-¿Porque lloras?.-Me pregunto una voz a mi lado.

No quería abrir mis ojos, a pesar de que mis parpados temblaban amenazando con abrirse. ¿Y si solo estaba soñando?.

-Abre tus ojos Hyejin.-Susurro acariciando levemente mi mejilla.-Y ya no llores mas.

Negué apretando mas mis parpados.

-Te quiero mucho, pero de ves en cuando eres muy terca.-Dijo levemente y sentí como sonreía.-Ábrelos.

Los abrí lentamente observando como Jungwon acariciaba mi rostro con delicadeza. Estábamos en el miso lugar al que me llevo cuando fuimos a la cabaña de su familia, bajo el mismo manto de estrellas, sentados en el césped en una tranquila noche en la que solo se escuchaban los pequeños grillos. Su cabello teñido danzaba levemente y su sonrisa tranquila me brindaba una sensación de paz inigualable.

De un momento a otro se me escapo un suspiro algo desesperado de esos que se escapan después de haber llorado mucho, por lo que Jungwon dejo de sonreír.

-No me gusta verte así.-Hablo haciendo una tierna mueca de incomodidad.

-No te preocupes, estoy bien.-Sonreí levemente para luego bajar mi mirada a mis manos.

-Entonces dime... ¿Por qué estabas llorando?.

-Porque... no quiero que te alejes de mi.-Le respondí sintiendo como mis ojos se humedecían y el pelirrojo mordió levemente su labio.

-No seas tonta, ¿Qué motivos tendría para alejarme de ti?.-Se acerco mas a mi tomando mis manos dulcemente por lo que sentí mi corazón latir con fuerza.-Escúchame bien, nunca voy a irme de tu lado, porque yo te amo y eres todo lo que necesito.

Volvió a sonreír acortando la distancia que nos separaba y yo desperté en medio de la oscuridad de mi habitación. ¿Qué fue todo eso?.

Suspire levemente y me levante un poco de mi cama para ver la hora, solo faltaba una hora para que amaneciera por lo que decidí comenzar mi día de una ves por todas. No puedo creer que haya soñado con Jungwon, no recuerdo mucho pero se perfectamente que soñé con el.

❣

Mi hermano abrió la puerta asustándose un poco al verme despierta con un libro entre mis mano sentada en mi escritorio.

Esperen... ¿mi hermano?.

-¿Seokjin?.-Inquirí sorprendida.

-¿Que haces despierta a esta hora?.-Me respondió con otra pregunta entrando por completo a mi habitación y yo rodé los ojos.

-¿Hace cuanto llegaste?.-Pregunte curiosa y el se sentó en mi cama.

-¿Hace cuanto estas sentada ahí?.-Volvió a hacer lo mismo y yo lo mire mal viendo como sonreía.

Es fastidioso, lo se, pero ya lo extrañaba.

-Podrías dejar de responder con otra pregunta.-Me levante de mi lugar acercándome a el de brazos cruzados.

-Ya no te enojes y ven a darle un abrazo a tu hermano.-Dijo levantándose de la cama mientras sonreía ampliamente para envolverme en un fuerte abrazo que casi me dejo sin aire.-Llegue hace unas horas, así que quería sorprenderte.-Respondió al fin a mis preguntas y yo lo mire mal sabiendo que cuándo se refería a sorpresa hablaba de una de sus bromas, desde pequeños es algo natural entre ambos pero a veces Jin se excedía un poquito.

-Me alegra que hayas venido.-Le dije muy feliz cuando nos separamos y este acaricio mi cabello como si fuera un cachorro, haciéndome recordar a Jungwon.

-A mi también.-Sonrió pero luego dejo de hacerlo cuando recordó algo.-Por cierto, pensé que para navidad podríamos...

-No.-Respondí inexpresiva.

-Hyejin, ya pasaron tres años y...

-Por favor no insistas.-Le pedí sintiendo mis ojos cristalizarse al recordar aquel triste accidente que cambio nuestras vidas por completo.

-Esta bien, no insistiré.-Sonrió comprensivo y volvió a acariciar mi cabello hasta que se fijo en un punto fijo en mi cuello.-¿Y ese collar?.-Pregunto extrañado y yo mire un segundo el collar sonrojándome al recordar que había sido un regalo del pelirrojo.-Porque te sonrojas.-Entrecerró sus ojos.-Acaso... espera, te lo dio un chico.-Casi grito al decir aquello y yo hice un gesto de que bajara el tono.

-Creo que mi madre nos esta llamando.-Evadí su pregunta saliendo de mi habitación a pasos rápidos seguido de mi hermano que solo se quejaba intentando sacarme información sobre aquel collar.

❣

-¿A donde vas?.-Inquirió mi madre curiosa asomándose a través de sus lentes en el sofá por lo que mi hermano saco su cabeza asomándose desde la cocina.

-Iré a caminar un rato.-Le respondí con la mitad de mi cuerpo fuera de la casa.

-Bueno, pero no llegues tarde para cenar.-Me dijo y siguió con su lectura, mientras que mi hermano refunfuño volviendo a la cocina.

Camine tranquilamente disfrutando la brisa de la tarde mientras se reproducía mi playlist favorita, disfrutando de la melodía. Me acerqué a una de las bancas que había en el pequeño parque cerca de mi vecindario por lo que suspire serrando mis ojos y disfrutando mas a gusto de la música.

-Hyejin.-Dijo una vos frente a mi por lo que abrí mis ojos sabiendo de quien se trataba.

Jungwon me sonreía con un curioso brillo reflejado en sus ojos por lo que yo también sonreí sintiéndome repentinamente feliz de verlo. Me iba a decir algo mas pero una aniñada vos nos interrumpió.

-Hyejin.-Grito la pequeña feliz, abrasándome al instante.-¿Quieres venir con nosotros?.-Inquirió sonriendo inocentemente.

-¿Con ustedes?.-Pregunte mirando a Jungwon curiosa y el rio levemente rascando su nuca.

-Si, vamos a ir a hacer las compras, mi madre me lo pidió, pero esta enana también quiso venir.-Dijo el pelirrojo y yo asentí viendo como Jiwon inflaba tiernamente sus mejillas al escuchar como su hermano mayor la había llamado.

-A quien llamas enana, feo.-Le saco la lengua y se acurruco entre mis brazos por lo que yo reí observando como Jungwon se hacia el ofendido exageradamente.-Hyejin, vendrás con nosotros, ¿verdad?.-Volvió a preguntar y yo asentí sonriéndole.

❣

-Bien, ¿entonces que dice la lista de tu madre?.-Le pregunte mientras empujaba el carrito de compras por el lugar, deteniéndome para verlo mejor.

-Ten.-Me extendió el trozo de papel para luego recargarse del carrito viéndome tiernamente o eso creía yo ante mis ojos.

-Hermano.-Lo llamo la pequeña jalando su ramera y yo me llene de ternura al ver aquella escena.-Quiero esto.-Le dijo apuntando a una caja de galletas de chocolate que sostenía en su mano derecha, Jungwon frunció el seño buscando algo entre sus bolsillos maldiciendo por lo bajo luego.

Se agacho a la altura de su hermana y relamió sus labios un poco nervioso.

-Jiwon, lo siento pero hoy no puedo, solo traigo el dinero que me dio mamá. Pero prometo que lue...

-Pero yo las quiero ahora.-Dijo la pequeña comenzando a hacer un berrinche en medio del pasillo. Observe como Jungwon intentaba hacer que se calmara pero no lo conseguía, así que intervine.

-Yo te las comprare.-Dije observado como ambos hermanos me veían.

-Si, Hyejin es la mejor.-Me abrazo y yo me encogí en mi lugar de felicidad, viendo como Jungwon me agradecía con la mirada.

Luego de comprar todo lo que estaba en la lista nos acercamos a la caja para pagar, sonriendo ambos, al ver como Jiwon agitaba sus galletas feliz.

La señora que estaba en la caja nos observaba cada cinco minutos y de ves en cuando veía como mi mano estaba entrelazada con la de la pequeña sintiéndome incomoda por tanta atención.

-Perdón por la intromisión, pero, no son muy jóvenes para tener una hija.-Dijo la señora en un tono curioso y sentí como a mi lado Jungwon aguantaba la risa para no soltar una carcajada, por mi parte estaba muriendo de la vergüenza.

-Siento decepcionarla señora pero la pequeña es mi hermana y no es de su incumbencia, si estamos juntos o no.-Le dijo a la señora sin quitar en ningún momento su sonrisa amable y sin mas me tomo de la mano sacándome casi a rastras del establecimiento.

Después de aquel incomodo momento acompañe a Jungwon hasta su casa en donde su madre me recibió felizmente pidiendo que me quedara a cenar pero yo solo negué diciéndole que mi madre me esperaba en casa por lo que esta asintió pidiéndome que pasara mas seguido y dejando saludos a mi madre, por lo que al despedirme de la familia de Jungwon, este se ofreció a acompañarme a casa.

❣

Caminamos unas cuadras hasta estar cerca de mi casa por lo que en un momento determinado mire a Jungwon curiosa al ver que aun estaba tenso, por lo que supuse que era por lo que había dicho aquella señora. El pelirrojo frunció su ceño levemente y la incomodidad no se podía notar menos en su rostro.

-Vieja metiche.-Murmuro.

-Jungwon.-Lo regañe y este suspiro entrelazando su mano con la mía por lo que me sonroje mirando hacia otro lado.

-Me alegra que lo estés usando.-Hablo cambiando de tema, refiriéndose al collar mientras sonreía complacido y yo asentí dándole un pequeño apretón a su mano.

-¿Y la otra mitad?.-Le pregunte y este sonrió genuinamente.

-La de tu corazón o la del collar.-Sonrió divertido y yo fruncí mi ceño levemente.

-Ya sabes a lo que me refiero.-Susurre y este asintió.

-La coloque en mi llavero... así podre recordarte siempre.-Rio levemente, avergonzándose un poco, llamando mi atención al instante por su repentina reacción.

Era la primera ves que lo veía avergonzarse por algo y en verdad se veía lindo. Comencé a pasar tiempo con Jungwon desde hace unos pocos meses y ahora estoy conociendo mas de su lado mas blando y me encanta. Quiero seguir conociéndolo, porque estoy segura que aun ahí un millón de cosas que no se de el, así que estoy dispuesta a abrir mi corazón con el pelirrojo, ya no cabe duda de que termine enamorada de el.

-Hyejin.-Me llamo levemente y yo reaccione, otra ves me había quedado pensando.-Ya llegamos a tu casa.-Rio levemente y yo asentí soltando su mano que no había soltado en ningún momento, girándome dispuesta a entrar a mi casa.

-Entonces nos ve...

Jungwon me detuvo tomando mi mano y yo frene observando como su cara estaba completamente roja mientras murmuraba cosas sin sentido.

-Escucha, yo... Hyejin se que aun no conozco mucho sobre ti pero en verdad me gustaría conocerte mas, ser la causa de tus alegrías y ser quien limpie tus lagrimas cuando estés triste.-Sonrió cálidamente acariciando mi mejilla mientras me trasmitía una paz inexplicable.-O al menos eso es lo que yo quiero.-Bajó levemente su mirada.

-Y-yo también siento lo mismo... quiero conocerte mas Jungwon.-Le dije sincera sintiendo mi cara arder y el pelirrojo levanto su mirada sonriendo mientras me acercaba a el para abrazarme.

Estuvimos así hasta que alguien carraspeo interrumpiéndonos, por lo que nos separamos mirando al causante de interrumpir nuestro momento. Mi hermano nos observaba desde el porche con una mirada seria que le devolví por haber interrumpido. El castaño se acercó a nosotros separándome por completo del pelirrojo y colocándome detrás de el.

-¿Y tu quien demonio eres?.-Le hablo en un tono seco haciendo que Jungwon tragara saliva mientras sonreía incomodo.

-Yo so...

-Como te atreves a abrazar a mi hermana.-Reclamo mi hermano con una mirada oscura y el pelirrojo me miro como pidiendo ayuda y yo simplemente le dije con la mirada que estaría bien.

-Seokjin, ya deja de asustar al amigo de Hyejin.-Intervino mi madre apareciendo de repente por lo que por dentro me alegre feliz de verla.-Bien, ahora entren a comer. Ya deja de gritar Seokjin, despertaras a todos los vecinos.-Lo regaño en un tono severo.-Tu también puedes quedarte a cenar cariño.-Se refirió a Jungwon cambiando su tono amable por uno dulce, por lo que mi hermano le dio una mirada acesina al pelirrojo a causa de eso.

¿Por qué tiene que ser así?.

-¿Porque el tiene que quedarse también, que no tiene casa?.-Reclamo mi hermano entre dientes.

-Ya no sigas, me das dolor de cabeza.-Intervine y tome al pelirrojo de la mano guiándolo dentro.-Vamos Jungwon.-Dije e ignore por completo las ridículas quejas de mi hermano.

-Hyejin, ya dime quien es ese flacucho.-Exigió.

-Ya cállate.

A pesar de todo estaba muy feliz de tener junto a mi a todas las personas que quería. Pero especialmente de tener a Jungwon conmigo, el había cambiado por completo mi experiencia en la preparatoria.