-Vamos a otro lado.

Yoongi tomó de la mano a un temeroso Jimin y se encaminaron a un callejón cerca del instituto, Jimin tembló porque ahí siempre llevababan a alguien para golpearlo, se pararon cerca de un cajón de basura.

-Habla.

Yoongi lo miró serio y Jimin miraba a todos lados, estaba acorralado, no podría escapar si quisiera, trago saliva pesadamente y lo miró a los ojos.

-Lo~lo si~siento, esa carta n~no, no era para ti.

-Jajaja, ¿me estás jodiendo?, ¿como lo pruebas?.

Lo miró de pies a cabeza analizando al pobre Jimin.

-Si no mal recuerdo, dice que me encan~canta su cabello castaño y~y el tuyo e~es negro.

Explicó con las mejillas rojas, Yoongi frunció el ceño y sacó la carta, leyo nuevamente las palabras escritas y se dío con la sorpresa que era cierto, suspiro y miro de nuevo a Jimin.

-¿Entoces por que esto estaba en mi locker?.

Lo miró detenidamente.

-Me, me equivoqué de locker, ambos tienen "Min".

Se encogió de hombros y bajo la mirada con vergüenza.

-Te iba a golpear, pero siendo honesto tuviste suficiente por parte de Min-jae, no puedo creer que seas tan idiota de haberte equivocado, la chica te odia.

Río por la expresión triste de Jimin, el rubio quería llorar, puesto que tenia los ojos cristalinos por las lágrimas que quería derramar, Yoongi lo observó y dejó de reírse, no creyó que lo tomara tan mal.

-Ey, no llores, sabes bien que llegar a Min-jae es difícil hasta para el más agraciado.

-Pero ahora me odia.

Jimin no pudo evitar llorar, se sentía devastado, lo peor de todo es que le estaba dando más motivos a su bullying para molestarlo, pero fuera de eso, Yoongi lo miraba con lastima y era entendible, él mismo se daba lástima.

-¿Me puedes devolver la carta?.

Preguntó tímidamente

-No, es mía.

-Pe~pero, no es para tí.

Se quejó Jimin haciendo un puchero.

-Eso hubieras pensado antes de dejarlo en mi locker.

Jimin frunció es ceño, no se esperaba esa reacción por parte del pálido, pero si no quería un golpe por parte de este no insistió, aún sentía la mirada de Min sobre él, se preguntaba que tanto lo veía y por que razón quería conservar una carta que no era para él, se quedaría con la duda, era mejor conservar su poco aspecto.

-Como pago por tu estupidez, todos los días después de la escuela me vas a invitar a comer, sin excepción, ¿entendido?.

Lo observo esperando respuesta, Jimin lo miró a los ojos y asintió efusivo.

-¿Si que?.

Hablo serio.

-Si, hyung, sin excepción.

Las mejillas de Jimin estaban rojas por la vergüenza, Yoongi sonrió y se dío la vuelta para empezar a caminar, pero se detuvo a medio camino al ver que el rubio no lo seguía.

-¡¿A que esperas?!.

Frunció el ceño y aún desconcertado, Jimin camino hacía él rápidamente, caminaron en silencio y salieron del callejón.

𝐶𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑎𝑟𝑎...