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Capítulo 3. 🥴🔥🥵

Estos dos chicos son vírgenes e inexpertos. Pero eso no les quita el hecho de que sus mentes son bastante calientes. Sus cuerpos reaccionan ante la presencia del otro. En la intimidad de sus habitaciones; cuando entraban en su ciclo de calor, se daban placer pensando en el otro. Aunque después se reprocharan por realizar ese acto pensando en su amigo.

Vírgenes, sí.

Inexpertos, sí... En el sentido que no sabían muy bien cómo tratar a su posible pareja en la intimidad. Pero eso no es impedimento cuando estás con la persona que despierta tus más calientes y oscuros deseos.

Podrán no haber disfrutado del placer de la carne hasta el momento. Pero ahora eso quedaría atrás, sabían lo que pasaría, pero en el proceso del acto; uno jugaría un poco, quería que su acompañante en ese momento se relajara y él también lo necesitaba.

Se veían como amigos. Por muchos años convivieron juntos, conocieron partes de sus cuerpos; pero no de manera tan íntima. Los nervios estaban presentes, aun así sus pieles picaban por sentirse y fundirse en una sola.

El castaño seguiría el juego del peliazul, quería ver qué tanto haría esa persona que le robaba suspiros. Y TaeHyung disfrutaría de todo lo que pasaría en esa habitación, pero a su manera.

Recuerden que son vírgenes e inexpertos, pero no tan inocentes...

No te conocía de esa manera.

Es que estoy en celo y tengo nervios. — Expresó abultando sus labios. — Además a partir de ahora me conocerás de todas las formas posibles.

Me cambiaron a mi omega...

No des más rodeos y ven que te voy a poner el globito.

Me va a volver loco este omega. — Pensó.

JungKook...

Dime...

Antes de ponerte el globito... — Hizo una pausa y JungKook sonrió al ver el sonrojo en las mejillas. — Digo... Antes de jugar con los sables de luz. — El alfa esperaba paciente a lo que le diría. — ¿Podríamos darnos un beso?

Estas prácticamente ordenándome que te deje poner ese globo en mi pene. — Expresó sonriendo de lado. — Y me preguntas, ¿Qué si nos podemos besar? — Una pequeña risilla se escapó de su garganta.

Cállate y no te rías.

Cállame, bonito...

TaeHyung se levantó de la cama con el "globito" amarillo neón en su mano, se plantó frente al alfa, y sin pensarlo mucho, le robó un beso.

Sus labios se tocaron por primera vez, era una sensación que los llenaba de calor, amaron ese roce. De inmediato JungKook tomó la cintura del peliazul para tenerlo un poco más cerca. Se besaron lento y pausado, no tenían prisa. Disfrutarían de su momento.

TaeHyung cortó el beso y sonrió pícaramente. — Me dijiste que te callara. — Expresó. — Y así te voy a callar Jeon.

Me encanta tu manera de callarme. — Declaró observando esos labios que brillaban por la humedad de sus salivas.

Cuidado Jeon. — Le advirtió. — Yo seré el único que te callara de esa manera. — Demandó acercando sus largas manos al cinturón del contrario.

Mira, bonito Kim. — Se desabrochó el cinturón y le entregó un extremo. — Estos labios serán callados por los tuyos, y así mismo yo callaré los tuyos con los míos. — TaeHyung jaló del cinturón, arrojándolo a algún lugar de la habitación. — Ahora continuemos con tu juego...

Ya quiero ver que tan grande y luminosa es tu virilidad. — Desabrochó el pantalón del castaño, bajó la bragueta y dejó que los estorbosos pantalones del alfa se deslizaran por las piernas. — ¡Diablos! — Expresó al ver el gran bulto que se encontraba prisionero en el bóxer del castaño. — Creo que si es grande...

Claro que es grande. — Acotó orgulloso. — Y eso que aun te falta verlo libre. — Se lamió los labios lentamente. — Por cierto... — Bajó su mirada para observar el miembro del peliazul. — El tuyo es bastante grande.

Ya quiero verlo en libertad. — Sonrió. — Que sea omega no siempre indica que lo tengamos pequeño. — Inició a jugar con el borde del elástico del bóxer del castaño.

Libéralo de una vez. — Demandó. — Eres un omega con un gran paquete. Creo que se me antoja sentirlo dentro de mí.

No me presiones que me pongo nervioso. — Pidió abultando sus labios, pero utilizando un tono de voz sensual. — No digas eso Jeon, porque te tomo la palabra.

Es que me estás volviendo loco con tu aroma. — Lamió levemente la mejilla del peliazul. — Puedes tomar mi palabra cuando quieras. — TaeHyung bajó el bóxer del castaño de un tirón. — Solo tú dime cuando lo quieres y lo hacemos...

Tu aroma también me está enloqueciendo. — Mordió el lóbulo del castaño. — Luego no te vayas a arrepentir Jeon. — Advirtió. — Pero hoy quiero sentirte a ti. — Le aclaró tomando el miembro del alfa entre sus manos. — Efectivamente, es más grande en libertad. — Se mordió el labio inferior. — Serás un gran sable de luz amarillo. — Inició a deslizar el "globo" por toda la extensión del contrario. — En verdad si es un plátano que me dará leche.

Seré todo tuyo. — Llevó al omega hacia la cama. — Ahora si lindo... — Lo sentó al borde de la cama. — ¿Cómo vamos a jugar?

TaeHyung observó al hombre frente a él. — Eso me agrada querido Jeon. — Se levantó levemente de la mullida cama, y se deshizo de sus pantalones y bóxer. — Quiero que te sientes sobre mis piernas. — JungKook miraba detenidamente aquellas largas piernas acaneladas, subió su mirada hasta llegar a la entrepierna, y juró que de su boca escurría saliva por ver tan grandiosa imagen. — Ven JungKookie~.

Sin más que esperar el alfa se sentó sobre el regazo del peliazul; abrió sus piernas dejando perfectamente aprisionadas las piernas acaneladas. TaeHyung posicionó sus largas manos alrededor del cuello contrario, y se abalanzó a besar esos delgados labios.

El beso fue lento, pero a medida que pasaban los segundos, se fue volviendo demandante y posesivo. Querían, no, deseaban vivir en los labios ajenos. Sus lenguas se enredaban buscando más contacto, hilos de saliva escurrían por la comisura de sus labios; jadeaban por las sensaciones que estaban experimentando, sus cuerpos se erizaban con solo el roce de sus miembros cubiertos por el látex.

Quiero sentir como eyaculamos al mismo tiempo. — Expresó el peliazul cegado por la lujuria. — Vamos a frotar estos sables de luz, y no pararemos hasta que lleguemos a nuestro primer clímax.

Tú has todo lo que quieras. — Articuló tratando de recuperar el aliento. — Yo te obedeceré ciegamente. Soy tuyo, omega~.

¡Que inicie nuestro juego con sables de luz! — Dijo tomando ambos miembros con sus largas manos y los frotó uno contra el otro. — Ah~. — Gimieron ante la sensación.

TaeHyung frotaba sus virilidades con parsimonia, estaba amando la sensación que eso provocaba. Los movimientos iniciaron a ser un poco más rápidos; sus aromas perfumaban la habitación del hotel, sus roncos jadeos y gruñidos eran la perfecta melodía que armonizaba la escena que estaban disfrutando.

JungKook deseaba, ansiaba sentir más piel; así que con sus blancas manos, desabotonó uno por uno los botones de la camisa del omega. Deslizó sus dedos sobre el abdomen, y subió hacia los pezones, los apresó con sus dedos sin llegar a generar dolor.

TaeHyung ante la acción del castaño; apretó sus miembros dejando salir un ronroneo por la exquisita sensación de sus pezones siendo apresados por los dígitos del alfa.

Esas manos tuyas hacen maravillas. — Alagó el castaño, y después se inclinó un poco para lamer el pezón izquierdo. — Si sigues así me vendré pronto.

Ah~... Jun-JungKookie~. — Gimió ante la sensación. — Y-yo también me vendré pronto. — Gimoteó.

Continua~. — Gruñó contra el pecho, y procedió a lamer el pezón derecho.

TaeHyung continuó masturbando ambos miembros, se deleitaba con los mordiscos y lamidas que el alfa le daba en sus pezones y clavículas. Las largas manos del omega ejercieron un poco más de fuerza y aumentó la velocidad de su movimiento. Si eso era posible.

El conocido cosquilleo en sus vientres bajos se hizo presente. Esa fue la señal para que tomaran un poco de distancia, y como si se hubiesen leído las mentes; ambos bajaron sus miradas hacia sus miembros.

JungKook abandonó lo que hacía, y posicionó sus manos sobre las contrarias. Se masturbaron, jadearon y se liberaron juntos, con un gutural gruñido dieron aviso de que toda su esencia blanquecina estaba siendo liberada en el látex. Sentían como sus miembros palpitaban por aquel orgasmo ocasionado solo por el movimiento de sus manos.

Lentamente liberaron sus virilidades de la prisión de sus manos, cada quien le retiro el "globo" al contrario, lo anudaron y arrojaron al piso. Ya después lo levantarían y arrojarían al cesto de la basura.

¿Estas satisfecho? — Inquirió el alfa juntando su frente con la del omega. — ¿Deseas algo más?

TaeHyung sonrió coqueto. — Aún no estoy satisfecho. — Ronroneó. — A caso... ¿Tu si? — El alfa negó lentamente. Claro que aún no tenían suficiente, eso había solo una prueba, una pequeña muestra de cómo podrían disfrutar y calmar su celo. — Y-yo deseo que estés dentro de mí. — Avisó corriendo un poco su cuerpo hacia el centro de la cama, y JungKook se levantó del regazo para darle más libertad de movimiento. — Mira que ya me satisfaciste con los globitos. — Pequeñas risillas salieron de la garganta del peliazul. — Me encantó ver tu gran sable de luz, ese plátano que da una caliente leche.

¡TaeHyung! Deja lo del plátano. — Expresó negando con su cabeza. Aun así, sonreía ante las ocurrencias del omega. — Dime exactamente, ¿Qué es lo que quieres? Y yo lo haré. — Propuso. — ¿Estás seguro de que lleguemos al final? — Ayudó a que el omega subiera las piernas en la cama y formara un perfecta "V"; la cual dejaba ver la necesitada entrada. — Dime que estás completamente seguro de que me quieres dentro tuyo...

¡Está bien! No le llamare plátano a tu pene antes luminoso. — Se carcajeó. — Quiero que me hagas tuyo JungKookie~. — Expresó seductoramente mientras llevaba sus dedos a su entrada. — Claro que estoy seguro de llegar al final. — Mordió sus labios al sentir la intromisión de sus propios dedos en su entrada. — JungKookie~... Mira como derramo líquido del amor. — Gimió refiriéndose a su lubricante natural; el cual escurría de su entrada y mojaba las mantas de la cama.

JungKook no resistió tal escena, y se subió a la cama; abrió un poco más las piernas del omega y se ubicó en medio de ellas. Acarició las acaneladas piernas, y observó fijamente los ojos llenos de deseo del peliazul.

Me estás volviendo loco~. — Declaró. Y en un hábil movimiento se deshizo de las pocas prendas que cubrían su cuerpo. — Te haré mío. Yo seré tuyo en cuerpo y alma. — Se inclinó sobre el cuerpo acanelado dejando una mordida en los labios impropios. — Tu líquido del amor ha de ser igual de dulce que tu... Mi precioso omega. — Dirigió una de sus manos a la entrada del chico, y mojó sus dígitos con aquel lubricante que no paraba de salir de aquel rosado lugar. — ¡Exquisito!~ — Expresó roncamente al chupar sus dedos impregnados del lubricante del omega. — Me encantas~.

TaeHyung abrió sus ojos en grande al ver como el alfa chupaba toda su lubricación. — ¡No hagas eso! — Pidió cubriendo su rostro con una de sus manos.

Déjame verte. — Demandó retirando la mano impropia del rostro. — No te avergüences. — Pidió. — Me fascinas. Me encanta tu aroma, tu piel, tu sonrisa, tu cuerpo y tu sabor. — Le informó mientras volvía a mojar sus dedos con el lubricante del omega, y luego chupó lentamente cada rastro del mismo. — Te voy a hacer el amor mi bello omega.

JungKook estiró su mano y alcanzó uno de los "globos" que había dejado TaeHyung en la superficie de la cama, lo destapó y cuando estaba a punto de ponerlo en su erecto miembro; el peliazul lo detuvo.

Es-espera...

¿Te arrepentiste? — Inquirió dulcemente. — Si te arrepentiste lo entenderé. Como te dije antes; no me aprovecharé del celo y no quiero lastimarte... — Intentó salir del medio de las piernas del omega, pero este las enredó alrededor de sus caderas; impidiendo que saliera.

N-no me arrepentí. — Afirmó nervioso.

Entonces... ¿Qué paso? — Depositó un dulce beso en los labios.

Nomás no te rías. Por favor... — Le suplicó, y JungKook asintió dándole a entender que no lo haría. — Es que no quiero que entres en mí con ese globo puesto. — Expresó señalando el preservativo que el alfa sostenía en una de sus manos.

¿Por qué no quieres?

Recuerda que no debes reírte...

No lo haré, bonito.

Es que no quiero traumarme...

¿Traumarte?

Sí, traumarme. — Formuló abultando sus labios. — Es que como ya vimos que los globitos brillan y mucho...

Entiendo eso, bonito. — Acarició la mejilla del omega. — Pero, ¿Eso que tiene que ver?

Es que me da miedo ver que eso brille en mis entrañas cuando tú estés dentro de mí. — Habló rápidamente y cubrió su rostro. — No me quiero traumar viendo tu gran pene acomodándome los intestinos mientras brilla.

Y JungKook soltó una fuerte carcajada; la cual fue silenciada cuando sintió un golpe en su hombro.

Dijiste que no te reirías. — Puchereó.

Auchs. — Se quejó sobando la parte golpeada. — Perdón mi bello omega, pero es que me fue inevitable.

Eres un...

Omega bonito. — Lo interrumpió. — No tengas miedo. — Pidió. — No creo que brillen tanto para que pase lo que dices...

Aun así... — Suspiró y miró con suplica al alfa. — No te pongas el preservativo, por favor...

¿Y qué pasa si te embarazo?

No me vas a embarazar. — Aseguró. — Antes de que eyacules, sales de mí y terminas fuera. — Besó los labios del alfa. — Por favor...

Okay bonito. —  Besó repetidas veces los carnosos belfos.

Ahora si continuemos... — Expresó quitando el preservativo de la mano del alfa y arrojándolo fuera de su vista. — Hazme tuyo alfa~.

Por la Diosa luna... — Expresó perdido en el rostro sonrojado. — Este omega en verdad me volverá loco. — Se incorporó un poco e inició a retirar las prendas superiores que aún cubrían el cuerpo del peliazul. — Tú cambias de humor de un momento a otro, y por alguna razón me atraes más hacia ti.

Es el efecto Kim TaeHyung.

Okay, señorito Kim TaeHyung y sus efectos. — Articuló sonriendo ante lo dicho por el omega. — Levanta un poco ese cuerpito, que esta ropa tuya me está haciendo estorbo.

Ambos cuerpos se encontraban totalmente desnudos, gotas de sudor resbalan por sus pieles, leves siseos salían de los labios del omega cuando sentía uno que otro mordisco en sus clavículas y abdomen.

JungKook acariciaba con ternura la piel acanelada, pero en momentos deseaba marcarla, y eso hacía, allí es donde llenó de pequeños chupones al omega. TaeHyung por su parte enterraba sus uñas en la espalda del alfa cada vez que lo embestía con los dígitos. Su lubricante natural parecía querer escapar a chorros de su entrada. Cada vez que el alfa  movía sus dedos dentro del omega, se escuchaba el chapoteo.

Los miembros de la pareja palpitaban en excitación, el pre-semen mojaba la punta de sus virilidades, de vez en cuando cada uno masturbaba a su pareja. Fuertes gruñidos escapan de sus gargantas, sus aromas los envolvía en una perfecta aura de sensualidad, lascivia y pasión.

JungKookie~.

TaeHyungie~.

No puedo más~. — Gimió. — Deja de jugar con tus dedos y entra en mí.

Pero que impaciente es mi omega. — Se separó del cuerpo debajo suyo y masturbó su propia erección. — Ya voy mi amor~. — Avisó. — Me dices si te lastimo, y me detengo. — TaeHyung humectó sus labios y asintió con su cabeza.

JungKook abrió con delicadeza las piernas del acanelado y alineó su miembro en la ya muy preparada y lubricada entrada. Mordió su labio inferior al sentir como aquel agujero iniciaba a engullir su virilidad.

Mngh~ Jun-JungKookie~.

¿Te duele? — Cerró sus ojos al sentir como las paredes del omega lo abrazaban. — ¿Salgo de tu interior?

¡No! No, duele~. — Aclaró. — Ni se te ocurra salir. — Advirtió. — Sigue alfa~.

Lo que mi omega ordene~.

JungKook siguió empujando su miembro lentamente en la cavidad anal del omega. Cuando ingresó por completo, se quedó quieto para que su pareja se acostumbrara a la intromisión; cerrada sus ojos disfrutando la caliente sensación que le regalaba el peliazul.

TaeHyung jadeaba más que excitado, se sentía lleno, para su sorpresa no le dolía tener el gran miembro del alfa dentro, quizás era porque el castaño se tomó el trabajo de dejarlo totalmente relajado. Además de que el lubricante del omega ayudaba en demasía.

Muévete JungKookie~. — Gimoteó. — Ha-hazlo ya... Ah~.

El alfa inició las embestidas profundas pero suaves, salía del omega casi por completo y luego ingresaba tan lento que TaeHyung podía jurar que sentía cada vena del miembro que lo llenaba tan delicioso en cámara lenta. Sus ojos se ponían totalmente en blanco cuando el castaño golpeaba aquel lugar que era un nuevo descubrimiento para ellos.

De la comisura de los labios del omega escurría pequeñas líneas de saliva que el alfa con dulzura limpiaba con su lengua; cuando se acercaba a besar los labios de su pareja.

Estocada tras estocada los besos no faltaban, se entregaban en cuerpo y alma. Iniciaban lento y luego un poco fuerte. El alfa no quería lastimar al omega que se deshacía en jadeos y gemidos debajo de su cuerpo; que sentía como se incendiaba con cada roce de los dedos del peliazul sobre su piel.

TaeHyung quería que el alfa le robara el aire, así que aprisionó la cabeza del castaño, jalando un poco sus cabellos; lo atrajo hacia sus labios rojos llenos de mordidas. Lo besó apasionadamente, JungKook gustoso le siguió el beso. Sus lenguas se enredaron en una guerra en la cual ninguna quería ser la perdedora. Jadeos y lamidas eran compañeros de los siseos que ambos dejaban salir en el momento que se mordían, cuando el alfa se enterraba de una estocada en el omega.

¡JungKook!

¡TaeHyung!

Me voy a venir~. — Dijeron al unísono.

El alfa apresuró el movimiento de su pelvis, chocando con el trasero del omega. Lo penetraba tan exquisito que TaeHyung no podía evitar apretarlo con su músculo de anillos. Deseaba que el alfa se quedara allí; haciéndolo ver estrellas.

En una de las estocadas propinadas por el castaño; dio nuevamente en el punto dulce del omega, y allí sintieron el fuerte cosquilleo que les avisaba su tan anhelado clímax. Cinco estocadas más, y TaeHyung se liberó por completo manchando con su esperma el abdomen del alfa y el propio.

JungKook al sentir como su miembro era ahorcado por las calientes paredes del ano del omega, sintió que se vendría. Intentó salir del interior del peliazul, pero el omega cegado por la lujuria lo aprisionó con sus acaneladas piernas, impidiendo que saliera.

Ta-Tae... Déjame salir.

¡No! — Apretó con más fuerza sus piernas, e hizo que JungKook se enterrara en él.

Me voy a venir, y te anudaré, sino me dejas salir...

Ah~. — Gimió ante la idea de ser anudado. Lo quería, lo deseaba. — Anúdame~. — Pidió.

Pe-pero Tae...

Anúdame~. — Repitió e inició a autopenetrarse. — Quiero que me anudes alfa~.

TaeHyung volvió a apretar el miembro del alfa mientras se autopenetraba. Con sus piernas totalmente enroscadas en las caderas del castaño lo guiaba para que se enterrara en él. JungKook no soportó... Su miembro era tragado, apretado y estimulado por las calientes paredes del omega. Con una fuerte corriente eléctrica que le recorrió la columna vertebral, el alfa se liberó a chorros dentro del peliazul, la caliente esperma era recibida por un jadeante TaeHyung, el cual se retorcía de placer. El nudo inevitablemente se formó haciendo gritar al omega, los colmillos del alfa picaron para marcar la piel canela.

Pero no lo haría, ya bastante había tenido con anudarlo, la marca por el momento seria pospuesta. Al parecer el omega pensaba lo mismo, ya que se sintió tranquilo al ver que su alfa encajaba los dientes en la almohada que agarró rápidamente cuándo el nudo se formó por completo.

N-no te muevas amor. — Pidió JungKook al peliazul, frenando el movimiento del cuerpo. — Te lastimaras. — Con su mano detuvo la cadera de su omega. — Nos dolerá a ambos. — Acarició con su pulgar el huesito de la cadera del contrario. — Esperemos a que baje el nudo.

M-me llamaste amor. — Expresó con su voz  entrecortada, y JungKook asintió. — Perdón por no dejarte salir, y obligarte a anudarme. — El omega empezó a llorar.

Eres mi amor, mío. — Declaró acariciando la cabellera azul que se encontraba alborotada por su reciente actividad. — No llores mi vida. — Trató de calmarlo. — Y no fue de todo obligado el nudo. — Expresó dulcemente,  y TaeHyung conectó sus azules ojos con los verdes del alfa. — Yo deseaba anudarte, pero como habíamos quedado de que saldría de ti, pues me estaba controlando...

Mi alfa... — Acarició la mejilla izquierda del castaño. — Entonces... ¿Tú también querías?

Claro amor. — Afirmó. — Pero la marca te la quedará debiendo para un momento más especial...

Eres un lindo alfa, ¡ah! — Hizo una mueca de dolor, ya que se había movido, y sintió un tirón en sus entrañas a causa del nudo que aún no bajaba.

No te muevas, por favor. — Pidió. — Lindo omega, te me vas a lastimar. — Depositó un beso en los labios. — TaeHyung... — Lo llamó. — Mi lindo omega...

Te escucho alfa...

Te gustaría... Bueno me encantaría que...

¿Por qué te pusiste nervioso? — Inquirió al ver como el castaño titubeaba al hablar e inició a sudar.

Es que eres muy hermoso y yo... — Con su otra mano, aun apoyando su peso en su antebrazo; con su pulgar acarició los labios del omega. — TaeHyung, ¿Quieres ser mi novio? — El nombrado sonrió en grande, dejando ver su hermosa sonrisa geométrica. — ¿Quieres ser mi omega? ¿Quieres iniciar una relación conmigo?

¿Eso es lo que te tiene así de nervioso? — El alfa asintió, y mordió su labio inferior ante el miedo a ser rechazado.

A pesar de que se acaban de entregar carnalmente, el alfa tenía ese miedo, sabía cómo pensaba TaeHyung. Tenía claro que jamás se habían acercado de manera romántica, porque tenían el temor de dañar su relación de amigos. Así que era muy posible que el omega le dijera algo como "que lo que sucedió  fue por su celo, que fue una ayuda entre grandes amigos y que siguieran siendo los mismos de antes"... La mente de JungKook tenía muchos obstáculos que estaba casi seguro que el peliazul pondría.

¿Se te ocurre preguntar eso cuando me tienes anudado y debajo tuyo? — Inquirió con una sonrisa pícara.

Lo siento... Seguro me vas a...

¡Jeon JungKook! — Expresó interrumpiendo. — Te lo diré solo una vez. — Le informó. — A partir de que nos dimos cuenta que éramos destinados, nuestros celos se sincronizaron, le quise arrancar la cabeza a las resbalosas de allí abajo, y me entregue a ti al grado de que te pedí que me anudaras. — Declaró mientras acunaba el rostro ajeno en sus largas manos. — Desde ese momento soy tu omega. — Lo besó. — Soy tu omega, tu novio, amigo, amante, pareja. Lo que tú quieras, amor. — Las cuencas oculares de la pareja se llenaron de agua cristalina y salina la cual no tardó en resbalar por sus mejillas.

Te amo desde hace tanto tiempo. — Declaró JungKook.

Y yo a ti te amaré hasta después de la muerte, mi alfa. — Juntaron sus labios en pequeños piquitos que tenían un ligero sabor a sal a causa de las lágrimas.

Mi bello omega.

Mi guapo alfa.

El nudo se deshizo, y decidieron tomar un baño rápido en la tina del hotel, secaron sus cuerpos mutuamente. En medio de besitos y caricias tiernas, durmieron unas horas esperando que amaneciera, y así irse a su apartamento, y no toparse con personas que osaran a olfatearlos.

Aún se encontraban en celo, y lo terminarían de pasar en la comodidad de su apartamento.

— Así fue como pasó todo, nuestro primer encuentro y creamos al cachorro. 

JungKook terminó el relato.

— ¡¿Tuviste que ser tan detallista en el relato?! — Murmuró escondido en el pecho del alfa. — El cachorro se va a traumar por tus detalles. — Su sonrojo le llegaba hasta las orejas.

JungKook se carcajeó, y buscó el rostro de su omega para que lo mirara a los ojos. 

— Así no volverás a preguntar cómo fue que pasó, porque ya te recordé todo bien detalladito....

— Bobo...

— Tu bobo. Mi amor, solo tuyo. — Acarició el vientre del omega. — Y tu cachorro, no te traumes. Aunque no creo que hayas escuchado todo lo que dije. — Le habló al vientre de su pareja. — Aunque... — TaeHyung esperaba lo que diría su pareja. — ¿Podríamos terminar de hacerle las orejitas? Así me va a escuchar mejor a la próxima....

— ¡JungKook! — Golpeó el pecho del alfa.

— Auchs. — Se quejó. — No me pegues osito. — Puchereó. — Además, ¿Qué tiene?

— No te quejes que te pegué suave. — Expresó. — Conejo preñador... No vamos a terminar de hacer nada.

— Aburrido....

— No digas nada más. — Regañó. — ¿Me das leche de plátano? — Le preguntó al alfa y el mencionado sonrió en picardía. — No es esa leche de plátano. — Le aclaró. — Conejo pervertido... Por favor dame la leche de plátano que tenemos en la cocina. — Pidió con ojitos suplicantes.

— Perdón. Es que me confundes con las leches de plátano...

— ¡JungKook!

— Ya sé amor. — Sonrió. — Voy a traerte mi leche de plátano, que ahora se le antoja a mi omega osito panzón.

— ¡Que no me digas así!

— Tú lo dijiste desde un principio, y pues así estás. — Expresó levantándose de la cama. — Bueno, estarás panzón y más bonito que antes. — Besó la cabeza del peliazul. — No sabes cuánto te amo a ti y al cachorrito.

El alfa se fue hacia la cocina, y cuando regresó a la habitación; juntos tomaron su leche de plátano, uno por el antojo y el otro porque era su bebida favorita.

Se acurrucaron en la cama, y en medio de caricias que ambos dejaban en el vientre donde se encontraba creciendo el fruto de su amor, se durmieron.

Se amaban. Y ahora el día en que se unieron por primera vez, en medio de risas y unas cuantas lágrimas; ese día lo atesorarían como su más grande tesoro, porque allí fue donde crearon al pequeño ser que les hará compañía, su pequeño fruto del amor.

TaeHyung ya había confirmado que sí fue ese día en que quedó en gestación. Cuando JungKook fue a la cocina por su antojo, el omega revisó minuciosamente el correo con el resultado de los exámenes, y divisó en el apartado donde dice el tiempo de gestación; la confirmación a su idea... Dos meses. Ya no había duda, fue en esa dichosa fiesta de San Valentín y sus celos sincronizados.

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