12 años después.
—¡Papá! —se escuchó la voz de Joonhe.
Namjoon y Seokjin corrieron escaleras arriba, completamente asustados. Podían sentir el miedo de sus hijos.
Seokjin fue el primero en entrar a la habitación donde sus hijos se encontraban, siendo golpeado por fuertes feromonas dulces.
—El celo de Soobin llegó al fin —el omega miraba a sus padres preocupado.
Manwol entendió que no debería estar ahí así que tomando el brazo de su padre alfa salieron de la habitación.
—Papá —soltó con un gemido de dolor, sus feromonas siendo más fuertes por cada segundo que pasaba.
—Todo estará bien cariño, papá cuidará de ti —dejó en un besito en su frente—. Joonhe, ve por supresores, por favor.
El joven omega asintió, saliendo de la habitación de su hermano para buscar aquellos supresores que ya conocía bien.
Sus pequeños ya tenían quince años y con ello había llegado su primer celo, al fin presentándose. El primero en presentarse había sido Joonhe, siendo un omega con olor a galletas de vainilla, luego se presentó Manwol, toda una alfa fuerte de olor a caramelo y ahora fue turno de Soobin, un omega de olor a cerezas dulces.
Seokjin miraba con tanta alegría a su pequeño, él también se había presentado como un omega, claro que desde muy temprana edad había tenido indicios de que así sería, al contrario de Joonhe, Seokjin pensó que sería un beta, incluso un alfa pero su sorpresa fue tanta cuando su habitación se llenó de olor a galletas de vainilla.
Y por parte de Manwol, ahora entendían muchas cosas, había sobrevivido porque desde pequeña fue tan fuerte como un alfa y en todo su crecimiento su lazo con Namjoon fue más grande, siempre lo escuchaba, siempre intentaba ser como él, siendo su padre alfa su gran ejemplo de lo que ella quería ser, una alfa respetuosa y dedicada a su familia.
Su pequeño Soobin soltó otro chillido lastimero, cubriendo con sus manos su vientre bajo, intentando que el dolor se fuera.
Joonhe apareció por la puerta, llegando hasta su padre con un supresor y agua. Pronto Seokjin lo tomó para entregárselo al omega.
Soobin se dejó caer en su cama, implorando porque el supresor hiciera efecto pronto para que el calor y dolor se fuera, incluso tenía tantas ganas de llorar por la vergüenza de sentir su cama mojada por su lubricante natural, que estaba seguro papá y su hermano podían oler.
—Todo estará bien ahora, cariño, papá y Joonhe te ayudaremos y cuidaremos hasta que entiendas por completo a tu lobo —dejó otro beso en su frente—. Ahora andando, vayamos a cambiarte y a cambiar tus sábanas.
—Pero papá —sus labios formaron un puchero, sus mejillas rojas y sus ojos llenos de lágrimas.
—Es completamente normal mi amor, ya habíamos hablado sobre los primeros celos, todos en esta casa pasamos por el primer y difícil celo.
—No es cierto, Hyejin todavía no tiene su celo —hizo puchero, demostrando su naturaleza omega.
—Es porque ella tiene doce años, tonto —Joonhe se burló.
—Soy mayor que tú, lobo feo, no me hables así —sacó su lengua hacia su hermano.
—Basta, parecen dos cachorritos peleando por algo absurdo —rio un poquito.
—Estoy listo, papá —suspiró rendido.
Seokjin y Joonhe lo ayudaron a levantar, yendo hacia al baño con papá mientras Joonhe se tomaba la tarea de sacar las sábanas y cambiarlas por unas secas y limpias.
Así fue como los tres cachorros obtuvieron su celo, ahora solo faltaba que la más pequeña se presentara, pero todavía faltaban tres años para eso.
Diez años después.
—Papás, estoy esperando un cachorro —soltó, sus padres mirándolo sorprendidos por diferentes razones.
Primera razón, sus hijos ya eran mayores, tenían veinticinco años, pero les sorprendió que ya comenzaran a tener a sus propios cachorros con sus parejas, al menos Soobin era el primero ya que Joonhe se las ponía difícil a una alfa y esta hacía de todo para cortejarlo. Manwol no daba indicios de nada todavía, por el momento era feliz con su linda omega. Y Hyejin, que era la menor de los cuatro, no se interesaba en nada más que terminar sus estudios, era una beta tranquila y no quería relacionarse con nadie todavía, sin importar los y las alfas, betas, incluso omegas que estaban a sus pies.
Segundo, su aroma seguía siendo dulce, pero no excesivo, no tenía ni una pizca de otro aroma que no fuera a pinos, el aroma del alfa que estaba a su lado abrazando su cintura.
—Amor... —la voz de Seokjin tembló, teniendo un pequeño deja vu.
—Papi, mi lobo me lo dice, voy a tener un cachorrito —sus manos viajaron a su vientre con total emoción, Yeonjun lo miraba entre preocupado y apenado.
Namjoon parecía que se veía reflejado en los ojos de aquel alfa porque él había vivido lo mismo hace veinticinco años atrás.
—Binnie, papá quiere hablar a solas contigo —luchaba para no llorar, sintiendo que él tenía la culpa de que su cachorro estuviera viviendo un embarazo falso similar al suyo.
Ambos omegas dejaron a la familia en la sala de casa para subir a las habitaciones. Cuando ambos desaparecieron, el joven alfa cubrió su rostro para llorar de frustración.
—Hey, tranquilo Yeonjun.
Namjoon se puso de pie, caminando hasta sentarse junto a este.
—Lo siento señor Kim, su hijo no espera un cachorro, yo... Yo no anude en él, Soobin me cuenta que quiere disfrutar de la vida antes de que tengamos cachorros así que no podía romper sus sueños dejándolo preñado, no sin su completo consentimiento, no hasta que estemos completamente seguros y casados.
Namjoon soltó un gran suspiro, colocando una de sus manos en el hombro del joven alfa.
—Hace veinticinco años mi omega y yo pasamos por lo mismo, un embarazo falso que puso nuestro mundo de cabeza, pero que afortunadamente todo salió bien.
—¿Qué fue lo que hizo, señor Kim? ¿Cómo ayudó a su omega a superar esta etapa? —con ojos suplicantes miró a su suegro, en busca de una respuesta para que su omega no sufriera.
—Yo lo preñe de verdad y así terminó todo.
—Señor Kim...
—Tranquilo muchacho, ustedes dos son destinados y en algún momento iban a tener cachorros, no pasa nada porque se adelante un poco —rio—. Solo cuida de mi pequeño, entiende que él y su lobo están confundidos, dale todo tu amor y comprensión. Y, sobre todo, apóyalo, él tampoco la está pasando bien, ahora está feliz con la noticia, pero cuando entienda que no espera cachorros todo se irá en picada.
—Entonces... ¿Puedo anudar en su hijo? —preguntó.
—Es incómodo que preguntes esto, pero sí, debes hacerlo, el embarazo psicológico regresará en el próximo celo si no se embaraza ahora.
—¿Y se irá?
—El cachorro será su salvación y el embarazo falso se irá para siempre.
Yeonjun soltó un suspiro de alivio, limpiando sus lágrimas para sonreír decidido.
Tal vez era momento de adelantar sus planes, lo bueno era que siempre llevaba con él el bonito anillo de compromiso con el que le pediría a Soobin que fuera suyo.
¡Hola!
¿Cómo están?
¿Qué les pareció?
Bueno, este extra fue escrito por una ideíta que me dejaron en los comentarios
Como leyeron, todos ya son mayores, el Namjin se siguen amando como el primer día, incluso serán abuelos próximamente jaksja
Las tres lutitas ya son mayores de edad y tienen a sus respectivas parejas, la cuarta hija también ya se presentó y de ella no hablamos mucho pero es muy parecida a Seokjin, por ello su nombre, se presentó como beta y ama mucho leer libros y estudiar demasiado, es como una versión femenina de Namjoon pero con rasgos de Seokjin 💜
Si quieren otro extra dejen aquí lo que les gustaría leer y veré que puedo hacer ❤
Muchas gracias por todo, de verdad que no me canso de agradecerles el buen recibimiento que tuvo esta fic y pensar que esta idea nació porque mi perrita pasó por un embarazo psicológico jajsja
Les amo mucho 💜
Gracias, gracias gracias, espero leernos en próximas fics ❤
¡Adiós!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro