「 09 」
Disfrutaron el tiempo que aún tenían de su visita exprés a Busan. Jung Kook había aceptado la propuesta de los más pequeños para jugar un poco con el mar y también la arena, todo mientras pueda estar lejos de Yoon Gi; no se sentía tan cómodo después de lo ocurrido. Ya cuando el atardecer se apreciaba, decidieron que era hora de regresar a Daegu, cada quien yéndose a sus autos tal como llegaron; solo que, esta vez, Jung Kook decidió irse en la parte trasera para no tener que estar tan cerca del alfa.
En el camino, el omega menor se quedó dormido debido a que se había cansado de jugar con los sobrinos de Yoon Gi, acomodándose en la parte trasera para acostarse y sentirse cómodo. Ya cuando llegaron, fue Deok Hwa quien se dió cuanta que Jung Kook estaba plácidamente dormido en cuanto sacaba sus cosas de la cajuela.
—Será mejor que lo lleves a tu cuarto —le dice a Yoon Gi—. Debe sentirse incómodo aunque no lo parezca —le da un abrazo y besa su mejilla, el acto siendo recíproco—. Te veo mañana, que descanses; te amo.
—Igual te amo, mamá.
Ya cuando se va con lo poco que llevó a Busan dentro de la casa, regresa rápidamente por Jung Kook y comienza a moverlo.
—Kookie, ya hemos llegado a casa, debes levantarte —lo único que recibió fue un quejido por parte del menor—. Deja de comportarte así y ve a la cama...
—No quiero levantarme —murmura, pareciendo aún dormido.
—Entonces quédate en el auto para que mañana te duela el cuerpo por dormir de esa forma tan incómoda —nuevamente, el omega se queja, y lo que hace después es elevar sus brazos.
—Cárgame —susurra.
—¿Qué? Yo no haré eso; ya no eres un niño, y pesas mucho.
No recibió respuesta alguna, ni siquiera un quejido, y Jung Kook seguía con sus brazos elevados.
Resignado, levanta al más joven para acomodarlo entre sus brazos y cargarlo al fin, haciendo un poco de fuerza ya que Jung Kook si estaba algo pesado, después de todo, era un poco más alto y musculoso que él. Cierra la puerta del auto con su pie y con dificultad enciende la alarma, acomodando más a Jung Kook para sentirse cómodo también él; lo que no esperaba, es que el omega se pegara más a su cuerpo, quedando su rostro pegado al cuello, acurrucándose contra el torso de Yoon Gi, sintiendo la calidez que su cuerpo emanaba al igual que su delicioso aroma colarse por sus fosas basales. El mayor no sabe qué es exactamente lo que sintió en ese momento, pero en definitiva la sensación era agradable y muy linda.
Al llegar al fin a su cuarto, después de haber tardado demasiado en bajar las escaleras ya que sentía que se caería de frente por el peso del menor, lo tumba sobre la cama y, cuando pensaba levantarse para ir a cambiarse, Jung Kook envuelve sus brazos en el cuello y lo jala hasta que inevitablemente su torso queda pegado sobre el otro. De no haber sido por sus reflejos, hubiera aplastado al menor, pero puso sus brazos como soporte y evitó que aquello sucediera.
—Duerme conmigo —murmura Jung Kook.
—Eso haría, pero primero tengo que cambiar...
—No lo hagas —hizo un pequeño esfuerzo hasta hacer caer a su hyung a su lado en el suave colchón—, quédate aquí —y lo abraza, fuerte, apegándose a su cuerpo como si su vida dependiera de eso.
Yoon Gi no entendía el comportamiento que su menor mostraba; no le incomodaba estar así con Jung Kook, pues tenía la suficiente confianza en él para estar tan abrazados, y mucho menos le molestaba dormir con él, antes ya lo han hecho. El problema, y lo raro, es la forma en que lo está pidiendo y que parecía estar demasiado necio.
—¿Estás totalmente despierto? —Le pregunta, para asegurarse de que quizá a eso se deba.
—¿Mhm? —Murmura, acurrucándose , deleitándose con el fabuloso aroma del alfa.
Este último decide no hacer más, ya que él igual tenía mucho sueño; después de todo, no durmió lo suficiente debido a que tuvo aue manejar hasta Daegu. Así que, también él, abraza mejor a Jung Kook y queda plenamente dormido.
[ ••• ]
Cuando el omega se despierta, el mayor seguía dormido, y no le sorprendía. Aún seguían abrazados, por lo que se sonroja un poco. No podía creerlo, incluso parecían pareja estando en esa posición.
Jung Kook se toma el tiempo de apreciar el bellísimo rostro de su mejor amigo, deleitándose con su hermosura; no era de extrañarse ahora, sabe que su madre es muy hermoso, y su padre... él está pasable. A pesar de no estar enamorado necesariamente de su espectacular físico, eran una de las cosas que adoraba de su hyung; Yong Sun era alguien muy afortunada al tener una pareja así.
Trata de salir del firme agarre de Yoon Gi, pero este al notarlo lo jala más hasta dejarlo casi inmóvil, sacándole un chillido por el leve susto. Ríe al final, hablándole de forma suave:
—Tengo que levantarme, Ginnie —escucha un leve quejido, recordándole a sí mismo la noche anterior—. Suéltame —nuevamente, trata de quitar los brazos que estaban alrededor de su cuerpo, pero parecía inútil—. Tengo que ir al baño —y no estaba mintiendo, si no iba podría orinarse ahí, incluso.
—Qué molesto eres —su voz se escuchaba ronca debido a que estaba despertándose apenas; Jung Kook pensó que aquello era malditamente bello de escuchar.
—Perdón por ser humano —dice en tono de burla, y después de que Yoon Gi dejase un fugaz beso en su frente, lo suelta al fin, dejando que el más joven vaya al baño y él trate de retomar su sueño; aún se sentía bastante mareado, tenía que descansar más todavía.
Luego de hacer sus necesidades, decide darse un baño y cambiarse, para terminar saliendo de la habitación, dejando a Yoon Gi dormir lo que fuese necesario; hoy regresaban a Seúl, serían unas largas cinco o seis horas de regreso.
—Buenos días —dice el omega a Deok Hwa, quien se encuentra cortando los arbustos con una tijera para podar de una mano.
—Buenos días, cariño. ¿Dormiste bien? —Jung Kook asiente mientras toma asiento en una banca que estaba cerca—. Hace rato quise llamarlos para que bajaran al desayuno, pero se veían muy plácidos durmiendo que preferí no despertarlos; debían estar algo cansados por venir desde Seúl en auto —el menor no puede evitar sonrojarse un poco; Deok Hwa los había visto cuando dormían, le avergonzaba un poco aquello—. ¿Yoonie aún está durmiendo?
—Sí, es mejor que lo haga, no durmió bien ayer por el viaje —se talla un poco los ojos.
—Entiendo... si quieres comer algo, puedes ir a la cocina y tomar lo que quieras.
—Gracias, y no sólo por eso, por todo lo que ha hecho. Me siento muy cómodo aquí y todos son muy agradables; siempre fueron lindos conmigo y lo agradezco muchísimo.
—Bueno, prácticamente ya eres parte de la familia Lee también, y siempre nos apoyamos en todo —le muestra una cálida sonrisa, y Jung Kook suelta una risa nasal.
—Ojalá así fueran los Min; a excepción de Kyu Young, a ninguno le agrado —arruga su nariz—. Incluso cuando percibo el olor de vodka y miel de Joo Byul, tengo miedo de lo que podría pasar —el omega mayor deja lo que hace para volverse y ver al contrario, con el ceño fruncido.
—¿Vodka y miel? —Jung Kook asiente, aún con la nariz arrugada.
—Sí, es demasiado desagradable, ¿cómo pudo tolerar ese aroma? Sin ofender, claro...
—Cuando yo estaba con él su aroma era de crema batida y tierra húmeda, no entiendo, es demasiado raro... —veía verdadera confusión en su rostro, y casi de inmediato, el más joven recuerda la conversación que tuvo con Yoon Gi.
Es imposible que un alfa cambie su olor tan drásticamente, sucede lo mismo con los omegas. La única manera de cambiar su olor natural, es tomándose un supresor para olor y ponerse algo parecido a una colonia especial para tener otro, y no es nada común que ocurra esto; lo que sí es común, es que cuando tu lobo por diversos motivos se duerme y ya no emana ningún olor a tu alfa u omega, puedes ponerte esa colonia especial para pasar desapercibido.
¿Qué tal si lo que dijo Yoon Gi es cierto?
—¿Tan raro como para que la marca no desaparezca por completo? —No puede evitar decir, notando la mirada triste del mayor.
—La marca no desaparece completamente.
—No, pero tampoco se queda tan marcada para toda la vida. A su marca aún se le notan los dientes, y a este punto sólo debería verse una mancha parecida a la de un golpe no reciente —eso hace pensar un poco a Deok Hwa, pero él sabe que es imposible que Joo Byul aún sienta algo mínimo por él; se lo dejó muy claro cuando lo terminó, aún más porque estaba en cinta.
—Es una tontería siquiera pensarlo, Jung Kook. No hay ninguna posibilidad de que Joo Byul sienta algo mínimo por mí luego de treinta años sin vernos ni hablarnos, y menos cuando me dejó de esa manera...
—¿Y usted siente algo por él todavía? —Le parecía poco prudente preguntarle esto, pero le interesaba saberlo porque, quizá, él podría hablar con el papá de Yoon Gi para tratar de convencerlo de dejar a su hijo vivir su vida como a su amigo se le venga en gana, para que no sufra lo que él hace treinta años.
No consiguió una respuesta por parte de Deok Hwa, sólo se quedó callado, pues no sabía que responder; y tampoco quería decir mentiras. Jung Kook no sabía cómo tomar su silencio.
—Iré a comer algo —avisa el menor, mientras se levanta de la banca—. Perdón si lo incomode.
—Descuida, cariño —vuelve a sonreír, pero es una sonrisa algo forzada; no está molesto con Jung Kook, sino con él mismo por ser tan vulnerable aún cuando de Joo Byul se trata.
Una hora y media después, Yoon Gi aparece en el patio, donde Jung Kook se encuentra haciéndole dos trenzas a Sookie.
—Ya despertaste —le dice el omega, y la niña levanta la mirada para ver a Yoon Gi.
—Tío Gigi siempre ha sido un dormilón —dice, haciendo reír a Jung Kook, pues él sabía que en ocasiones lo que dijo es cierto.
—Pido perdón por ser humano —comenta el alfa, burlón, sentándose a lado de su mejor amigo—. No sabía que podías hacer trenzas.
—Aprendí hace mucho, me lo enseñó una prima.
—¿Cómo por qué? —Jung Kook se encoge de hombros.
—Puede que algún día tenga... tengamos —se retracta rápidamente— una hija, y quiero arreglarla siempre para que sea muy linda.
—¿Yo soy linda, tío Kook? —El nombrado aún no podía acostumbrarse el hecho de que todos los sobrinos de Yoon Gi ahora lo llamaran 'tío Kook', pero se sentía lindo escucharlo.
—Claro que sí, Sookie; igual que tu mamá —termina por hacer la última trenza y ponerle un par de flores para que se luciera—. Ya estás lista.
—¡Gracias, tío Kook! —Dice eufórica la niña luego de verse en un espejo, abrazando al omega después—. Serás la mejor mamá de todas.
Al escuchar eso, Yoon Gi no puede evitar sonreír con ternura y, a la vez, sentir algo de culpa. Él sabe que Jung Kook sería una gran persona con sus hijos, pero, al paso que va, no sabe si alguna vez lo tendrá, ya que en toda su vida sólo ha tenido un intento de pareja, con un chico de hecho... pero no terminó nada bien.
—¿Por qué congenias tan bien con los niños? Yo me tengo que esforzar para agradarles; definitivamente el mejor trabajo que pudiste conseguir fue el de pediatra —Jung Kook ríe.
—Sólo es cuestión de ser más alegre y no siempre estar o parecer aburrido.
—Gracias por decirme amargado —el omega no puede evitar pellizcar su mejilla.
—Alfa idiota.
Las pocas horas que tenían para estar ahí las utilizaron para platicar más con la familia y "prometer" volver en Chuseok aunque fuese casi imposible; más bien, iban a intentar ir ambos, ya que Jung Kook siempre iba a casa de sus padres en Chuseok, no sólo para verlos a ellos, sino también a su hermano del que casi nunca sabe nada ya que es un médico más ocupado que él; era triste, pero no podía molestarse tampoco.
El viaje de regreso a Seúl fue menos pesado que el de ida, y esta vez fue Jung Kook quien se ofreció en conducir ya que no se le hizo justo que nuevamente su amigo lo hiciera. No estaba acostumbrado manejar en autopistas, pero gracias a la plática que Yoon Gi le hacía se sentía relajado. Decidieron quedarse un rato en el departamento del más joven, puesto que el alfa no tenía tanta prisa de irse a la suya porque no tenía nada importante que hacer en esta.
—¿Te divertirse? —Le preguntó cuando ya habían entrado al departamento.
