[𝟝]
Narrador.
Meg estaba temblando, veía como la chica cerca de su casillero metía una carta y un chocolate en ella.
Podía recordar vagamente qué era la chica con la que se tropezó la otra ves, la que le ayudo a levantarse y le dio... Sus buenos días, de una forma muy extraña.
"¡¿Era ella en verdad?!"
Se preguntaba en su interior, quería ir a verla, quería preguntarle ¿De verdad la amaba?
O ¿solo era un simple juego por parte de ella?
—Mierda...siento que no me puedo mover— la morena quizo avanzar pero algo se lo impedía, quería ir con todas sus ganas a verla frente a frente.
Y tal ves darle un pequeño y corto abrazo.
Al dar un paso, meg escucho como un dúo de personas se acercaron a la castaña.
Meg decido esperar para ver que sucedía.
—¡Max! No me digas, ¿otra de tus típicas bromas no es así? —hablo una chico pelinegro y una chica con chaqueta morada, ellos se acercaban a la susodicha.
"¿Q-qué...?"
"¿D-de que hablan...?"
—Ehmm... Y-yo ¡si¡ E-eso, eso estaba haciendo una de mis bromas, ya sabes no pasa nada si hago una qué otra broma por ahí... — dijo esa tal Max.
Meg trataba de identificar al grupo, pero no podía centrarse, solo podia escucha la charla de esos tres.
Hasta que mencionaron la palabra "broma".
Ella dejo de escuchar el resto de la platica y lentamente cayó en el piso, se deslizaba por la pared hasta quedar sentada en el piso.
—... ¡Nos vemos chicos!— la castaña empezó a correr apurada, justo donde estaba meg.
La castaña no lo pudo notar pero la peli negra vio como ella paso de largo, fue tan rápida qué no pudo lograr verle su cara.
—una simple broma... — susurró, la morena sintió una emoción muy horrible en su interior, no podía descubrirlo era en sentimiento tan amargo, qué sintió algo en su mejilla izquierda.
Algo húmedo caía lentamente en ella.
—ah...lo sabia, no me tenía porque ilusionar— intentaba detener más la lágrimas qué caían en ella, si voz lentamente se fue cortando.
—E-esa chica, s-se estuvo burlando de mi... De seguro re-reía al verme le-leer esas, cosas— meg se limpio sus lágrimas y se levantó del suelo bruscamente.
—solo falta averiguar, de que salón es... Tendrá que ser roportada— fríamente se paso su mano por su cara y fue a su casillero, la abrió y tomo la carta.
Ella quedó mirando el sobre.
Aun sentía felicidad al verlo...
Pero negó con su cabeza y lo agurro con una sola mano.
—Max... —
Lloró porque no se como ponerle a mis historias suspensos del bueno. (llorar)
Continuará.
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