.02
Las hojas de los árboles caían al suelo gracias a que él otoño se aproximaba.
Como me había propuesto.
Al día siguiente ya estaba en aquella banca del parque esperando a que apareciese. Misma hora que el día anterior, peinaba mi cabello cada dos minutos, acomodaba mi atuendo como si se fuese a arrugar, y con el pasar del tiempo una inquietud se presentaba en mi estómago. Espere, espere y seguí esperando...
Pero no llegó.
No pude evitar que la decepción invadiera mi ser por un corto periodo de tiempo.
Pero definitivamente era un chico obstinado.
Así que, sucesivamente, me había prometido regresar al día siguiente, y al siguiente, y al día después de ese, porqué, no quería que el día que no llegase, el volviera.
Un día como cualquier otro, mientras el sol terminaba de alumbrar la ciudad por completo haciendo ver todo dorado, sentado nuevamente en aquella banca, rogaba porque una casualidad nuevamente nos uniera.
Y así fue.
Reiteradamente apareció en mi campo de visión, venía corriendo con los audífonos puestos y ropa deportiva.
Me sentía un completo acosador, pero mi sed de arte no pudo evitar tomar otra fotografía, para mi mala suerte esa vez se dió cuenta de ello, los nervios me invadieron cuando su mirada se posó sobre mi.
—Perdón, me moveré para que puedas fotografiar mejor el paisaje—dijo avergonzado y eso causó que una ligera risa se escapara de mi boca.
Un alivio recorrió mis venas.
—En realidad, creo que la fotografía quedó mucho mejor contigo en ella—respondí algo tímido, pero noté como cierto rojo carmesí aparecía en sus mejillas.
El ambiente se volvió tenso, no es normal que un completo extraño sacando fotos en el parque tenga el atrevimiento de decirte algo así, o al menos eso pensé en aquel momento.
Cruzábamos miradas incomodos. Al parecer todos los temas que existían en el mundo abandonaron nuestras cabezas, nadie sabía que decir, que hacer, como actuar.
—Park Jimin—soltó de la nada y yo le agradecí internamente, cortando aquel silencio como si de una hoja se tratase—Es mi nombre.
—Jeon Jungkook, es el mío—le contesté sonriendo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro