Sabía que no podía seguir huyendo siempre que miraba a ese chico, era una completa estupidez. En cualquier caso debería resolverlo, pero, ¿resolver qué? Si apenas cruzaban miradas, ¿por qué lo aterraba tanto?

No había hecho algo tan malo, ¿o sí? Definitivamente no, ni siquiera lo había tocado con su auto, solo fue un pequeño susto. Aunque no negaría que la manera en la que había huido había sido genial, hasta a JiMin le había salido perfecto; el sí que se había metido en el papel.

- ¿Lo viste? –preguntó Taehyung sin dejar de mirar hacia el frente. Sostenía el volante como si su vida dependiera de ello, aunque literalmente así era.

- Vi a dos chicos, Taehyung, ¿Cuál de los dos era? –JiMin se estaba comportando extraño desde que salieron huyendo del local, podía notarlo incluso si lo ocultaba.

- Cabello negro, musculoso, agraciado. –enumeraba con sus dedos. –Incluso sus brazos son notorios debajo del uniforme de mangas largar.

- ¿Vas a huirle todo el tiempo? –sabía que lo miraba, podía sentirlo aun si su vista siguiera centrada en una sola cosa. No podía darse el lujo de ganarse enemigos por otro casi atropello.

- JiMin, ¿viste el tamaño de sus brazos? Es estúpidamente fuerte, se nota. Me va a dejar estampado contra la acera.

JiMin rió sonoramente ante las ocurrencias de su amigo. No podía con cada cosa que salía de la boca de Taehyung. Muchas veces había tratado de hacerle saber que exageraba con las cosas trágicas que imaginaba, aunque los músculos del pelinegro no eran ninguna imaginación.

- No lo sé. –decía entre risas. – Si se ve así. –hizo algo extraño con sus manos tratando de explicar lo que pensaba. –Pero no creo que sea muy así.

Tae frunció el ceño, no había entendido ni media explicación, pero tampoco entendía el por qué su mejor amigo defendía a alguien que quería estamparle la cara contra su propio auto.

- ¿Estas defendiendo a ese idiota? –preguntó sin dejar de verlo, ya que esta vez la fila de autos le permitía descansar.

- Tú fuiste un idiota primero. –se defendió.

- Ni siquiera lo pisé, JiMin.

- ¿Y estabas esperando a hacerlo? –JiMin abrió su boca con falsa sorpresa.

- Bien. –TaeHyung soltó un bufido para luego tomar la carretera más corta. –Solo digo que no es excusa para mirarme así. ¡Hasta la persona que estaba con él tenía cara de pocos amigos!

- No es cierto, él no es así. –interrumpió rápidamente. Eso sí que había tomado por sorpresa a TaeHyung. Casi le había gritado.

- ¿Cómo vas a saberlo si no los conoces? Y además, ¿Por qué los defiendes? –estaba confundido. La cara de amigo estaba completamente roja, hasta le hacía juego con su cabello rosa pastel.

- Solo es una suposición. –miró hacia otro lado. –Ya no importa, quizás si sean unos idiotas, ¿no? –levantó los hombros restándole importancia.

- Sí, pero...

- ¡Maldición! No pagamos la cuenta. –interrumpió.

(...)

- No entiendo cuál es tu obsesión por ir.

Hace más de dos horas que habían llegado nuevamente a la universidad. Habían tenido su última clase y ahora estaban disfrutando de tres bebidas de sabores similares en el patio del campus.

HoSeok se había unido a la plática en cuanto los miró sentados en el césped. Se le notaba tan emocionado por aquella fiesta que tal tema fue el principal en la conversación.

- Dicen que las fiestas que da YoonGi son las mejores. –respondió con simpleza mientras jugaba con el hielo de su bebida.

JiMin rodó los ojos. No era muy amante de las fiestas, pero quizás no había nada de malo distraerse un rato, mirar otras cosas, conocer nuevas personas, aclarar un par de dudas, tal vez...

Todo parecía tan tranquilo que se le hizo extraño al castaño no mirar por algún lugar a su novia. Su celular seguía completamente descargado y dentro de su auto. Sabía que tenía muchas llamadas perdidas e incluso mensajes aunque no revisara, siempre era así, pero no tenía nada de malo, ¿no? Las parejas se preocupan el uno por el otro.

- ¿Aun quieres ir? –esta vez le preguntó a su mejor amigo. Sin embargo no obtuvo respuestas, se le notaba que estaba en otro mundo y era extraño ya que casi siempre él era el que se perdía. –Taehyung, ¿estás en este planeta aun?

- Oh, sí. –sonrió. –Claro, no le veo nada de malo. –resopló mientras acomodaba sus hebras castañas. –Aunque no tengo ni la menor idea de quién es YoonGi.

Un sentimiento de culpa inundó a una de las tres personas que estaban en el lugar, y claramente Hoseok quedaba descartado, el solo miraba como los hielos de su bebida de deshacían.

- No es como si asistiera mucho. –aportó HoSeok. –Tiene la vida totalmente hecha. –Pero, joder, si que hace las mejores fiestas. Su estilo es bastante normal. Sexo, drogas y alcohol. –enumeró con sus dedos. –Supongo que hay más cosas que no son tan legales. –rió. –También es algo antipático, sonríe con dificult...

- Bien, supongo que ya escuchamos mucho de él. –interrumpió JiMin. –Ya dará tiempo de mirarlo.