🥀Capítulo 12-Final🥀
No conozco el sentimiento llamado amor, pero soy consciente de la bondad de algunos seres, por eso a veces trato de ayudarlos. Aunque si soy sincero son pocos a los que he ayudado a lo largo de mi eternidad. No me da remordimiento arrancar vidas inocentes, tampoco me importa ver a cualquiera llorando, las lágrimas no me conmueven, nada me conmueve.
Desalmado, atractivo y poderoso, así soy yo.
¿Quieres que te demuestre un acto de "amor"? Mi acto de amor fue ese entonces, dejarte libre, abandonarte, alejarme de tu lado porque comprendí que eres un alma pura e inocente.
El día que te dejé en New York moví mis influencias e incluso hipnoticé a gente poderosa para que tuvieras una vida privilegiada, para que no te hiciera falta nada.
No volví a hablar contigo, tampoco te extrañé porque lo único que necesito en la vida es a mí mismo.
No te amo, no te amé y nunca te amaré porque no tengo la capacidad para hacerlo, sin embargo en algunas ocasiones me filtré a escondidas para verte dormir, incluso adoptaste un cachorro que inconscientemente llamaste "Vampiro" Yo sé que tu alma recuerda, a pesar de que la mente no lo hace.
Te vi llevar parejas a tu departamento, te vi pelear e incluso me atrevo a decir que asesiné a aquel novio que tuviste, ese que te dio una bofetada en un arranque de celos, de nada.
En ocasiones me acerqué a tocar tus labios con las yemas de mis dedos, y cuando te vi llorar a causa de una ruptura sonreía alegre porque el sufrimiento del desamor es algo tan natural y humano.
Tu ADN ya no permanece en mi cuerpo, pues la sangre de tu hermano que algún día me despertó de mi ensoñación hace un par de años desapareció de mi sistema.
Eso me hace preguntarme. ¿Si ya no tengo ningún vínculo contigo por qué sigo obsesionado con querer verte todo el tiempo? Necesito saber qué haces, con quién estás, quiero que el mundo sea perfecto para ti porque de alguna manera sé que lo mereces.
Park Jimin, no te amo lo vuelvo a repetir una y mil veces, pero de verdad quisiera poder hacerlo.
Mis hermanos e incluso Taehyung me han pedido tu ubicación para convertirte en vampiro porque tienen la creencia de que estoy profundamente enamorado de ti, tontos románticos. No permitiré que se acerquen a ti, a tu espacio, no permitiré que arruinen la paz que construí para ti.
Cuando cumpliste treinta y dos años fui testigo de tu noche pasional con la mujer que elegiste como esposa, tan hermosa, delicada y de buen corazón. Admito que en ocasiones deseaba arrancárselo, pero la amabas, la amaste. Te mudaste un mes antes de casarte, te seguí hasta tu nuevo hogar, incluso asistí a tu boda pero no notaste mi presencia. Te veías hermoso, un ángel, tan puro para este demonio.
Dos años después llegó tu primer hijo, lo llamaste Taehyung en honor a tu hermano fallecido. Y me sorprendió tanto cuando llamaste al segundo Jungkook. ¿Por qué le pusiste mi nombre? ¿Tu subconsciente me recordaba de alguna manera? Eso fue muy extraño, pero halagador.
Nadie, ni mis hermanos sabía que te vigilaba, que disfrutaba escuchar tus risas, e incluso tus llantos. Eres todo eso que no pude llegar a ser, bondadoso, feliz, un ser vivo.
Creciste, envejeciste, enviudaste y finalmente enfermaste hasta caer en cama.
Tus hijos y tus nueras te visitaban cada fin de semana en el asilo, pero yo sabía que tu corazón ya estaba cansado, sabía que en cualquier momento tu vida terminaría. Así que me acerqué a ti.
Tu rostro estaba arrugado, pero tus labios y tus ojitos verdes seguían siendo como los recordaba.
—Hola —saludé.
—Hola muchacho. ¿Quién eres? —me preguntaste, tu voz amable como siempre.
—Un viejo amigo —murmuré mirando tus tatuajes desgastados.
—No te recuerdo... Disculpa a este viejo.
—Jimin. —Contuviste el aliento cuando me acerqué a ti mirándote a los ojos—. Me ofende que me hayas olvidado, pero no te preocupes así lo quise.
Tragaste saliva sin decirme nada.
—¿Cómo te llamas? —preguntaste y me alejé de ti.
—Eso no importa. —Sonreí mostrando todos los dientes—. Bueno, solo quería hablar contigo una vez más y decirte que lo hiciste bien, envejeciste bien.
Avancé hacia la puerta para marcharme, tomé el picaporte para salir, sin embargo tu voz me detuvo.
—Eres Jeon Jungkook. —Me quedé petrificado cuando escuché mi nombre.
—¿Qué acabas de decir?
—Eres Jeon Jungkook, un... Vampiro.
Solté el picaporte, me giré para encararte y en ese momento sonreíste de la manera más hermosa y genuina.
—Cabron, me sigues a todas partes desde hace muchos años. —Te carcajeaste—. Los recuerdos comenzaron a aparecer como ráfagas extrañas hace diez años, cuando me lastimé la rodilla bailando.
—¿Me recuerdas? ¿Cómo es posible?
—No tengo idea, pero al principio creí que era un mal sueño. Después comencé a verte por todas partes, incluso creí que estaba loco, pero ahora que te encuentras aquí compruebo que estoy en mis cinco sentidos.
—Haré que olvides de nuevo. —Me acerqué a ti para hipnotizarte de nuevo.
—¡No se te ocurra hacerlo! —gritaste furioso—. ¡No quiero olvidar nada, ni a ti, ni a mi hermano y tampoco a tus hermanos enfermos! Mantendré el secreto, soy viejo, no me queda mucho... —Tu respiración se volvió pesada, tu pecho comenzó a subir y bajar de una manera exagerada.
Los aparatos conectados a tu cuerpo comenzaron a pillar, distintos médicos y enfermeras llegaron a la habitación para ayudar a estabilizarte.
Lo hicieron.
Después de ese día me quedé en tu habitación a cuidarte, pero salía cuando tus hijos iban de visita. Ellos planeaban desconectarte porque sobrevivías gracias al respirador artificial, pero yo... Yo quería hablar contigo una última vez.
Una noche te di a beber cinco gotas de mi sangre, eso fue suficiente para que recobraras la consciencia, eso fue suficiente para que abrieras los ojos. Te ayudé a quitarte el tubo por el que respirabas, fue un poco caótico.
—Jimin, ya casi cumples cien años.
—Pude haber cumplido más si tan solo... —Me miraste con recelo—. Agradezco la maravillosa vida que tuve con mis hijos y mi amada esposa, pero me alejaron de una manera abrumadora.
—Si te quedabas con nosotros ibas a sufrir. —Me senté a tu lado.
—¿En qué aspecto?
—La inmortalidad te hace olvidar la humanidad, no puedes formar una familia y tampoco...
—Tú tienes una familia, tus hermanos.
—Oh bueno, me refiero a una como la que tú tienes. —Suspiró—. Cuando pase el efecto de mi sangre en tu sistema volverás a necesitar el respirador, será mejor que te lo ponga rápido.
—No quiero, me gustaría morir.
—¿Qué?
—Viví lo suficiente, Jungkook.
—Sí... —Mi voz tembló, algo extraño.
—¿Puedo pedirte un favor? —preguntaste mirándome a los ojos y asentí—. Vigila a mis hijos en la lejanía, cuídalos como me cuidaste todos estos años.
—No soy una niñera, Jimin.
—Pero eres mi... Amigo.
—Amigo —murmuré—. Los amigos se besan en la boca? —cuestioné y enrojeciste.
—Eso fue hace muchos años, cuando era joven y hermoso.
—Sigues siendo hermoso. —Lo eras, porque tu corazón siempre fue inocente y puro.
—No digas babosadas, te burlas de mí porque sigues exactamente igual que hace... setenta años.
—Lo digo en serio, Park.
—Pamplinas.
—Aunque admito que no creí que serías un viejo cascarrabias, mira que soy mucho más grande que tú y soy una persona divertida.
—No eres una persona, eres un vampiro.
—De todos modos sigo siendo divertido —mascullé.
—¿Lo harás? ¿Cuidarás de ellos?
—Necesito pensarlo...
—Lo harás. —Afirmaste seguido de un suspiro—. Supongo que puedo morir en paz.
—Puedes.
—¿Vas a olvidarme? Por supuesto que lo harás, eres inmortal y vendrán más humanos a tu vida.
—No voy a olvidarte, mira que te he cuidado durante tantos años.
—Eso me hace sentir especial.
—Eres especial, Jimin. —Tomé tu mano al notar que tu rostro comenzó a palidecer, era obvio que el efecto de la sangre en tu sistema estaba terminando.
—Tus manos son tan heladas como suaves —murmuraste—. No me sueltes, Jungkook. Mis pulmones se sienten... Pesados.
—¿Duele? —Asentiste y apreté tu mano con fuerza.
—Bastante... Oye Jungkook —dijiste con voz entre cortada.
—Te escucho.
—¿De verdad no me amaste?
—No —contesté.
—¿Entonces por qué estás aquí... Conmigo?
Me quedé en silencio, estaba a punto de replicar tu cuestionamiento cuando tu corazón dejó de latir. La vida desapareció de tus ojos, ese verde lleno de vida ahora era opaco y el pillido constante de la máquina que indicaba que estabas muerto abrumaba mis sentidos
—Porque tal vez... —Suspiré—. Tal vez me engañé a mí mismo para protegerte.
🫵🏻😭No olvides leer la siguiente parte.😭🫵🏻
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro