Capítulo siete.
Namjoon soltó un suspiro, dejando el celular nuevamente en su escritorio. Miró al frente, el beta seguía en su misma posición inicial y con su agenda en manos.
—Lo escucho, señor Kim —sonrió un poco— ¿Necesita que cambie algo de su agenda?
—Sí, por favor. Cancela todas mis citas y reuniones del próximo viernes, a partir de las doce de la tarde ya no quiero saber nada del trabajo. También quiero que averigües si puedo obtener una cita con el obstetra del Hospital al que siempre acudo.
El beta pareció feliz ante aquello, asumiendo que su jefe tendría un cachorro así que con una sonrisa terminó por escribir todo y felicitarlo.
—Lo tengo señor Kim, haré todo lo posible y muchas felicidades —sonrió.
Namjoon no supo que contestar, sonrió levemente para indicarle que se retirara. El beta hizo una reverencia antes de salir de la oficina.
El alfa volvió a quedarse solo mientras sobaba su sien, estaba estresado por la cantidad de trabajo que se había acuminado para aquella semana, también porque quería una cita cuanto antes para saber si lo que Seokjin sentía era de verdad un bebé.
Por su parte, Seokjin se veía más radiante que de costumbre, su alfa al principio estuvo sin ninguna expresión, pero cuando cayó en cuenta del asunto también estuvo feliz y pudieron dormir tan emocionados.
Al despertar había corrido a vomitar, Namjoon lo había seguido de cerca, sobando su espalda y acariciando sus cabellos. Con delicadeza lo subió al lavabo para mirarlo con preocupación, pero la sonrisa del omega lo hizo sonreír de vuelta.
Las manos de Seokjin se dirigieron a su vientre, tan ansioso porque su alfa también las colocara en la zona. Namjoon entendió, con una sonrisa pequeña las colocó en el lugar, sintiendo la piel cálida y suave de su vientre.
—Estoy bien, siempre lo estaré porque se trata de nuestro cachorro —susurró.
Namjoon dejó un beso en su frente para bajarlo y comenzar a retirarle su ropa. Cuando su omega estuvo desnudo frente a él lo llevó hasta la tina, abriendo la llave del agua fría y caliente al mismo tiempo. Seokjin entró sonriente, en espera de su esposo.
El alfa le sonrió antes de salir del baño y regresar con la ropa que usarían ese día. Esperó a que la tina se llenara, lo magnífico es que tenían una buena presión y el agua salía con fuerza y rapidez, llenándola en cuestión de minutos. Entró en ella, colocando los jabones líquidos que tanto amaba Seokjin para mirarlo levantarse levemente en espera de que tomara su lugar para sentarse en su regazo y darse un baño entre besos y cariños.
Ahora Seokjin se encontraba en el trabajo tan sonriente y tarareando canciones de cuna cuando no estaba atendiendo a ningún cliente.
Los días siguientes fueron igual, Namjoon se estresaba por el trabajo y la incertidumbre de saber sobre el cachorro que decía su omega y Seokjin intentaba adaptarse a los vómitos matutinos y mareos.
Cuando lo notaron ya era viernes por la tarde, Seokjin estaba en busca de sus cosas mientras esperaba a su alfa.
—Tranquilo hyung —Taehyung le dijo—. Estás tan nervioso que no recuerdas que dejaste tu celular en la sala de descanso.
Seokjin pareció recodar pues corrió hasta el lugar, dejando a un sonriente Taehyung que regresaba a seguir trabajando.
Al regresar al local los menores atendían a los clientes con una gran sonrisa, podía estar tranquilo por dejarlos a cargo de la floristería por ese día.
La campanita del lugar sonó, Taehyung y Jimin saludaron al alfa desde sus lugares. Seokjin elevó la mirada, encontrándose con su alfa caminando hasta él. Su sonrisa se hizo grande y su corazón pareció latir con alegría. Ambos lo sintieron, llenándose de felicidad.
Namjoon terminó de llegar hasta su omega para tomarlo en brazos, hundiendo su rostro entre su hombro y cuello, llenándose del aroma a vainilla de este.
Seokjin rio, abrazándose al alfa para después besar sus labios en forma de saludo.
—Estuviste nervioso todo el día, cariño. Tranquilo, ya estoy aquí —sonrió.
—Gracias alfa, ahora vayamos con el doctor, tenemos que conocer a nuestro cachorro ¿De acuerdo?
Namjoon asintió. Por más que quisiera gritar que no sentía ningún cachorro, no podía lastimar de aquella forma a su omega, así que solo sonreía y lo llenaba de cariñitos.
Sus manos se entrelazaron y pronto caminaron hasta la puerta principal.
—Cuídense chicos, en cuanto tengan noticias del cachorro que nos avisen —Jimin comentó sonriente.
—Sí, nosotros también queremos saber —Taehyung dijo.
—Claro, en cuanto sepamos algo les diremos —Seokjin les sonrió, llevando una mano a su vientre.
—Tengan cuidado chicos, por favor esperen a sus alfas dentro del local. En cuanto termine la jornada cierren todo y quédense dentro —Namjoon les dijo.
Ambos omegas asistieron agradecidos por la preocupación del alfa. Pronto la pareja se despidió para salir del local y caminar al Ford Mustang GT color negro del alfa que los esperaba, ganándose las miradas de todos los que pasaban por su lado.
Namjoon dejó pasar al omega primero, colocándole el cinturón de seguridad y luego cerrando la puerta para rodear este y subirse de su lado.
Dio una rápida mirada al omega que parecía perdido en sus pensamientos, acariciando su vientre, para ahora encender el motor y conducir con destino al Hospital central de Seúl donde ya los esperaba el obstetra.
¡Hola!
¿Qué les pareció?
Pronto sabrán un poco más de lo que sucede con Seokjin
Nos leemos en el próximo capítulo ➡️
¡Adiós!
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