Lunes 10:33 am.

—Mierda, me duele demasiado la cabeza. —dijo Soobin mientras tomaba su café amargo.

—Ni lo menciones,siento que se me va a explotar. —se quejó Yuna.

—Ayer estuvo todo muy loco. —mencionó Yeonjun.

—Lo sé, hasta nosotros cogimos. —dijo riendo la rubia mirando a Yeonjun.

—Eww ¿podrian no mencionarlo? —reprochó Soobin. —Es lunes temprano, deberiamos estar en clases, es la ultima semana y no tendriamos que estar desayunando a esta hora.

—Es cierto, recien me acuerdo que hoy tenia examen... Así que debo irme. —dijo la rubia levantandose de la mesa, agarrando su bolso y dirigiéndose hacia la puerta. —Adios amores. —dijo agitando la mano. —Adios Yeon, llamame.

Cuando el cuarto quedo en total silencio, Yeonjun decidió romperlo.

—Ayer mientras dormias llegó Hueningkai.

—¿QUEE? no me despertaste, ¿porque se fue?

—Bueno,el se fue porque mientras tu dormias te intentó despertar y tu solo dijiste que te querias quedar con Yuna. —dijo mientras tomaba su té. —Hasta yo escuché su corazón romperse.

—Pero ella y yo no tenemos nada.

—Bueno... tu y ella se abrazaron toda la noche.

Oh mierda.

—Debo llamarlo ahora.

—Pero Soobin, debe estar en clase.

—No me importa.

Llamó a Hueningkai y sonrió aliviado al ver que contestó.

—¿Hola? —dijo el menor con su dulce voz.

—Hyuka, debo hablar contigo.

La respuesta que recibió no se la esperaba ni en un millón de años por parte de su pequeño.

—Ahora no Soobin...

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