Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO OCHO.


Laia.


Jimin me saca de la iglesia hacia el estacionamiento. Supe que él estaba
enojado cuando vi su cara caminando por el pasillo, pero no es como si
supiera que Jungkook iba a aparecer aquí. Jimin nos lleva detrás de la iglesia y me da vuelta, para que mi espalda esté contra la pared.

—¿Hasta cuándo, Kang Laia?

Dios, odio cuando la gente usa mi
nombre completo. Es como que estoy en problemas aunque soy un adulto.

—Él apareció anoche.

—¿No querías decirme? — él estaba furioso. El tono de voz que estaba utilizando no me estaba gustando en absoluto.

Realmente pensé que Jimin y yo éramos mejor que esto, que teníamos una relación más fuerte.

—Jimin, no estoy escondiéndote nada. Él apareció anoche, discutimos y se fue. No sabía que iba a estar aquí hoy y honestamente estoy más centrada en Lía. Hoy no se trata de Jungkook, se trata de Lía y las niñas.

—¿Cómo conoce él a Junseol?

Respiro profundo.

—No lo sé —respondo con sinceridad.

Tengo mis sospechas, pero yo no
iba a preguntarle a Jungkook y definitivamente no voy a tocar este tema con Junseol.

Jimin comienza a caminar, jalando su cabello rubio, furioso. Habla solo. Parece que está teniendo una pelea con una persona imaginaria.

—Dile a Jungkook que quiero reunirme con él más tarde.

—¿Por qué? —pregunto con curiosidad. Jimin se detiene frente a mí y agarra mis brazos, sujetándome a la pared. Nunca lo he visto así antes.

Esta es una parte de él que no me gusta.

—Porque tendré a mi abogado redactando los documentos de adopción para que él pueda firmar su patria potestad ahora.

No puedo creer lo que escucho. Sé que él quiere adoptar a Junseol, pero
nunca lo hemos discutido. Ni siquiera sé si esto es algo que quiero que haga.

Jun es mío, él no necesita tener el apellido Park. Incluso si estamos
casados, las cosas pueden seguir igual entre ellos. Ellos tienen una bonita relación así como está.

—Um…

—Oigan chicos, Junseol está buscándolos. —Miro para encontrar a Eunji parada a unos metros de distancia. Jimin se aleja, soltando mis brazos. Trato de no hacer una mueca cuando la sangre empieza a fluir de nuevo. Le sonrío a Eun para hacerle saber que todo está bien.

—Gracias, Eunji. —Ella sonríe y se aleja, dejándonos para resolver esta
mierda.

—Jimin, solo porque Jungkook está aquí no significa nada. — Lo jalo hacia mis brazos. Él está reacio a dejarlo estar, pero de todas formas besa suavemente mis labios.

—Lo siento, nena. No sé qué me ha pasado. Verlo aquí y guiñándole un
ojo a Jun, yo solo... mi sangre comenzó a hervir. Él pudo haber creado a ese chico, pero esta es mi familia y no permitiré que se la venga a dar de super padre ahora — espeta aún muy enojado —. Entre más rápido se marche será mucho mejor.

—Estoy de acuerdo — le di la razón para zanjar este tema de una vez por todas — pero no hay que darle una razón para quedarse, ¿de acuerdo? —Jimin asiente y me lleva de vuelta a la multitud de personas reunidas.

Encontramos a Junseol y nos dirigimos a nuestro auto, así podemos
seguir el cortejo fúnebre y el coche de la familia. Los portadores del féretro
necesitan estar en línea así pueden estar haciendo guardia allí también, como mi padre diría.

El cortejo fúnebre va a través de la ciudad, por la escuela preparatoria
que se ha convertido en un santuario para Yoongi. El juego de esta semana fue pospuesto. Es la primera vez en la historia de Geumjeong High que el equipo no tomará el campo. Yoongi tocó a tanta gente que esta pérdida se sentirá por los próximos años.

Cuando nos detenemos en el cementerio, algunas personas ya se han reunido. Trato de no buscar alrededor a Jungkook cuando salgo del auto, pero mis ojos merodean. Él se detecta fácilmente. Él es el tipo que llama a las solteras y algunas mujeres-no-tan-solteras a su alrededor.

—Dame un descanso —murmura Jimin mientras salimos del auto.

—No es como si pudiera apagar quién es, Jimin. No lo ves firmando autógrafos ni nada. Él está de pie con los otros chicos.

—¿Lo estás defendiendo?

Niego con mi cabeza y agarro la mano de Junseol para caminar. No quiero armar un drama en un momento como este. Caminamos al sitio del
entierro de Yoongi y encontramos un lugar para estar de pie.

—Tus flores se ven bien, Laia. —Una vecina de Lía se me acerca.

No recuerdo su nombre, pero debería. Debería conocer a todos en el pueblo.
Le agradezco y ella promete pasar por la tienda.

—Mamá, ¿por qué están todas esas mujeres hablando con tu antiguo
novio? — Miro a Junseol y me pregunto cuánto ha averiguado.

Quiero preguntarle donde conoció a Jungkook, pero eso tendrá que esperar. No puedo evitar ver al idiota de Jeon. Él me mira y nuestros ojos se encuentran. Le doy una sonrisa suave y él se apena que lo vea en una situación que a mi parecer, se ve incómoda.

—Es un músico. Supongo que quieren su autógrafo.

—Bueno, eso es una tontería. Si yo fuera famoso y mi amigo muriera,
yo no querría dar autógrafos.

—Apuesto a que Jungkook está pensando lo mismo, cariño.

Mientras nos dirigimos a donde esta Lía para la celebración de vida de Yoongi, estoy desconcertada de que ella quisiera hacerla en su casa.

Jimin y yo ofrecimos la nuestra, pero ella se mantuvo firme, diciendo que eso es lo que hubiera querido Yoongi; una fiesta en su casa.

¿Una fiesta?

No tengo ganas de tener una fiesta.

Tengo ganas de acurrucarme en mi
silla grande, envolverme en una manta y ver películas caseras viejas.

Jimin me ha atrapado haciendo eso unas cuantas veces desde que Yoongi nos dejó, cada vez la expresión en su rostro es la misma. Sabía que él no era feliz de que estuviera mirando eso.

Que él estaba probablemente cuestionando mi devoción a él; que esos no eran nuestros recuerdos sino los míos y de Jungkook.

Ya estamos en la “fiesta” como Min la hubiera llamado cuando Jungkook
entra. Estoy tratando de no juzgar, pero tiene un harén de chicas siguiéndolo.

No puedo decir si a él le gusta esto o no. Solía saber lo que cada uno de sus
rasgos faciales quería decir, pero ha pasado mucho tiempo.

Suni corre hacia él y jala la chaqueta de su traje. Él sonríe y se pone de cunclillas para estar al mismo nivel.

Él jala de una de sus coletas y
ella deja escapar la risa más increíble.

—¿Son todas ellas tus novias?

No puedo evitar reír e inclinarme más cerca para poder oír la respuesta.
La mitad de mí quiere saber más de él, pero la otra mitad, la mitad lógica, la más racional no quiere darle importancia y no puede esperar a que se vaya.

Él mira a esas mujeres y hace una mueca.

—No, no las conozco. ¿Son amigas tuyas?

Suni niega con la cabeza. Jungkook se inclina y le susurra algo que la hace
reír de nuevo.

—Disculpen, ¿ustedes conocen a mi papi?

Una de las mujeres echa la cabeza hacia atrás y se ríe como si esta
pregunta en particular es la más divertida que jamás haya escuchado.

—No, no lo conocemos, pero nos gustaría. —Se vuelve y mira a sus
amigas y todas ellas sueltan risitas.

¿No se dan cuenta de dónde están?

Suni da un paso adelante, con las manos en sus caderas. Antes de que
ella tenga la oportunidad de decir algo, Lía aparece de la nada.

—Lo siento, no creo que nos hayamos conocido. ¿Cómo conocieron a Yoongi?

—Oh, no lo conocemos. Escuchamos que Jk  iba a estar en esta fiesta y la suerte quiso que él estuviera justo saliendo de su auto cuando llegamos.

La mirada en la cara de Jungkook es tan incómoda que siento lástima por él. Está sosteniendo la mano de Suni, ni siquiera está mirando a las mujeres
detrás de él.

—Desafortunadamente, este no es su día de suerte. Jk no está aquí y no vive en Geumjeong,  lo que podrían hacer es tratar de atraparlo de gira o algo así.

Las tres se echan a reír, una de ellas señalando.

—Ese de ahí es Jk. Te lo juro por mi vida.

Lía mira a Jungkook, que está lleno de remordimiento. Simplemente estoy asombrada de su capacidad para permanecer calmado y frío.  Jimin me besa en la mejilla y camina hacia él.

—JeonJun, ¿quieres lanzar la pelota?

Jungkook mira a Jimin y asiente. Encontré algo gracioso que juntara su apellido y parte de su nombre, escuchándose algo divertido. Cuando me ve parada recargada en la pared viendo todo este intercambio su expresión es ilegible.

—Bueno, vieron eso, su nombre es JeonJun. Fuera. —Doy un paso adelante y ayudo a Lía a llevar a las mujeres fuera de la casa.

—Lo siento mucho, Lía. —Nunca he tenido que pedir disculpas por Jungkook antes. No estoy segura de por qué lo estoy haciendo ahora.

Lía agita su mano como si no fuera gran cosa.

—Era solo cuestión de tiempo antes de que alguien chismoseara que
estaba en la ciudad. Las cosas pueden ser tensas, pero no hoy. Yoongi lo
habría querido aquí.

No sé si ella está despotricando contra mí o no. Tal vez debería haber
llamado a todos ayer por la noche y decirles que había vuelto, pero no sabía si él estaría aquí hoy. Diablos, ni siquiera sabía si él sabía sobre Yoongi.

Supongo que podría haberles dicho, pero estaba más preocupado por salvar a mi hijo de la inminente tristeza.

Una pelota volando por la ventana llama mi atención. Salgo y mi corazón se detiene porque en un mismo espacio está el hombre que una vez
amé, el hombre con el que voy a casarme y el que nos une a todos, juntos jugando fútbol.

Creo que habrá más tensión.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro