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Cap.1-Tiempos Difíciles.










Ellie Prewett.




Un día escuché decir a un profesor de Hogwarts, que los adolescentes tendemos a tener crisis de identidad, aunque estoy segura que la mía es diferente. 

Ver mi rostro en el profeta ya no me sorprende. Supongo que se debe a que es la segunda vez consecutiva en la que aparezco. La primera fue por entrometerme en la última prueba del Torneo de los tres magos y apoyar a Harry Potter en su testimonio sobre el que no debe ser nombrado habia regresado. Aunque ahora es diferente, mi nombre, es decir, mi nombre real, está escrito con letras gigantes al pie de la pagina con una fotografía mía. Liana Katrinna Crackfford, la heredera Crackfford es encontrada después de quince años. Ni siquiera yo sabía. Que hacerle.

Doblo el periódico a la mitad para evitar ver mi cara de nuevo y lo dejo en la mesa de enfrente.

—¿Descansando de la fama? —pregunta Cedric Diggory mi ex,  acercándose cautelosamente, notando de alguna manera mi frustración.

—En realidad, descansaba de tu tía —respondi discretamente, con una sonrisa —Me hizo muchas preguntas.

—Es muy imprudente —asiente con ganas de reírse.

Estábamos en su fiesta de graduación que sus padres le habían preparado por terminar el colegio con honores.  El hecho de haberme traído levantaba sospechas, aunque no era la única amiga del colegio ahí. También estaban sus amigos, sin embargo era la única con el historial de novia.

Aunque ahora mismo no sabía con exactitud dónde se encontraba nuestra relación.

—Me di cuenta.  

—¿Quieres ir a mi cuarto? —dijo haciendo que mis ojos salten de sorpresa pero el solo sonríe apenado —a platicar. Necesito contarte algo. 

Asentí y me levanté del sillón. Ambos nos fuimos sigilosamente, aunque nadie nos prestó atención realmente, ya que todos escuchaban entretenidos la historia de Amos Diggory hablando de como Cedric fue mejor competidor que Harry Potter en el torneo de los tres magos.

Subimos las escaleras hasta llegar a su cuarto, una vez ahí, Cedric entrecerró la puerta. 

Aún recuerdo la primera vez que entre en su cuarto, éramos unos desconocidos y me platico sobre su vida en Hogwarts, antes su habitación estaba decorada como cualquier habitación de un adolescente, con pósters de sus bandas favoritas, su equipo de Quidditch predilecto, libros del colegio y figurines. Ahora me sorprendía todo lo que había crecido. Los libros seguían ahí pero las paredes lucian un color más sobrio, ordenado, los pósters desaparecieron y los juguetes también.

—Hace dos años que estuve aquí por primera vez—le dije pasando mi mano por los estantes vacíos —Parece como si fuera ayer.

—Aqui pasaste tu primera noche —asintio, sentándose en la cama —esa vez tuve que dormir en el sofá.

Nos reímos con nostalgia. ¿Cómo había pasado tan rápido el tiempo?  Apenas pareciera que me escape de la casa donde vivía con mi Madrastra Mary y sus hijos, después de que papá fallecería. Cuando hice eso, obviamente me perdí de camino a casa de la Tía Molly, sin embargo el destino me trajo aquí con los Diggory, quienes me ayudaron.

—Tenias la edad que tengo ahora, cuando nos conocimos —comente sin mirarlo.

—Si y te juro que esa mañana nunca se me pasó por la mente que te conocería.

—Ni yo.

—¿Cómo ha estado todo? —pregunta —Realmente ¿Que ha pasado?

—La tia está asustada, como la mayoría de la gente —me alce de hombros —dice que los tiempos difíciles han regresado. Al igual que ya sabes quién.

—Mis padres dicen lo mismo. Pero ¿Y tú? 

Baje la mirada apenada, sabía a lo que se refería.

—No lo sé, es difícil todo este tema sobre mi verdadero origen —acomode los mechones de mi cabello —Se que mis primos lo entienden, pero a veces siento que me subestiman.

—¿Por qué lo dices?

—Siento que les da miedo —alce los hombros —y entiendo el por que, al final soy hija de dos mortífagos.

—Pero es algo que no sabías —dijo Cedric con dureza.

—Aun así, a veces la sangre llama y siento que ellos piensan que soy lo suficientemente ingenua para dejarme llevar por mi pasado.

—No creo que los Weasley piensen eso de ti —dice con seguridad —¿No será que tú eres la que supone eso? ¿Tienes miedo a que eso pase?

Abrí la boca con sorpresa, el había atinado a un pensamiento que se hizo constante en mi cabeza pero no me había atrevido a decirlo en voz alta.

—No... No lo sé.

El sonrío, ofreciendo su mano para acercarme a él. La acepte sin pensarlo y tome sus fuertes hombros mientras abrazaba mi torso.

—No lo tengas —susurro —estoy seguro que tú lealtad al lado bueno es inquebrantable. Tu no eres esas personas. Eres una chica buena Ellie, nunca lo olvides.

Deje caer mi cabeza en sus hombros mientras el seguía con sus brazos rodeado mi cuerpo, si alguien entrara por accidente se llevaría una grata sorpresa. Cedric y yo dándonos muestras de cariño a pesar de todo.

—Por cierto, ¿Que querías contarme? —cuestione separándome de él, tomando asiento a su lado.

—Oh, si —el castaño tomo mis manos en las suyas —Escucha, se que alguna vez cuando aún éramos novios te comenté sobre una audicion que me harian para pertenecer a Chudley Cannons.

—Eh, si.

—Pues, me aceptaron en el equipo —dijo con un grado de emoción y preocupación.

—¡Por Merlin, eso es increíble! ¡Felicidades! —exclame dándole un fuerte abrazo el cual por supuesto recibió.

—La cuestión, es que en unas semanas quieren que me vaya con ellos de gira —hablo cautelosamente —eso significará que estaré en América un tiempo.

Lo mire impresionada, bueno, más bien me quedé congelada, esa noticia hacia estrujar el cuerpo.

—Vaya, eso es maravilloso.

—Aun no lo tengo decidido, pero si tú quieres...

—No Cedric —lo detuve, ya sabía a donde iba esto y aunque me parecía triste no podía permitirlo —. No tomaré decisiones por ti, es tu vida.

El chico se mordió el labio.

—Estaba esperando a que tú me dijeras si querías que me quedará...

—Esta es una oportunidad importante. Trabajaste para tener un puesto en ese equipo ¡Tu equipo favorito! Te convertirás en un profesional de Quidditch, eso es lo que debes hacer. No te quedes aquí solo porque yo lo digo.

—Sabia que diría eso —se rio —Pero ¿Y tú?

—Yo estaré en Hogwarts. No tiene caso que te quedes por mi, cuando ni siquiera estaré aquí. Tienes que hacer tu vida, ambos debemos hacerla.

—¿Eso significa que...?

—Si —conteste con el dolor de mi alma.

—Nunca voy a dejar de amarte. Lo sabes ¿No?

Asentí, recargando mi cabeza en el, nuevamente.

—Lo se.

—Te prometo que trabajare duro para tener una vida estable y cuando tú estes lista, si no hay nada en el camino, si nos volvemos a encontrar, estaremos juntos.

Nos dimos un beso, tal vez dos, de esos que llaman de despedida en las películas románticas Muggles que solía ver cuando vivía con mi hermanastra. 

Entendía que no había acabado del todo, sin embargo, solo por ahora, nuestras vidas iban en direcciones contrarias. El ya se había vuelto un hombre listo para salir a la vida real y a mi aún me faltaba tiempo para madurar, para terminar de arreglar ciertas cosas que dejaba inconclusas. 

—Vamos, es hora de que te lleve a casa —dice moviendo la cabeza.

Me levanté y sujete su brazo derecho, esperando a que ambos nos aparecemos frente a la madriguera, mi hogar.

El chico se tomó dos segundos para trasladarnos al patio. Que fuera mayor que yo por unos pocos años tenía sus ventajas, magia fuera del colegio. Sin embargo el aparecerse era una sensación tan extraña. Aún peor que viajar por traslador. 

—Te acostumbraras —rie el chico al ver mi reacción después de soltarlo —El próximo año podrás hacerlo sin sentir nada.

Sentí el aire fresco de la intemperie. La noche es tranquila, tan estrellada como siempre.

—Creo que voy a vomitar —le advertí.

—Oh, bonita. Tranquila, tomate tu tiempo —Cedric se acercó para darme unas palmadas en la espalda.

Sentí mi estómago estrujarse y si no pudiera verme, estaba segura que dejaba una pierna en la casa de Diggory. El castaño se preocupo por mi, pero pronto recupere el aliento.

—¿Te encuentras bien?

—Si, si. Me siento mejor —asenti —Sera mejor que entre ya.

—Eh, quería preguntarte una cosa antes de que te vayas —lo mire atenta mientras sonreía de lado —Cuando me vaya ¿Podré mandarte cartas?

Deje de lado mis náuseas para sonreírle abiertamente.

—¿Bromeas? ¡Claro que sí! Quiero saberlo todo.

Diggory me da una última mirada encantadora y abre la boca para contestar pero se queda callado.

—¿Escuchaste eso? —pregunte, atenta al sonido que se produjo entre la hierba a metros de nosotros.

—Si, pero estoy seguro que un animal no pudo ser.

Cedric saca su varita y apunta con seguridad hacia enfrente. Se acerca a mi para ponerme detrás de él, mientras avanza sigilosamente.  Más tarde escuchamos voces por el cobertizo y una sombra se acerca. Sujeto la chaqueta de Cedric con fuerza cuando está a punto de lanzar un hechizo pero nos quedamos petrificados al ver de quién se trata.

—¡Profesor Dumbledore! ¡Potter!

—Oh, señor Diggory, señorita Prewett. Que sorpresa verlos por aquí.

—Disculpe por apuntarle con mi varita, profesor Dumbledore —se disculpo el castaño. —Pensamos que se trataba de otra cosa.

—No se disculpe señor Diggory, hizo lo correcto —asintio el director —Tiempos difíciles ameritan medidas difíciles.  Aunque si fueran ustedes ya habría hecho una pregunta para saber si soy yo.

—¿Que? —frunce el ceño Diggory.

—Para asegurarse de que se trata de mi  verdadero yo o si es un impostor. Mi mermelada favorita es la de frambuesa.

—Okey Profesor.

—Oh, señor Diggory ya no me llame así, si no mal recuerdo usted se acaba de graduar ¡Ya no soy nada suyo! 

El castaño se sonrojó y asintió levemente, guardando su varita. Yo en cambio me solté de la chaqueta de el para mantenerme segura.

Santo Cielos, ahí estaba Harry, mirando la escena sin decir nada, absolutamente congelado.

—Harry, no te esperábamos hasta mañana —le dije,

—Oh, es culpa mía, resulta que lo subestime y me ayudó con algo que salió más próximo de lo que esperaba.

—¿Se quedará el verano entero en tu casa, Ellie? —inquieto el ojigris.

—Si. Por seguridad.

—En efecto —sonrio Dumbledore —Pero me temo que si seguimos esperando aquí afuera, le daremos ventaja a cualquiera inclusive insectos de atacarnos ferozmente.

—Tiene razón —asintio el Hufflepuff —Bien, creo que estás en buenas manos, vendré a visitarte otro día. Adiós y Buenas noches a todos.

Cedric se despide, avanzando unos pasos lejos de la casa, para desaparecer.

Luego, solamente quedamos Dumbledore, Harry y yo.

Vaya noche. 


Gif realizado por: CrisShadow 💙

Hey Honeys 💙!

Si, necesito un separador nuevo.

Aquí, el primer capítulo, espero les haya gustado como siempre. Empezamos con los Teams.

Team Cedric
Team Harry
Team Draco

Comenten que yo las leo!
Bye💙

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