La sonrisa de Seokjin no se borraba por nada del mundo, la mujer dueña del local lo había entrevistado, Seokjin cumplía con los requisitos que pedía, además de conocer sobre su embarazo estaba más que dispuesta a darle un lugar en su tienda para ayudarlo. Esa mujer siempre le agradó, cada que iba a comprar le atendía de maravilla, estaba tan agradecido con ella.

Su mirada se dirigió a Jimin que se encontraba tan atento con su trabajo, acomodando los panes recién horneados y limpiando un poco la tienda para pronto abrir y comenzar a vender. Seokjin lo observaba sonriente y agradecido, así fue como logró sentir que era observado, elevando su vista hasta encontrarse con el embarazado. El mayor se despidió agitando su mano en el aire, obteniendo la respuesta alegre de este, repitiendo su acción para despedirlo.

Una de las manos de Seokjin se dirigió a su vientre con tranquilidad, saliendo del local para disponerse a llegar a casa ya que necesitaba arreglar su ropa para el trabajo. Su uniforme solo requería una camisa blanca y pantalones negros, estaba seguro que los tenía, pero no sabía en qué condiciones así que prefería ir a casa para saber si estaba preparado para mañana.

Comenzó a caminar cuando escuchó que lo llamaron. Se giró encontrándose al moreno conduciendo lento. Lentamente regresó a él, tal vez le quería preguntar algo relacionado a su novio o simplemente comentarle algo.

—Sube, te llevaré a casa —dijo.

—Gracias, pero estoy bien —sonrió apenado.

—Insisto. Jimin me odiaría cuando se entere que te dejé ir solo sabiendo tu estado.

Seokjin mordió su labio pensativo para después aceptar rendido. Namjoon se bajó de su auto para abrirle la puerta y colocarle el cinturón de seguridad. El mayor le agradeció con una sonrisa para después mirarlo rodear el auto y subirse.

Le dio su dirección para que comenzara a conducir. Namjoon estaba en silencio mirando al mayor de vez en cuando, encontrándose a este mirando por la ventana y sobando su vientre con una gran sonrisa.

Pero esa sonrisa se borró y sus manos se habían dirigido a su boca ¿Qué le pasaba? Rápidamente frenó el auto, mirando como el mayor buscaba algo en los bolsillos de su pantalón hasta que sacó una paleta. Sus manos se movían rápido, retirando la envoltura cuanto antes para pronto llevarla a su boca. Después de unos segundos soltó un suspiro, recostándose en el asiento con alivio.

—¿Estás bien? —preguntó mirándolo todavía con preocupación.

Seokjin se sonrojo de inmediato porque Namjoon había presenciado todo, pero era más vergonzoso que vomitar dentro del auto del novio de su nuevo amigo.

—Lo siento, son las náuseas —se mofó avergonzado—. El novio de mi amigo me recomendó comer dulces ya que eso evita las arcadas y los vómitos en los primeros meses del embarazo.

—Terminarás enfermo de diabetes.

—Entiendo el riesgo, pero no siempre recurriré a las paletas, solo hasta el tercer mes y tampoco las comeré en exceso, solo cuando de verdad las necesite... Como ahora.

Namjoon no dijo nada más, no conocía el tema ni mucho menos remedios más saludables para debilitar las náuseas. Salió de sus pensamientos cuando escuchó los autos detrás de ellos sonar su claxon para que dejaran de estorbar el camino. Sus ojos se abrieron grande y rápidamente volvió a acelerar.

—¿Y su padre? —preguntó minutos después de volver a quedarse en silencio.

Namjoon lo sabía, pero era mejor comprobar que si se trataba del chico de la otra vez en el banco de esperma.

—Verás... —lo miró algunos segundos, estaba incómodo—. Es complicado —soltó, suspirando al final.

—¿Te embarazaste y te dejó?

—¡No! Simplemente me cansé de las tontas relaciones ¿Quién dijo que necesito a otro hombre a mi lado para criar a mi hijo? No lo necesito. Sé que soy hombre, pero de verdad algunas veces apestamos. Créeme, ahora entiendo a las madres solteras por elección, solo ellas y sus bebés, sin ningún hombre insoportable e idiota.

—Eres duro.

—No lo soy, solo quería mi propia familia. Mi bebé y yo. Estoy cansado de todo lo relacionado a relaciones y amor, me quieren imponer a un hombre cuando no lo necesito. No es difícil de entender —sonrió.

Namjoon pensó que esa sonrisa era muy bonita.

—Tienes suerte de poder procrear, con Jimin lo intentamos y después nos dimos un tiempo, pensamos que lo mejor sería no planearlo y dejar que pase, pero nunca pasó.

—Me contó un poco el día que nos conocimos, piensa que tal vez él es el problema.

—Lo sé... Me dice lo mismo siempre que las pruebas de embarazo salen negativas... —suspiró—. Me hice las pruebas de fertilidad para saber si yo era el del problema y no Jimin como tanto se culpa, pero algo pasó y al parecer mi muestra terminó como parte de una inseminación artificial, el doctor no me quiso dar el nombre del hombre que quedó en cinta. Amargamente sé que si puedo tener hijos —rio irónico.

Los ojos de Seokjin se abrieron grande. No podía ser, no él. Seguramente le había pasado algo similar pero no precisamente su bebé era de él. No, no podía ser. Las ganas de vomitar llegaron más fuertes que nunca, afortunadamente logró sacar la cabeza por la ventana del auto.

Namjoon frenó en seco, lo bueno era que se había orillado antes de frenar a mitad de la carretera. Diablos, ahora no sabía que hacer.

—¿Estás bien? ¿Te puedo ayudar en algo? —preguntó.

Seokjin elevó una mano dándole una respuesta negativa a ambas preguntas del moreno. Namjoon podía escuchar las arcadas, así que actuó llevando una de sus manos a la espalda del mayor para darle leves caricias. Eso hacía cuando a Jimin le sentaba mal la comida y terminaba vomitando, de alguna forma lo calmaba y estaba teniendo el mismo efecto en Seokjin.

El mayor paró de vomitar después de unos segundos. Namjoon recordó que había servilletas en las bolsas de comida donde les habían entregado su desayuno así que se estiró para tomar la bolsa que se encontraba en el asiento trasero. Sacó varias de ellas para entregárselas al embarazado mirando como limpiaba su boca. Extendió la bolsa en silencio, Seokjin dejó las servilletas usadas, intentando recuperar el aliento y apartando las pequeñas lágrimas que se habían acumulado en sus ojos.

—Lo siento —se disculpó con un puchero y tan avergonzado que ni siquiera podía mirarlo a la cara.

—Tranquilo, es normal... O eso creo...

Seokjin asintió agradecido y tan avergonzado. Quería bajar cuanto antes de ese auto y esconderse entre sus sábanas por el resto del día. Lo bueno era que estaban por llegar a su casa y podía llorar sin sentir la vergüenza en todo su ser. Su cabeza estaba dando vueltas, probablemente ese chico era el padre de su bebé. Sus ojos se llenaron de lágrimas que se permitiría soltar silenciosamente, después se excusaría con que estas eran debido a la vergüenza de haber vomitado.

¡Hola!

¿Cómo están?

¿Qué les pareció?

Ni Namjoon ni Seokjin saben lo que está pasando, claro, pueden sospechar o creer algo porque tuvieron la misma experiencia pero eso no quiere decir que sepan que son ellos, así que tranquis, las dudas las tendrán siempre pero aún no sabrán la verdad

Espero que les este gustando 💜

Estoy emocionada porque lean los demás capítulos

Maybe y haga maratón ¿Les gustaría?

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¡Adiós!