Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO TRECE.

Jungkook

Junseol me pidió que viniera a verlo y me dio el lugar y la hora del sitio, dijo que podría darle algunas indicaciones de los cinco pasos de su lanzamiento al medio tiempo, quiero hacerlo, de verdad, pero no sé, Laia lo dejo claro, no quiere que tenga nada que ver con él y no quiero verla golpeando mi puerta pidiéndome una explicación.

Pero quiero verlo jugar, quiero recordar como era amar el juego y tal vez aprenderé a amarlo de nuevo ahora que tengo una razón para verlo… si es que aún tengo permitido tener esta razón, Laia tiene todas las cartas en lo que concierne a Junseol.

La última vez que vi un juego fue en el último año de Yoongi, nunca
tuve la oportunidad de decírselo, pero nunca me perdí un juego, lo veía cada
sábado por televisión, un par de veces pensé en presentarme a alguno pero no estaba listo para afrontar a alguien. Aparentemente aun no lo estoy, desde que no puedo tener una
conversación decente o estar en la misma habitación que Laia sin molestarla. Pero ella es tan determinante cuando está molesta, extraño eso, extraño ver el fuego en sus ojos cuando está dispuesta a probar que estoy equivocado,
extraño la pasión en su cuerpo cuando intenta enseñarme como es ser amado por ella, daría lo que fuera por sentirlo de nuevo aunque fuera solo por breve y solitario momento, solo una prueba rápida de mi chica de nuevo y estaré completo.

Soy un mentiroso.

Me he estado mintiendo a mí mismo desde el día que dejé Geumjeong,
me alejé de algo asombroso que tenía en mi vida porque fui demasiado
egoísta para pensar que no la necesitaba y que ella estaría mejor sin mí.

—¿Hola?

—¿Jungkook? —Miro mi teléfono confundido por los números que veo en la pantalla.

—Sí, ¿quién es?

—Es Kim Yunjin, tu abuela.

Alejo el teléfono de nuevo y veo la pantalla, tal vez no escuché
correctamente pero juro que dijo que era la abuela, solo conozco a mi
abuela por parte mi padre, mi madre nunca me hablo de sus padres.

—Um… está bien —dije no estando muy seguro de decir algo más.

—Estaré en la ciudad esta semana y pensé que podríamos almorzar, hay
un pequeño café muy agradable en tu campus.

¿Qué puedo perder? Y es un desayuno gratis.

—Seguro —digo mientras acordamos la cita y la hora para encontrarnos.
Hablamos un poco más y me pidió hacer de lado cualquier cosa que
hubiese escuchado de ella, primero escuchar lo que ella tenía que decir antes de hacer dictaminar un juicio de porque estuvo ausente por los últimos... eh... toda mi vida.

Acepto.

Mi pierna rebota en el piso, estoy nervioso mientras la espero, el mismo
molesto hábito que tomé de Laia. Cuando la silla de enfrente se mueve y ella se sienta, veo la versión vieja de mi madre, o como creo que mi mamá se verá.

—Es bueno conocerte finalmente —dice estudiando mi cara.

La conversación es algo incómoda al principio mientras nos conocemos
mutuamente, pero media hora después pareciera como si la hubiera
conocido toda mi vida, nos sentamos y hablamos por horas, mi abuela dice
que es una actriz pero que no ha actuado en años, cuando le pregunto por mi mamá y porque ellas no hablan, me enseña una foto de Gina, está vestida como una joven estrella sosteniendo un trofeo, YunJin dice que es ella sosteniendo el premio “Estrella creciente” y que lo ganó cuando tenía dieciséis.

—Nunca me lo dijo.

—Cuando conoció a tu padre dejó sus sueños de lado por los de él, discutí duramente con ella para hacerle ver lo que estaba haciendo, pero tu
padre estaba decidido a tener una esposa de trofeo para colgar en su brazo y tu madre haría cualquier cosa para complacerlo.

Me senté y escuché lo que la abuela tenía que decirme de mi madre y
que ni siquiera sabía. La última cosa que Yunjin me dijo y nunca olvidaré fue “sigue solo tus sueños, Jungkook”.

Una llamada unas horas antes cambió mi vida y es discutible si ese cambio fue para mejorar.

Podría estar viviendo feliz junto con Junseol ahora, educándolo y
entrenando su equipo de fútbol americano, Laia sería mi esposa, me iba a casar con esa chica y ella lo sabía. Diablos nuestros padres lo sabían y los míos lo odiaban. A ellos no les gustaba el nivel social que tenían los padres de Laia, y que no pertenecían al mismo y aburrido club que ellos pero a mí no me importaba.

Esa chica movió mi mundo y estoy dispuesto a apostar que aún lo hace.

Decido limpiar la camioneta de Lía, no quiero que se moleste con
las botellas de cerveza rotas y definitivamente no quiero que las gemelas trepen en la parte de atrás y se corten.

Esto es lo mínimo que puedo hacer por ella, después de que me abrió su
corazón y su casa.

Anoche sosteniéndola por primera vez, sentí como si pudiera pertenecer
a algún lugar, podía ser yo sin tener que aparentar, es como si Jeon Jungkook pudiera existir de nuevo pero tal vez pudiera combinarlo con Jk.

Justo cuando termino de recolectar el vidrio y me deshago de él, la
alarma de mi teléfono comienza a sonar. Sé que está recordándome que el juego de Junseol está a punto de comenzar y necesito tomar una decisión.

¿Debo ir y tomar el riesgo de molestar a Laia o ir y mostrar a mi chico que
aunque no esté a su alrededor intentaré mantener mi palabra?

Tomo la única decisión posible.

Mi moto ruge mientras arranco el motor deseando haber mantenido el
coche de alquiler o mínimo mi camioneta. Me pregunto si mis padres aún lo guardan, pudiera preguntarles pero eso significa visitarlos y no estoy seguro de estar listo para verlos aún.

No estaba ni tres días en Los Ángeles cuando mi padre me quitó mi camioneta, estoy seguro que Jeon Mingyu y Jeon Gina no estarán tan contentos de ver a su hijo encima de una motocicleta con sus tatuajes a simple vista. Pero, quizás un viaje al club de campo deba ser planeado.

El camino a través del pueblo se vuelve familiar, solía soñar con estas
calles en la noche hasta que mis sueños se volvieron difusos y complicados, después de un tiempo simplemente lo olvidas. Olvidas a esa señora Choi que nunca quitaba la decoración de navidad aunque todo el pueblo le rogaba que lo hiciera.

—Lo hiciste.

—Dije que lo haría, lo siento, llegué tarde pero tenía algunas cosas que
hacer primero.

—No, está bien, solo estoy agradecido de que me vieras jugar antes de
abandonar el pueblo.

Se suponía que me iría esta mañana pero le prometí a Suni que el
domingo veríamos fútbol. El domingo aún se encuentra a unos días de
distancia y todavía no verifico con Chaeyeon que me espera mañana.

—Estaré aquí hasta el fin de semana, la señorita Suni y yo tendremos
una cita el domingo frente a su televisor.

—¿Para ver fútbol? —Asiento. —Genial tal vez… ¿pueda ir también?

Miro a Suni quien mira a Junseol.

—Eso sería cuestión de Suni, tal vez deberían hablarlo.

Jun mira a Suni y sonríe, ella rueda los ojos y comienzo a reír, veo
un romance en su futuro, mi niño mira mientras la pequeña corre hacia Lía.

—Así que… ¿cómo lo hice? —pregunta girándose hacia mí.

—Lo hiciste bien, lanzaste antes en algunas jugadas pero es un asunto de
que tu y tu receptor coordinen sus tiempos, solo necesitan practicar sus rutas y estarán bien.

—Guau, es genial tener algunos consejos tuyos.

—Junseol, ¿qué fue lo que dije? —él se congela cuando Josie habla, la
miro y su rostro luce severo y determinado. No camina hacia nosotros, ella solo está pisando fuerte.

—Jungkook solo estaba dándome un consejo.

Laia apenas hace contacto conmigo y me doy cuenta que esto se pondrá
feo. Su expresión me dice todo lo que necesito saber, no me dejará ver a mi hijo.

—Ve al carro Junseol. ¡Ahora! —Laia lo dice muy parecido a aquellas
madres de las que solíamos reírnos cuando éramos jóvenes.

No muevo ni un músculo, espero hasta que él este lo
suficientemente lejos antes de moverme hacia ella.

—No te acerques más, Jungkook, hablo en serio, no sé qué juego estás
haciendo pero quiero que te detengas ahora y quiero que te vayas, necesitas
irte y olvidarte de él.

—¿De qué demonios estás hablando?
Él me pidió que viniera y dije que
lo haría, hubiera estado aquí todo el tiempo si lo hubiera sabido pero no lo
sabía, así que no me vengas con esa mierda de qué estoy jugando, Laia, lo mantuviste lejos de mí y sí, sé que no podías conseguir que contestara el
celular, pero había otras maneras. Bájate de tu caballo, Kang Laia, porque si caes no será lindo.

Meto mis manos en mis bolsillos y camino lejos, no quería explotar con
ella pero me incitó a hacerlo.

—¡Lo intenté! —Me detengo y me giro. — intenté contactarte de otras maneras...

—¿Es eso cierto?

—Sí, lo es. —Se queda de pie con las manos en sus caderas y sé que está
cansada de tanta mierda.

—Estoy seguro que lo hiciste. — asiento, abatido — hablaremos de esto en otro momento. Ambos podríamos decir cosas que no queremos y yo... no quiero arruinar aún más esto.

Giré nuevamente para comenzar a caminar lejos, sintiéndome como la peor mierda del mundo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro