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「 14 」

—Trata de no esforzarte tanto, si necesitas algo pídemelo y lo traeré o te ayudaré a hacerlo —dice Yong Sun al haber dejado a Yoon Gi en el sofá de la sala de su casa.

—Aún me funciona un brazo, no es como si no pudiera moverme. Además, por algo ya me dieron de alta; si no pudiera hacer nada, me tendrían encerrado por más tiempo en el hospital —comenta, divertido.

—Todavía que quiero ayudarte te pones en ese plan. Ultimadamente hazlo todo tú solo —se sienta a su lado, escuchando cómo Yoon Gi ríe por lo que ha dicho.

—No te enojes, linda; vas a hacerte vieja más rápido.

—Gracias por recordarme que ya estoy por cruzar los treinta —y el alfa vuelve a reír.

Luego de un par de segundos en silencio, Yoon Gi decide romperlo.

—He estado pensando mucho en algo este último mes desde que desperté, y quería hablarlo contigo cuando saliera del hospital porque, por alguna extraña razón, sentía que alguien podría oír la conversación ahí dentro —la chica se acomoda mejor para ver a su novio, y dice:

—Te escucho —y ahora ya no quería continuar diciendo nada, en realidad; pero ya sacó el tema, no puede echarse para atrás de la nada cuando es algo de suma importancia.

—Quería decirte... o más bien, proponerte, si... nos damos un tiempo —esperaba ver alguna cara de disgusto o dolor en Yong Sun, pero no mostró nada de eso; se mantuvo neutra.

—¿Un tiempo? ¿Así como dejar de ser novios hasta que decidamos retomar la relación?

—Básicamente, es eso —suspira—. No quiero que creas que es porque ya no te quiero o algo así —toma su mano, entrelazando sus dedos—. Te amo, y mucho; siempre te lo he dicho. Pero ahora siento que estoy confundido con mis sentimientos.

—¿Hasta apenas estás confundido? ¿En serio? —Enarca una ceja, mirándolo dudosa.

—En realidad, no —suelta, sincero—. Siempre he estado confundido, pero contigo me sentía bien, y por eso te pedí que fueras mi novia; no lo hubiera hecho de no haber sido porque en verdad me gustaste.

—Pero siempre has sentido algo muy fuerte por alguien más, ¿no es así? —Yoon Gi asiente, con una mueca de pena.

—Sé cómo eres de expresiva e implícita, así que no me ofendería si comienzas a decirme que soy un idiota, un estúpido...

—Nada de eso; somos humanos, hay veces en que solemos confundir amor con otras cosas —quiere hacer algún comentario, preguntarle por qué está tan calmada, pero mejor aprovecha que Solar está así a que estuviera como una bomba soltando palabras despectivas hacia él—. Puedes contarme, adelante. Antes de ser novios, éramos muy buenos amigos, así que, como quieres que nos tomemos un tiempo, vuelve a verme como una amiga —Yoon Gi sonríe de lado.

—Creo... no, más bien, estoy seguro de que estoy enamorado de Jung Kook —suelta, sintiendo un peso menos encima, dándose cuenta de la magnitud de sus palabras. Una pequeña sonrisa aparece en los labios de la beta—. No sé exactamente desde cuando, y tengo miedo de saber, porque siento que es desde mucho antes de lo que pienso. Él siempre ha sido alguien muy importante en mi vida, todos lo saben. Hubo un tiempo en la universidad, antes de conocerte, que sentía algo más grande cuando estaba con él, y comencé a tener miedo de que fuera lo que pensaba. Luego me trate de convencer que seguramente sentía un muy grande afecto hacia Jung Kook porque entonces no lo consideraba un simple amigo, sino más bien un hermano, a pesar de que no lo sentía así... adelante, dime idiota.

—Idiota.

—Gracias —murmura, y ambos ríen un poco—. Después vino el cumpleaños de Jung Kook, donde nos presentó. Sentí una atracción inmediata hacia ti, porque en verdad eres muy hermosa, tanto por dentro como por fuera, así que por eso comencé a pedirte salir sin Jung Kook. Cuando estaba contigo, lo que llegué a sentir por él se esfumaba, pero cuando cada quien se iba por su lado, el chico volvía a invadir mi mente, e incluso me sentía culpable; como si estuviera haciendo algo mal, pero que sentía correcto. Ya sabes todo lo que pasó después, te pedí que fueras mi novia, y bueno, pude olvidar por un segundo todo aquello que me confundía de mi relación con Jung Kook, y este igual nos dejó de lado, dándonos nuestro espacio. Así que, en estos cinco años que hemos estado juntos, siempre fue así. Al estar contigo me sentía bien, y me olvidaba incluso de que Jung Kook existía; pero cuando me separaba de ti, el chico inundaba mi cabeza a cada maldito segundo, lo que me hacia mandarle mensajes cada cierto tiempo, llamarlo, ir a verlo en sus ratos libres... y, debo admitirlo, siempre me he sentido mejor estando con Jung Kook que con otras personas, porque él es esa persona que me complementa; que siempre está ahí para mí; que me apoya a pesar de que él puede salir perjudicado... y me siento como si hubiese estado jugando contigo y con Jung Kook todo este tiempo.

La sonrisa de Yong Sun se ensancha un poco y luego ríe, con ironía.

—En serio eres un idiota —murmura entre dientes—. Todo el mundo sabe que estás enamorado de Jung Kook, menos tú.

—¿Tan obvio era?

—En parte sí. Es más por el trato especial que tienes hacia el omega; nunca has tratado a alguien así, ni siquiera a mí, por eso todos lo sospechaban... yo llegué a hacerlo muchas veces, pero igual algo me decía que no eras tan estúpido como para estar con alguien estando enamorado de otra persona; ahora veo que sí lo fuiste.

—Creo que siempre tuve miedo... miedo de arruinar la amistad que tengo con Jung Kook por querer ser más que amigos. Puedo tolerar no ser novios, pero perderlo para siempre... no lo soportaría.

—No creo que alguna vez vayan a terminar, alfa idiota.

—¿Por qué lo dices?

—Está bastante claro, ¿no lo crees? —Suspira—. Aquel día en que despertaste y fui a tu habitación donde los encontré besándose, vi sus ojos. Son destinados; Jung Kook siempre ha sido tu omega y tu siempre has sido su alfa, por algo están juntos desde mucho antes de su presentación.

—¿Piensas que por el color de nuestros ojos, lo somos?

—En este mundo es muy difícil para ustedes encontrar a su persona destinada, y tú tienes la fortuna de tenerla a tu lado desde mucho antes de siquiera comenzar a ser un alfa. Es como si la diosa Luna haya hecho todo esto a propósito —unos segundos en silencio—. ¿Qué color hace la combinación de rojo y azul?

—Violeta...

—¡Exacto! Ustedes tenían los ojos violeta aquella vez, al mismo tiempo, como si sus lobos lo hubieran hecho a propósito porque se extrañaron; prácticamente, sus lobos están conectados y ustedes ni siquiera lo notan. Por eso cada vez que salías conmigo sentías que algo estaba mal, porque tu lobo se sentía culpable de no estar con su omega. Siempre ha sido así.

—Pero mi tonto lobo ni siquiera habla conmigo; hasta hace apenas unos meses que empezó a hacerlo.

—¿Y por qué crees que no lo hacía hasta a penas unos meses? —Al no recibir respuesta, ella la dice—: Porque estabas alejándonlo de su omega, y como ya no podía soportarlo, comenzó a hablar contigo. Apuesto a que seguramente comenzó a decirte que estás enamorado de Jung Kook, y por eso hasta ahora vienes dándote cuenta de las cosas.

El alfa baja la cabeza, sintiéndose avergonzado. Yong Sun tiene razón.

—Habla con Jung Kook —sugiere—. Habla con él así como lo hiciste conmigo, y si él te corresponde, va a ser un ganar-ganar. Confiesa todo lo que tuviste que haber confesado hace diez años, o más. Falta poco para que salga del trabajo, y dijo que vendría aquí después de eso para verte.

Yoon Gi sonríe y asiente.

—Lo haré —él sabía que le gustaba a Jung Kook, así que ahora no tenía tanto miedo de confesarse—. Haré lo que tuve que haber hecho hace diez años.

Luego de introducir los dígitos de la contraseña para abrir la puerta del departamento de Yoon Gi, entra a este, yendo directo a la sala por si ahí se encontraba su amigo, y en efecto ahí estaba.

—Hola hola —saluda, sentándose al lado de donde estaba el alfa viendo un programa de variedades en la televisión.

—Pensé que no vendrías.

—Se me hizo un poco tarde porque fui a comprar estas cosas —levanta la bolsa ecológica transparente que traía, donde el mayor alcanza a ver unas cuantas golosinas y bebidas.

—Si traes soju te amaré más de lo que ya lo hago.

—No traigo nada de bebidas alcohólicas. Además, aún no estás en condiciones de tomar porque una resaca acabaría con tu dolor de cabeza —el alfa hace un pequeño mohín—. El agua natural que tienes aquí es para ti.

—Qué malo eres; se supone que salí del hospital por algo.

—Y se supone que mi hermano te dio instrucciones también, a las cuales probablemente no prestaste atención. Tienes suerte de tener un amigo médico que te evite hacer estupideces tan rápido —pone la bolsa en el suelo, por lo que se agacha para comenzar a pasar las cosas a la mesa de en medio.

Suelta un respingo cuando siente el brazo del alfa enredarse en su cintura, haciéndolo para atrás nuevamente, hasta lograr subirlo en su regaso. Jung Kook lo mira sorprendido, alternándose por ello.

—¿Pero qué haces, Yoon...? —No puede continuar cuando siente los labios del alfa besar su mejilla, en repetidas ocasiones, comenzando a bajarlos, tratando de besar su cuello, pero el más joven es rápido y se separa un poco—. ¿A caso estás en celo o qué mierda te pasa?

—No lo sé —con ayuda de su brazo hace que el omega quede más cerca de su torso, pero este pone sus manos sobre su pecho para evitar que el contacto sea demasiado íntimo—, me acabo de dar cuenta que me encanta besarte.

—No estás en celo porque no detecto nada en ti que lo diga, entonces ¿por qué estás diciendo tonterías de repente?

—Para mí no son tonterías, precioso —y él mismo provoca que sus ojos comiencen a iluminarse de rojo, esperando que los de Jung Kook igual lo hicieran—. De hecho, creo que es bastante tarde ahora, pero no pierdo nada haciéndolo.

—Yo-Yoonie...

—Eres tan hermoso, tanto por dentro como por fuera; siempre he amado mirar tus bonitos ojos de bambi, ya que pareces tener la más preciosa galaxia en ellos; seguramente para muchos eres la definición del «omega perfecto», porque lo tienes todo... pero para mí simplemente eres el «chico perfecto». Nadie merece estar con un ángel como tú; ni siquiera yo —guarda silencio un par de segundos, mientras que Jung Kook sentía su corazón volverse loco y un horrible hormigueo comenzaba a crecer en la boca de su estómago; no podía creer lo que estaba escuchando, y su lobo estaba moviendo su cola con total felicidad, una que no había sentido hace mucho—. Me encantas, Jung Kook —murmura, y el omega sentía que estaba en un sueño—. Cada parte de tu alma me encanta de formas meramente inexplicables. Desde hace mucho sé esto, y quiero que me perdones por ser tan idiota para no aceptarlo. Al fin he decidido hacer las cosas como tuve que haberlo hecho hace mucho, y se siente tan bien decírtelo.

—Es una broma, ¿cierto?

—Nunca bromearía en algo como esto —susurra, acariciado su abdomen por debajo de la ropa.

No esperaba recibir un golpe en la frente con los dedos por parte de Jung Kook, por lo que se queja y pone una mano donde recibió el golpe.

—¡¿Por qué...?!

—Fue por haberme hecho sufrir todo este tiempo, y en verdad creo que mereces más que eso —sentía un nudo en su garganta—. ¿Sabes cuánto tiempo estuve esperando por esto? ¡¿Eh?!

—Por eso estoy pidiéndote perdón. Soy un idiota, ya lo sé, me lo han dicho antes, y lo tengo muy claro. Pero tenía miedo de cometer un error.

—¿Qué clase de error?

—Cagarla en algún punto de la relación, que te hiciera querer estar alejado de mí para siempre. Podría soportar no tenerte como novio, pero perderte para siempre como amigo... —niega con la cabeza—, no lo soportaría; no soy tan fuerte.

Se quedan un rato en silencio, mientras Jung Kook piensa un poco.

—Me había puesto la misión de olvidar mis sentimientos hacia ti, ¿y ahora me vienes con ésto? —Se toca el puente de la nariz con sus dedos—. No lo estás haciendo porque me confesé y sientes que es lo correcto, ¿cierto? Porque si es así...

—¿Recuerdas aquella vez de la boda? —Interrumpe—, ¿cuando dije que te amo?

—Sí, lo recuerdo...

—Fue mucho antes de que te confesaras, y antes de eso igual me lo había cuestionado —deja su cintura para ahuecar una de sus mejillas—. Siempre me lo cuestioné, de hecho; por eso decía que no me interesaban los omegas ni los hombres en general. Algo me decía que estaba profundamente flechado por ti, y quería pensar que no lo estaba.

—Esa vez de la boda me dijiste que...

—Sé lo que dije, sé toda la estupidez que solté y en serio perdóname. Nunca había tenido tanto miedo de tener una relación con alguien... pero contigo ya no lo puedo soportar, y creo que mi lobo está conectado al tuyo, por lo cual tampoco lo soporta.

—Eso quizá pueda explicar los ojos violetas de aquella ocasión —murmura.

—Hablando de eso, ¿por qué ahora no te ocurrió nada? —Yoon Gi seguía con sus ojos iluminados de rojo, esperando que en algún momento Jung Kook también iluminara sus ojos de ese bello azul.

—Estoy utilizando lentes de contacto —confiesa, viendo ahora confusión en el otro.

—¿Para qué?

—¿Cómo crees que hice todo este tiempo para controlar a mi lobo y que no hiciera notar mis ojos azules, alfa idiota? —Dice entre dientes—. Tuve que utilizarlos desde que no pude controlarlo, y no quería hacerlo frente a ti para que no te dieras cuenta que me gustabas —juega con sus dedos, tratando de no ver la cara del otro.

—Entonces ahora entiendo porqué la última vez que vi tus ojos azules fue aquella ocasión en la que te quedaste para ver películas conmigo y Yong Sun.

—Cuando pensaste que ella me gustaba, a pesar de saber perfectamente que soy gay.

—Ahora me doy cuenta que en verdad soy un idiota, necesito ayuda —ríe, mientras cubre sus ojos, con demasiada vergüenza—. Todas las señales estaban ahí, siempre, pero nunca me di cuenta. Yong Sun tenía razón también en eso de que todos saben que estoy enamorado de ti menos yo.

—Yo no lo sabía, ni siquiera se me pasó por la cabeza alguna vez...

—Pues ahora ya lo sabes. Siempre he estado enamorado de ti, solo que hasta ahora pude aceptarlo, tantísimos años después.

—¿Qué hay de Yong Sun?

—En pocas palabras, terminé nuestra relación. Aunque yo le dije que necesitaba un tiempo, pero me aconsejó que hablara contigo, y tomó todo con mucha tranquilidad, que me sorprendió.

Hay un poco de silencio, la tensión se sentía demasiado en el aire.

—Y... ¿qué piensas hacer? —Murmura, bastante bajo, pero Yoon Gi pudo escucharlo a la perfección.

Jung Kook suelta un chillido cuando el alfa hizo que se acostara sobre el sofá, el mayor poniéndose encima.

—Yoonie, tu brazo...

—¿Quieres intentar algo conmigo? —Interrumpe, ocasionando que las mejillas del menor se tornen rojas.

—Algo así como... ¿ser novios?

—Ajá, aunque no formalizaremos nada hasta que tú quieras hacerlo —Jung Kook no puede evitar reír.

—Hemos fingido estar comprometidos por casi seis meses, ¿y ahora quieres que tomemos nuestro tiempo en salir hasta formalizar la relación?

—Quiero que te des cuenta que voy en serio con esto, lindo. Hay que tomarnos nuestro tiempo para salir y, ya después podemos formalizar todo.

—¿Y qué si quiero formalizarlo ahora? —Una tímida sonrisa aparece en sus labios, siendo una preciosa bunny smile que ocasionó que el pecho del mayor se sintiera muy cálido.

—Por mí no hay problema, lo que tú quieras yo lo acepto —en verdad Jung Kook sentía que estaba en un sueño; no se había imaginado que las cosas sucederían de esa manera, pero es un poco mejor de lo que pudo haber pensado.

—Me parece bien ir de poco en poco, pero tampoco me molestaría formalizarlo ahora —su sonrisa decae un poco—. Aunque hoy terminaste con Yong Sun, así que tampoco lo creo correcto.

Yoon Gi ríe y luego asiente.

—Supongo que tienes razón —dice—. Entonces... aunque sea... ¿puedo besarte? —Jung Kook vuelve a mostrar una sonrisa tímida, toda su cara enrojeciendose de inmediato.

—Claro, pero antes sería mejor que nos acomodemos.

—¿Por?

—Tu brazo.

—Aish, eso está bien, no me importa.

—Pero... —los labios del alfa atacan los contrarios, callándolo en el proceso.

Esta vez, Jung Kook en serio disfruta el beso, sin sentir algún tipo de remordimiento de que Yoon Gi tiene novia, o que lo están haciendo simplemente por fingir ser una bonita pareja.

Ahora en verdad estaban comenzando a serlo.

Pone sus manos sobre las mejillas del mayor, atrayéndolo más y profundizando el beso.

—¿Sabes qué? Me arrepiento de lo que dije. Mi brazo está sufriendo mucho —Jung Kook se ríe en lugar de soltar un «te lo dije» y hace un rápido movimiento hasta hacer que el alfa quede bajo su cuerpo, besándolo después.

Con el brazo sano, abraza la cintura del menor para hacer chocar sus pelvis, ocasionando que ambos soltaran un leve jadeo por el toque repentino, ya que el alfa en verdad no tenía esas intenciones.

Ambos no sabían cómo explicar todo lo que estaban sintiendo en ese momento. Era toda un revoltijo de diversas emociones.

Solo había una cosa que ya tenían muy claro: todo se sentía correcto al fin.

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