Soobin y Hueningkai se fueron de la casa de Seonghwa de inmediato por orden de Choi.

Y ahora iban en el auto del mayor, con un incómodo silencio.

Hueningkai decidió romperlo.

—Binnie, ¿me puedes llevar a casa? Me duele un poco la cabeza. —confesó tímido.

Soobin solo apretó la mandíbula y el volante, aumentando la velocidad a la que iban, soltandole un chillido al menor.

—Binnie, por favor.

—Callate Hueningkai. —dijo firme a lo que su novio infló sus mejillas e hizo un puchero.

Al primer semáforo en rojo, Soobin agarró a Kai y lo colocó en su regazo.

Le dió un dulce beso en la cien y lo abrazó fuerte.

—¿Todavia duele?

Hueningkai levantó la mirada y asintió.

—Muy bien, te llevaré a casa bebé. —dijo más calmado.

Kai sólo recostó su cabeza en el duro pecho de su novio.

Cuando llegaron a casa del menor, Soobin y Kai bajaron y subieron directamente a la habitación de Kai.

Soobin se sentó en la cama, mientras que Hueningkai se cambio la ropa a una más comoda.

Cuando por fin se puso su pijama, salio del baño y fue directo a abrazar a su mayor.

—Quedese a dormir conmigo Hyung. —dijo mirando a Soobin.

—Si me sueltas, lo haré. —le sonrió Soobin al menor.

Hueningkai lo hizo, y observó como su novio se sacaba la camisa y los pantalones quedandose hipnotizado.

Cuando menos se lo esperó ya estaba besando a su mayor, logrando ponerse de puntitas para llegar a su boca.

Soobin lo cargó y lo metió a la cama donde se separó y arropó a su pequeño a su lado.

Kai se movió quedando arriba de Choi y este paso sus manos por la cintura de Huening.

—Buenas noches Hyung.

—Buenas noches bebé...

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