejara de joder.

Puse mi vaso en la máquina para el té verde y presioné el botón para que saliera el té caliente.

—Claro que no podrán matar a la chica, trabajarán de a gratis.—Dije con una sonrisa burlona.

—𝙵𝚞𝚎 𝚋𝚞𝚎𝚗𝚊 𝚒𝚍𝚎𝚊 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚋𝚕𝚎𝚌𝚎𝚛 𝚞𝚗 𝚕𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎 𝚍𝚎 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘, 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚎𝚐𝚞𝚒𝚛 𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝚑𝚎𝚌𝚑𝚒𝚌𝚎𝚛𝚘𝚜 𝚖𝚊𝚕𝚎́𝚏𝚒𝚌𝚘𝚜 𝚏𝚞𝚎 𝚏𝚊́𝚌𝚒𝚕.±

—Pero tampoco es solo eso, ¿eh?—Contesté de manera divertida, y el tipo solo soltó una ligera risa.—Aquí entre nos..—No terminé cuando las personas presentes dijeron: "¡Miren eso!" y yo de inmediato vi el televisor a ver que pasaba.

—𝐸𝑙 𝑁°3 𝑝𝑖𝑒𝑟𝑑𝑒 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑐𝑢𝑟𝑣𝑎 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑁°1 𝑦 2 𝑣𝑎𝑛 𝑎 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑏𝑒𝑧𝑎.—Avisó el que informaba la carrera, yo solo me volví a sentar.

—Me estoy preparando para ir, todo va más rápido de lo que preveía.—Dije con ligera molestia, sabiendo que iba a perder mi apuesta de nuevo.—Recupera esos treinta millones sin falta.

—𝐸𝑙 𝑁°1, 𝑌𝑎𝑚𝑎𝑧𝑎𝑘𝑖, 𝑐𝑟𝑢𝑧𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑒𝑡𝑎.—Avisó el ganador, yo solo estaba molesto por eso.

—𝙽𝚘 𝚍𝚒𝚐𝚊𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚞𝚙𝚒𝚍𝚎𝚌𝚎𝚜, 𝚗𝚘 𝚎𝚜 𝚌𝚞𝚊𝚕𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛 𝚝𝚊𝚋𝚕𝚘́𝚗 𝚍𝚎 𝚊𝚗𝚞𝚗𝚌𝚒𝚘𝚜 𝚊𝚗𝚘́𝚗𝚒𝚖𝚘, ¿𝚎𝚑?—Parecía que el tipo también estaba molestando por mi actitud, igualmente no me interesa.—𝙲𝚘𝚋𝚛𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚌𝚘𝚖𝚒𝚜𝚒𝚘́𝚗 𝚙𝚘𝚛 𝚎𝚕..—Ya no tenía la paciencia para escuchar a este tipo.

—Me quedé sin señal.—Dije colgando la llamada, cubriendo la mitad de mi rostro con una mano libre, trataba de al menos controlar mi enojo.

Al final, no lo hice y solté un gruñido de molestia, y por el enojo clavé los palillos en medio del último bollo que faltaba por comer, luego solté un suspiro.

—Eso es de mal augurio, ¿sabe?—Escuché una voz femenina que estaba cerca de mi, abrí ligeramente mis dedos para poder ver quién era.

Era una chica joven, parecía ser de 16 a 18 años, con cabello castaño rojizo claro, su vestimenta parecía ser muy formal para ella, tenía el traje como el de un hombre de negocios con una camisa blanca y una corbata negra, también teniendo un abrigo largo de color negro. Pero lo que más resaltaba de esa chica eran sus ojos... Ojos dorados como los de un gato y sus ojos tiene múltiples anillos que parece que sus pupilas son espirales, una chica rara si soy sincero.

—¿Qué quieres?—Contesté sin mucha amabilidad, seguía molesto por haber perdido mi apuesta, igualmente la chica no me daba buena espina.

La mocosa de ojos dorados pareció solo contestarme con una sonrisa tranquila, no pareció afectarle que le hable con hostilidad. Pero luego sacó de su abrigo un pequeño papel parecido al que yo tenía de la carrera de hace un momento.

—Tome, yo no lo necesito.—Dijo ella de manera tranquila, poniendo ese papel cerca mío para que yo lo tomara, y por supuesto, lo tomé.

Al leer ese papel, me sorprendí un poco al ver que ese papel que la apuesta de esa mocosa era el ganador, y yo solo la ví con cierta confusión y desconfianza.

—¿Por qué me das esto? No me quejo, pero ganaste, y nadie es tan imbécil para dárselo a cualquiera.—Dije mirándola con ligera curiosidad, esta mocosa me daba desconfianza pero aún así sus ojos son ligeramente atrayentes.

—Nada en especial, solo lo ví molesto por perder, así que quise darle eso.—Contestó con desinterés pero mantenía esa sonrisa tranquila, empiezo a creer que esta mocosa no es cualquiera.—Además, aún no cumplo la mayoría de edad y no me permitirían recoger el dinero.—Dijo ella con pequeñas risitas mientras ponía los palillos que había clavado en el medio del bollo a un lado.

Solo la miré con desconfianza, pero no importa, tengo el dinero, luego miré sus ojos, algo me decía que no debía de mirarlos.

-Nos vemos pronto...-Murmuró ella con la sonrisa que tenía desde que la conocí hace minutos, para luego irse a por la salida.

Esa mocosa... Es algo interesante, no parece ser hechicera, no la vi con el uniforme típico, pero sus ojos... ¿Su energía maldita se basará en eso como con Gojo?

No importa... Ahora debo de recoger el dinero.

-¡Amanai!-Grité cuando abrí ambas puertas de aquella capilla en la que se suponía que estaba el Cuerpo de Plasma Estelar, cuando lo hice, parece que había interrumpido una clase de canto religioso.

Las chicas de ahí me miraron con sorpresa por entrar así de repente, pero no vi a Amanai Riko, el Cuerpo de Plasma Estelar, ¿habré llegado tarde? o ¿llegaron más antes que nosotros?

Luego de que las chicas me vieran, gritaron con sorpresa y emoción ¿por mi belleza? Por supuesto.

-¿Quien será el? ¿El novio de Riko?-Dijo una.

-¿Es de prepa? ¡Qué alto!-Dijo otra.

-¡A ver, quítate los lentes!-Dijo otra más con emoción.

Yo aproveché eso para mostrar mi belleza natural, cuando me quité los lentes con estilo, las chicas volvieron a gritar con emoción, las tengo muertas.

-¡Oigan, señoritas, guarden silencio!-Aplaudió una mujer para llamar la atención de las otras chicas.-No es propio de unas danas.-Regañó la maestra a sus estudiantes.

-A usted también le gusta, ¿no maestra? No finja-Dijo una estudiante.

-No debe de interrumpir una clase así, pero dígame, ¿que desea?-Dijo la maestra mientras caminaba hacia mi.

-Es que es una emergencia, disculpe profesora.-Dije a la maestra, la cuál rápidamente escribió en un pequeño cuaderno, para luego arrancar el papel e intentar dármelo a ocultas, aunque fue muy evidente.

-¡Oiga, está quebrando el reglamento!-Reclamaron sus estudiantes, que divertida escuela.

-¡Callense! ¡Como docente es difícil conocer a alguien!-Contestó la maestra, pero ya no había tiempo para seguir el juego, tengo que encontrar a esa chica.

-Disculpe, pero en serio no tengo mucho tiempo, se supone que Amanai estaría aquí, ¿sabe a donde fue?-Pregunté sin dar muchas vueltas.

-Bueno, alguien más vino hace como quince minutos, y la recogió diciendo que había ocurrido algo malo a uno de sus familiares.-Explicó la maestra ahora con más calma.-¿Como era la chica que la recogió?-Preguntó ahora a sus estudiantes, las cuales estaban otra vez con emoción.

-¡Era una chica muy linda! Creo que está en preparatoria.-Dijo una.

-¡Tiene ojos tan lindos! Dorados como el oro, y sus pupilas parecen espirales.-Describió otra chica.

-¡Su cabello es hermoso! Su color de cabello es color salmón.-Dijo una ensoñadoramente.

-¡Pero que dices! ¿La estás diciendo pescado?-Contestó una molesta.-Su cabello era de color castaño rojizo claro, digna de ese color hermoso.

Yo solo me fui para evitar perder tiempo, al menos tengo la descripción de la persona que se la llevó, pero, ¿por qué Amanai se dejaría llevar por otra persona además de nosotros? ¿La habrán engañado?

Saqué mi teléfono para llamar a Geto mientras corría, pronto me contestó.

-𝚂𝚊𝚝𝚘𝚛𝚞, ¿𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚊 𝚁𝚒𝚔𝚘?-Contestó Geto.

-No, alguien más se la llevo, una chica como de nuestra edad, llegó más antes que nosotros.-Informé con seriedad mientras corría para buscar a esa chica malcriada.

-𝚈𝚊 𝚍𝚎𝚌𝚒́𝚊 𝚢𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎𝚗𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚌𝚘𝚖𝚙𝚊𝚗̃𝚒́𝚊 𝚍𝚎𝚖𝚊𝚜𝚒𝚊𝚍𝚘 𝚏𝚛𝚒́𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚘.-Dijo Geto con un suspiro de agotamiento.

-¿Por qué lo dices?-Contesté, sería más fácil si pudiera volar a una altura considerable y localizarla, pero no debo llamar tanto la atención.

-𝙴𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚎́ 𝚞𝚗 𝚌𝚊𝚍𝚊𝚟𝚎𝚛 𝚌𝚘𝚗 𝙺𝚞𝚛𝚘𝚒, 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚞𝚗 𝚐𝚛𝚊𝚗 𝚊𝚐𝚞𝚓𝚎𝚛𝚘 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚌𝚎𝚗𝚝𝚛𝚘 𝚍𝚎 𝚜𝚞 𝚌𝚞𝚎𝚛𝚙𝚘, 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚎 𝚜𝚎𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 "𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊" 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚒𝚌𝚎𝚜 𝚎𝚜 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚝𝚎 𝚢 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚒𝚊𝚍𝚊𝚍𝚊, 𝚁𝚒𝚔𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚊́ 𝚎𝚗 𝚙𝚎𝚕𝚒𝚐𝚛𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚎𝚜𝚊 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊.-Dijo Geto con seriedad.

-Pero algo no me cuadra, ¿por qué llevársela y no matarla ahí mismo? Digo, no quiero echarle ningún mal a la mocosa malcriada, pero no me es lógico, ¿acaso mandaron a otro hechicero?-Dije a Geto, ya me daba igual si me veían, comencé a volar a una altura y localizar a Amanai, si la chica mató a esa persona que dijo Geto, seguro tenía que tener energía maldita.

-𝙽𝚘 𝚕𝚘 𝚌𝚛𝚎𝚘, 𝙼𝚊𝚜𝚊𝚖𝚒𝚌𝚑𝚒-𝚜𝚎𝚗𝚜𝚎𝚒 𝚗𝚘𝚜 𝚕𝚘 𝚑𝚞𝚋𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚒𝚗𝚏𝚘𝚛𝚖𝚊𝚍𝚘, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎́𝚗 𝚝𝚎𝚗𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚘𝚝𝚛𝚘 𝚙𝚛𝚘𝚋𝚕𝚎𝚖𝚊, 𝚙𝚞𝚜𝚒𝚎𝚛𝚘𝚗 𝚝𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚖𝚒𝚕𝚕𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚊 𝚕𝚊 𝚌𝚊𝚋𝚎𝚣𝚊 𝚍𝚎 𝚁𝚒𝚔𝚘 𝚎𝚗 𝚞𝚗 𝚜𝚒𝚝𝚒𝚘 𝚒𝚕𝚎𝚐𝚊𝚕 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚑𝚎𝚌𝚑𝚒𝚌𝚎𝚛𝚘𝚜, 𝚌𝚘𝚗 𝚞𝚗 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚕𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊 𝚖𝚊𝚗̃𝚊𝚗𝚊 𝚊 𝚕𝚊𝚜 11:00.-Dijo Geto, carajo ahora tendremos más "amigos" con los que lidiar, no importa, no es algo que Geto y yo no podamos manejar.

Cuando volé para buscar la energía maldita de la chica que la tenía, no pude encontrar nada, pero a Amanai si.

-Encontré a Amanai, te mando la ubicación.-Dije para luego cortar la llamada e ir a la dirección en donde podría estar Amanai.

Cuando llegué al suelo, la energía maldita de Amanai estaba por todas partes... ¡Es una trampa!

