Unico capítulo
La historia es curiosa cuanto menos y al haber sido un tercero, un mero espectador,estaba más que confundido.Es una incógnita que siempre me perseguirá y lastimosamente jamás encontraré respuesta, pues los protagonistas de ella nunca hablaron y las únicas pruebas de que esto pasó son pobres cenizas que el viento se llevó, igual que a ambos.
La cuestión comienza cuando yo apenas tenía trece y Talón, mi hermano mayor y el segundo personaje principal de este interesante echo, dieciséis. Yo nunca fui muy cercano a él, ahora lo lamento más que nunca pues siempre fue un chico singular, no salía, no hablaba mucho, tampoco tenía muchas amistades y no era exactamente cariñoso o amigable, una característica que siempre destaco de él era la razón por la cual nunca salía de casa de no ser extremadamente necesario, pues sufría de traumatología, una fobia, un miedo anormal y patológico a lesionarse, lastimarse o sufrir cualquier daño o herida física. Por esa razón siempre era cuidadoso e incluso rozaba los límites de lo paranoico, negándose a salir a jugar desde niño por temor a golpearse o ser golpeado, pero lo que más miedo le daban eran los objetos filosos o las cortadas, a la cocina no entraba prácticamente, no tocaba o se acercaba a ningún objeto punzante, ya imaginarán como era vacunarle o sacarle sangre para cualquier análisis
El segundo protagonista de esta historia es alguien que sí fue cercano a mí, quien disque me lo contaba todo y nunca nos ocultábamos nada, ahora veo que aquello era mentira, ya que horas de charlas aburridas sobre disputas con su familia, novias que le rechazaban o cualquier nimiedad que tuve que aguantar porque “para eso están los amigos” eran horas malditas y desperdiciadas de mi vida puesto que a pesar de ello no me había contado el mayor de sus secretos. Sí, ese era mi antiguo mejor amigo, a quien conocía desde que nací, hijo de padres amigos de los míos y criados casi como familia y consecuentemente también conocido de mi hermano.
"Eddi lengua suelta" era el apodo que siempre usaba para presentarse Eduard, era el epítome de su personalidad, lo que a ojos externos era un chico de notas perfectas, delegado de clase, amable y cooperativo y el hijo perfecto, cambiaba cuando lo conocías a un desquiciado joven, extremadamente cariñoso y afectivo, la curiosidad en toda su expresión, tanto así que la exploración urbana se volvió una de sus grandes pasiones, libre de presiones y abiertamente gay, pues sus padres sabían como era y lo y aceptaban, además de sociable y muy lengua suelta, no se callaba nada ya fueran problemas personales o externos por ello a pesar de ser muy querido por sus amigos, todos pensábamos dos veces que decir delante de él, nunca lo culpamos, sabíamos que lo hacía sin maldad pero eso no dejaba de hacer que fuese molesto.
Por esto mi sorpresa, cuando una tarde de otoño a los trece,en un campamento que ambas familias había hecho junto a otros amigos, vi como Talón se acercaba y le daba un papel blanco perfectamente doblado y se iba sin más. Había sido obligado a ir al campamento por nuestros padres y desde que llegó se había encerrado a salvo en una cabaña y fue extraño verlo salir.
Eddi lo leyó con una expresión neutra y sin decir nada mientras se sentaba en la fogata que ya se había encendido.Mi curiosidad me picó en la garganta y al ver que nadie más se había percatado de aquello, decidí acercarme a preguntar, pero apenas llegaba a la fogata noté como el papel ahora arrugado y un poco húmedo, seguramente porque a Eddi le sudaban las manos cuando estaba nervioso, era arrojado al fuego. Me pasmé un momento, pero no le tomé importancia, en cuanto me sentara junto a él me contaría lo que decía aquel papel sin siquiera preguntarle, pero choqué contra una pared, ya que al verme sonrió y comenzó a hablar sobre explorar el campo antes de que anocheciera,a lo que acepté sin necesidad de que insistiera más y una vez lejos y solos solté la pregunta
Él negó de inmediato, dijo que solo era una servilleta que Talón le había pedido que quemara, pero yo por obvias razones no le creí. ¿Por qué le pediría que quemara una servilleta específicamente a él? Bien podría deberse a su miedo a herirse y por eso no quiso acercarse al fuego, pero ¿por qué no solamente tirar la servilleta a la basura de su cabaña? Y ¿por que Eddi se quedaría mirando a una servilleta en blanco? Era absurdo. Pero decidí no insistir, "Ya me lo contraria despues"
Pero no me lo contó, una semana después Talón se comportaba más raro de lo usual, saliendo más seguido de su cuarto, pero solo cuando Eddi se encontraba en casa, él tampoco era una blanca palomita, miradas extrañas y fijas eran dirigidas a mi hermano y yo quería sentarlos a los dos y preguntar que rayos pasaba. Aún así ninguno decía nada y Eddi solo comenzó a ir menos a casa, hasta que simplemente dejo de ir, y como no, allí estaba yo yendo en bici a casa de mi amigo cada que me llamaba y con una voz arrogante decía "Te tengo un chisme" esperando que al fin soltara la sopa sobre los extraños comportamientos
Hablar con Talón no era opción, siempre que tocaba su puerta para hablar, se limitaba a mirarme de arriba a abajo y después cerraba la puerta sin decir una palabra. Tal vez si hubiera sido más amable con él en lugar de burlarme y hacer bromas contantes sobre su fobia, o si tan solo hubiera seguido tratando de entablar conversaciones, no hubiera pasado noches sin dormir con la duda de que rondaba por su cabeza y que había sucedido realmente
El caso, un año después de eso en el cumpleaños catorce de Eddi, mi hermano nos sorprendió a todos aceptando ir sin necesidad de obligarlo a salir de casa. Mis padres lo atribuyeron a que ya luego de años sabía que la casa de sus amigos era igual de segura que la nuestra y que nadie la haría daño, pero yo sabía que no era por ello, no seríamos cercanos, pero algo que conocía perfectamente en él era ese temblor en sus manos y ese movimiento frenético en su pierna izquierda que le daba cada que tenía miedo.Pasar una tarde entera fuera de casa, en un lugar lleno de adultos borrachos y niños corriendo le horrorizaba, pero aun así, mantenía una pequeña sonrisa en sus labios mientras miraba al suelo y en su cerrado puño sobresalía un papel blanco.
La tarde fue relativamente normal, como cualquier fiesta de Eddi, gritos por aquí, risas por allá y dormir esa noche en el techo de su casa con el colchón que sabe dios como subieron allí. Pero mis ojos estaban fijos en mi hermano y en como sus ojos solo seguían los movimientos del cumpleañero, hasta que en un descuido los perdí a ambos y dos minutos después Talón volvió a aparecer y cuál NPC se volvió a poner en el mismo lugar donde había pasado la tarde entera.Salí por donde el entró y no me sorprendió ver a mi amigo, pero lo que si me causo impresión fue ver como rompía en pedazos aquel papel y luego lo lanzaba a la piscina. Pregunté de nuevo, pero me dejó con la boca abierta cuando con una fría mirada solo respondió un seco "No te importa" mientras me empujaba de vuelta a casa
La fiesta siguió, pero el cumpleañero ya no la protagonizaba, había quedado en un segundo plano, con una expresión sería y pensativa. Nadie pareció notar aquello. Pero no se quedó solo en eso,a lo largo de aquel año ese guión solo se repetía una y otra vez, ya fuera en la escuela, en casa o en la calle siempre había una nota para Eddi, el papel era quemado, roto o incluso dado de comer a algún animal y se quedaba con una expresión molesta y pensativa. Pregunté cada que podía, e incuso intenté tomar alguno de esos papeles, pero jamás me contó o me mostró
Paralelo a aquello, Talón comenzó a salir, a un lugar en específico, la biblioteca pública se había vuelto su segunda casa y nuestros padres se sentían muy felices por ello, además de que se le notaba más feliz que de costumbre y siempre se encontraba con algún libro de poesía o terror en mano,curiosa combinación a mi parecer. Con el tiempo, comenzó a salir más y más, de poco a poco, siempre lo hacía con temblor en sus manos y volvía de la misma forma, pero con una sonrisa y una expresión de pura felicidad
Intenté entrar en su cuarto varias veces, pero siempre cerraba la puerta con llave, una vez con quince me rompí la pierna intentando entrar en su habitación por la ventana que había dejado abierta, fallando estrepitosamente y cayendo del techo en el intento. Pero ya habían pasado dos años desde que mi mejor amigo se había convertido en alguien totalmente diferente, ya no contaba todo lo le pasaba, ya no nos veíamos tan seguido, es más solo nos juntábamos para mantener lo único que quedaba intacto de su personalidad y lo único en lo que nos parecíamos, su curiosidad, las exploraciones urbanas cada sábado había sido una tradición que jamás rompí, a excepción de esa noche y dios mío, como me arrepentía, no de haber dicho que no, sino de haberme negado y haberme quedado en casa, en lugar de haber ido a sus espaldas para ver que sucedió.
Esa tarde de sábado me sentía frustrado y molesto, el interés ante los cambios radicales entre mi hermano y mi amigo me tenía de los nervios, ya que ninguno quería hablar, ni siquiera mi amigo, con quien había discutido esa tarde luego de enfrentarlo y exigirle que me explicara qué sucedía,que como ya no era sorpresa se negó y me había mandado a la mierda mientras me llamaba mal amigo e insensible, diciendo que iría esa noche solo a explorar y que si quería ir, fuera por mi cuenta porque no me esperaría. Todo aquello fue a gritos frente a mi casa y cuando él se fue y yo me disponía a entrar en casa, pude distinguir la silueta de mi hermano, mirando en silencio desde su ventana, nuestras miradas chocaron y el cerró las persianas
Aproximadamente a las ocho de la noche, Talón se despidió de nuestros padres, diciendo que saldría con un amigo y que se quedaría en su casa, nuestros padres quedando encantados y anonadados de que Talón no solo saliera de noche, cosa que jamás había hecho, sino que se quedaría en casa de un amigo. A mí me dio bastante igual, estaba decidido a dejar de lado todo el tema relacionado con esos dos. Hasta la mañana siguiente
Domingo a las seis de la mañana, mi madre me despertó de forma abrupta diciéndome que teníamos que vestirnos e ir casa de Eduard, pues algo le había pasado. Creí que no sería nada importante, más de una vez habíamos llegado con heridas o moratones por caminar en cuevas o casas abandonadas que no tenían la mejor seguridad del mundo. En todo el camino a su casa soltaba pequeñas risas imaginando todas las caídas estúpidas o golpes que el muy tonto se pudo haber dado en aquella vieja casona abandonada y al no haber nadie con el que lo socorriera seguramente había pasado trabajo para volver a casa y por ello aquel escándalo, "Se lo merece por no ser un buen amigo" .Pero cuando llegamos, un camino de gotitas de sangre nos dieron la bienvenida al portal de la familia,con un trozo de cristal roto manchado en sangre de complemento
Tragué duro cuando la madre de Eddi, con ojos llorosos, nos dejaba pasar. En la cocina, su padre abrazaba a quien se supone era mi amigo, pero para este punto lo único que yo vi, era uno cascarón vacío, con la mirada en el suelo y su mano vendada y marcas de grandes dedos rojos en su cuello y manos.
"Llego con su ropa, echa trozos, no dijo una palabra y en su mano apretaba con fuerza el pedazo de cristal que tenía sangre"-Nos había explicado su madre
Me pregunto que había pasado, pero yo me disculpé diciéndole que esa noche no lo había acompañado. Su padre me miró molesto y me dijo que eso era absurdo, porque cuando dejó a Eddi frente a la casa donde harían su exploración, alguien lo esperaba dentro con una lámpara y Eddi había corrido dentro con una enorme sonrisa porque yo no había roto la promesa a pesar de nuestra pelea y lo esperaba listo para investigar
Mi madre apenada, confirmó lo que yo dije, explicando que había pasado la noche mirando películas de miedo conmigo y luego de ello un silencio sepulcral se extendió por toda la casa. Si yo no esperaba a Eduard dentro de la casa, ¿Quién lo había saludado desde adentro?, pues la única persona que podía responder aquello, se encontraba en un estado catatónico, del cual no parecía querer despertar
Al no poder aportar nada nos despedimos, dejando a Eddi descansar y a sus padres decidir que hacer, el camino fue silencioso hasta que mi madre me miró con cariño y preocupación diciendo "No me alegra lo que pasó, pero que bueno que ayer no saliste de casa" pero una voz en mi interior me decía, lo contrario, que si hubiera ido junto a él, eso no hubiera pasado o que si hubiera llegado después, la duda no me estarían carcomiendo por dentro. Pero al llegar casa, quedamos de piedra, al notar a mi hermano quién parecía recién salido del baño, con solo un short de verano como ropa y una venda en su cara, una cortada en la mano y su pierna izquierda vendada. Él mismo se había curado, se notaba por lo mal puesto que estaban los vendajes
Mamá corrió asustada y preocupada, preguntó que había pasado y él respondió con simples palabras "Me lastime" encogiéndose de hombros y son una suave risa. Mamá gritó de sorpresa y sin dejarlo hablar lo mandó a cambiarse y lo llevó corriendo al hospital para curar bien esas heridas "Fue una noche alocada" susurró mi padre encogiéndose de hombros y soltando una pequeña risa y luego procedió a contarme como él y sus amigos siempre volvían con golpes y cortadas de botellas producto de peleas " Una vez una botella se rompió justo a mi lado" contó entre risas
Una hora después mamá y Talón volvieron, las heridas estaban mejor curadas y vendadas. Papá preguntó y mamá con molestia respondió que el médico había dicho que las heridas habían sido causadas por algún cristal. A Talón lo castigaron por una semana sin salir y le quedó prohibido por nuestra madre volver a ver a ese amigo, papá solo le dijo que eso era normal entre jóvenes, que seguramente su hijo se había metido en alguna pelea y las botellas habían salido volando
Pero yo parecía ser el único que había unido puntos y había sumado dos más dos. Aún así, no dije nada. Tampoco dije nada cuando un mes después mis padres entraron en mi cuarto con una mirada triste y seria,para contarme que Eddi había sido encontrado muerto en su cuarto esa tarde,luego de un mes y una semana sin salir de su habitación o soltar una palabra se había envenenado a sí mismo con desincrustante. No imagino el dolor que tuvo que ser para sus padres ver como abrían desde la garganta hasta el estómago a su hijo en el hospital, con sus intestinos destrozados y humeando, como si hubiera tragado fuego ardiente,con la esperanza de salvar su vida,sin oportunidad alguna claro
El funeral fue con el ataúd cerrado, y los gritos y lamentos de sus padres eran la sinfonía principal. Talón asistió y para sorpresa de todos, se acercó a la madre de Eddi, siendo el único con el coraje suficiente de verlos a la cara, cosa que ellos agradecieron, diciendo que tanto a él como a mí nos veían como sus hijos también. La hora del entierro llegó y todos abandonaron la sala para partir hacia el cementerio mientras el coche fúnebre esperaba afuera a que el chofer y los padres del difunto terminaran de hablar y aprovechando la soledad, “alguien”, para mi nula sorpresa Talón, abrió el ataúd y luego de un largo minuto de silencio, puso una carta entre las manos de Eduard y luego cerro el ataúd y se fue sin más.
Yo volé como flecha para abrir de nuevo el féretro y acabar con la incógnita que me estaba matando al ver que contenía aquella carta cuando la voz del padre de mi difunto amigo me alertó, dejando caer la tapa de nuevo, cerrando la caja y dándome la vuelta. No le pareció raro verme allí, era el mejor amigo del muerto después de todo, creyó que le estaba dando un último adiós y me abrazó, diciendo que él también lo extrañaría. Yo asentí y fingí tristeza incómodo, deseando que se fuera y me dejaran acabar mi tarea, pero para mi mala suerte, el hombre no me dejó solo por el resto de la habitación
Lleve a casa, hecho una furia y sin aguantar más encaré a mi hermano, diciéndole que sabía que el tenía algo que ver y que lo había visto poner aquella carta y que si no me decía que había pasado se lo contaría a nuestros padres. Él me analizó con la mirada, se encogió de hombros dando a entender que no le importaba y se encerró en su habitación
Horas después el grito de mi madre nos alertó a mi papá y a mí. Subimos corriendo al cuarto de mi hermano y vimos él cadáver colgado de Talón y a mi madre en el suelo llorando
Yo reventé en rabia, grité, lloré, rompí todo a mi paso y maldecí al muerto de mi amigo por no contarme qué había pasado y le di una patada al cadáver de mi hermano culpándolo a él también. Mi padre intentó calmarme y mi madre igual, yo no perdí tiempo en decir lo que sabía, o bueno, lo que no sabía, que mi hermano tenía algo que ver, que él había hecho algo a Eduard y que por su culpa había muerto y que por esa misma razón se había suicidado. Mi padre me abofeteó y me ordenó que me callara, dijo que estaba diciendo locuras y que no me atreviera a volver a tocar ese tema
Yo escupí la tumba de Talón en su entierro, lo único que dejó antes de irse fue su último deseo,que fue ser enterrado con la llave de su cuarto y que este fuese cerrado
Mis padres jamás abrieron su habitación, tampoco me dejaron entrar y la policía no hizo mucho cuando llegaron a recoger el cuerpo, mi hermano tenía toda la pinta de ser el típico adolescente antisocial que o hacía una matanza escolar o se suicidaba y la segunda opción fue la que ocurrió. Pero ahora ellos no estaban, mi padre había fallecido hacía un año y el cuerpo recién enterrado de mi madre podría estar aún caliente pero aquí estoy, anotando esto en mi cuaderno de observaciones, con una pala en mano, listo para cometer la exhumación de mi ex mejor amigo y mi hermano, dudaba mucho que la carta existiera después de cinco años, pero valía la pena intentar y si eso no funcionaba aún tenía la llave de acero inoxidable del cuarto de mi hermano, donde se encontraba aquel cuaderno en el que siempre lo veía escribir y donde estoy seguro de que se hallan las respuestas de mis dudas
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