—Bastante —deja su maleta en el pasillo, luego pasaría a dejarla en su habitación—. Tu familia materna es muy amable, en especial tu mamá.
Yoon Gi ríe un poco, pero se siente satisfecho. Al fin su mejor amigo había conocido a Deok Hwa, y quedó feliz por el resultado; habían congeniado muy bien.
—¿Tienes hambre? Podemos pedir una pizza o algo...
—Bromeas, ¿cierto? Tu mamá me atestó de comida el estómago, y todavía comí más en el camino; estoy lo suficientemente lleno como para comer hasta la mañana —el alfa vuelve a reír otro poco, mientras toma asiento en el sillón de la sala—. Iré a cambiarme, no tardo mucho.
Luego de quince minutos, Jung Kook regresó a la sala ya con una ropa más cómoda para andar en casa, y se encontró a un Yoon Gi viendo su teléfono con una gran sonrisa en sus labios.
—¿Qué te trae tan contento? —Pregunta Jung Kook, encaminándose a la cocina por un vaso de agua. Al regresar, Yoon Gi responde:
—Una noticia que me acaban de dar —escribe más en su teléfono, y al escuchar un característico sonido, sabe que está hablando por mensajes con alguien.
—¿Tu padre se va a divorciar de Mi Kyung? —Toma asiento en un sofá cercano a donde Yoon Gi se encontraba.
—Ojalá —dice después de un bufido—. Pero no es nada que tenga que ver con mi falsa familia —le muestra la pantalla de su celular, siendo unas fotografías del interior de lo que parecía una casa lo que acaparaba la pantalla.
Jung Kook, después de tomar el celular y ver todas las fotos, frunce el ceño y mira a su hyung.
—Es linda, ¿no? —Pregunta, con una sonrisa en sus labios.
—Sí, es muy bonita, pero, ¿para qué quieres una casa tan grande? Podría jurar que, incluso, es una mansión o parecido —le devuelve el teléfono, y su confusión se agranda al ver que la sonrisa que tenía Yoon Gi en ningún momento desaparece de su rostro; al contrario, se agranda más, a tal punto de casi hacer que sus ojos no se perciban.
—¿Sabes qué se festeja dentro de unos tres meses, más o menos? —Jung Kook lo piensa, confundiéndose más al creer saber de qué fecha hablaba—. No me impresionaría si no lo sabes, no es tan importante para ti como lo es para mí —con eso sabía que definitivamente no hablaba de la fecha que él creía.
—No lo sé, hyung —murmura, rindiéndose.
—Yong Sun y yo cumplimos cinco años de relación, ¿no es eso increíble? —Sus ojos se iluminaron, no necesariamente de ese precioso rojo que lo caracteriza, notando así que en verdad le hacía mucha ilusión la fecha.
—¿Y qué tiene que ver eso con la casa? —Tenía miedo de la respuesta; muchísimo miedo.
—Ya te habíamos dicho que nos vamos a casar cuando todo esto se termine, pues yo estaba planeando comprar una casa para que ambos vivamos ahí después. Esta es la casa que más me llamó la atención, y el dueño dice que puedo ir en las próximas dos semanas para ver en persona cada rincón de ella —Jung Kook muestra una sonrisa, rogándole a la Luna porque no se haya visto como una mueca.
—Me parece fabuloso, Yoonie —toma de su vaso con agua, ya que sentía que si no lo hacía, el nudo que se estaba formando en su garganta se haría más fuerte y doloroso.
—¿Me podrías acompañar a verla? —Eso era lo que menos se esperaba—. Siempre has tenido un buen gusto, y sé que sabrás decirme lo lindo de la casa y lo que definitivamente no te gusta. Además, te tengo la suficiente confianza como para que seas tú quien vaya y me ayude a saber si es la indicada.
Se sentía halagado, debía admitirlo, pero también se sentía de la más pésima manera. ¿Por qué lo torturaba así? Claro que podría ir, no tendría problema con ello; eso no era lo grave, sino que, cuando estuvieran caminando por aquella casa, él siempre tendría muy en claro que ahí sólo vivirían Yong Sun y Yoon Gi, y que en el futuro seguramente también unos pequeños los acompañen.
Sintió una punzada en su corazón y escuchó a su lobo chillar de dolor.
¿Por qué le dolía tanto? Jung Kook, a ese punto, ya ni siquiera le debería importar el asunto de Yong Sun y Yoon Gi.
—Me encantaría acompañarte —le responde al final—. Sólo dime la fecha y veré si no estoy ocupado.
Yoon Gi comienza a platicarle sobre las cosas que potencialmente le gustarían del lugar. Estaba algo apartado, así que la privacidad —algo que desgraciadamente Yoon Gi no tiene como cualquier otro ser humano— sería lo que más le encantaría.
Jung Kook, entre prestándole atención y no, decide levantarse del sofá e ir a revisar la correspondencia que le llegó en el poco tiempo que no estuvo en casa. Los sobres eran de diferentes cosas, no tan importantes en realidad, hasta que llega al último sobre, uno que llamó demasiado su atención.
❝Nuestra boda.
PJM & KTH❞.
Frunce el ceño, tratando de recordar quienes de sus amigos tiene esas iniciales, aunque sea uno de los dos.
—¿Qué traes ahí? —Pregunta Yoon Gi al ver que su amigo miraba confundido algo que traía en sus manos.
—Una invitación para una boda —responde, encogiendose de hombros y entregándole el sobre a Yoon Gi.
Este último lee lo mismo que Jung Kook, e inevitablemente una sonrisa aparece en su rostro mientras ríe, incrédulo.
—No es en serio.
—¿Qué? —Inquiere Jung Kook.
—Park Ji Min y Kim Tae Hyung se van a casar —ahí es que el omega entiende; ¿por qué fue tan estúpido como para no acordarse de aquellos dos tórtolos que conocieron en universidad?
Le quita la invitación a Yoon Gi y la abre, leyendo todo lo que había escrito dentro, encontrándose al final con una tarjetita que era el pase al salón donde se llevaría a cabo la fiesta. Este decía que era para dos personas, y se pone blanco en cuanto ve los nombres.
❝Jeon Jung Kook y Min Yoon Gi❞.
«Mierda» piensa inevitablemente.
—¿Ahora qué? —Le pregunta el alfa.
—Me dieron un pase para dos —le dice—, es para...
—¿Ambos? —Decide terminar por él, recibiendo un asentimiento de cabeza—. No debería sorprenderte, Kookie, el mundo se ha creído nuestro compromiso, incluso ese torpe alfa enano y ese beta testarudo.
—¿Por qué siempre le has dicho enano si sólo le ganas por un centímetro? —Comenta, riendo.
—Porque verdaderamente es enano en comparación a mí —nuevamente ríe, pero su sonrisa desaparece después.
—¿Qué le dirás a Yong Sun? —Yoon Gi bufa.
—Ella no se enojará. Ni si quiera conoce a los novios, además de que estoy seguro que lo entenderá, y si no... —sonríe de medio lado, maliciosamente—, tengo mis métodos para convencerla y que no se moleste —le guiña un ojo.
«Por favor no hagas ni digas esas cosas en mi presencia» lo piensa, porque era obvio que no se atrevería a decirlo en voz alta.
—Pues en serio espero que no se moleste, ya suficientes problemas tiene que llevar con ver en todos lados sobre esta farsa que nos traemos, ¿no lo crees? —Carajo, aquello sonó demasiado mal; se escuchó su molestia en cada palabra, incluso lo dijo entre dientes, él no quería hacer eso.
—¿Qué te ocurre? —Le dice el alfa, sorprendido por la actitud tan repentina de su amigo.
—Nada, solo... estoy cansado. Iré a tomarme una ducha y dormiré después; cuando te vayas, le pones seguro a la puerta —eso igual sonó demasiado cortante, pero le fue inevitable, así que mejor se fue lo más rápido que pudo y se encerró en su habitación, sintiendo un maldito nudo en su garganta; ese que tanto luchó por disminuir.
Yoon Gi se encontraba confundido. Jung Kook definitivamente, desde que inició todo lo del falso compromiso, había cambiado en su forma de ser. Se le notaba más apagado, menos imperativo y más como... un "adulto", no como un "adolescente" que era usualmente su comportamiento de siempre, y por lo que siempre sentía una sensación de frescura en él. Ahora no había rastro de ello, y cuando hay momentos en los que se comporta como lo hacía, duran muy poco.
Algo le pasaba a su pequeño, y él descubriría qué.
"No puedo creer que seas tan idiota como para no darte cuenta" escucha que su lobo le habla, asustándose un poco, ya que era demasiado raro que tuviera ese tipo de comunicación con él.
"¿Acaso sabes algo que yo no?" Le pregunta, pero no obtiene respuesta alguna.
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