Es una bella y buena vida.

Los rayos del sol comenzaron a colarse por la habitación de Loki, se removió entre las sabanas con la esperanza de poder dormir.
Pensamiento que fue interrumpido cuando sus dos hijos saltaron a la cama.

- ¡esta nevando! - gritaron al unisolo

- Thor abrio un ojo e hizo un mohín - no deberían saltar en la cama, pueden lasrimar a su madre.

- Hela de 8 años y el pequeño Fenrir de 3 dejaron de brincar y pusieron sus cabecitas en el vientre de Loki - mamá, ¿que será?

- Loki abrió los ojos por fin - no lo se cariño.

- mamá - hablo el pequeño niño rubio

- mande

- te amo

Loki sonrió con ternura, sus dos hijos eran unos diablillos cuando querían, podian poner a todo Sakaar de cabeza en tan poco tiempo, pero eran la felicidad de sus padres, el fruto de un amor que nació de la forma más extraña.

- tu abuelo solía decir que todo valia la pena por escuchar esa palabra

- ¿el abuelo era bueno?

- el mejor de todos.

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La familia real se encontraba paseando por el pueblo, los habitantes los saludaban y de vez en cuando ofrecian a Loki comida o un pequeño lugar donde descansar. Su embarazo estaba avanzando, serían gemelos al parecer según las parteras.

Hela y Fenrir corrieron a los establos donde los caballos y los contendientes entrenaban sin parar.

- algun día seré mejor que todos ellos - sonrio Hela con el mismo aire de confianza que su padre tenia.

- algún día seras una Gran Maestra cariño - contesto el rubio.

- no tan buena como mamá, pero lo intentare.

- papá - volvio a hablar el pequeño Fenrir - ¿me cargas?

- ¿a mi también? - hablo Hela.

Loki se agachó lo más que pudo y cargo a su pequeño hijo mientras Thor cargaba a su hija.

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La noche habia caido y la pareja estaba ya en sus aposentos.

- sabes Thor, estos momentos son los que hacen que mi vida valga más de lo que vale. Gracias.

Thor le sonrio y luego le beso.

Tal parece que el amor puede aparecer de las formas más inesperadas.