•Diez meses después•

Namjoon seguía muy de cerca a la pequeña que intentaba caminar con normalidad, sus pies todavía eran muy torpes para mantenerse de pie por mucho tiempo. La pequeña de grandes ojos y cabello castaño, sonreía mostrando sus dos pequeños hoyuelos que resaltaban junto a sus gruesos labios, ella se sostenía de las paredes mirando a su padre para seguir su camino.

Del otro lado de la casa se encontraba Seokjin junto al pequeño niño, con rasgos casi similares a los de su hermana, solo que él al parecer solo tenía un hoyuelo, pero la mirada preciosa era idéntica a la de Namjoon, combinado con rasgos suaves y labios gruesos, pero sin ser exagerados, justo como los de Seokjin. Ambos pequeños tanto de Seokjin y de Namjoon, al estar más pequeños no se notaba, pero al casi cumplir un año los rasgos eran más notorios.

—Vamos amor, tenemos que darte un baño, Hobi nos espera —sonrió mientras lo miraba con cariño.

El pequeño gateó hasta sus brazos, escondiendo su rostro en el cuello de su padre mientras este sonreía tranquilo.

—¡Mi amor! —Seokjin cambió la dirección de sus pasos para caminar hasta la voz de Namjoon. El pequeño había sacado su rostro de su cuello para mirar a su padre y a su hermanita—. No quiere ducharse —hizo puchero.

Seokjin se agachó a la altura del moreno dejando un suave beso en sus labios mientras dejaba al pequeño en sus brazos. Caminó hasta su pequeña rebelde para sonreírle con cariño. Ella paró de caminar sujetándose de la pared para mostrarle a su padre sus bonitos hoyuelos.

—Lo se mi vida, son muy bonitos, papá Nam tiene de esos —sonrió—. Vamos amor, es el cumpleaños de Hobi ¿No quieres ir a jugar con él?

La mirada suave de su pequeña no se alejaba de sus ojos, Seokjin se sentía casa vez más enamorado de esos pequeños, lo estuvo desde el primer momento en que se enteró que los esperaba, pero todo cambió cuando los miró a los ojos por primera vez, ahora, esos ojitos le transmitían tanta paz y felicidad, no podría vivir sin mirar a ese par.

—¡Papá! —la pequeña gritó feliz, activando a su hermano mayor también, ahora ambos balbuceaban la misma palabra como loritos que no se callaban nunca.

—Ven, princesa —estiró sus brazos hacia ella.

La pequeña se emocionó, soltándose de la pared para caminar hasta su padre. Namjoon y Seokjin la miraron maravillados, sus hijos estaban por cumplir un año dentro de unos pocos meses y era agradable escucharlos hablar con algunas de las palabras que ya conocían o intentando caminar por ellos solos.

Seokjin la refugió en su pecho, llenado sus cabellos de besitos para sujetarla fuerte y levantarse del piso. Namjoon siguió su acción, ambos caminando hasta la habitación de los mellizos.

Era el cumpleaños de Hoseok, su primer añito había llegado, un año donde habían pasado demasiadas cosas, el dolor era reciente pero la felicidad que el pequeño traía era lo que más se notaba. Jung Hoseok era un bonito recuerdo, de esos hermosos pero dolorosos a la vez.

En cuestión de minutos ambos pequeños ya estaban listos para el festejo del solecito. Namjoon tomó ambas pañaleras y salió de casa junto con su novio que llevaba a uno de los pequeños en brazos y al otro montado en un caballito con ruedas.

El moreno subió las pañaleras para tomar a la pequeña y acomodarla en su sillita especial para bebés dentro del auto, tomando al segundo pequeño y haciendo la misma acción mientras Seokjin guardaba el caballito en la parte trasera del auto. Pronto el auto se puso en marcha con destino a casa de los Min.

Al llegar se podían mirar los coloridos globos decorando la puerta de la casa junto con los autos que ya eran conocidos para ellos. Cada uno con un pequeño en brazos caminaron hasta la casa donde se podía escuchar música para niños. Al llamar a la puerta Jimin les había abierto recibiéndolos con alegría, dejándolos pasar mientras tomaba en brazos al pequeño que tenía más cerca.

—Hoseok, mira quienes llegaron —Jimin dijo con voz alegre al pequeño que se encontraba de pie junto a su padre.

—Ven Hobi, Trajimos tu regalo de cumpleaños.

Seokjin se agachó con la caja envuelta perfectamente. El pequeño caminó hasta el papel que llamaba su atención, soltando grititos y risas.

—Feliz primer año, Hobi —dijo mirándolo a los ojos para después dejar un beso en sus esponjadas y rositas mejillas.

Yoongi llegó hasta ellos tomando al niño en brazos mientras les agradecía su asistencia. Pronto los demás chicos se acercaron para saludar y tomar a los mellizos en brazos y jugar con ellos. El más alegre parecía ser Hoseok, que no paraba de bailar en el brazo de su padre ante las canciones infantiles, o de reír cada que Jimin intentaba asustarlo. Eran buenos días, todo lo malo parecía haber pasado, los mellizos estaban con ellos, Namjoon y él estaban tan enamorados, eran una joven pareja, felices, con dos pequeños que hacían de su vida mejor y no solo ellos estaban felices, Yoongi al fin recibió su debida felicidad, y esa felicidad estaba cumpliendo un año y llevaba por nombre Hoseok. Jimin también era feliz, después del nacimiento de los mellizos volvió con sus terapias junto con Chungha, ahora se miraba y estaba más feliz, después de la confección del doctor Lee había sacado una cita en el mismo hospital donde había nacido Hoseok y ahí, junto con Yoongi, el pequeño y Chungha, el doctor le había confirmado que todo aquello era verdad. Era muy reciente para tener bebés, pero ahora era posible. Taehyung y Jungkook estaban igual, ellos ya eran felices y les alegraba muchísimo, a pesar de que algunas veces había malos momentos, siempre lograban buscar una solución a sus problemas y el amor volvía a ganar. Chungha oficialmente se había quedado a vivir en Seúl junto con su buen amigo Jimin, ella también era feliz, había abierto un consultorio, le iba de bien, incluso sus antiguos pacientes de Busan seguían recurriendo a ella, era la mejor psicóloga en todo Corea.

—¿Cómo están los novios? —Taehyung llegó hasta ellos que miraban a sus pequeños sonriendo y divertirse en brazos de los demás chicos.

—Estamos bien —Namjoon dijo, pasando sus manos por la cintura de Seokjin para atraerlo a su pecho donde lo abrazó y besó su cuello.

—Siento una gran tensión sexual aquí —rio un poquito.

—Tae, somos padres de mellizos... ¡De mellizos! El sexo no lo es todo en la vida —Seokjin soltó.

—¿Me están diciendo que...? No puede ser, quise bromear con ustedes porque daba por hecho que ustedes dos ya, bueno, ya saben... Eso, y me están diciendo que no... Diablos...

El mayor de los tres se sonrojó mientras Namjoon reía tranquilamente. Sí, eran novios y padres de mellizos, pero nunca se habían encontrado de esa forma, en el embarazo no lo veían como una opción pues todavía no eran nada y tampoco les parecía buena idea, sino hasta después de casi los bebés nacer fue cuando comenzaron una relación y al ellos nacer, su vida comenzó a girar en torno a los mellizos. Y de cierta forma se sentía muy pronto, todo había pasado realmente rápido, no sabían si era el momento.

—Los pequeños están por cumplir un año, ustedes... ¿Ustedes no lo desean?

Namjoon aclaró su garganta mientras miraba a otro lado y Seokjin se avergonzada cada vez más.

—Claro que queremos, pero es muy pronto para nosotros, también somos padres y bueno...

—Tranquilo, el momento llegará y perdón por incomodarles tanto.

Seokjin negó mirando a Taehyung alejarse después de una pequeña reverencia.

—Amor... —Namjoon habló, pero fue interrumpido por el mayor.

—Se lo que dirás bebé y ya sabes que está bien, yo estoy bien con esto —sonrió mirándolo a los ojos para después besar sus labios con cariño.

Namjoon asintió, entrelazando sus manos para caminar hasta los demás chicos que se encontraban divirtiéndose con los tres pequeños. Era hora de festejar a Hoseok, no de pensar en algo tan íntimo que por ahora era algo pronto para ellos.

Tiempo después los abuelos de Hoseok llegaron con muchos regalos para su nieto, festejando su primer año de vida. Era difícil luchar contra la ausencia de su hijo, pero al mirar al pequeño sabían que su hijo no se había ido del todo y también que seguramente Hoseok se encontraba junto a su pequeño dándole mimos y millones de besitos, aunque este no los sintiera.

Yoongi se había ido de la sala tiempo después de que los abuelos de Hobi llegaron, fue algo extraño para Seokjin que analizaba la situación porque Yoongi se miraba triste y claro que sabía la razón.

Sus manos picaron, sus uñas se clavaban levemente en las palmas de su mano y soltándose de Namjoon casi corrió por donde Yoongi se había ido.

Ahí lo encontró. Dentro de su habitación, en su cama, con lo que parecía una fotografía. Miró su cuerpo subir y bajar con dificultad. Suspiró triste para acercarse sin hacer mucho ruido. Lentamente tomó lugar en la orilla de la cama.

Yoongi se sobresaltó, apartando las lágrimas y escondiendo la fotografía en su pecho.

—Yo...

—Tranquilo...

—¿Crees que él esté feliz? Nuestro hijo está cumpliendo un año, pero también es su aniversario y... —su voz se cortó.

—Él está feliz porque a pesar de todo has podido salir adelante, porque has cuidado de su hijo con todo el amor y pasión en el mundo, Yoon... Estoy seguro que si Hoseok pudiera decir algo ahora mismo te diría que seas feliz, que dejes de sufrir por él y que disfrutes de la vida.

Yoongi sonrió con lágrimas en los ojos.

—El día que Hobi nació Hoseok me dijo palabras similares a las tuyas... Tú también lo extrañas ¿No?

—Cada día de mi vida, pero su recuerdo alegre y fresco permanece en mi memoria y en mi corazón, Hoseok no se ha ido para mí y cuando avanzo un escalón más le agradezco por estar conmigo y por ayudarme con los pequeños.

—No sé si pueda...

—Si puedes, te mereces avanzar, te mereces ser feliz, no puedes seguir con ese sentimiento dentro de ti y no te estoy diciendo que lo olvides, sino que aprendas a llevarlo contigo, pero sin que su ausencia te siga condenando al dolor que sientes en tu pecho.

—Quiero... Quiero poder en un futuro hacer que Hobi lo conozca, que sepa quien fue su padre y que ambos estemos felices y orgullosos.

—Y así será... Se que Jimin todos los días le recuerda quien fue su padre y eso es bueno porque a pesar de que Hobi no lo conoció, Jimin se está encargando de que crezca sabiendo quien fue y todo lo que hizo por él.

—¿Jimin lo hace?

Seokjin asintió lentamente. Yoongi sonrió mientras guardaba la información.

—Vamos, tenemos que regresar a la sala, es el cumpleaños de tu hijo y no estás con él.

El mayor se levantó primero de la cama para después ayudarlo a levantar. Yoongi le agradeció silenciosamente para tomar la ayuda de Seokjin, dejar la foto de nuevo en su mesita de noche y salir de la habitación.

Los chicos en la sala se divertían, el cumpleañero movía su traserito graciosamente al ritmo de la canción infantil que sonaba. Los mellizos estaban en diferentes brazos, también dejándose llevar por el ritmo. Yoongi le agradeció una última vez para llegar hasta su pequeño, tomarlo en brazos y besar su rostro con todo el cariño del mundo.

Seokjin sintió la mirada de Namjoon en él, giró en sus talones para encontrarlo un poco apartado de todos mientras sonreía. El mayor casi suspiró al mirarlo. Se acercó lentamente para pronto estar en sus brazos. Namjoon no preguntó nada, sabía lo que había pasado así que solo pudo abrazar a su pareja para dejarle besos en su rostro y en sus labios.

Namjoon lo besó tan apasionadamente, todo a su alrededor se había callado, solo eran ellos compartiendo de un sensual beso. Seokjin soltó un pequeño gemido en los labios del moreno, rápidamente se alejó con las mejillas rojitas y su cuerpo temblando. Namjoon lo miraba divertido y había algo más en su mirada que no logró descifrar, pero era algo bueno.

—Bebé, tenía pensado darte la noticia después de regresar a casa, pero ya no puedo más, ya hablamos de esto y decidí que iremos a la isla Jeju por un fin de semana, solo tú y yo —lo último realmente sonó atrevido para Seokjin y eso le había gustado.

—Pero los bebés... ¿Con quién se quedarán nuestros hijos? —la idea le parecía perfecta, pero era padre de mellizos, no los dejaría solos nunca y jamás los volvería a poner en peligro.

—Taehyung y Jungkook son la opción perfecta. Amor, Tae sabe mucho sobre bebés, ellos estarán totalmente cuidados y esto también sirve para Kook, ya sabes, están planeando tener hijos, tal vez con esto tomen una decisión sobre su futuro —sonrió para después volver a acercar el cuerpo del mayor al suyo.

—Yo, bueno... Sí... ¡Sí! Vayamos, amor.

Seokjin se lanzó a sus brazos para después besar sus labios. Namjoon hacía cosas buenas por su relación, además de que eran padres de mellizos y nunca se alejaría de ellos. De su familia, la familia que creó inconscientemente. Seokjin también hacía todo lo posible por mantener su relación encendida pero la mayoría del tiempo era él, el trabajo, los niños, la casa y todas las demás cosas que salían cuando ambos querían intentar pasar más allá de solo besos y caricias. La última vez que pasaron a las caricias traviesas, los bebés habían llorado por comida, había sido algo que ambos sintieron que era muy pronto. A pesar de tener hijos juntos era pronto para conocerse de esa forma, pero esta vez no, ese viaje no impediría que las cosas surgieran.

La fiesta terminó después de que cantaran el pastel, Hobi cayó rendido en los brazos de su padre y después de todos en la casa tomarse un momento en memoria de Jung Hoseok, se habían ido de casa de los Min.

Ambos pequeños dormían en los brazos de sus padres. Namjoon cerró la puerta en cuanto Seokjin terminó de pasar para pronto repetir la acción que hacían desde meses atrás. Colocarles el pijama a ambos angelitos para después ellos cambiarse y dormir.

Ahora Namjoon vivía con ellos, había vendido su departamento y con ese dinero había comprado más muebles para el hogar, ahora la casa se miraba más hogareña, con las ropas de ambos mezcladas, juguetes en la sala, en sillones, en la cocina y en el auto, todo era reconfortante en su propio nidito de amor.

Los días pasaron rápido y cuando lo notaron ambos se encontraban esperando su avión hacia la isla. La voz en las bocinas se escuchó por todo el aeropuerto. Namjoon caminó hasta su novio para indicarle que era hora de ir, pero Seokjin seguía besando los rostros de sus hijos que iban en brazos de Taehyung y Jungkook.

—Vayan, ellos estarán bien, les enviaremos fotos a cada hora —Taehyung comentó emocionado y sonriente.

Seokjin los miró con lágrimas retenidas, casi un año y no se había alejado nunca por tanto tiempo de sus pequeños, eso lograba que tuviera miedo al sentirlos desprotegidos. Namjoon entrelazó su mano con la de Seokjin para sonreírle y después dejar un beso en su frente.

El mayor suspiró para después sonreír. Dejó varios besitos más en el rostro de sus bebés y pronto se marcharon cuando Namjoon también se despidió.

Después de algunos minutos en el avión ambos se quedaron dormidos hasta que después de una hora el avión había aterrizado en el aeropuerto de Jeju.

No les costó tanto llegar a su hotel. Sin los bebés se sentía extraño, pero era un poco más íntimo. La habitación estaba decorada con un corazón hecho de pétalos de rosa, al igual que todo el camino desde que abrieron la puerta y por toda la habitación. Seguramente todo había sido planeado por Namjoon.

Seokjin sonrió maravillado para lanzarse a sus brazos y besar sus labios. Namjoon lo recibió feliz, siguiéndole el beso hasta que lograron estar dentro de la habitación.

—Vamos mi amor, tenemos una cita a la orilla de la playa.

Namjoon susurró en sus labios. El mayor sintió su corazón acelerado para después de un último beso separarse de sus labios y terminar por examinar la habitación.

Esta era grande, con una cama que se miraba muy suave y cálida, enfrente de la cama había una puerta de vidrio que daba a un pequeño balcón con dos sillas y una pequeña mesa. El baño era elegante y bonito, tenía un espejo rectangular, todo era blanco con detalles dorados, tenían una tina, pero también una ducha con puertas de cristal. Seokjin admitía que pasaron muchos momentos excitantes por su cabeza al mirar esa ducha porque prácticamente la división de la habitación con el baño era de vidrio entonces si Namjoon se duchaba tranquilamente tendría una maravillosa vista de su hermoso moreno.

Mantenía su labio mordido y sus mejillas rojitas de solo pensar en ello. Namjoon llegó junto a él abrazándolo de la espalda para besar su cuello, dejando varios besitos mojados que hacían a Seokjin suspirar y sonreír como un bobo enamorado.

Después de charlar un poco, Seokjin y Namjoon acordaron que primero se ducharía el mayor mientras Namjoon esperaba en el balcón, sin hacer trampa y sin mirarlo.

Cuando ambos estuvieron listos salieron de la habitación del hotel llegando a la playa donde una linda mesa con una pequeña carpa y lucecitas los esperaba. Seokjin se emocionó demasiado al mirar todo aquello que Namjoon le tenía preparado.

Caminaron hasta el lugar, había diferentes tipos de comida y bebidas esperando por ellos, incluso había chocolates y otro tipo de dulces. Tomaron lugar, la brisa del mar inundaba sus narices y abrazaba sus pieles, el sol se estaba escondiendo dando una luz cálida, dejando el escenario cada vez más romántico hasta que después de un rato terminó por caer, trayendo la luz de la luna iluminando las leves olas de mar con los foquitos de la carpa brillando para que no estuvieran tan a oscuras. Todo estaba tranquilo, no había gente más que ellos dos charlando y comiendo.

—Que rápido llegó la luna —suspiró sonriente el mayor.

Namjoon dejó de mirar el mar para ahora mirar a su pareja.

—Supuse que te gustaría —sonrió con hoyuelos marcados.

Seokjin sonrió enamorado, esos hoyuelos tenían la mayor parte de su felicidad porque era como estar mirando los de sus bebés y eso lo ponía feliz.

—Ha sido una agradable tarde, nunca había visto un atardecer tan de cerca y tan tranquilo, muchas gracias por traerme aquí mi amor —Seokjin se estiró, dejando un pequeño beso en los labios de su novio.

