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「 15 」

Jung Kook había sido llamado por su secretaria justo cuando terminó con uno de sus pacientes. La chica le dijo que había llegado algo para él, pero que necesitaba salir de la oficina porque era algo bastante grande y ella sola no podía meterlo a su oficina.

Con algo de confusión, ya que no le era usual recibir cosas en su trabajo, sino más bien en su hogar, sale de su consultorio y se lleva una gran sorpresa al ver un muy grande arreglo de diversas flores sobre el escritorio de su secretaria.

—Woah, son muy bellas —comenta la secretaria, apreciando de diferentes ángulos el arreglo.

—¿Te dijeron quién lo mando? —Le pregunta mientras se acerca para ver las flores.

—No. Solo me dijeron que son para el señor Jeon Jung Kook y se fue; ni siquiera me hizo firmar nada cuando le dije que sí era aquí el lugar, simplemente se fue —Jung Kook frunce el ceño y toma la tarjeta que se alcanza a ver sobre una rosa. Al leerla, inevitablemente una sonrisa tímida aparece en sus labios y sus mejillas se sonrojan.

—Creo saber quién las trajo —le dice—. ¿Podrías ayudarme a meterlas?

Luego de hacer aquello, Jung Kook toma su teléfono y marca el número de su alfa.

—¿Sí? —Escucha que responde.

—¿A caso fuiste tú el que mando semejante arreglo floral a mi oficina? —Dice, con una sonrisa estúpida en sus labios, tocando los pétalos de las flores.

—¿Te llevaron un arreglo de flores a tu consultorio? Debiera sentirme molesto, ¿no crees? —Jung Kook ríe un poco por lo tonto que se escucha Yoon Gi fingiendo de forma terrible aquello—. ¿Por qué crees que yo lo hice?

—Porque eres el único que me dice 'ojitos de bambi' además de Seok Jin, y dudo mucho que él haya sido quien las mandó porque no tiene tiempo ni de ir al baño a gusto —ahora el alfa ríe.

La pequeña tarjeta decía: 'Para mi lindo ojitos de bambi que hoy cumple años'.

—¿Hice mal en poner eso?

—Solo fuiste demasiado obvio.

—Hubiera sido más obvio poner al final que venían de mi parte, amor —el omega se queda unos segundos en shock al escuchar eso, sintiendo algo cálido en su pecho y su sonrisa de estúpido ensanchándose más, seguramente sus mejillas poniéndose el doble de rojas—. Quería saber si adivinabas que eran de mi parte, es todo.

—Por un segundo pensé que venían de parte de Hobi —bromea.

—¿Qué no él está saliendo con Nam ahora? ¿No sería raro que te mandara semejante arreglo a tu lugar de trabajo?

—Si viene de forma amistosa, claro que no; es bastante normal.

—¿Sabes? Me duele que no pensaras desde un inicio que eran de mi parte. ¡Tuviste que pensar en mí primero! ¡Yo soy tu novio!

—Técnicamente no lo eres aún, así que no puedes reclamarme nada —el alfa rueda los ojos.

—En parte lo hice también porque a tu consultorio le faltaba... algo. No lo sé, es como si en verdad le faltara algún tipo de planta. Además, eres pediatra, debe llamar la atención el lugar a los niños —Jung Kook ríe—. Y... ¿ya viste la otra tarjeta?

—¿Hay más?

—¡Sólo revisa!

Y al buscar otra vez, se encuentra con otra tarjeta, solo que esta es un poco más larga que la anterior. Ésta decía: 'Pase especial para una velada con tu pareja'.

—Bueno, aquí dice con tu pareja; soy soltero —suelta.

—Jung Kook —dice con advertencia el alfa, y hace reír al menor.

—Bien, ya entendí; somos algo así como pareja —vuelve a reír—. ¿Donde va a ser la velada que menciona la tarjeta?

—En mi casa, recuerda que alguien no me deja salir por si tengo un fuerte dolor de cabeza afuera —hace énfasis en el alguien, ya que claramente se refiere a Jung Kook.

—Oh, claro. Olvidaba eso, y también tu brazo aún no está en las mejores condiciones.

—Así que será mejor que vengas porque valdrá la pena que esté haciendo la cena.

—¡¿Tú estás haciendo la cena, alfa idiota?! ¡No deberías forzar tanto tu brazo!

—Aish, tranquilo. Estoy ocupando el otro, por suerte soy diestro.

—No creo que en verdad estés haciendo todo con un brazo. Deberías dejar de forzarlo porque no tiene mucho que te quitaron el yeso y...

—Tengo que irme, o sino se me quemará el tteokbokki —interrumpe.

—¡Yoon Gi...!

—Te amo, adiós~ —y corta la llamada, sintiéndose libre de lo regaños de Jung Kook.

Este por otro lado le maldice al teléfono como si fuera el alfa, y después le regresa la cara de baboso enamorado que tenía antes al ver las flores y las tarjetas que venían con éstas.

—Yo igual te amo, alfa idiota.

Pone los dígitos para abrir la puerta del departamento de Yoon Gi, ansioso, acomodándose su ropa y su cabello, antes de entrar al fin al lugar. Se sorprende de encontrar todo ligeramente oscuro, y también de ver un par de fotos colgadas en las paredes del muy pequeño pasillo de entrada que antes no estaban ahí.

Sonríe de lado al ver que eran fotos de él solo que Yoon Gi alguna vez tomó, y otras justamente con el alfa; algunas eran viejas, de cuando iban a la escuela, y se sentía avergonzado de que el alfa tuviera aquellas fotos en su poder. No eran vergonzosas, pero era su yo de la adolescencia, con todas esas marcas de acne en su cara y con los muy odiados brackets antes de que se los quitara a mediados de secundaria.

—¿A dónde crees que vas? —Dice Yoon Gi, apareciéndose frente a Jung Kook, asustándolo por lo repentino que fue.

—A la velada donde tú me invitaste —responde, sonando obvio.

—¿Y tu pase? —Jung Kook lo mira incrédulo—. Perdón por ser un profesional, pero en verdad necesito tu pase.

—Me hubieras dicho antes porque no lo...

—¿Quién dice que estoy hablando del que venía con las flores? —Interrumpe, tomando a Jung Kook de la cintura.

—¿No lo haces? —Yoon Gi niega con la cabeza.

—Tu pase es un simple beso —Jung Kook rueda los ojos.

—Eres un maldito cursi; nunca imaginé que te comportarías así. Ahora ya no sé si me arrepiento de haber aceptado salir contigo.

—¿Así eres con...? —Y no pudo seguir, ya que Jung Kook había tomado su rostro para besar sus labios después; el omega planeaba que fuera corto, pero el mayor lo acorraló contra la pared e hizo que el beso se volviera un poco más salvaje—. Seré cursi pero no blando.

—Me he dado cuenta —suelta entre jadeos y risas, para volver a sentir los labios de Yoon Gi sobre los suyos después.

Luego de un par de minutos donde sólo estuvieron besándose sin control alguno en el pasillo de entrada, al fin entran al lugar, donde Jung Kook ve la mesa arreglada al muy típico estilo romántico; con velas y unas cuantas rosas adornándolo.

—Demasiado cursi —sisea, con una pequeña sonrisa en los labios—. Por cierto, noté la nueva decoración, bastante llamativa a mi parecer.

—Espero no estés molesto por tenerte en algunas cuantas paredes de la casa, pero me gusta recordar todos esos momentos, son de los más lindos que tengo, en general —responde Yoon Gi, mirando como el más joven se acerca a una fotografía en particular que se encontraba en el mueble donde ponía el vino.

El omega toma la fotografía, sonriendo en grande, sintiendo sus ojos picar de repente.

—Aún conservas esta vergonzosa foto —dice Jung Kook, mirando la foto que le recordaba a un momento bastante gracioso, en realidad.

—Esa es la única en la que tuve dudas si ponerla o no porque salgo más horrible de lo que ya, pero terminé por aceptar ponerla porque es la primera foto que nos tomamos juntos.

La foto mostraba a un Jung Kook de siete años junto a un Yoon Gi de nueve, donde el menor estaba abrazándolo del cuello con una grande sonrisa y el otro tenía una cara de no querer estar ahí con los brazos del otro aprisionado su cuello de esa manera.

La historia detrás de eso es que era el cumpleaños de Jung Kook, por lo que su mamá le dijo que se tomara una foto con todos sus invitados para tenerla de recuerdo; con el único al que no sabía si pedirle una era a Yoon Gi, justamente porque él se lo negó cuando se acercó y ni siquiera le dijo nada; el mayor ya tenia una idea de a qué iba. Así que, luego de que Kyu Young le dijera a la mamá de Jung Kook sobre lo grosero que había sido Yoon Gi al rechazarle una foto, fue ella la que se acercó a decirle que se tomara una foto con su hijo, que sería algo rápido. Yoon Gi todo el tiempo estuvo negándose, pero Jung Kook al final no le importó y terminó abrazándolo por la espalda, colgándose en él de su cuello, y al estar tan divertido por como el otro se quejaba, la sonrisa que tenía era una verdadera de total diversión que incluso mostraba sus dientes inferiores. Y Yoon Gi está con la cara arrugada viendo la cámara, como disgustado... bueno, pudo haber salido peor.

—Eres muy guapo, no pienses que eres feo —comenta Jung Kook, regresando la foto a su lugar, notando otras donde Yoon Gi está con su hermana, otras con Deok Hwa, e incluso alcanza a ver una dónde se encontraba con su padre en la secundaria.

—Esa fue de cuando recibí el diploma a alumno sobresaliente de la clase; es un recuerdo lindo, y mi papá estuvo ahí para apoyarme e incluso me llevó unos cuantos regalos. ¿Es raro tener una foto con él? —Pregunta, llegando a su lado, poniendo un brazo alrededor de su cintura.

—No lo creo, es tu padre de todas formas —murmura—. Aunque igual es raro porque él te causó eso...

—Y dale con eso de nuevo...

—¡Es el único sospechoso en el que pienso! Y al parecer ni tú ni Kyu Young me quieren decir quien es su sospechoso principal hasta, supuestamente, tener las pruebas suficientes.

—No queremos armar falsas teorías sin tener evidencias; así funcionan estas cosas si queremos culpar a alguien con argumentos.

—¿Y por qué no quieren decirme?

—Lo haremos pronto, ¿bien? Por el momento seguiremos investigando —Jung Kook le muestra una cara de molestia—. No te enojes conmigo. Odio cuando lo haces.

—Lástima, porque creo que esta noche me enojaré más al ver todo lo que hiciste tú solo con el brazo aún recuperándose —y se aleja de él, yéndose a sentar en la mesa. Yoon Gi solo rueda los ojos y va a sentarse a lado del omega.

—Cumplir años te hace más amargado, ¿o qué?

—¿Insinúas que, entre más viejo, más amargado me vuelvo?

—Así sucede con muchas personas —se encoge de hombros.

—Sólo... —suspira—, ¿podríamos comer? Desde el almuerzo que no pruebo un solo bocado.

—Pensé que no querrías comer la comida que hice con un solo brazo —dice burlón mientras va a la cocina por lo que necesitaba, sin darse cuenta que Jung Kook iba detrás.

—Me molesta que te esforzaras así, pero valoro ese esfuerzo y es muy grosero rechazar una comida —se excusa, escuchando cómo Yoon Gi ríe.

—Ayúdame a sacar esto, ¿quieres? —Señala unas cuantas cosas, y Jung Kook asiente.

Ya nuevamente instalados en la mesa, el más joven recibe una llamada, y al leer de quien era, una gran sonrisa apareció en su rostro.

—Hola, mamá —responde Jung Kook, saludando a su mamá al otro lado de la cámara, ya que a ella le gustaba siempre hacer más videollamadas que llamadas por querer ver su rostro, ya que solo lo ve en persona cuando son reuniones familiares especiales.

—¡Ahí está mi cachorrito que hoy cumple años! —Exclama ella, abochornado al omega—. Bueno... de hecho casi no te veo, ¿en donde estás que casi no hay luz? ¿A caso estás en uno de esos moteles extravagantes?

—Estoy en casa de Yoonie —se apresura a decir, y como si alguien lo hubiera llamado, el alfa se levanta y se pone al lado de Jung Kook, apareciendo en la llamada.

—Hola, suegrita —saluda, con una sonrisa en sus labios, Jung Kook sintiendo algo lindo en su pecho al escuchar como llamó a su mamá.

—Yoon Gi, qué lindo verte de nuevo. Espero que estés cuidando bien de Jung Kook.

—Eso igual es lo que espero —responde, soltando una risa nerviosa.

Era muy obvio, su mamá no sabia nada de lo que ocurrió hace un mes, más que nada porque Jung Kook eso había decidido, ya que sabe cómo es su madre y lo alterada que puede ponerse, y no está en edad de preocuparse; sabe que igual está mal, pero es mejor así por el momento.

Luego de hablar un rato con ella y de despedirse, continúan con la cena, aunque Yoon Gi no sabe qué hacer cuando nota a Jung Kook algo ido por el alcohol en su sistema; él mismo tuvo que detenerlo porque sabe mejor que nadie que el menor no es alguien que sepa tomar, por lo que cualquier cosa que tenga alcohol le pega algo fuerte; esta no había sido la excepción.

—¿Qué hora es? —Pregunta Jung Kook, con su cabeza acostada en la mesa, arrastrando las palabras.

—Casi medianoche —responde—. Oh, ¡cierto! —chasquea los dedos, parándose para ir a la cocina—. Ya se está por terminar tu cumpleaños y me había olvidado que Yong Sun te preparó esto —sale de la cocina con un pequeño pastel en mano, haciendo que Jung Kook sonría y aplauda rápidamente con sus manos.

—Esto era lo que me faltaba —dice, mientras que Yoon Gi ponía el bonito regalo frente a él en la mesa, notando que incluso ya tiene las velas puestas—. Entonces... ¿noona vino para dejar esto?

—Ella vino para prepararlo aquí, y para ayudarme con todo esto; ¿en serio crees que podría hacerlo todo yo solo? Aún no puedo hacer tanto esfuerzo con el brazo, a veces duele cuando lo hago —Jung Kook sonríe ligeramente; le agradaba escuchar que, a pesar de todo, Yong Sun y él seguían siendo buenos amigos; era raro, e incluso él mismo pensaba que era malo para ambos, pero le agrada.

—Le escribiré después para agradecerle —cuando ve que Yoon Gi ha encendido todas las velas, guarda un par de segundos al pensar en su deseo, y se agacha para soplar todas las velas, aplaudiendo para sí mismo después.

—Espera —dice Yoon Gi, viendo detenidamente su cuello y acercando su mano a este—, ¿qué es esto? —Pregunta cuando toma la cadena del collar y lo saca para hacerlo más notorio, viendo el dije que tenía, sorprendiéndose al instante.

Jung Kook al notar que ha sido descubierto su secreto de hace más de diez años —como si a ese punto fuera una novedad algo así viniendo de él—, se aleja lo más posible de Yoon Gi, ocultando el collar nuevamente dentro de su camisa, sintiendo sus mejillas enrojecer y su pecho calentarse.

—N-no es nada —responde, quitando las velas del pastel, tratando de verse indiferente.

—Si no fuera nada, no habrías escondido el collar de esa manera —trata de encontrar la mirada del omega nuevamente, pero este la aleja—. Jung Kook...

—¡Si ya sabes qué es, ¿para qué preguntas?! —Exclama, pataleándo un poco—. Quieres que me avergüence frente a ti, por eso insistes.

—En realidad solo quería que fueras sincero conmigo —comenta mientras ríe—. ¿Cómo puedes seguir conservando esa basura después de tantísimos años?

—¿Basura? ¡¿BASURA?! —Se toca el pecho ofendido—. ¡Pues esta basura tú me la diste cuando tenías diez años prometiendo que serías mi alfa y que te casarías conmigo! ¡No es basura! ¡Es la prueba de tu promesa! —Yoon Gi vuelve a reír al ver lo alterado que logró poner al omega.

—De acuerdo, quizá no sea tan basura, aunque lo saqué de una, pero sí me sorprende que siga como ese día y que lo conserves hasta la fecha. Para ser sincero, pensé que lo tirarías después y te olvidarías de todo.

—Claro que no lo iba a tirar, soy demasiado especial para este tipo de cosas. De no haber sido porque raspaba mi dedo y me lastimaba, lo hubiera utilizado como anillo hasta que dejara de quedarme; por eso mejor decidí hacerlo collar, y le dije a mi mamá que me ayudara a hacer que no se oxidara, así que por eso sigue casi intacto —hace un pequeño mohín—. Por eso no quería que supieras que lo tenía, ¡sabía que te burlarías! Aish, esto es tan vergonzoso...

—No me estoy burlando, lindo; simplemente me es de no creer que hicieras tal cosa. Y tampoco es para avergonzarte, me hace saber que cualquier pequeño detalle que te de es tan especial para ti como para que lo conserves toda tu vida; es muy lindo que seas así cuando otras personas no ven lo especial en las pequeñas cosas que les regalan y terminan olvidándolas con el paso del tiempo —toma su rostro entre sus manos—. ¿Aún quieres que cumpla mi promesa?

—¿El de ser mi alfa y casarnos? —Yoon Gi asiente—. Lo de ser mi alfa, prácticamente, ya lo estás cumpliendo...

—Podríamos formalizarlo con una marca —por mero instinto, Jung Kook pone una mano sobre su cuello, cubriéndolo, ya que cuando está con el alfa no suele utilizar su collar antimarcas porque confía en él; pero siempre ha tenido miedo de las marcas desde que se enteró perfectamente del poder que éstas tienen; después de saber lo que corrió con su mamá y con la de Yoon Gi, había confirmado su temor aún más hacia las marcas—. Pero si no quieres hacerlo, por mí está bien; seré tu alfa simplemente siendo tu novio.

—Aún no lo eres...

—¿Es bueno pedirtelo cuando estás ebrio?

—No lo estoy taanto. Sólo un poquito —Yoon Gi lo mira incrédulo.

—Aún así, podría ser visto como que me estoy aprovechando de ti, así que eso dejemoslo para mañana —Jung Kook hace una ligera mueca—. Y lo de casarnos, bueno...

—Es muy temprano para eso.

—¿En serio?

—Ni siquiera somos novios formalmente, una propuesta de matrimonio sería algo muy exagerado, ¿no crees?

—Prácticamente todos piensan que estamos comprometidos desde hace seis meses, y nos conocemos desde pequeños, no sería tan descabellado como si nos hubiéramos conocido hace un año y ya nos comprometimos a los seis meses.

—Aún así, todo a su tiempo...

—Cada año nos hacemos más viejos...

—Todo a su tiempo, he dicho —el alfa ríe.

—Te esperaré el tiempo que sea necesario, amor —toma su mano y besa su dorso, ocasionando que Jung Kook muera de ternura; amaba y odiaba a la vez lo cursi que podía llegar a ser Yoon Gi.

Se bebe toda el vino que quedaba en la copa y termina por levantarse de su asiento, sentándose ahora en las piernas del alfa a horcajadas. El mayor parece sorprenderse un poco por la acción, pero la deja pasar, tomando al omega por la cintura, acariciándola.

—Me he puesto a pensar mucho respecto a esto, y me he dado cuenta de que ha pasado mucho desde que pasé un celo con un alfa —susurra, acercando su rostro al cuello de Yoon Gi para besarlo con lentitud, deleitándose con su dulce olor—; desde la primera vez, de hecho —se dirige a su oreja—. ¿Por qué no hacemos esos cinco hijos que quieres?

—¡Jung Kook! —Escucha la risa característica del menor.

—¿Qué?

—¿Cómo es posible que no quieras casarte pero sí tener hijos?

—Es muy diferente. Incluso ya me los imaginé y todo; serán muy lindos con tus facciones y las mías. Además... —hace una pequeña mueca—, quiero ser mamá joven, y ya voy para los treinta...

—Vas a ser la mejor mamá...

—¿Eso es un sí?

—Estás borracho, no puedo aprovecharme de eso.

—¿Por qué eres tan correcto?

—Todos deben ser así. Esperaré a que estés sobrio y veré si acepto eso.

—Es que ni siquiera sé si estoy ebrio o... más bien
... estoy comenzando a perderme en... mi celo —Yoon Gi lo mira alarmado.

—¿Lo dices en serio? —Al ver la mirada medio dilatada del omega, piensa que hay una probabilidad de que sí esté hablando en serio.

—Lo digo por los síntomas... pero creo que sí —y sin querer, comienza a frotarse con la entrepierna del alfa, este reaccionando rápidamente, tomando su cintura con fuerza para que dejara de moverse.

—¿Traes supresores?

—Eso no importa...

—Jung Kook —dice con advertencia.

—Yoonie, por algo no los traje conmigo. Sé que estoy en los días que puede llegar mi celo, pero no quise traer los supresores por una razón... por esa razón dije todo eso de los hijos y así —hace un ligero puchero, a penas visible.

Estaba mintiendo, sí llevaba unos cuantos con él, pero esa pequeña mentira quizá le beneficie mucho después. Incluso ya lo había planeado, ya que desde hace unos días le había dicho a su secretaria que se ausentaría la semana que dura su celo en cuanto le mandara un mensaje avisándole sobre eso para que cancelara todas sus citas; sí, el omega va muy en serio con ese tema del celo.

—¿Estás muy seguro de que quieres eso? —Jung Kook asiente con entusiasmo.

—Es otra de las cosas que yo he querido hacer contigo, así que estoy muy seguro —ahueca una de las mejillas del alfa, acariciando el pómulo con su dedo pulgar con suavidad.

Le da un pequeño beso en los labios, simplemente presionando. Da otro beso igual de bobo, haciendo sonreír al mayor.

—Yoonie~... alfa~... hyung~... —lloriquea, dando un par de suaves rebotes sobre las piernas—. T-te amo; mucho; demasiado...

—Yo igual, dulzura.

Te necesito ahora~ —lo ve directo a sus ojos, los del omega iluminándose de azul debido a que su celo ya estaba tomando control sobre su cuerpo; casi de inmediato, los ojos de Yoon Gi igual se iluminan, su lobo respondiendo al celo de su omega, haciendo también que ambos estuvieran de ese precioso y característico violeta—. Por favor~ —lloriquea nuevamente, siguiendo con esos rebotes que en verdad provocaban en demasía al mayor.

Este suspira, sintiéndose derrotado, aunque intentó resistirse lo más que pudo.

—Será una semana bastante larga —murmura, afianzando el agarre en la delgada cintura del omega para poder levantarse con las piernas de éste enredadas en sus caderas, escuchando su risa divertida.

Había ganado, y se sentía bien hacerlo.

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