Me protegí a tiempo con el infinito, pero fui empujado por unos metros por una fuerza invisible, al recomponerme del empuje, vi que a unos cuatro metros: a la chica que antes me habían describido, y si que era cierto...

Tenía ojos dorados con pupilas que parecían espirales, y su cabello era corto, de color... ¿Dijeron otro color además del color salmón? Nah, no creo. Su vestimenta consistía en un traje de una camisa blanca, con una corbata negra y pantalones negros, parecía como si fuera a estudiar finanzas.

-¿Acaso eres otra caza recompensas? -Dije a la chica con una leve sonrisa de superioridad, no importa si es fuerte, yo soy más.-Por cierto, ¿donde está la mocosa?-Dije con confianza, Geto llegaría pronto, así que esta chica no tendría oportunidad.

-Ella está a salvo.-Dijo ella con un tono tranquilo.

-No lo creo, tu eres la que dejaste con un agujero a ese hechicero maléfico, ¿verdad?-Dije con una risa, parecía que esta chica se lo tomaba con tranquilidad, aunque trataba de buscar la energía maldita de Amanai, no la encontraba por completo.-Así que seamos civilizados, tu dame a la mocosa y yo no te humillo, es fácil, ¿no?

La chica salmón no pareció inmutarse, seguía con su expresión tranquila. Pronto llegó Geto algunos metros atrás de esa chica, pero no con Kuroi, parece que se apresuró para lidiar con la situación primero.

-Dinos donde está Riko, si vienes a por su cabeza no lo permitiré.-Dijo Geto con seriedad, preparando una de sus maldiciones.

Yo también me preparé, aunque estoy seguro que ella se rendirá, somos dos contra uno.

Que divertido, tengo a los dos más fuertes listos para atacarme, Satoru Gojo y Suguru Geto, aunque si peleo con ellos; sabrán mis habilidades más de lo necesario.

Antes de que dijera algo, las maldiciones que Suguru invocó, fueron hacia a mi, parece que ya había perdido la paciencia.

Yo simplemente miré a las dos maldiciones, eran de bajo rango, parece que también me subestimaba, al mirarlas, ellas solo se detuvieron, algo que dejó desconcertado a Suguru y a Gojo.

-¿Pero que...?-Dijo el invocador de maldiciones.

Las dos maldiciones que me quisieron atacar, lentamente se pusieron de mi lado y una miró a Gojo como la otra a Suguru.

-Atáquenlos.-Ordené y las maldiciones me obedecieron.

Las maldiciones fueron a sus objetivos, y yo solo miré como lidiaban con ello, sería fácil para ellos exorcisarlos, pero esto también es parte de mi plan.

-¿¡Geto, por qué nos atacan tus maldiciones?!-Dijo Gojo evitando a la maldición.

-¡No lo sé! ¡Trato de tomar el control, pero no funciona.-Dijo Suguru, parece que trataba de volver a absorberlas de nuevo pero no funcionó, porque las maldiciones lo repelieron.-¡Satoru, exorcísalas!-Avisó, para luego darle un fuerte golpe a la maldición con su energía maldita y la hizo desaperecer.

Gojo también lo hizo sin mucha dificultad. ¿Yo? Solo estaba viendo el espectáculo.

Pronto, ambos se pusieron de lado a lado, tomando una distancia precavida de mi.

-¡Oi, oi! ¿Quién eres?-Dijo Gojo ahora con un poco más de seriedad.

-Solo alguien que quiere mantener a Amanai a salvo.-Dije con serenidad.

-¡Mentirosa!-Gritó Suguru con enojo, preparándose para luchar cuerpo a cuerpo, parece que está precavido en que no vuelva a controlar a sus maldiciones.

Aunque si peleo con Gojo, sería más complicado, sus técnicas son fuertes y personas como Suguru o Gojo no son fáciles de controlar...

Gojo parecía que se preparaba, también preparaba sus técnicas. Y yo, también me preparé, aunque...

-¡Esperen!-Gritó una voz femenina a lo lejos, la voz se acercaba.

Pelear contra ellos no es mi plan... Por ahora.

✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

Hola, publiqué este capítulo por qué ya estaba hecho, así que si ya tengo hechos lo publico, pero si no, no.

Ahora me estoy muriendo de sueño, si hay errores mañana lo corrijo.

Buenas noches.

✄┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