𝟷𝟷. 𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑁𝑖𝑔𝘩𝑡❦
Recién habían comenzado las vacaciones de invierno y ya estaba sometiéndome a un extremo estrés, bueno quizás exagere un poco, pero que puede ser mas estresante que tener una cita y no saber que ponerse, no es que a mi me interese mucho la forma en que me visto, pero hoy en especial quería verme bonita sin importar que.
Me observe por algunos segundos en el espejo, dándome cuenta que ya eran las tres de la tarde y aun estaba en piyama, y con el cabello echo una maraña de pelos, recordando así que solo me quedaban unas pocas horas para que Jungwon viniera por mi. Pero que podría hacer si nunca e tenido una cita y no tengo la menor idea de como vestirme o peinarme, una opción seria llamar a Yoohyeon recordando que ella es la mejor en estos casos, pero probablemente me mataría si le dijera que voy a salir con el chico que le gusta.
Me lance encima de la montaña de ropa que había en mi cama comenzando a lanzar pequeñas patadas al aire mientras lloriqueaba tontamente. Me quede mirando a la nada hasta que sentí la puerta de entrada ser abierta seguido del retumbar de unos tacones, suponiendo que se trataba de mi madre.
-¿Aun sigues así Hyejin?.-Me hablo mi madre con sorpresa al entrar a mi habitación, observando asombrada como en solo unas horas había virado de cabeza mi habitación.
-Ayuda.-Le pedí lloriqueando levemente, por lo que mi madre solo suspiro negando.
❣
Luego de unas dos horas por fin estaba lista y bastante feliz por el resultado. Mi madre había escogido un vestido azul claro apretado en la cintura pero suelto a partir de las caderas, con unos tacones a juego con el vestido. Digamos que mi madre era una persona bastante elegante, a diferencia de su hija que era un desastre, pero aun así yo tenia lo mío.
Mi madre me observaba orgullosa limpiando falsas lagrimas de sus ojos, mientras yo rodaba los ojos divertida al ver lo exagerada que era mi madre.
-Cuando fue que mi pequeña bebe creció tanto y recordar que solo era una niñita, y ahora va a tener una cita.-Me dijo en un tono orgulloso, por lo que solo reí abrazándola feliz de tenerla a mi lado, por lo que después de aquel emotivo momento bajamos al primer piso sentándonos a conversar un rato como hace tiempo no hacíamos.
El timbre de nuestra casa retumbo por todo esta, asiendo que me pusiera de pie para abrir a aquel tan esperado chico pero termine chocándome con la mesita enfrente de mi, comenzando a sobar la zona afectada, bajo la risa de mi madre que aprovechando mi estado fue a abrir la puerta por mi recibiendo de brazos abiertos al pelirrojo que le sonreía amenamente. Luego de recuperar mi compostura me acerque hacia la puerta observando como Jungwon le daba un ramo de rosas a mi madre, por lo que lo mire confundida carraspeando un poco y por fin llamando su atención por lo que este me sonrió mirándome de arriba hacia abajo mordiendo levemente su labio inferior en el proceso, por lo que desvié mi mirada levemente sintiendo como mis mejillas comenzaban a adquirir calor.
-Bueno, y que esperan... ya váyanse.-Intervino mi madre llamando nuestra atención y casi echándome de mi propia casa sin dejarme ni siquiera hablar.
Cuando ya estuve afuera con Jungwon, me sentí un poco tímida por lo que baje mi mirada con mis mejillas levemente rojas.
-Te ves linda.-Me alago repentinamente haciéndome subir mi mirada logrando tener mi atención total en el, la verdad es que el también se veía muy guapo hoy con aquel traje algo informal, pero que lo hacia ver tan guapo.
Aunque no se lo diría.
-Gracias.-Dije asintiendo levemente por lo que el rio.
-¿Para mi no hay ningún cumplido?.-Pregunto sonriendo pero yo solo negué acercándome hacia su deportivo negro dejándolo atrás con un lindo puchero involuntaria.
Este no dijo nada mas y simplemente me abrió la puerta del coche para el también subir y comenzar a conducir.
-¿Alguna ves dirás algo lindo sobre mi?.-Me pregunto de repente rompiendo el silencio que había entre ambos.
-No lo se... tal ves nunca.-Le dije sin mas sonriendo divertida, pero este me miro entrecerrando sus ojos, aprovechando que habíamos parado en un semáforo para comenzar a quejarse.
-¿Como que nunca?.-Me reclamo frunciendo levemente su ceño.
-Lo mas probable es que si te digo algo así, tu ego se eleve a mas no poder... te conozco bien Jungwon.-Le dije cruzándome de brazos en mi lugar viendo como el pelirrojo parpadeaba levemente, hasta que recordó algo.
-Entonces voy a hacer que me ames.-Dijo de repente comenzando a conducir nuevamente por lo que yo solo lo observe divertida.-Así me dirás cumplidos todo el tiempo.
Si supieras.-Pensé comenzando a reír por lo que el pelirrojo solo se inmuto a hacerse el ofendido y seguir conduciendo.
❣
Comenzamos a alejarnos de la ciudad por lo que me sentí un poco confusa ya que pensé que iríamos a un restaurante o algo así, pero si no vamos ese tipo de lugar, entonces a donde me lleva, no es que desconfié de el pero en las películas de terror ir a un bosque en medio de la noche es señal de que te van a matar o algo, y repito otra ves, no es que desconfié de Jungwon, solo es instinto. Comencé a ver menos casas y mas arboles por lo que apegue mi rostro a la ventana viendo que ciertamente estábamos fuera de la ciudad.
-Podrías cambiar esa cara de paranoica.-Bromeo riendo levemente por lo que lo mire un poco ofendida.
-¿A quien llamas paranoica?.-Le pregunte cruzándome de brazos ofendida.
-A ti.-Dijo acercándose a mi lugar, dejando así un pequeño pico en mis labios, sintiendo un calor extremo en mis mejillas.
Enserio, ¿Por qué tiene que ser así?.
-O-ye, ¿Qué haces?.-Le reclame tartamudeando por su cercanía, alejándolo con mi mano presionada en su pecho.-Además, porque haces estas cosas mientras conduces.-Lo regañé pero este solo rio.
-Hyejin, llegamos hace unos minutos.-Me respondió sonriente, bajando del auto por lo que lo seguí.-Pero tu no te diste cuenta ya que estabas pensando en cosas paranoicas. ¿Verdad?.-Inquirió entrecerrando sus ojos.
-¿Que dices?, claro que no.-Me defendí.-Además... porque me traes a un lugar así.-Mencione mirando a todas partes y luego a el.
-Sorpresa.-Susurro acercándose a mi y cubriendo mis ojos con sus manos por lo que comencé a caminar torpemente.
-Ten cuidado, voy a chocar con algo.-Le reclame pero este solo rio levemente.
Luego de un rato de caminar a siegas este quito sus manos de mis ojos, colocándolas en mi cintura y abrasándome de espaldas. Pero eso era lo de menos en aquel momento, ya que ante mis ojos había un precioso mirador decorado con luce tenues y una mesa en el centro, adornada con finas copas y algunos platillos, sin contar el candelabro que estaba en el centro de la mesa.
¿De donde habrá sacado algo así?.
-Jungwon, ¿de donde sacaste ese candelabro?.-Reí entretenida.
-Enserio, hice todo esto para ti y me preguntas por un candelabro.-Se quejo tiernamente soltándome de aquel abrazo por lo solo reí intentando disculparme.
-Lo lamento, es hermoso todo esto, enserio gracias.-Le respondí con sinceridad acariciando levemente sus mejillas por lo que este sonrió complacido dejándose llevar por mi dulce tacto.
-Se lo pedí prestado a mi abuela.-Respondió a mi anterior pregunta algo tímido.
-Eres tan lindo.-Dije sin pensar, observando como los ojos gatunos del pelirrojo se iluminaban.
-¿Que dijiste?.-Me pregunto ilusionado.
-Como que comienzo a tener hambre.-Dije evitando su pregunta comenzando a caminar hacia la mesa, bajo la intensa mirada del pelirrojo.
Este me abrió la silla por lo que me senté agradeciéndole algo incómoda y aunque este me miraba intensamente como si buscara algo en mi nerviosa mirada. Simplemente me dispuse a comer probando el primer bocado, percatándome de lo delicioso que estaba poniendo una cara de felicidad al instante.
-¿Lo preparaste tu?.-Inquirí sonriéndole levemente.
-Solo algunos pocos, el resto los preparo mi madre.-Me respondió con una sonrisa que marcaba sus lindos hoyuelos que tanto me gustaban.
-¿No me dirás cuales?.-Inquirí repentinamente feliz.
-No te lo diré, es un secreto.-Me respondió socarrón.-A menos... que vuelvas a decirme que soy lindo.-Me propuso mordiendo su labio inferior.
-Mejor ya no me digas.-Dije haciendo una mueca, y sin mas seguí comiendo.
❣
La noche paso tranquilamente entre charlas y risas por parte de ambos por lo que pude conocer un lado mas tierno y abierto de Jungwon sintiéndome feliz y con el corazón agitado. Pasadas quizás las nueve o diez de la noche, me quede junto a Jungwon observando el paisaje nocturno desde el pequeño mirador en el que estábamos.
-Gracias.-Dije sintiendo mi corazón sobresaltarse de felicidad al ver la complacida mirada del pelirrojo.
-No tienes que agradecerme, lo hice con gusto.-Me dijo acercando su mano a mi cabello y acariciándolo levemente.
-Aun así, fue la mejor cita que pude haber tenido.-Me sincere tomando su mano que estaba sobre mi cabello y entrelazándola con la mía.
Nos quedamos en silencio un momento hasta que el pelirrojo hablo.
-Quería darte algo.-Comento soltándose de mi mano, comenzando a buscar algo en el bolsillo de su saco por lo que lo mire curiosa esperando su segunda sorpresa de la noche.
De su saco saco una pequeña cajita negra que mire curiosa tomándola entre mis manos en cuanto me la extendió, iba a abrirla pero el pelirrojo me detuvo.
-No la abras aun.-Hablo, por lo que me detuve.-Me gustaría que la abrieras luego de que llegues a tu casa.-Me explico y yo asentí aun confundida.
-Esta bien, ¿no me dirás que es?.-Intente sacarle información pero este negó acariciando mi cabello como si fuera un cachorro, haciéndome reír guardando la pequeña caja en mi bolso de mano.
-Debería levarte a tu casa ya.-Me dijo pero parecía que se lo decía así mismo.-¿Quieres irte ya?.-Me pregunto.
-Tal vez, esta comenzando a hacer un poco de frio.-Respondí sobando levemente mis brazos en busca de calor, por lo que el pelirrojo asintió tomando mi mano para volver de regreso al auto.
❣
El camino de regreso a casa fue bastante tranquilo y silencioso, pero para anda incomodo digamos que fue como si con solo estar juntos el silencio y el resto del mundo dejara de existir.
Me baje del coche con una sonrisa de felicidad plasmada en mi rostro sintiendo mi cuerpo mas feliz y relajado de solo verlo a el, si quizás antes tenia dudas sobre mis sentimientos ahora estaba muy segura, pero y el después de todo, ¿sentirá lo mismo que yo?.
Cundo Jungwon se acercó a mi me le quede mirando como si fuera lo único importante en mi vida en estos momentos, por lo que este sonrió acercando su cálida mano a mi mejilla.
-Debería irme.-Susurre levemente, perdida en su mirada.
-No lo hagas.-Me dijo en el mismo tono acariciando mi mejilla y acercándose poco a poco a mi rostro sonrojado.
Pensé que me besaría pero simplemente se aparto un poco relamiendo sus labios mientras observaba los míos, por lo que por primera ves quise dejarme llevar por mis emociones rodeándolo con mis brazos su cuello y besándolo bajo su delicado tacto en mi cintura. El aroma de su perfume se adentro en mis fosas nasales haciéndome sentir cautivada y perdida entre aquel dulce pero apasionado beso que hacia que sintiera millones de mariposas danzar en mi estomago y como mi corazón se agitaba desesperadamente por el, temiendo que llegara a escuchar mis latidos.
Me separe de sus adictivos labios mirándolo a los ojos al igual que el a mi por lo que sonreí un poco sintiendo mis piernas temblar de la emoción.
-Creo que deberías irte ya.-Susurro sonriendo un poco, por lo que asentí separándome de el por completo.
Lo mire una ultima ves desde la entrada de mi hogar despidiéndome con mi mano para por fin entrar con una sonrisa tonta en medio de la oscuridad de mi dulce hogar.
Entre a mi habitación aun con esa boba sonrisa aun en mi rostro, lanzándome a mi cama soltando un pequeño chillido de felicidad de solo recordar aquel beso. Mire mi bolso a mi lado y lo tome curiosa por saber que me había regalado Jungwon.
Abrí la pequeña cajita, sonriendo a mas no poder al ver un fino collar de oro, con un dije de un corazón partido a la mitad adornado con pequeños diamantes incrustadas en este, supuse que la otra mitad la tendría el por lo que volví a sonreír colocándome el bonito collar en mi cuello.
Sentí la notificación de un menaje a mi celular, por lo que lo busque feliz al ver que se trataba de Jungwon.
My Honey
¿Te gusto mi regalo?.
Angel
Si, un poco.
My Honey
Solo un poco. No seas mentirosa.
Angel
Gracias tonto, fue el mejor regalo que me pudieron haber dado.
My Honey
Me alegra escuchar eso, ten una linda noche ángel.
Sonreí como una tonta enamorada al leer el ultimo mensaje, recostándome en mi cama mientras tocaba levemente el collar sintiendo sus finos diseños en mis dedos. Después de todo esta había sido la mejor noche de mi vida, sin dudas mi corazón comenzaba a ser robado por el pelirrojo y no me desagradaba para nada.
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