De la mano Yoongi llevaba al pobre Jimin corriendo, llegaron a un parque cercano y se detuvieron, Jimin jadeaba por cansancio, se inclino con las manos en sus rodillas tratando de regular su respiración por aquél maratón.

-Hy~Hyung... ¿Por qué corrimos?.-Pregunto jadeando.

-Porque sí.-El pálido respondió sin más.

-Pe~pero debí pa~pagar la cuenta.-La expresión de Jimin era de desconcierto.

-Solo fue una pequeña travesura, nada grave.-Se encogió de hombros.

-No, no, no, eso está mal, que vergüenza, si mi padre se entera me mata, iré a pagar.

El pobre Jimin estaba nervioso y dramático, lo que de alguna manera hizo reír al pálido pelinegro, pero Jimin si estaba dispuesto a irse, lo cuál Yoongi no permitió y lo jaló del brazo, pero no midió su fuerza y el chico cayó en su pecho y tropezó su cara con su pecho.

Yoongi sonrió por aquello y Jimin enrojeció de inmediato, puso sus manos en sus brazos como apoyo para separarse, su cara estaba roja hasta las orejas.

-Lo~Lo siento, Hyung.-El rubio bajo la mirada por la vergüenza.

-No tienes que ir, la cuenta ya está pagada.-El pálido confesó.

-Pero tú dijiste que yo pagaría.-Jimin frunció el ceño.

-Ese restaurante es mío, puedo ir a comer las veces que quiera, te llevé ahí como una broma, quería ver tu reacción.-Aquella sonrisa burlona desconcertó a Jimin.

-Te pagaré, lo prometo.-Alarmado Jimin sacó su cartera.

-No es necesario.-Empujo el dinero que el rubio le ofrecía.

-Pe~pero...

-Nada, mejor págame invitandome un helado.-Señalo la heladería al otro lado de la calle.

Con las mejillas rojas y la vergüenza encima, Jimin asintió, Caminaron hacía allá.

Al parecer Yoongi estaba feliz, sus planes estaban saliendo mucho que mejor y lo que más le gustaba, es que el rubio no tenía ni idea al ser tan despistado.

Quién hubiera pensado que aquel error del tímido Jimin, iba a ser el pase oportuno para Min Yoongi, solo esperaba que a partir de este día, nada ni nadie se interpusiera.

𝐶𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑎𝑟𝑎...