El cuarto mes llegó, cada día era un día menos para concluir los dos meses faltantes y entonces conocerían a sus lunitas.

—Los cachorros están excelentes, sus corazones se oyen de maravilla y como vimos en el ultrasonido, ellos ya comenzaron a abrir su boquita y a moverse, todavía no lo sientes, pero estoy seguro que lo harás pronto. Cada día tus bebés se fortalecen rápido, solo faltan dos meses y ellos nacen, ahora todo será más notorio, comenzando con la hinchazón de tu vientre, es más grande que los meses pasados. También tus pechos, no quiero mirarlos porque tal vez te sientas incómodo con ello, incluso pienso que el señor Kim me mataría así que doy por hecho que todo está bien —sonrió el beta, dejando su equipo en su lugar.

—¿Ya podré sentirlos? —preguntó con ilusión.

 —Así será, Seokjin. Como dije, ya comenzaron a moverse, es tan leve que no lo sientes, pero ahora están tan activos que comenzarás a sentirlos, así que no te preocupes, es completamente normal y como son tres puede que sientas los movimientos por más tiempo de lo normal ya que cada bebé se mueve a su tiempo. Incluso puedes escuchar el latido de sus corazones si te concentras por completo. Muchos omegas en gestación recurren a escuchar el latido de sus cachorros cuando los tiempos son difíciles, y está comprobado científicamente que ello puede reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión en el padre o madre, son como una bonita terapia que cura el corazón y el alma.

Seokjin escuchaba atento, le encantaría poder escuchar el latido de sus bebés sin tener que esperar cada cita con su doctor.

—¿Cómo puedo hacerlo?

—Solo necesitas estar tranquilo y relajado, concéntrate nada más que en tus bebés, todos tus sentidos están más activados así que no será difícil, incluso tu alfa puede escucharlos, solo concéntrense y los escucharán.

Namjoon y Seokjin se miraron felices, sus aromas se mezclaban en el consultorio. El beta les regaló una última sonrisa para ayudar a limpiar el vientre de Seokjin y ahora caminar hasta su escritorio.

Después de charlar un poco más con el doctor salieron del consultorio hasta el auto del alfa. Namjoon se había vuelto más protector y atento, siempre lo fue, pero ahora su lobo y él querían serlo más, odiaban la idea de que algo molestara la tranquilidad de su omega o que algo les hiciera daño a los cachorros. Así fue como se apresuró a llegar al auto para abrir la puerta y ayudarlo a entrar.

El omega soltaba feromonas dulces con leves toques a leche y aroma a bebé. Namjoon respiró hondo, sintiendo su corazón tan agitado ante la emoción y el cariño que Seokjin le transmitía por el lazo, incluso sintió las tres pequeñas conexiones con los cachorros y eso lo hizo inflar su pecho con orgullo y amor.

Terminó de colocarle el cinturón de seguridad a su omega para dejar un beso en sus labios y ahora subirse al lado que le correspondía. El motor del auto rugió al ser encendido, entonces se puso en marcha con destino a casa. Seokjin quería regresar al trabajo, quería ir hasta que ya no pudiera seguir trabajando pues al cumplir el próximo mes por su seguridad y tranquilidad para ambos, Seokjin y Namjoon se quedarían en casa hasta esperar que se cumpliera el sexto mes y con ello la llegada de las tres lunitas.

Namjoon condujo tranquilo, disfrutaría cada segundo con su omega, pero Seokjin estaba tranquilo y relajado, con sus ojitos cerrados mientras una de sus manos acariciaba su vientre y la otra estaba encima de la del alfa que acariciaba la pierna del omega con delicadeza.

Seokjin soltó una ráfaga de feromonas, estas estaban cargadas de felicidad y tranquilidad, Namjoon sabía lo que este le pedía así que con una sonrisa y ojos concentrados en la carretera soltó las suyas.

Vainilla, leche, y chocolate amargo; una de las mejores combinaciones para la pareja.

«Pum, pum, pum»

Y Seokjin abrió sus ojos, asombrado, sonriendo grande y sujetando la mano de su alfa mientras sentía sus ojitos llenarse de lágrimas. Eran los corazoncitos de sus cachorros, estaban en diferente sincronización, pero el sonido era el mismo.

El doctor le había dado una nueva felicidad a Seokjin al comentarle que podía escuchar el latido de sus cachorritos sin necesidad de esperar cada mes para sus chequeos.

Namjoon apartó los ojos se la carretera rápidamente, mirando que todo estuviera bien en su omega.

—¿Qué pasa mi luna? —preguntó, regresando la mirada al frente y acariciando la mano de este.

—Pude escuchar sus corazones —confesó feliz.

Y el alfa sonrió alegre, tan alegre porque su omega pudiera ser feliz con aquello.

—Cuando lleguemos a casa lo haremos juntos, escucharemos a nuestras lunitas —sonrió, su voz siendo tan dulce y alegre.

El alfa asintió sonriente, aumentando un poco la velocidad del auto para llegar cuanto antes a casa. Claro, siendo completamente cuidadoso al volante pues no solo su vida dependía de él, sino de sus cuatro lunas.

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Espero que les guste 💜

Como notarán estoy corriendo el tiempo por cada mes, pronto los cachorritos llegarán ❤

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