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𝐼 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑖𝑡

"No me gusta, me encanta.
Tan bueno que duele.
No lo quiero, tengo que tenerlo.
Cuando no puedo encontrar las palabras, solo voy"

Yeonjun se mezclo entre la gente para ingresar a la inmensa casa llena de universitarios bailando, la música y luces se podían ver desde cuadras lejanas por lo cual no nos fue difícil dar con aquella dirección.

Esto era verdaderamente una mierda. Había sido mi culpa acceder a las peticiones incesantes de mi hyung para que lo acompañara a tales horas de la noche.
No era de extrañar que él viniera a este tipo de lugares, era un chico que disfrutaba de su juventud e iba a todas las fiestas que podía con tal pasar un buen rato; pero yo no era así, y eso se podía demostrar con el simple hecho de que mientras él estaba en aquella casa haciendo quien sabe que, yo estaba en la acera esperándole.
Era un poco frustrante no ser partícipe de la diversión de las personas, pero este tipo de ambiente nunca había sido el mío, se podría ver esto como una consecuencia directa de lo sobre-protectores que eran mis padres conmigo. Sin embargo, aunque ellos no me dejaran salir de fiesta ni a cualquier otro lugar donde se encontraran desconocidos, aquí estaba yo, esperando al chico que era lo más cercano a lo que sería un rebelde sin causa.

La brisa que había provocó que me estremeciera e intuitivamente lleve mis manos a mis brazos para acariciarlos y brindarles calor. ¿Tendría que esperar mucho?.
Lo ojos empezaban a pesarme debido al sueño y mi mente no paraba de maldecir a Yeonjun por sacarme casi a rastras de mi casa y la comodidad que otorgaban mi cama. Ni siquiera había tenido tiempo para cambiarme el pijama, y de por si era bastante vergonzoso que todos me vieran vestido con diseños de donas.

Cuando mi paciencia estaba al borde de acabarse y estaba a nada de dejar a Yeonjun solo en aquel lugar -aunque ello me significara volver solo a mi casa caminando de un extremo de la ciudad a otro- sentí como una mano era posicionada en mi hombro. Al girar mi cabeza pude encontrarme nuevamente con Yeonjun, quien alzó su mano para mostrarme el pack de cervezas que llevaba en esta.

¿En serio sólo vinimos hasta aquí para buscar unas jodidas cervezas? —pregunte irritando, viéndolo con el ceño fruncido para dedicarle la mejor cara de enojo que podía hacer.

No te alteres Soo, ambos somos menores de edad así que no nos permitirían comprarlas aunque fuera en una tienda de convivencia, además estás me las dieron gratis —mencionó él dedicándome una sonrisa feliz, como si tuviera que felicitarlo por su gran hazaña de conseguir unos tragos.

Más te vale que me hayas traído por algo importante —mencione mientras me levantaba de la acera —En estos momentos mis padres podrían estar llamando a la policía por el hecho de no encontrarme en casa.

Siempre eres tan extremista —se quejó él viéndome con un deje de burla en su rostro —Además no vine solo por algo para tomar, vine a pedirle a Taehyung las llaves del auto deportivo de papá.

—¿Taehyung hyung está en esta fiesta? —cuestione sorprendido. Y es que no era para menos, el hermano de Yeonjun -si bien era jodidamente sexy- se parecía más al tipo de personas que se encerraban en su casa los largos fines de semana para entender y memorizar miles de libros.

Está con unos amigos de su universidad —me respondió él alzando los hombros con indiferencia, para después dirigirme una mirada preocupada —Vamos al auto ya, te estás congelando aquí afuera. Creo que adentro tenemos algunas mantas y puedo prender la calefacción.

—Te pudiste haber preocupado de la misma manera antes de traerme contigo con este frío. Me pude haber puesto una chaqueta por lo menos —le reproche.
Más él hizo caso omiso a lo que le decía y me guió al auto Lamborghini de su padre, el cual parecía más un auto de exhibición que para andar por la ciudad.
Abrió la puerta del copiloto para mi y espero hasta que estuviera sentado para cerrarla y dirigirse al asiento principal, tomando de esta forma el volante entre sus manos.

El auto empezó a andar, y él como había dicho, prendió la calefacción, lo cual hizo que me sintiera mucho más a gusto y reconfortado.
—¿Tienes licencia? —Le pregunté cuando aquel detalle cruzó por mi cabeza.

Por supuesto que no, ¿Porque crees que tuve que ir a pedirle el auto a mi hyung y no a papá?. Él ni muerto me dejaría manejar algo tan costoso como lo es esta belleza.

Debería estar preocupado por el hecho de que estamos solos a las 2 de la mañana manejando un auto ilegalmente y con alcohol en los asientos traseros —debería, enfatice. Porque la verdad es que Yeonjun manejaba tan en calma que no podía quejarme de nada, y además había sido yo quien acepto acompañarle a pesar de no saber el destino al cual nos dirigíamos.
¿A donde vamos? —cuestione con intriga segundos después al ver cómo el paisaje urbano que deleitaba con edificios gigantes los cuales estaban llenos de oficinas, cambiaba por uno más rural. Camino a la costa me imaginaba, pues creía ver a lo lejos lo que era el mar, pero que debido a la oscuridad no podía apreciar bien.

Me desvíe de la carretera principal y estamos camino a la playa —mencionó el despegando por un breve momento los ojos de la pista para verme —quiero mostrarte algo especial Binnie.

El enojo que sentí en algún punto por tener que esperar sentado en la calle había desaparecido por completo, demostrando aquello, una sonrisa se escapó de mis labios ante sus palabras y mi cara tomó el color rojizo habitual que portaba siempre que estaba junto a él.

—Espero que se algo genial lo que me quieres mostrar porque debería estar durmiendo en este momento.

Créeme que lo es, será un momento inolvidable. —me dijo en respuesta, y mi pulso se aceleró ante las imágenes que formaba mi mente de futuros escenarios en los cuales nos encontraríamos.

El simple hecho de estar aquí contigo hace que sea un momento inolvidable. —sincere en voz baja, más la sonrisa ladina que se curvó en sus labios delató que me había escuchado a la perfección. —La primera vez que me escapé de casa porque a mi novio se le ocurrió ir a ver las olas en medio de la noche.

No seas molesto —me exigió mientras despegaba su mano del volante para golpearme sin mucha fuerza en el hombro. —Tu "novio" está intentando hacer algo especial para ti y tu solo piensas en que te rapte.

Es la verdad —murmuré acariciando la zona afectada. Al no obtener otra respuesta incliné mi rostro para seguir observando la esplendorosa vista que otorgaba la playa ya cercana.
Sin importarme esta vez el frío abrí la ventana y saqué la cabeza por ella para sentir el aire fresco golpeando mi rostro, aire con el olor indescriptible del mar y una libertad soñada, haciéndome recordar el porque amaba tanto a Yeonjun.

Alrededor de 10 minutos después llegamos a una zona deshabitada, no había nada más que arena y un muelle que resaltaba para darnos una vista del agua salada más de cerca.
Cuando el auto paro no dude ni un segundo en tomar una de las mantas que estaban sobrepuestas en los asientos traseros y sacarme los zapatos. Me baje a toda prisa del vehículo de revista y después dar unos cuantos pasos pude sentir entre mis dedos la arena, que se encontraba cálida a pesar del viento helado que corría.

—¿Porque querías traerme a la playa hyung? —le grite mientras saltaba en mi lugar.
El cerró la puerta por la cual había bajado y se acercó a mi con más mantas entre las manos y las latas de cervezas sobre estás.

Hoy habrá una lluvia de estrellas, en internet decía que en esta ubicación era donde estaría el cielo más despejado y se podrían ver con más exactitud.

—¡¿De verdad?! —exclamé eufórico —Nunca he visto una lluvia de estrellas. —mencioné, y me posicione a su costado para poder restregar mi mejilla contra la suya demostrándole con aquel gesto cariñoso que me encantaba lo que había ideado.

—Te va a gustar —aseguró él contento, depositando un beso en mis labios para después estirar sobre la superficie arenosa una de las mantas y recostarse sobre ella. —Siéntate a mi lado y bebamos un rato, el espectáculo empezará dentro de unos minutos.

Si que tenías todo planeado —dije en respuesta riendo.
Me senté junto a Yeonjun y le robe la lata que estaba abriendo para beber, él solo me negó divertido y se dispuso a abrir otra mientras yo tomaba sorbos.

El cielo brillaba más que de costumbre, y asumía  que esto mismo se debía al fenómeno que contemplaríamos en unos minutos.

Pareces un romántico empedernido hyung — me burlé, al mismo tiempo que me acomodaba para dejar mi cabeza reposando entre sus piernas.
Sus ojos resplandecientes me analizaban, como si fuera admirable, uno de sus manos se dirigió a mi rostro y sus finos dedos se dedicaron a delinearlo.
Yo suspiraba a gusto ante las delicadas caricias que proporcionaba, pero cuando sus dedos se dirigieron a mis labios podía jurar que el proceso de sístole y diástole que debía efectuar mi corazón no estaba funcionando correctamente.

Eres tan lindo Soobin —dijo él, y no supe diferenciar si me lo decía porque quería o porque el alcohol estaba haciendo efecto en su sistema.

—¿En serio lo crees hyung? —fue lo único que pude pronunciar, pues mi mente estaba absorta en sus encantos. Su rostro pálido con la punta de la nariz y las mejillas sonrosadas debido al frió, y su cabello rojo hacia los lados, dejando de esta forma su frente descubierta.

—Claro que si, demasiado —respondió el acercándose a mi y besando mis párpados delicadamente.

Si haces eso me voy quedar dormido —mencioné riendo levemente, pues no miento al decir que mi horario para acostarme era bastante temprano porque no aguantaba el sueño.
Sin embargo, antes de que el me contestara pude ver por el rabillo de mi ojo como el cielo cambiaba levemente de color y me separé de su cuerpo para apreciarlo mejor.

No había sido como me lo esperaba, pero aquello no le quitaba lo maravilloso a la situación. Quizás no eran miles de estrellas cayendo justo frente a nuestros ojos, pero si se podían observar como los pequeños astros parpadeaban y de vez en cuando pasaban entre ellos mismos dejando destellos a su alrededor.

Pensé que iba a ser un poco más impresionante —escuché a Yeonjun quejarse mientras abultaba los labios para formar un puchero.

Es hermoso —murmuré yo aún contemplado las estrellas sobre nosotros —me encanta.

Es que tú eres muy sencillo —se burló él, al mismo tiempo que pasaba su brazos por mis hombros y atraía mi cuerpo hacia el suyo.

—Siento ser tan sencillo, señor "mi padre tiene autos de lujo". —dije siguiéndole el juego, aunque rápidamente cambie de tema al pensar en sus padres y lo que sentirían por su ausencia continúa, la cual era consecuencia de las peleas que tenían como familia —¿Cómo te ha ido con tus padres?

Seguimos igual, aún no quieren permitir que me meta a la academia de danza el próximo año cuando nos graduemos. —respondió el mientras tiraba sus cabellos hacia atrás con la mano del brazo libre -pues las otra acariciaba mi hombro con dulzura- en un gesto nervioso —Es un poco frustrante —añadió, y pude ver cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos, más él las retenía todas solo para que no le viera llorar.

Ey... esta bien, no depende de si ellos te lo permiten o no, si tú aún lo quieres cuando salgamos del instituto yo te apoyaré en todo sentido —le aseguré  tomando entre mis manos su rostro para limpiar con las yemas de mis dedos las lágrimas que empezaban a deslizarse por sus mejillas. —Quizás no te puedo prestar un Lamborghini como tú padre, pero me puedo comprometer a hacerte el desayuno por las mañanas para que tengas energía y puedas impresionar a tus profesores con tus bailes.

—¿Me vas a hacer galletitas como la otra vez? —preguntó él, sorbiendo por su nariz.

Galletitas y mucho más —dije para después besar sus labios con ternura, sintiendo un leve sabor a sal en estos.

En medio del beso que se iba haciendo cada vez más duradero Yeonjun aprovechó para escabullir sus manos bajo la polera de mi pijama, giró de tal manera su cuerpo y el mío haciéndome quedar recostado sobre la manta con el encima de mi.

Quizás tus padres no querrán que me hagas el desayuno —murmuro mientras acariciaba mi abdomen con la mano que aún yacía bajo mi ropa.

Será algo que resolveremos después —opine yo, enrollando mis brazos alrededor de su cuello para acercarlo más a mi. —Si escape de casa junto a mi sexy novio en la madrugada, es más que fácil lo otro.

Supongo que si —respondió él, y después de ello retiró su mano para llevarla hasta el cabello que se encontraba cubriendo mi rostro y peinarlo hacia atrás —Me gustas Soobin —susurró en mi odio, dejando un beso en el lóbulo de este mismo.

Ante la sensación mi cara ardió y seguramente se puso roja, pero mi corazón se sentía en paz, derritiéndose ante sus palabras y rindiéndose a la maravillosa persona que era.

A mi me encantas —declaré. Porque sabía que Yeonjun era más que perfecto para mi.


💫


Se que aún hay errores ortográficos y de redacción, pero no quería seguir manteniendo esto en borradores por más tiempo. Estaré corrigiendo todo lo más pronto posible <3.

Esta canción en particular la escuché hace bastante, su ritmo y letra me gustan mucho, ojalá ustedes también puedan escucharla ♥️✨.

Se despide Gginhy.

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