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¿Destino o Casualidad?

Tantas parejas al rededor no le dejaban pensar con la mente clara, Jungkook suspiró pesado dando una última mirada a los bancos cercanos y se adentro en la librería. Paso de largo todo libro romántico que hubiera, pero la música era más tentadora, y ahí estaba, usando los auriculares de prueba para escuchar el nuevo disco de Billie Eilish.

"Tantas canciones, una reproducción random y tenía que sonar Lovely, ¡Hoy estoy de suerte!"

Pensó enojado, esa canción le tocaba llagas escondidas por muchas razones, y una de ellas eran sus múltiples fracasos amorosos, desde no poder interactuar con chicas de manera normal, hasta sufrir ansiedad por el comportamiento asfixiante y pesado de un chico.

Dejo los hearbuds en su lugar y se dedico a revisar la sección de artística, por lo menos eso le resultaba más animado. Packs de plumones 'punta pincel', pequeñas brochas, pinceles, pomos de acrílico, blocks de hojas en blanco, paletas y algunas cosas más. Desde hace tiempo quería reponer sus materiales de arte, así que la idea de salir a despejarse le vino bien.

Comenzó a estudiar dibujo y pintura por su amigo Taehyung, pero que no los engañe, el de tez canela no sentía vocación por eso, le gustaba si, de esa misma forma saltaba de curso en curso, en cambio Jeon podía pasarse horas dibujando lo que le llamara la atención, o materializando en trazos cualquier cosa que tuviera en su mente. 

El animo que había logrado sostener le duro poco, cambiando por un pánico horroroso, pues entrando al mismo local estaba su ex novio, del que no tenía tan buenas memorias. Recuerda que al principio se dejo engañar por un bello rostro y un bello cuerpo, pero mas pronto que tarde, una personalidad posesiva y asfixiante lo alejo de él.

Jungkook camino a paso lento, con su capucha colocada, iba andando en el costado izquierdo, donde se aunaban los libros de geopolítica, historia, autobiografías, pasando por las mesas de los libros de cocina y los estantes de cuentos. Respiro cuando estuvo ya escondido tras la estantería alta de mangas, sabía que a su ex acosador jamás se le ocurriría buscar uno de esos tomos. No era que no le gusten, pero tampoco era fanático.

Ese pequeño recuerdo lo mantenía a resguardo de un reencuentro indeseado. 

Aquella idea podía salir bien, o horriblemente mal. De momento no presentaba problemas, observo a su ex a través de un ínfimo espacio entre dos tomos de Naruto Shippuden, el pelirosa parecía confundido, observando y removiendo una pila de libros, tomo uno color negro satinado que se notaba escogido por azar, luego camino hacía una de los scanner automáticos, cualquiera podría pensar que el bajito quería saber el precio del libro que llevaba entre las manos, cualquiera menos Jungkook. 

"Así es como empieza" 

pensó el más alto mientras lo veía hacer puchero, un empleado ya se había percatado de su supuesta dificultad con la maquina y se acercó sonriente. Jungkook no pudo evitar reírse en voz alta y cubrir su boca en cuanto fue escuchado. 

El pelirosa fijo su rostro en la zona de donde provino el sonido, al ver la estantería con sus libros en perfecto orden suspiro y volvió los ojos al empleado. 

―Seguro es algún otaku sin bañar leyendo un manga ―habló el más bajo rodando los ojos. 

El empleado le echo una mala mirada, dejo el cabezal del scanner en su sitio y murmuro. 

"Yo soy otaku, y tu eres un niño mimado" 

Para este punto, Jeon no sabía que le daba más gracia, si el hecho de que el vendedor resulto otaku, o que su ex se quedo sin poder voltear su heterosexualidad y con un hermoso ceño fruncido en el rostro. 

Aguardo un rato más, espero a que se retirara indignado y se acerco a la caja para pagar sus compras. Vale decir que como auto recompensa por salvar al vendedor de un dolor de cabeza, decidió llevarse el tomo de Naruto Shippuden que ocupaba una ilustración fabulosa de Itachi Uchiha en la portada, este era "Itachi Shinden-hen". 

―Excelente elección ―felicito el vendedor. 

Jungkook sonrió y lo miro con diversión. 

―No sabes de la que te acabas de salvar ―confeso conteniendo las risas. 

Después de resumirle su historia al muchacho, se retiro con sus productos pagados. La librería quedaba ubicada muy cerca del cine, por lo que fue inevitable pasarse a ver la cartelera, espera ancioso el estreno en pantalla grande de Jujutsu Kaisen 0, pero por mientras los superheroes de Marvel ocupaban su lista de pendientes. 

En vista de que Spiderman: No Way Home continuaba en cartelera, Jeon se acerco a la maquina de boletería y pidió su boleto, opto por la opción de abono en efectivo y se encamino al interior del cine para abonar. 

Unos segundos después, ya estaba entrando a la sala siete, pues no quedaba mucho tiempo antes de la función. Detrás suyo, un chico pálido peliceleste ingreso a la sala, sentándose a escasa distancia de él. Ese repentino instante le sorprendió, ni se había fijado el orden de los asientos, si alguno estaba cerca del suyo o no. Le resto importancia, preparado para ver la película, el ultimo horario de la noche le gustaba. Cuanto más tarde mejor, la sala casi vacía era esplendida. 

Una media hora despues ya estaba viendo la película, enfocado, hasta que sus parpados pesaron y cayeron lentamente. En busca de quitarse el sueño volteo la mirada en dirección al pálido, que al parecer estaba en su misma situación. Pronto los dos se quedaron dormidos. 

Quien sabe cuanto tiempo transcurrió después, Jungkook parpadeo confundido y un poco entumecido, tratando de mover su dolorido cuello se dio cuenta que dormía en una butaca. Por ¿Instinto? ¿Inercia? no sabe porque, pero volteo a ver si el chico que vio antes seguía ahí, en efecto así fue, tan o mas dormido que él. 

Se pregunto a si mismo que tan buena idea era despertarlo, tras ponerse de pie a movimientos lentos y desentullir su cuerpo, Jungkook se aproximo a su asiento.

Por unos segundos, se detuvo a mirarlo, a comparación suya, el chico era pequeño no solo en estatura, sino también en contextura corporal. Sonrió de lado y estiró su brazo, usando la mano para tocar su hombro despacio.

―Disculpa...

El peliceleste hizo pequeños ruidos, como quejándose de ser despertado, abrió los ojos con pesar y lo observó cansado.

―¿Quién eres? ―las palabras salieron de una voz ronca, sensualmente adormecida.

Los sonidos formados por su evidente ensoñación pusieron su piel de gallina.

―Ju-Jungkook, mi nombre es Jungkook, y nos quedamos dormidos en el cine ―  dice con timidez. 

El muchacho frunce el ceño, confundido, y escanea la sala con la mirada. En efecto, ellos dos han quedado solos allí dentro. 

―Uh...Soy Yoongi, ¿Por que nadie nos despertó? ―murmura repitiendo la acción de Jungkook para despabilar su cuerpo. 

―Supongo que por ser el ultimo horario de transmisión nadie limpia ¿Cierto? ―la sala con restos de palomitas en el suelo le daba algo de razón.

―Lo imagino, pero ¿Qué hay de la gente que vino a ver la película? ―alzo las cejas, un tanto indignado. 

―No lo se, enano, no tengo todas las respuestas ― contesto divertido con la semejante curiosidad que portaba Yoongi.

―Tengo altura regular, pero no importa, busquemos como salir de aquí poste de luz ―respondió conteniendo la risa. 

Jeon por supuesto se sintió aludido por el apodo, pero al mismo tiempo quería reír por la gracia y ternura con la que había sido burlado. 

Para buena suerte de ambos chicos, la puerta de la sala seguía abierta,  al igual que la salida principal que estaba al principio de las salas. Una vez fuera del recinto admiraron con entusiasmo las carteleras de cada película. 

Yoongi estaba especialmente concentrado en las películas de acción, cada detalle, efecto y color le parecía magnifico. Un "click" resonando en el aire vació del lugar lo trajo de regreso al planeta tierra. Miro a sus espaldas con intriga y una sonrisa tímida se formo en su rostro al descubrir que Jungkook le tomaba una foto. 

―Aprovecha y tómame una foto con estos carteles por favor ―río casi en silencio. 

El menor asintió, captando las poses graciosas del mayor con su cámara,  después de la pequeña sesión, lo siguiente que sucedió puso el rostro del azabache de todos colores. 

―¿Quieres sacarte fotos también? 

―¿Yo? no, no, ¿Estas loco? ―sus mejillas eran rojas como manzanas. 

―Jungkook, tenemos todo un centro comercial para nosotros solos ¿Quién te va a mirar? Se nota que quieres hacerlo, y sabes que es muy vergonzoso cuando toda la gente quiere tomarse fotos con los carteles, ¿Qué te impide seguir tu loco instinto ahora que una pequeña porción del mundo esta en la palma de tu mano? ―palmeo su espalda en señal de animo. 

―Bien, tienes razón, tómame la foto. 

Jeon corrió hacia el cartel de Spiderman con todas sus ganas, como un niño pequeño. Min reía tiernamente mientras se esmeraba en tomar las mas lindas fotos, la sonrisa ensanchada de Jungkook le transmitía la más pura honestidad.  

Luego de unos cuantos minutos, el dúo camino al rededor de las tiendas ya cerradas, en busca del sereno para que pudiera sacarlos de ahí. Recorrieron el piso de arriba en búsqueda, pero nadie apareció. Entre risitas y comentarios random decidieron buscar en el fondo, el estacionamiento interno y cerca de la entrada. 

La búsqueda se volvió  graciosa, incluso tuvieron tiempo de hacer una carrera en las escaleras mecánicas apagadas, donde Jungkook gano, y Yoongi acabo perdiendo el aire. 

Su objetivo fue hallado, claro, el hombre estaba dormido. Ambos se miraron divertidos, y tras unas risitas bajas lo despertaron. Explicarle que hacían ahí también era motivo de risa, incluso el guardia termino riendo con ellos. 

Al fin fuera del shopping, caminaron por la solitaria acera, los buses ya no pasarían a esa hora, pero de seguro algún taxi podría pasar. 

―¿Quieres tomar un trago? ―hablo Yoongi, rompiendo el cómodo silencio entre ambos. 

―¿Trago? soy un bebedor básico, o bueno, mis amigos no saben que existen otras bebidas a parte de la cerveza ―sonrió de lado. 

―Igual siempre se aprende, podemos conseguir un daiquiri, es como tener un batido pero con alcohol en lugar de leche. ―sugirió. 

―De acuerdo, puedo intentarlo entonces. 

Min y Jeon se fueron caminando, a pedido del primero, honestamente la noche daba la impresión de haber sido preparada para ellos. Si, el pálido sabía lo poco seguro que era estar solos a esa hora, pero el ambiente tranquilo le daba paz, y los notorios músculos de Jungkook la seguridad de que nadie se acercaría a ellos a menos que quieran salir lastimados. 

Luego de caminar por un buen rato, llegaron a un pequeño bar decorado con plantas enredaderas artificiales y luces en su exterior, mientras que adentro era más sobrio, música baja y luces violáceas. Yoongi fue el encargado de pedir los tragos, uno de fresa y el otro de frutos rojos. 

―¿Qué te parece? ―pregunto con su vaso ya por la mitad. 

―Es bueno, me agrada ―sonrió. 

Yoongi espero el momento correcto, y se ánimo a dar un pequeño paso más en su nueva experiencia.

―¿Intercambiamos números? ―Soltó acabando con el último sorbo de su trago.

―Mmm, claro, con gusto ―Guiño el ojo derecho poniendo nervioso a Min.

Los dos sacaron sus teléfonos y se dictaron números mutuamente, no querían perderse el rastro.

Un rato más tarde pagaron la cuenta y salieron, no es que no quisieran quedarse más allí, pero se habían echo las 2 am y en cualquier momento abriría el antro interno del local, con lo cual estaban vaciando el recinto.

La última parada de su inusual madrugada, consistia en aprovechar la plaza ligeramente despejada. Yoongi caminaba sobre las jardineras de cemento que adornaban el exterior de los recintos en la acera. Desde niño le había gustado caminar haciendo equilibrio sobre esos cercos de cemento que la gente suele usar para sentarse. Jungkook se limitó a observarlo, más por un instante Yoongi perdió el equilibrio surcando una jardinera algo alta, por lo que el castaño tomó su mano evitando que pudiera caerse.

Yoongi lo observó unos breves segundos, en los que ambos se sonrieron con timidez y su mano entrelazada les hizo cosquillear hasta la fibra más íntima de su ser.

Al más alto le gusto tanto la forma sublime en que la luna iluminaba la piel de Min, que se imaginaba sacando sus materiales para retratarlo ahí mismo.

―Así que tienes chocolates ¿Te gustan las cosas dulces? ―Pregunto curioso.

―No mucho, pero en estas fechas me gusta comprarlos y comerlos ―Tomo un pequeño chocolate y lo puso en su boca. ―Ya que nadie me dará chocolates lo haré yo mismo.

Los dos rieron, Jungkook tomo otro chocolate, más oscuro, en forma de rosa y lo comió.

―La verdad, no hago cosas interesantes en estas fechas, tengo un amigo que se va con sus mujeres y otro que...Bueno, otro que ama las fiestas ―se echo a reír.

―Mi hermano Hoseok es igual a él, no se como tiene tanta energía, yo con suerte salgo a cenar y ya me canso ―carcajeo con otro chocolate en mano.

―Te entiendo, créeme, lo más extremo que he echo es ir a un concierto, no paso de ahí.

Las risas daban sonido al ambiente, mientras Yoongi y Jungkook se acercaban uno al otro poco a poco.

―Te creo, imagino que el amor no es tu fuerte entonces.

―¿Ah? ¿Tanto se me nota? ―Jungkook hizo un pequeño berrinche a modo de broma.

―Vamos, a mi también me rompieron el corazón y me agotaron la paciencia, se cuando a alguien le sucedió lo mismo. ―Una sonrisa ladina acompaño sus palabras.

―Me rindo, es cierto, un día de estos me acabare tatuando la palabra fracaso en la frente ―río ―¿Quién te hizo daño? ―Comentó mirándolo.

―Uf, larga historia, digamos que es asfixiante el hecho de que una persona espere demasiado de ti, las altas expectativas matan cualquier emoción.

―Confirmo, las peores cosas que pudieron esperar de mi es que deje de ser otaku y deje de ir al gimnasio. ―opino Jungkook.

―¿Qué? Eso es una tontería, mira, no soy fan de los gimnasios pero me gusta hacer pesas, y debo llevar cierta rutina por unos problemas de salud ―Señaló su hombro izquierdo. ―No veo nada de malo en que una persona tenga sus hábitos, sin extremos claro, pero no podría prohibirte o pedirte dejar algo que además de hacerte bien formo parte de tu vida antes que yo, es absurdo.

―Lo es, pero los demás no lo ven así, creen que si las cosas no funcionaron fue porque tú no cambiaste, en primer lugar ¿Porqué tendría que cambiar sino te estoy molestando? ―suspiró.

―Eso, si no te afecta entonces ni al caso.

―¡Al fin alguien que me entiende! ―canturreo Jeon con una gran sonrisa.

El cielo seguía de un azul intenso y las estrellas brillaban con más ganas, para este punto el par de muchachos se hallaban en busca de un taxi, que pronto encontraron a su disposición.

―¿Dónde vives? ―pregunto Yoongi en lo que el taxista esperaba sus indicaciones.

―Tengo una casa en Itaewon, vivo solo allí ¿y tú? ―lo miró.

―Cerca, comparto un departamento con mi hermano a unas calles de allí. ―indicó.

Jungkook le dijo al taxista que primero fueran a la zona donde se ubicaba el departamento del pálido. Sabía que su dirección estaba primero por cercanía, pero no quería dejarlo solo a horas tan tardías.

Gracias a la extensión del viaje, Yoongi se sentía adormilado, apoyo su cabeza en el hombro de Jungkook, cansado.

Él alto lo miró un poco sorprendido, pero se limitó a apoyarse en el respaldo del asiento para darle un poco más de comodidad. Con los brazos cruzados sobre el pecho, pronto Jungkook también se iba quedando dormido.

El frenar del auto para indicar que habían llegado los despertó. Ambos se miraron unos segundos que parecian no acabar.

―Ya debes bajar. ―menciono Jeon.

―Lo se, gracias por acompañarme ―Sonrió.

A modo de respuesta, Jungkook se acerco y beso los labios del contrario, en una suave caricia, íntima, novata y placentera a la vez, removiendo miles de cosquillas en ellos.

―Que forma tan original de decir "de nada"

Yoongi estaba sonrojado, aun así le gustó lo sucedido. Jungkook abrió la puerta y bajo del auto, dándole espacio para bajar.

Ya en la puerta de su edificio se despidió agitando la mano, Jeon lo saludo de igual forma. Deseando que el sol ilumine para verse nuevamente.

De regreso al taxi, volviendo a Itaewon, su celular vibro en el bolsillo del pantalón. Jungkook lo tomó, intrigado, ¿Quién podría escribirle a esta hora?

Una sonrisa entusiasta adorno su rostro tras leer el nombre del remitente.

Yoongi📲

<No se si fue destino o casualidad, pero me alegra que nadie nos haya despertado en el cine.>

                                        📲 Jungkook

<Lo que haya sido, nos alegro la noche, mejor así.>
<Ya llegue a casa, tengo que bajar, ¿Vemos otra película juntos? >

Yoongi📲

<Dale, pero que sea en tu casa, así al menos si nos dormimos no pasa nada>

                                         📲 Jungkook

<Me gusta, ¿Sabias que las casualidades pasan una vez en la vida? >

Yoongi📲

<Entonces no la dejemos irse tan fácil >

                                        📲 Jungkook

                                         <Promesa :] >
Yoongi📲

<Promesa :]>

•Fin•

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¡Holiii! ¿Cómo están? Espero que muy bien, les he traído un no tan pequeño one shot ¡2902 palabras! Nunca pense que escribiría tanto. Usualmente me cuesta llegar a 2500 pero esta vez fluyó solo.

Ojalá les guste la historia, muchas gracias por el apoyo a mi perfil y todas mis historias, aunque no conteste seguido yo leo y amo cada uno de sus comentarios.

¿Qué les pareció este shot?

Lxs amo♡















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