Namjoon lo recibió alegre. Desde que se juntaron amaba que Seokjin estuviera tan feliz y tranquilo, más cuando se trataba de él o por sus hijos, Seokjin ocupaba gran espacio en su corazón, lo amaba demasiado, no había día en el que no se repitiera lo feliz y agradecido que estaba por tener a sus bebés y a Seokjin en su vida.

Seokjin terminó por darle uno de los últimos dos pedazos de chocolate que quedaban, comiéndose el último después de que Namjoon comió uno de los dos. Miró sus pies que estaban enterrados en la arena para sonreír, era momento, lo sentía en su pecho. Había esperado tanto, casi después de un año era momento, lo haría con Namjoon.

El mayor gateó en la manta llegando hasta el moreno que miraba con una sonrisa a unos cangrejos que corrían al mar, para ahora sentarse en sus piernas y mirarlo sonriente.

Namjoon paró de mirar a los cangrejos para enfocar su mirada en Seokjin quien lo miraba con mejillas rojitas y ojos brillando tan fuertes como la luz de la luna que los acompañaba en esa noche.

—¿Todo bien? —preguntó colocando sus manos en la cadera del mayor, sonriendo para él.

—Más que perfecto —susurró para acercarse a sus labios.

Namjoon le contestó besándolo lento y tranquilo, disfrutando del sabor a chocolate en los labios del mayor. Pronto entendió lo que sucedía cuando Seokjin tomó una de sus manos bajándola lentamente por su cadera hasta llegar a su trasero donde lo incitó a apretar uno de sus glúteos.

Seokjin soltó un pequeño gemido en sus labios al sentir la mano de su moreno apretando levemente. Pronto el beso se tornó un poco acelerado y lujurioso. Seokjin podía sentir una presión en su trasero. Comenzó a frotarse lentamente haciendo al moreno gemir profundo.

Sus labios se separaron, ambos se miraban con lujuria y deseo, estaban excitados.

—¿Estás seguro de esto, amor? —Namjoon preguntó agitado y con una erección a tope apretando en su bóxer, queriendo tocar la piel desnuda del mayor.

Seokjin lo miró seguro, asintiendo sonriente para llevar sus manos a la punta de su camisa, elevarla y descubrir su torso desnudo. Namjoon suspiró sonriente, mirando el vientre plano de su novio, extrañaba con fuerzas ese vientre gigante pero ahora tan planito también se veía bonito, su cintura estaba mejor definida, mostrando unas curvas increíbles, su cuerpo al parecer no cambió después del embarazo. Por lo que Seokjin le había dicho anteriormente, su cintura había tomado su figura antigua y eso le encantaba.

Namjoon entendió el mensaje, deshaciéndose de su propia camisa para quedar desnudo del torso al igual que el mayor que lo esperaba en su regazo. Sus labios volvieron a unirse en un beso caliente, pero sin perder el amor y la ternura con la que se besaban.

De un momento a otro Seokjin estaba encima de las sábanas de la pequeña carpa con el cuerpo de Namjoon encima, jugando con sus labios, mordiéndolos, lamiéndolos y besándolos. Pudo sentir la mano del moreno bajando de su pecho hasta el principio de su pantalón, por abajo de la cicatriz de su cesárea, jugueteando con el botón de su pantalón.

El moreno al fin se concentró abriendo el pantalón y bajando la bragueta, escuchando un pequeño gemido de Seokjin después de que su mano chocó con su erección que apretaba en su bóxer.

Ambos estuvieron en rompa interior, vistiendo solo su ropa interior que era lo único que los mantenía lejos de estar piel con piel por completo. Seokjin cambió el mando, ahora él estaba encima de Namjoon mientras este lo miraba con una sonrisa juguetona. Bajó lentamente hasta llegar al elástico del bóxer del moreno donde acercó su rostro, tomando el elástico con sus dientes para lentamente bajarlo hasta tener al moreno en sus manos, respirando con dificultad ante lo excitante que era aquello.

Logró bajar el bóxer de Namjoon, tragó grueso al mirarlo, estaba asombrado por su tamaño, pero no lo diría. Sonrió para subir hasta tomar sus labios, se besaron un largo rato hasta que Namjoon volvió a tomar el mando.

El bóxer de Seokjin ya estaba fuera de su cuerpo, seguramente en algún lugar de la arena. Lo bueno era que era de noche y estaban alejados de la zona del hotel así que no se preocupaban por ser descubiertos.

—Nam —Seokjin se separó de sus labios agitado, con la excitación a otro nivel—. Un condón, amor, todavía es muy pronto para tener más hijos —sonrió rojito.

El moreno asintió, apartándose un poco mientras buscaba entre todo lo que había preparado. De una canasta sacó un lubricante y condones, sonriendo para Seokjin.

El mayor dejó su cabeza caer nuevamente en la manta, abriéndose de piernas para abrazar al moreno de su espalda mientras este se colocaba el condón y minutos después lo lubricaba. Aunque Seokjin no lo necesitaba se le hizo algo lindo que Namjoon se preocupara tanto por él, lo estaba tratando con tanta delicadeza, pero sin quitarle la parte excitante.

El moreno entró lento haciendo a Seokjin temblar, separando sus paredes, acostumbrándose a su tamaño. Pasarían un agradable momento.

❤❤❤

Seokjin despertó entre los brazos de Namjoon. Después de una noche magnífica donde se habían encontrado por primera vez, ambos se sentían diferentes, algo cambió, su relación se volvió más fuerte y de cierta manera nació más deseo, era lo mejor que les pudo pasar.

Namjoon se movió un poco acercando más el cuerpo desnudo del mayor al suyo.

—Amor, vamos, está por amanecer —Seokjin susurró en su oído mientras miraba el cielo oscuro volviéndose cada vez más claro.

Namjoon abrió lentamente sus ojos, sonriendo para Seokjin en cuanto sus miradas se encontraron. El moreno se acercó a su rostro besando sus labios lentamente. Ambos se quedaron admirando el amanecer después de besarse.

Decidieron que era momento de regresar a la habitación del hotel antes de que termine por amanecer y ahora si alguien los encuentre en esa situación.

Se vistieron, levantaron todo y regresaron dentro. Les esperaban unos días llenos de pasión y eso estaba confirmado.

Ahora sentían que su relación se había hecho más fuerte, más amorosa y duradera, ahora comenzaba un nuevo capítulo en su historia, cuidarían a sus pequeños juntos y quien sabe, tal vez en su futuro se miran más bebés, incluso una boda.

La familia Kim serían felices, habían pasado todas las pruebas del destino, ahora era momento de seguir adelante con mucho amor en el camino porque ello no les faltaría nunca. Su amor había nacido de una forma extraña, pero sería el amor más fuerte que jamás habían experimentado en su vida. Sus pequeños les llevarían demasiada alegría a su vida y así sería para siempre.

¡Hola!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció?

Me estuvieron pidiendo algo así como esto, Namjoon y Seokjin dando un paso más en su relación y así lo hice, no quise mostrar tanto para no perder la ternura del extra, espero que les haya gustado

Como siempre, disfruté escribir esta historia y este extra, esperen por los demás

Quiero aclarar algo con respecto a uno de los extra, como ya se sabe, el Yoonmin ganó en ambas encuestas y así se quedará pero también tengo una sorpresa para las otras personitas que no están de acuerdo. Será como dos opciones de extras, uno para las personitas que si quieran Yoonmin y otra para las que no, es más trabajo pero lo quiero hacer, claro que me llevará más tiempo porque quiero publicar ambos extras al mismo tiempo, les estaré avisando

Nos leemos en el próximo extra 💜

Sugerencias para el extra de Tae y Koo, dejenlas aquí ❤⬇

Gracias por todo el apoyo, les amo demasiado ❤

¡Adiós!

❤