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5

¡Protegelo hasta que mueras!


Había sido una ocasión extraña.

La ropa, el lugar y las tradiciones que no había escuchado debido a que era demasiado joven cuando sus padres mueriron; nunca había presenciado una boda y ahora. Estaba de frente a la suya.
No pasó por su mente que realmente pasara, se había dado por vencida ante su propia autoestima desde la primera vez que supo que la vida no era fácil, sin embargo; a Haganezuka no le importaba nada. Él siempre estuvo dispuesto a estar con ella.

La escucho y espero un año entero para saber si ella se sentía bien para un compromiso.

Y eso la hizo llorar cuando ambos fueron proclamados marido y mujer por el abuelo Tecchin.

De nuevo tenía una mano quien la sostendrá, no la dejara nunca y que la querrá tanto hasta el fin de su vida.

Te quiero...

ㅡ¡Yo también!

La vida de casa era una duda existencial grande para ella, desde más joven no tuvo a su madre para orientarla y ser una buena esposa para Haganezuka, pero todos en la villa eran muy amables con ella, que las abuelas iban a enseñarle sin prisas pues Hotaru pasaba la mayoría del tiempo trabajando así que su ausencia solía notarse aunque a ella no parecía importarle.

Su esfuerzo y mente estuvieron en aprender sobre cómo ser esposa, creyó que era mucho más difícil que ser cazadora de demonios e intentaba dar todo de sí.

ㅡNo necesitas hacer eso ㅡHotaru apareció detrás de ella tomando su mano, la rapidez y fuerza con la que cortaba legumbres le aterro al herrero y más aún sabiendo que el había forjado y afilado esos utensilios especialmente para ellaㅡ. Vas a rebanarte un dedo.

ㅡSi manejo la espada puedo con esto Hotaru ㅡrespondio (Nombre) maniobrando el cuchillo con agilidad y narcisismoㅡ. Estoy renca pero no ciega ni desausiada.

ㅡMe refiero a que no necesitas esforzarte tanto a ese grado ㅡtomo tranquilamente su mano acariciando la suave piel de su ahora esposa. Recordaba que antes solía tenerlas ásperas por sus entrenamientos pero desde que dejó de ser cazadora, su piel se a suavizado y eso le gusta.
Pero al final ambos se quedaron quietos todos avergonzados, debido a que no tienen demasiados momentos románticos; solo sonrisas silenciosas y miradas efímeras, extrañamente uno que otro toque de manos y ya... Ni siquiera se han dado un beso oficial y ni hablar de palabras románticas o actos más carnales aún y cuando ya llevan un dos semanas de casados.

Eran demasiado lentos, inexpertos y ni hablar de las palabras del viejo Tecchin:

«Ya quiero nietos»

Ese abuelo era muy codicioso respecto a Hotaru y (Nombre) no podía ceder ante el abuelo debido a sus malos traumas juveniles y la experiencia de querer a alguien.

Te he extrañado ㅡHaganezuka tomo iniciativa ante el silencio. Se quito la máscara y luego el pañuelo que sostenía su cabello; aún manteniendo  una de las manos de ella, con un poco más de iniciativa llevó su mano libre hasta el rostro rosado y caliente de (Nombre), acariciando la suave mejilla. Sonrió en el acto al parecerle encantadora, con aquella expresión brillante y sólo se acercó, acortando la distancia para depositar un beso. Fue pequeño y fugaz ya que después volvió a mirarlaㅡ. Mucho.

ㅡHotaru... Bienvenido.

Él rio en voz alta.

ㅡEstoy en casa ㅡla abrazo fuerte con felicidad. Sintiéndose feliz ante al fin sentirse en casa, con alguien que le reciba.
Antes prefería pasar la mayoría del tiempo en su almacén haciendo espadas pero, desde que ella decidió quedarse con él, quería terminar todo tan rápido solo para escucharla recibirlo o escucharla hablar de su día mientras comían y ni se diga de verla dormir -en un futon aparte por que aun no se atreven a dormir juntos, o más bien Hotaru quiere darle espacio debido a sus miedos e inseguridades que le contó o más bien noto-, ya no se sintió solo y su temperamento era lo de menos. Ella está a su lado. Lo ha dicho.

"Me quedaré contigo, si tu me lo permites. Siempre"

Ella siempre tenía las palabras indicadas en el momento indicado, ayudaba a los guardias de Tecchin a mejorar sus técnicas con la espada, pasaba el tiempo con el abuelo, jugaba con los niños y las personas de toda la villa agradecían enormemente el que se haya atrevido a casar con él.

Aún tenía que apuñalar a unos cuantos por decir eso. En especial a Kanamori, el vio a su esposa desnuda y si no fuera por que también se caso la seguiría llamando melocotón además de que cada vez que lo veía para ese enfrentamiento él había descubierto su debilidad de cosquillas en las costillas.

ㅡ¿Me, me besarias de nuevo? ㅡdejo de fantasear su venganza al escucharla. La miró de nueva cuenta y el rojo en su -inexplicable- jovial rostro subió y asintió volviendo a besarla sin contratiempos. Sintiendo los labios suaves y cálidos por el momento. De nueva cuenta, fue un beso rápido pero él no quería eso así que beso también sus mejillas rosas y recordó lo que había hecho para ella.

ㅡHice algo para ti ㅡdijo tomando las manos de (Nombre) de nueva cuenta, hizo abrir su palma y deposito un anillo que cambió de color rosadoㅡ. También hice uno para mi, es mi regalo de bodas.

Ante la inmovilidad de ella decidió tomar el anillo y colocarselo en el dedo anular al igual que él, sonriendo pero se detuvo al notar las lágrimas salir de los cristalinos ojos de su esposa, creyendo que había hecho algo mal.

ㅡEl mejor regalo de bodas que podrías darme, fue el haberte casado conmigo ㅡentendio sus palabras y no evitó abrazarlaㅡ. Gracias Hotaru.

ㅡGracias por dejarme quererte.

ㅡ¡La cena estará lista!

ㅡ¡Te ayudaré!

¿Qué tan diferente puede ser?

Ya estaba casada, no habría necesidad de dormir separados.

El rostro tranquilo de Hotaru durmiendo a un costado de ella, con un brazo saliendo de su futon como si la estuviera invitando a estar más cerca de él.
Sabía por qué hacían eso, y se lo agradeció por un tiempo pero, se había hecho entender que Haganezuka no le haría daño, que el toque de sus manos no se sentían como el de cualquier hombre que ella recordaba sino calidez. Una calidez que le gustaba; y que le dio valor para levantarse de su lugar y destapar el futon de él para escabullirse entre sus brazos, el frío en el ambiente la había helado pero tan cerca del cuerpo de Hotaru el calor se sintió familiar y reconfortable.

ㅡ¿Puedo abrazarte? ㅡla voz de Hotaru apareció en la oscuridad, haciendo que (Nombre) dejara de acomodarse. Escucho los latidos de su corazón sincronizarse con los suyos sabiendo que ambos estaban nerviosos. No dijo nada, sólo tomó los brazos de su esposo y los hizo sujetarla en un abrazo aún más cálidoㅡ. Te cuido incluso cuando crees que duermo. Recuerda que no necesitas hacer algo si no te sientes bien, yo no me enojaria.

Ella se hundió mas entre su pecho.

Avergonzada.

Y decidida.

ㅡMe gustaría tener hijos.

Hotaru sonrió. Y luego recargo su barbilla en la coronilla de ella.

ㅡA mi igual.

ㅡQuiero ser feliz.

ㅡY yo me haré cargo de que siempre seas feliz.

Hotaru volvió temprano, se le hacía raro ya que cuando comienza con el trabajo no hay nada que le haga perder la concentración aunque aún se preguntaba si habría algo que realmente le hiciera quitar los ojos de sus Nichirin.

ㅡBienvenido ㅡle dijo y Hotaru suspiro quitándose la máscara, su rostro era afligido y eso le preocupo ya que él no suele hacer esa caraㅡ. ¿Qué sucede?

ㅡEl padre de Kotetsu falleció.

Fue un funeral normal, todos los de la villa estaban allí sin embargo, (Nombre) solo se mantuvo mirando al pequeño niño de diez años, aún llorando la pérdida de su padre y de su único familiar.
Podía entender la tristeza de ello, así que dejó a Hotaru un momento para acercarse al pequeño niño y hablar un momento.

Hotaru no noto la ausencia de su esposa hasta que el abuelo Tecchin se acercó a él para hablar un poco. Ambos la miraron de pie junto a Kotetsu, no podían escuchar de que hablaban sin embargo el ambiente que ella soltaba era de confianza y armonía maravillado a Haganezuka.

ㅡMi deseo se ha cumplido, aunque de diferente forma ㅡdijo el abuelo Tecchin, limpiandose una lagrima de la máscara y haciendo de Hotaru le mirara curiosoㅡ. Llevalo a casa, y cuida de él como lo haces de (Nombre)

ㅡViejo...

ㅡMas bien debería decirle eso a (Nombre) ㅡagrego riendo y luego brillando de alegría cuando vio como (Nombre) tomaba la mano de Kotetsu y le sonreía, haciendo que el pequeño se limpiará las lágrimas asintiendoㅡ. Ya soy abuelo ㅡy después miro a Hotaru que aún seguía confundidoㅡ. Felicitaciones, ya eres padre.

ㅡEstas loco.

A pesar de no creer en las palabras de quien le crió aceptó el hecho. Sería un padre adoptivo para Kotetsu al ver a su esposa de la mano del niño. El rostro de (Nombre) valía demasiado para él y el negarse sería tonto.

Ahora eran una familia de tres.

Ese abuelo siempre obtenía lo que quería.

Se mantenía tranquila tomando el té con Kotetsu mientras Haganezuka hacia rabieta en el jardín.
Ambos ya se habían acostumbrado a esos ataques de ira cuando un cazador de demonios rompía una de las espadas que hacía.

ㅡ¿Kamado Dono de nuevo? ㅡpregunto Kotetsu quitándose la máscara para comer galletas de arroz mientras (Nombre) asentíaㅡ. Ya son dos veces en tan poco tiempo.

ㅡDeberia de preocuparme de quitarle primero los cuchillos antes de que se vaya a entregar la Nichirin ㅡagrego (Nombre)

ㅡ¡No pienso ir! ¡No pienso hacerle otra espada a ese mocoso! ㅡgrito Haganezuka escribiendo al parecer una carta de odio y después atandosela al cuervo de (Nombre) para que la entregaráㅡ. ¡Jamás!

ㅡDeberias agradecerle que aún quiere que le hagas una espada ㅡañadio Kotetsuㅡ. Eres el peor herrero de la villa.

De un momento a otro Hotaru ya tenía a kotetsu de las ropas colgando. (Nombre) suspiro y tan solo le hizo cosquillas en las cosillas para que le dejara al niño en paz.

ㅡSabes que Kotetsu tiene un punto ㅡle dijo (Nombre) a su esposo que aún seguía hecho bolita en el sueloㅡ. Kamado kun pidió que siguieras siendo tu quien le haga su espada de nuevo. No puedes fallarle.

ㅡ¡Qué se joda el maldito! ㅡno fue con intención, nunca le ha hecho una grosería a (Nombre) ni siquiera levantarle la voz pero ahora que le había tirado el té de sus manos de un manotazo les hizo quedarse en silencioㅡ. (Nombre)...

Sin embargo ella no le respondió, sólo se levantó golpeado la superficie de la mesa con las palmas de sus manos y -molesta- sonriendo se dispuso a salir de allí antes de rebanarle los brazos a Hotaru con su Nichirin que guardo y tenía cerca por seguridad, dejando a ambos hombres sudando frío.

ㅡ¡(Nombre) espera! ¡Lo siento! ㅡ de pie dándole la espalda y cuando le miró de reojo la vio desaparecer, había usado la respiración soprendiendolo y más aún sabiendo que le ha faltado al respeto.

ㅡ¿Aún sigues enojada con Haganezuka, (Nombre) San? ㅡKotetsu se atrevió a preguntar. Su ahora cuidadora estaba tranquila como si nada pasara, ayudándole a entender los planos de su muñeca Yoriichi mientras Haganezuka anda perdido por los bosquesㅡ. Ya han pasado dos meses.

ㅡSolo espero que este haciendo la espada para Kamado Kun ㅡrespondio (Nombre) mirándolo de reojo. Kotetsu tirito de miedo al verle el rostro oscurecido y con ira reprimida en la bonita cara de ella. Decidió no seguir preguntando, aunque la duda le rondaba demasiado a preguntar más sobre su "madre"ㅡ. ¿Quieres preguntarme algo?

Kotetsu titubeó avergonzado.

(Nombre) le sonrió amable de nuevo para darle confianza.

ㅡ¿Por qué se caso con Haganezuka? ㅡno le sorprendió la pregunta del pequeño Kotetsu, la mayoría que vivían allí se lo preguntaron cuando escucharon de su compromiso cuando volvió. Haganezuka era una persona muy apasionada -demasiado- era algo rencoroso referente a la gente que rompía su trabajo o a alguien que dijera que era un pésimo herrero sin embargo; al volver a la villa dispuesta a casarse con él, le conoció a fondo, fue amable con ella y no tuvo un prejuicio alguno al contarle un poco de su propio pasado.

Le tomó afecto muy rápido y él también.

A pesar de que ahora tienen dos meses y medio de estar casados, su relación romántica era extraña, a penas iban en la etapa de dormir juntos, decir una que otra cosa bonita y tomarse de las manos además de que acababan de tener su primera discusión.

ㅡEs una persona problemática con su temperamento y ni hablar de su pasión por las espadas... Pero aún así me atrapó siendo un hombre honesto y comprensivo ㅡle dijo, sonriendo recordando el año entero que vivió con el herrero antes de casarse para conocerseㅡ. Por ello me case con él. Somos el desastre que necesitabamos encontrar.

Su respuesta lo dejo aún confundido, por supuesto por que aún era un niño de diez años, sin embargo el verla sonreír de esa forma tan enamorada supo que realmente quería a ese herrero loco y se alegraba por ella además, de que le cuidaba y lo hacía sentirse en casa.

Entendía el amor que también Haganezuka tenía por ella.

ㅡ¿(Nombre) Dono? ㅡla puerta fue tocada así que la conversación terminó, (Nombre) se levantó para atender su llamado. Era uno de los guardias del abuelo Tecchinㅡ. (Nombre) Dono. Tecchin Sama pidió si puede ayudarnos a encontrar a Haganezuka, Kamado Tanjirou Dono ha llegado a la aldea por que Haganezuka aún no ha entregado la Nichirin.

(Nombre) suspiro.

ㅡLo buscaré ㅡrespondio, se inclino y volvió dentro con Kotetsu quien había escuchado todo pero se mantenía callado al ver -de nueva cuenta- a (Nombre) enojada, la miró caminar con pequeños saltos por su pierna hasta la chimenea; descolgó la Nichirin que se encontraba como adorno, vio como se la coloco en el Yukata, como la desenfundo en un rápido movimiento haciendo ver su experiencia como ex cazadora de demoniosㅡ. Iré a buscar a Haganezuka ¿Esta bien?

Kotetsu solo asintió.

Y la vio desaparecer.

ㅡHaganezuka esta en problemas. Grandes problemas.

Le sorprendía como es que ese hombre se oculto. Llevaba algunos días buscándolo sin descanso por la montaña sin ningún éxito. Había descuidado a Kotetsu pero cuando volvió por unas horas un par de días antes, Kotetsu le había dejado una nota diciendo que entrenará a alguien con su muñeco, eso la sorprendió pues él no quería que nadie más utilizará a Yorichi, pues creía que sí se rompía no sería capaz de arreglarlo así que decidió continuar la búsqueda de su loco marido.

ㅡEstoy oxidada ㅡse dijo a sí misma sobando su hombro mientras descansaba en una roca. Tomó un poco de agua con tranquilidad pero se percató de un olor familiarㅡ. ¡¿Hotaru?! ㅡse encaminó con tranquilidad hasta el olor pero no encontró al herrero solo el haori color caqui que siempre tenía. Fue un acto involuntario pero no importo mucho: se llevó el haori a su nariz y olio el aroma característico de él... Olía a hierroㅡ. Típico ㅡse dijo con desagrado aún así se lo coloco y siguió caminando metros más adelante donde encontró la parte superior de su ropa dejándola en blancoㅡ. ¡¿Esta desnudo?!

No le importo mucho, ni siquiera tomó atención de que se hecho a correr toda avergonzada por el descubrimiento, corrió bastante y lo seguiría haciendo si no fuera por que visualizo a Kanamori así que se detuvo hasta donde estaba él.

ㅡ¡Oh! Melocotón San ㅡdijo Kanamori al verlaㅡ. ¿Buscas también a Haganezuka?

Sin embargo (Nombre) ya estaba en el suelo intentando recobrar el aliento, había olvidado usar su respiración y sólo corrió a lo loco así que necesitaba un minuto. Cuando se recobro asintió pero Kanamori ya estaba caminando de nuevo a unos metros de ella así que le siguió.
Cuando salió de los arbustos noto a Kotetsu, Kamado Tanjirou y a Kanamori haciéndole cosquillas a un Haganezuka extremadamente fuerte, se hubiera quedado embobada en su esposo si Kotetsu no le hubiera llamado.

ㅡ¡Llegó de la nada queriendonos quitar la espada que estaba en Yorichi y que se la había dado a Tanjirou! ㅡKotetsu acuso al herrero quien aun seguía en el suelo hecho ovilloㅡ. ¡Dile que Tanjirou ya no necesita de sus espadas inútiles!

Pero (Nombre) aun intentaba recobrar el aliento además de que se le había engarrotado la pierna mala. Se sentó sin más y dejó que Kanamori explicara lo que hacía Haganezuka en las montañas y que Kotetsu le aventara tierra.

ㅡAdemas es malisimo para llevarse bien con la gente ㅡañadio Kotetsuㅡ. Seguiría sin amigos, viejo y soltero si no fuera por que (Nombre) se caso con el loco.

(Nombre) miró a Kotetsu con desaprobación.

ㅡ¡Yo me encargaré de la espada! ㅡdijo Haganezuka haciendo movimientos con las manos provocando que (Nombre) no dejara de verle el cuerpoㅡ. Terminaré de refinarla con el estilo de pulido Nichirin, el cual ha sido heredado por la familia Haganezuka por generaciones.

ㅡ¡Pudiste haber partido por eso primero! ㅡKotetsu grito irónicoㅡ. Seguías diciendo "Confíen en mi" repitiendo lo mismo aun y cuando no eres capaz de establecer relaciones cercanas. Solo haces que (Nombre) se preocupe por ti, si sigues así va a abandonarte por un hombre capaz y más joven.

Eso activo a Haganezuka para tomar a Kotetsu de las ropas con intención de ahorcarlo.

(Nombre) ya recuperada fue quien le hizo cosquillas a su esposo para calmarlo, además de que le golpeó la cabeza con el mango de su espada por todo lo que le hizo pasar, por maltratar a Kotetsu y por qué está loco. No mas.

ㅡNos encargaremos de que Hotaru termine tu espada para que vuelvas al trabajo, Kamado Kun ㅡ(Nombre) se inclino ante el joven cazardor de demonios.

ㅡ¡Muchas gracias, (Nombre) San! ㅡañadio Tanjirou sonrojado por la amabilidad y aura cálida que ella transmitíaㅡ. ¡Vendré a verlos mañana!

ㅡ¡Mejor no vuelvas mocoso! ㅡgrito Hotaru buscando los utensilios dentro del tallerㅡ. ¡Necesito concentración!

(Nombre) entro también al taller cuando Tanjirou se retiro para descansar. Miró a ambos hombres a su cuidado con desaprobación mientras Kanamori se mantenía quieto mirando.

ㅡ¡Termina la espada de Tanjitou Kun y te disculparas después! ㅡseñalo y grito a Hotaru, entregándole la parte superior de su ropa que había dejado tirado. Estaba esperando su haori pero (Nombre) se negó a quitárselo y no le molesto de hecho, la miró completa y creyó que se veía como una diosa por su desaliñado atuendo: su haori, el Yukata púrpura abierto dejando ver una de sus piernas por la presencia de su Nichirin y su cabello largo un poco alborotado. Kanamori le contó que la había encontrando corriendo tal vez preocupada por él así que eso lo embelezaba aún más ㅡ. ¡Kotetsu, también te disculparas con Tanjitou por dejarlo sin comida ni agua siete días!

Kotetsu asintió.

ㅡ¡Tu los vigilaras! ㅡagrego señalando a Kanamori y después preguntando del por quéㅡ. ¡Por qué necesito un descanso!

Suspiro, sacudió sus ropas y se dispuso a irse para darse un baño, dejando a los tres hombres en silencio acatando sus órdenes. Ninguno estaba tan loco como para negarse, era una ex cazadora, los mataría en un pestañeo. Daba miedo.
Haganezuka salió para alcanzarla antes de que se fuera, la tomó de la mano para que le mirara. Un rostro un tanto cansado y molesto le miró y él sólo la abrazo.

ㅡPerdona... Lo de el otro dia yo... ㅡmas (Nombre) no correspondió al abrazo por lo que Haganezuka se apartó de ella para mirarla a los ojos quitándose la máscara. Aún se veía enojadaㅡ. Lo siento.

ㅡTermina tu trabajo ㅡsolto y se marchó dejándolo de pie.

ㅡSabia que te rechazaría ㅡagrego Kotetsuㅡ. Le pides perdón después de dos meses de desaparecer. Por eso vas a ser el divorciado.

Volvió a tomarlo de la ropa haciendo que Kanamori le hiciera cosquillas.

Después de el largo baño salió y camino por el lugar desolado para llegar a casa, era un poco tarde pero aún había unos cuantos herreros despiertos volviendo a casa.
Había sido una semana cansada y su pierna ya estaba piendo a gritos descanso. Cuando llegó a casa iba a dejar su espada en su lugar pero un estruendo la alertó.

ㅡ¡Los demonios nos atacan!

Escucho la alarma y su cuerpo sintió escalofríos.

ㅡHotaru, Kotetsu...

Ignoro el dolor en su pierna cuando comenzó a correr en dirección al almacén de Haganezuka, estaba preocupada, tanto que sostenía la Katana tan fuerte que sus nudillos estaban blancos. Quería ir, quería ya estar allí donde sus personas amadas pero se detuvo.

Escucho a algunas personas huir, eran voces de niños y madres... Miró con importancia hacia la dirección de donde tenía pensado ir pero, unos demonios tipo peces zen aparecieron persiguiendo a los indefensos.
Grito molesta y decidió dejar de lado a su esposo e hijo para proteger a las mujeres y niños, utilizando la respiración de rosas cuantas veces fueran necesarias para protegerlos aún y aunque fuera herida repetidas veces solo para guiarlos hasta los bunkers de seguridad. Cuando el primer grupo estuvo a salvo, volvió corriendo por los caminos hacia el centro de la aldea donde apoyo a los aldeanos a resguardarse y cortar cuantas vasijas aparecieron, pero aún así no dejaban de aparecer.
Cuando Tecchin Sama estuvo a salvo al igual que los aldeanos ella corrió hacia el almacén, rezando a los dioses de que ellos estuvieran bien y a salvo.

ㅡ¡¡Kotetsu!! ㅡgriro cuando visualizo al pequeño niño en el suelo, preocupada y al borde de las lágrimas lo sostuvo, le quito la máscara para saber si aún respiraba encontrándose con el gracioso rostro de élㅡ. ¡Kotetsu!

ㅡ(Nombre) San... ㅡrespondio, haciendo que (Nombre) soltara un gran suspiro, lea abrazo con fuerza agradeciendo que esté bienㅡ. ¡Él demonio fue donde Haganezuka! ¡Ve! ¡Yo estoy bien!

Le volvió a entregar el cuchillo a Kotetsu, preguntó un par de veces si estaba bien a lo que él asintió, y salto de entre los árboles para llegar donde Haganezuka, cortando unos pocos jarrones y después miró al demonio en la entrada del almacén y después a Kanamori atravesar una de las paredes por lo que se lanzó para cortar el cuello del demonio sin éxito alguno ya que este se escondió de nueva cuenta en el jarrón, en un instante había vuelto a salir para golpearla con fuerza y hacer que saliera volvando, atravesando la pared frente a Hotaru y chocando con un árbol que freno su camino de golpe hiriendola y dejándola aturdida.
El pilar de la niebla apareció tan haciéndole frente al demonio resultando ser una Luna superior, (Nombre) escupió un poco de sangre y cuando estuvo lista para volver a pelear volvió a salir disparada; el demonio creo tentáculos gigantes destruyendo el almacén, Haganezuka salió volando de igual manera pero apenas se incorporó volvió a pulir la espada. El pilar y Kanamori habían sido atrapados así que con dolor en la pierna volvió a utilizar la respiración para liberarlos volviendo a ser golpeado por el demonio, cayendo con fuerza al suelo.

ㅡNo me subestimes ㅡdijo el demonio cuando apareció en una vasija en un árbol, se había cambiado cuando el pilar de la niebla estaba a nada de cortarle el cuello.

ㅡNo lo hacemos ㅡsusurro (Nombre) detrás de la luna superior cortando pero no al demonio si no a la vasija. "Si no hay vasijas, él no podrá transportarse de un lugar a otro" ㅡ. ¡Me encargaré de las vasijas, por favor mata al demonio!

Solo habían unas cuantas, cuando iba a destruir la última, de ella salió el demonio molesto.

ㅡ¡Deja de romper mis hermosas vasijas! ㅡle grito y atacó lanzando la lejos y siendo ayudada por Kanamori cuando el pilar de la niebla volvía a pelear con la Luna superior.
Kanamori hizo presión en el abdomen de ella, había sido herida pero aún así se levantó y viendo que era derrotado el demonio decidió correr hacia su esposo quien aún intentaba hacer su trabajo.

ㅡHaganezuka... ㅡle llamó pero no hizo casoㅡ. Haganezuka...

Sin ninguna señal así que pateó lejos la piedra de afilar, creyó que Haganezuka le diría algo pero más bien al fin se desmayo. No le importo el dolor, (Nombre) cargo a su esposo en su espalda mientras Kanamori se hacía cargo del pilar de niebla.

ㅡ¡Llevemosle la espada a Tanjirou, puede que la necesite!

Una de sus rodillas cedió justo en el acantilado, estaba comenzando a ver borroso y su respiración era irregular e incapaz de controlarla. Le dio la espada al pilar permitiendo que se la lanzará a Tanjirou, mientras ella intentaba no perder el equilibrio cuando Haganezuka despertó molesto intentando ahorcar al niño pilar.

ㅡ¡¿(Nombre)?! ㅡel grito y movimiento hizo que Haganezuka lo notará, su esposa le cargaba y habían caído al suelo cuando ella se desmayo por las heridas y por supuesto perdida de sangre dejando inerte y helado al herrero.

Asustandolo.

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