Miércoles

Miércoles, horas 14:58, Aidan, Desirèe y Martina en una cafetería cerca de la escuela de las dos chicas

Ellas dos tenían la salida a las 14:30, y ahora que Aidan había aprendido a memoria ese camino, cada día iba a esperar que llegara y ir con ella a su hogar

¿Quien era Martina? Martina era una nueva estudiante, Desirèe había sido su primera amiga, así que decidieron salir

Aidan deseaba salir junto a ellas, más que nada por Desirèe, era obvio

- ¡Café para Martina y Desirèe! - llamó un joven frente al cajero

- Yo voy - musitó Desirée y se levantó de su asiento, dejando Aidan y Martina solos

Era muy incomodo para el, era claro, no solía conversar y relacionarse con otras personas fuera de sus padres y la chica de la cual gustaba

No se atrevía a levantar la mirada, solamente jugueteaba con las cutículas de sus dedos

Martina era una buena chica, social pero respetuosa, era linda tambien

- Hey - llamó ella - ¿Como te llamas?

- Aidan - levantó la cabeza para verla

- Aidan, buen nombre, no lo había oído antes - no recibió respuesta - ¿Eres amigo de Desirèe?

- Si - contestó secamente

- Tienes lindos ojos, Aidan - este mismo sonrió y se sonrojo un poco por el halago - no eres de muchas palabras, ¿Eh?

- Me gusta el silencio - admitió

- ¿De sus hablan chicos? - inquirió Desirée una vez de vuelta a la mesa

- Solo hablaba con tu amigo - contestó con simpleza y volteó a ver el nombrado - ¿Cierto, Aidan?

El solamente asintió

- ¿Ah, si? - preguntó de manera retórica - Que bien que ya se estén conociendo - sonrió

Mientras ellas platicaban, Aidan miraba a Desirèe muy detenidamente, concentrándose en el color obscuro de sus ojos, el rosado de sus labios y las pequeñas imperfecciones de su piel, que a sus ojos la rendían más linda

Y como lo había hecho en la taza de café, se perdió en ella

- ¡Aidan! - habló la chica  llamando su atención

- No grites... - pidió

- Como sea, Martina debe ir a su casa, la acompañaremos - se levantó se su silla, seguida por Aidan

Caminaron unos minutos, en silencio, ese silencio que a Aidan le encantaba tanto y lo relajaba, no era para nada incómodo

- Llegamos - avisó Martina - Entonces, nos vemos mañana Desirèe - la abrazó - Nos vemos uno de estos días, Aidan - trató de abrazar este también pero se alejó

- ¡No! - habló en voz bastante alta

- Está bien... - dijo confundida - Adiós

Ahora quién caminaba eran solamente Él y Ella, solos, en un bello silencio, hasta que Desirée habló

- Escúchame bien, Aidan - llamó con gesto severo haciendo que él parara de caminar y le prestará atención - Martina es mi amiga, ¿Bien?

- Si, lo sé

- “Si lo sé” - lo imitó con voz exageradamente grave - pues no se nota - Aidan la miró con hacer confundido - es mi amiga, y no llegarás tu a tratar de hacerte el gran chico para que te siga por doquier y robarte toda su atención

- Esa no es mi intención - admitió - ella está fuera de mi interés, si eso es de lo que hablas

- Lo que sea - se dio la vuelta y comenzó a caminar, dejando atrás a Aidan - ¡Ahora vuelve a casa solo!