El frío aire palpó en su cuerpo en cuanto salió de la cabaña, el corazón de Tae se mantenía acelerado y solo podía inhalar y exhalar exageradamente, "carajo" susurró, no entendía lo que estaba pasando, solo sintió que el tiempo voló rápido estando con él adentro y aún no sentía que procesaba todo lo que había pasado.

La sudadera negra aún seguía en sus manos y Tae la sostenía con fuerza, "debería devolverla" pensó, aunque no se movía, "debo devolverla", tomó la manija para volver pero la puerta fue jalada hacia dentro. 

Nervioso, recorrió al chico con la mirada hasta llegar a su rostro, un gran silencio inundó el ambiente volviéndose cada vez más pesado.

- Perdóname - susurró su contrario interrumpiendo el silencio.

Tae no sabía qué decir, sabía que sentía una inmensa culpa pero las palabras no salían de su boca.

- Si no quieres ponértela lo entiendo.

Tae miró la sudadera, sin saber bien qué quería, por un lado, quería ponérsela y sentir el calor de la chamarra del chico guapo pero por otro, no quería sentirse incómodo usando algo que no le pertenece.

"Si la quiero" pensó decisivo, además, no encontraba la suya.

- La quiero.

- Claro, quédatela - le sonrió.

Tae trato de devolver la sonrisa pero se volteó apenado y solo comenzó a caminar hacia el sendero.

Cuando volteó, el chico no estaba; se colocó la sudadera y buscó al peliblabco con la mirada.

Su mejor amigo platicaba con alguien poco mas alto que él, cuando Tae se acercó pudo observar su rostro, con maquillaje negro al rededor de los ojos y ropa negra tipo emo.

- Tete, que bueno que volviste, el es Kim SeokJin, Jin él es Tae.

- Mucho gusto - estiró su mano hasta Tae con una sonrisa.

- Igualmente - correspondió al saludo algo penoso.

- Bueno, tengo que irme es tarde.

- Claro - sonrió el peliblabco - hasta mañana.

- Hasta mañana - le devolvió la sonrisa.

- Adiós Tae.

Tae se despidió con un movimiento de mano.

El peliblabco se quedó mirando a la dirección de Jin, parecía entusiasmado, feliz y Tae sabía lo que le pasaba.

Lo miró alzando las cejas. Tae nunca hubiera imaginado que su mejor amigo terminara con un chico Emo.

Caminaron por el sendero una vez más, el peliblabco sostuvo con dos dedos la sudadera negra - ¿Es tuya?

Tae negó con la cabeza - No, me la prestaron.

- ¿Alguien más te la prestó? A ti?, bueno es que sabes que no te llevas con muchos y...

- No me llevo con él.

- ¿Él, quién es? Espera, si no te llevas cómo..

- Resulta que si tengo compañero de cuarto.

- Oh vaya, ¿Ya no había más espacio?

- Si había solo que eligió mi habitación.

- Vaya, entonces, supongo que ya te lo habías encontrado.

- Umm, algo así.

- ¿Algo así?

- Ujum.

Sin más plática se dirigieron al comedor, la cocina estaba cerrada pero pudieron servirse unos basitos con agua se jamaica.

- ¿Qué haremos mañana?

- Me dijeron que escalar.

Tae asintió dejando su vaso en la mesa.

- Mañana me tienes que presentar a ese chico.

Tae casi se ahoga con el agua en su boca, pudo tragarla bien y respiro unos segundos imaginando presentándole al chico guapo como si fuera realmente su amigo, asintió antes de tardar más de lo normal.

- ¿Estás bien?

Tae recupero el aliento.

- ¿Qué pasa son Jin?

- ¿Jin, de que? - dijo ocultando su mirada.

- ¿Te gusta?

El peliblabco comenzó a reír notoriamente sonrojado - No solo, me lo encontré, bueno, es lindo y...

Tae comenzó a reír - ¿Es lindo?

- Osea, si puede ser.

- ¿Puede ser? - río más.

El peliblabco se notó más sonrojado aún y luego rió - Bueno, pues.. si es lindo.

- Lindo - repitió Tae y el peliblabco río nervioso.

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Los rayos del sol apuntaban a su rostro, Tae cerró los ojos fuertemente y se volteó del lado de la pared, cuando se despertó completamente y revisó su reloj de muñeca se dio cuenta de lo tarde que era. Las 9 de la mañana. 

La noche anterior había regresado a su cabaña tarde, el chico ya estaba dormido y ahora su cama estaba perfectamente tendida, sintió sus mejillas sonrojarse al imaginar al chico cambiándose dentro del cuarto mientras Tae dormía profundamente. Maldijo y luego se paró rápidamente.

En cuanto terminó de cambiarse salió de la cabaña y se dirigió al comedor acomodando sus cabellos.

Intento no pensar más en todo, pero definitivamente no quería ver al chico y sentir su cara llena de vergüenza, su mejor amigo sabía que Tae se levantaba tarde, con el peliblabco perdió la pena hace mucho.

En cuanto llegó tomó una charola para servir su comida, huevo.. fruta, sándwich, no sabía qué elegir, la señora lo miraba frustrada, frijoles...

Sintió un peso más en su charola, una cuchara, kiwi con fresa, un brazo proveniente de atrás de él de...

- Son las frutas más ricas - sonrió el chico guapo.

Tae casi suelta la charola.

- Ahh s.. si, gracias.

Sus ojos no se despegaban de los de Tae, las mariposas de su estómago volaban también a su alrededor con aleteos lentos y suaves, dejándolo en una burbuja lenta de miradas profundas.

Podría jurar que pasaron 2 minutos, cuando solo fueron unos segundos cuando Tae se dio por apartar la mirada.

El chico miró para otro lado y luego habló - Bueno, el huevo también está rico, puedes servirte de ese, yo.. me tengo que ir dejé a mi mejor amigo.

Tae asintió, sintió raro, vacío, no le gustaba.

El chico se sentó junto con... Jin, ¿Jin?

Y su mejor amigo, estaba justo a su lado.

"Ahora qué" pensó, aunque de igual manera no tenía otra opción.

Se dirigió hasta su mejor amigo, lo miró y le dio una sonrisa y luego se sentó, sin despegar su mirada de su comida, Tae ya no oía a nadie hablar, el silencio comenzaba a volverse incómodo.

Miró un poco a sus lados, Jin y el chico lo miraban, Tae volvió a bajar la mirada.

- ¡Tae! que bueno que te sientes nosotros - dice Jin.

- Am si, me siento con mi mejor amigo.

- Oh, claro.

- Tae y yo siempre nos sentamos juntos - río el peliblabco nervioso - espero que no les moleste.

- Para nada yo ya siento que me cae bien - dice Jin.

- Si, parece un chico amigable - dice el chico guapo mirando a Tae.

- Genial, me alegra que todos convivamos ¿verdad Tae?

Tae asintió, no le gustaba socializar pero se sentía cómodo con el chico guapo, el cual, Jin lo llamó "Cook", así que desde ahora lo llamaría así "Cook", era extraño, en realidad, Jin se sentó con el peliblabco, al igual que Tae pero "Cook" se sentó con Jin.

Y ahora se supone que todos eran amigos, "que absurdo" pensó.

Cuando terminaron sus desayunos, los mandaron a formarse en filas cerca del bosque.

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