—¿Seguro que ya llevas todo? —Pregunta Yoon Gi.

Jung Kook asiente mientras se cubre la boca cuando bosteza.

—¿Por qué tenemos que irnos tan temprano? —Revisa su teléfono para ver la hora—. Son las tres de la mañana, apenas.

—Son alrededor de cinco a seis horas para llegar a Daegu, tenemos que llegar temprano si queremos durar más tiempo —excusa, cerrando el maletero.

—Podíamos irnos en tren, autobús o algo más para llegar rápido, ¿qué necesidad de irnos en coche? —Hace un pequeño mohín.

—Mi padre sólo deja que vaya a Daegu en mi coche para que la prensa no comience a sacar falsas conclusiones —se encoge de hombros, y ríe después al ver cómo Jung Kook apenas y podía mantenerse de pie porque estaba quedándose dormido—. Puedes dormir en el trayecto, yo ya dormir lo suficiente para evitar cualquier accidente.

—Acepto eso.

Ya ambos dentro del auto, comienzan su largo viaje hasta Daegu, Jung Kook durmiendo en el asiento copiloto con el asiento inclinado y una manta encima, y Yoon Gi manejando con una relajante música de fondo, mientras que las gotas de la apenas llovizna golpeaban en el auto. Era un ambiente relajante, así que el trayecto no se le hizo pesado como otras veces antes.

Cinco horas con quince minutos fue lo que se llevaron de trayecto hasta llegar a la casa de su mamá, donde aparca el coche frente al lugar. Mueve un poco a su amigo, escuchándolo quejarse, viendo como cubre su rostro con la manta, pues el sol pegaba un poco en su asiento.

—Levántate, conejo dormilón. Hemos llegado —le dice Yoon Gi, quitándole la manta de encima, haciendo que el menor se quejara más.

—Otros cinco minutos...

—Puedes dormir todo lo que quieras dentro de la casa —inclina el asiento de Jung Kook, haciéndolo despertar inevitablemente.

El omega aprecia la casa del frente, sintiéndose algo sorprendido de que no fuese como creía; él pensaba que sería alguna especie de mansión o algo, pero no, era una casa de un sólo piso con escaleras que van hacia abajo, así que seguramente allá habrá otro pedazo de la casa.

—¿En serio aquí vive tu mamá? —Pregunta Jung Kook, saliendo del auto junto con Yoon Gi, dirigiéndose al maletero para sacar sus pertenencias.

—Sí, junto a mis abuelos, algunos tíos, primos y sobrinos —saca las cosas y le entrega a Jung Kook su maleta—. Es como una pequeña vecindad, pero todo está conectado.

Avanzan hasta llegar a la reja, la cual Yoon Gi abre con la llave que traía, después de haberle mandado un mensaje a su mamá de que ya estaban ahí. Entran y Jung Kook aprecia aún más la casa, verdaderamente era un lugar amplio, había unos cuantos animales en el patio, y un poco más alejado había una piscina; no se veía como una casa lujosa, pero a cualquiera le gustaría vivir en un lugar así, además de que se siente mucho el ambiente familiar.

—El lugar es lindo —comenta Jung Kook, bajando por las escaleras junto con Yoon Gi.

—¡En serio ya están aquí! —Alguien grita a lo lejos, y ambos lo ven, apreciando a un hombre joven, o de apariencia joven, gritándoles con una gran sonrisa desde una esquina a la que podías ir usando las escaleras.

—¡Hola! —Saluda Yoon Gi, sonriendo igual que el otro.

—¿Es tu tío? —Le pregunta Jung Kook, acercándose a aquel hombre que raramente no tenía ningún olor, pero tenía toda la apariencia de ser un omega.

—No —responde Yoon Gi, yendo hacia aquel aún desconocido para Jung Kook, abrazándolo fuertemente—. Te extrañé mucho —le dice, siendo recibido en un abrazo cariñoso.

—Yo también te extrañé mucho, bebé —le responde el otro.

Al separarse, Yoon Gi ve a Jung Kook y dice:

—Él es Jung Kook, mi prometido —presenta—. Kookie, él es Lee Deok Hwa, mi mamá.

La maleta casi se le va por las escaleras al soltarla levemente de la mera sorpresa, sintiéndose confundido, y muy tonto.

—¿Qué? —Murmura, sin creerlo aún.

—Yoonie me ha hablado mucho de ti. Es un gusto al fin conocerte, Jung Kook —Deok Hwa se acerca hasta él para abrazarlo también, y el menor lo siente tan maternal, que le baja un poco su nivel de sorpresa.

—Igualmente —responde, regresándole el abrazo.

—Vamos, te mostrare donde dormirás con Yoon Gi —le dice el otro omega, comenzando a caminar y alejándose de los que acaban de llegar.

—¿En serio él es tu mamá? —Dice Jung Kook, en bajo.

—¿Sorprendido?

—Bastante —comienzan a caminar—. Siempre pensé que era una omega mujer, no un hombre. ¿Por qué nunca me lo dijiste?

—Nunca me pediste que te diera tantos detalles —Jung Kook le da un leve golpe en el brazo, ocasionado que el otro ría.

Llegan al lugar donde Deok Hwa los dirigió, siendo ésta la habitación de Yoon Gi, que ya estaba aseada por su llegada.

—Puedes dejar tus cosas en el armario, Jung Kook —le dice Deok Hwa.

El omega menor asiente, comenzando a sacar sus pertenencias de la maleta para acomodarlas en el armario y buró que había en la habitación.

—Es tan lindo como me dijiste, cariño —le dice en un susurro a Yoon Gi, el cual ríe un poco.

—Jung Kookie siempre ha sido un chico lindo —le responde de igual forma a su madre, quien le pellizca con amor la mejilla.

—El desayuno está casi listo, seguramente tienen mucha hambre. Pueden ir en cuanto terminen de desempacar —dice mientras comienza a salir de la habitación para darles algo de privacidad.

—Gracias —responde Jung Kook, inclinando un poco la cabeza.

En cuanto Deok Hwa cierra la puerta, Jung Kook, con una sonrisa tierna en sus labios, no puede evitar decir:

—Tu mamá es muy amable. Ya me está agradando mucho —pone un par de sus cremas en el tocador, viendo a Yoon Gi por el espejo.

—Él suele agradarle a todos con su simple presencia, no me extraña —ambos ríen.

—¿Sabes qué es lo que más me ha sacado de balance de todo esto? El que tus dos progenitores son hombres... ¿que no tu padre repudia ese tipo de relaciones? —Yoon Gi bufa, haciendo lo mismo que Jung Kook de sacar las pocas pertenencias que llevó.

—Él finge que las repudia, pero sé que es todo lo contrario. Joo Byul se enamoró de un omega varón y nadie puede cambiar eso, ni si quiera la abuela, quien fue la que inició todo este lío —claro, la abuela alfa de Yoon Gi se comportaba igual que su padre ahora, puede imaginarse por todo lo que ambos tuvieron que pasar.

—Ahora que conozco a tu madre siento mucha lástima por él; seguramente sufrió mucho al separarse de su alfa, a pesar de que ahora parece que está bastante contento —toma asiento en la cama, quitándose los zapatos al fin, ya que antes no lo había hecho y ni cuenta se había dado de ello.

—No es fácil sobrellevar una ruptura con la persona que creíste era tu destinado, y aún más cuando fuiste marcado. Claro que sufrió por todo eso, pero siempre me dijo que yo era y sigo siendo el motivo de su alegría y de que aún no haya muerto, a pesar de que su lobo parece estarlo.

—Cierto, no noté ninguna clase de olor en él, ¿es por ese motivo?

—Con el paso del tiempo, su lobo se cansó de seguir esperando al lobo de papá, así que al parecer su parte de amor hacia otros que no sean sus cachorros se apagó, dejando a mamá sin olor, como si fuese un beta. Cuando era pequeño tenía un dulce aroma de vainilla y madera, pero ahora ya no hay más rastro de eso —ahí, a Jung Kook le entra algo de miedo.

Desde que iniciaron con todo esto del matrimonio falso, su lobo a estado idiotizado con el de Yoon Gi, creyendo que verdaderamente siente algo por él. ¿Qué pasará cuando todo acabe y Yoon Gi se vaya con Yong Sun? ¿Le ocurrirá lo mismo que a su madre, pero un poco menos doloroso al no tener marca?

De sólo imaginarlo, un escalofrío recorría su cuerpo, ya que, en el peor de los casos, podría morir por eso.

Luego de platicar un poco más, terminando de desempacar y cambiarse —aunque Jung Kook estaba en pijama porque se fueron de casa demasiado temprano—, sigue a Yoon Gi al que parece ser el comedor, encontrándose con una gran mesa en la que ya había algunas personas sentadas, todas recibiéndolos con una gran sonrisa de oreja a oreja; igual ellos estaban muy ansiosos por la llegada de ambos, más por Jung Kook, ya que querían conocerlo.

—Tú debes ser Jung Kook —dice una chica beta, más o menos de la edad de Yoon Gi, acercándose hasta ellos—. Es un gusto al fin conocerte, todos esperábamos con ansias tu llegada. Incluso la mayoría ayudamos a cocinar, eso es algo que nunca hacemos a menos que sea una ocasión especial.

Jung Kook le sonríe igual, agradeciendo en un murmuro por recibirlo de forma tan amigable.

—Jung Kook, ella es Whee In, mi prima —presenta Yoon Gi, y cuando el omega estaba a nada de saludarla cordialmente, una niña aparece entre las piernas de la chica.

—¿Él es el omega de tío Yoon Gi? —Pregunta la niña, y Jung Kook de sólo verla puede pensar que tiene alrededor de cuatro o cinco años; después de todo, los niños eran su especialidad.

—Así es, Sookie, saluda —le dice Whee In, a lo que la niña saluda cómo había estado practicando.

Sólo que es interrumpida por una leve tos que la atacó de repente.

—¿Estás enferma? —Pregunta Jung Kook, agachándose hasta llegar a la altura de la pequeña, recibiendo un asentimiento de cabeza.

—Mamá dice que es algo chiquito, pero mi garganta duele —le responde.

—Creo saber cómo ayudarte. Vamos con Deok Hwa, quiero preguntarle algo —toma a la niña de la mano, llevándola con la mamá de su amigo.

—¿Por qué...?

—Jung Kook es pediatra, así que seguramente buscará alguna medicina de las que tienen aquí para curar a Sookie —explica Yoon Gi.

—Vaya... además de ser un lindo omega amable, también es pediatra, y se ve que adora mucho a los niños —le da un pequeño golpe en el brazo a su primo mayor, diciéndole después—: En serio te ganaste la lotería con este chico.

Para cuando todos se encontraban sentados en la mesa, Jung Kook ya se había presentado con todos, diciéndoles que era un gusto conocerlos al fin. Todos estaban encantados con el omega, pues verdaderamente es una dulzura de persona. Incluso a los más pequeños, los sobrinos de Yoon Gi, ya les había caído bien Jung Kook, a tal punto de incluso llamarlo tío Kook tan rápido.

Después de dos horas casi, Yoon Gi y Jung Kook se encontraban afuera junto a todos, mientras los niños jugaban en el patio y los demás cuidaban de los pequeños o platicaban entre ellos. Hubo un momento en que Sookie se llevó a Yoon Gi para que jugara con ella y los demás, por lo que Jung Kook se quedó solo con Deok Hwa, quien tenía un gato entre sus piernas, acariciándolo un poco mientras dormía.

—¿Cuántos cachorros piensan tener? —Pregunta de la nada Deok Hwa, sorprendiendo al menor por la directa pregunta.

—¿Perdón? —En serio no podía creer que le haya preguntado tal cosa.

—Tú y Yoon Gi, ¿cuántos cachorros piensan tener? —Jung Kook le sonríe con ligereza.

—Él siempre ha dicho que quiere tener cinco; cuatro niñas y un niño. Pero no estoy seguro de poder tener tantos cachorros —ríe un poco, ocasionando que el otro también ría.

—No sabes lo que yo hubiese dado para poder darle un hermano a Yoon Gi —suspira, triste—. Ya no puedo tenerlos, pero en serio quería otro para que Yoonie tuviera a alguien, además de su hermanastra. Pero mi lobo no quería a nadie más que al de Joo Byul, y no me permitió tener mas celos por eso; tampoco es como si a mí me haya gustado alguien más, pero aún así hubiese querido tener otro hijo —se encoge de hombros.

—Es un omega muy hermoso, ¿cómo es posible que alguien no haya querido cortejarlo? —Y no lo decía de mentira; en serio Deok Hwa era alguien muy hermoso, y a pesar de tener una edad no tan avanzada, se seguía manteniendo como alguien joven; ni siquiera lucía de su edad al no tener arrugas tan pronunciadas en su rostro.

—Intentaron hacerlo, no sólo alfas, también betas y demás... —toma el cuello de su camisa y lo jala un poco, exponiendo su cuello con una clara marca podrida—, pero al ver esto inmediatamente se iban como si de la peste me tratara. Claramente nadie quiere a un omega ya marcado y abandonado por su pareja; es como si te quedaras con las sobras... nadie quiere las sobras.

Jung Kook veía con lástima la podrida marca; a ojos de cualquiera aquello es espantoso.

—Seguramente dolió mucho cuando el lazo se rompió —murmura.

—Cómo no tienes idea —responde Deok Hwa, sintiendo escalofríos de pies a cabeza de sólo recordar todo lo que tuvo que sufrir por eso—. Sentía como si me estuvieran quemando en esa parte, y también sentía demasiado dolor, como si hubiese recibido un fuerte golpe. Tuve que mantenerme fuerte para cuidar y amamantar a Yoon Gi, pero era muy difícil tener que soportar el dolor. Y no sólo eso, también yo como persona sufrí; verdaderamente amaba con locura a Joo Byul, que cuando me dejó sentí que caería en depresión, y mi lobo no ayudaba mucho, tampoco. Sé que esto seguramente ya lo sabes, pero siempre daré gracias de que Yoonie haya estado ahí a pesar de ser un cachorrito apenas; gracias a él sigo aquí —guarda un poco de silencio, para después decir—: Yoon Gi aún no te ha marcado, ¿cierto?

—No, y ahora dudo demasiado para que lo haga —ríe un poco, sólo para ocultar su tristeza—. Quiero estar seguro de que la relación va a funcionar, quizá dos años después de que nos casemos sea prudente para recibir una marca; pero eso no quita que siga inseguro.

—Créeme, si Yoon Gi te hace algo, yo mismo voy hasta Seúl sin importarme nada y lo dejaré infértil —nuevamente ambos ríen por el comentario—. Pero yo no creo que sea capaz de abandonarte. Puedo notar en su mirada lo mucho que te ama.

—¿En serio? —Sonó como si estuviera sorprendido, pero por fortuna el contrario no lo notó.

—Claro. Incluso desde la primera vez que me habló de ti se veía algo de ilusión y emoción en sus ojos; estaban muy iluminados, igual en la última vez que vino y me habló de ti. Sé que le gustas mucho, puedo notarlo, en ambos. Después de todo, yo soy la madre de Yoon Gi, conozco bien todas sus facetas y ésta es de cuando está perdidamente enamorado de alguien —Jung Kook estaba sorprendido en ese momento.

¿Era una especie de broma? Quizá su mamá notaba una especie de reacción amorosa por parte de Yoon Gi hacia él, pero es algo muy normal en ellos; desde pequeños lo hacen. Aquello de que se veía enamorado, seguramente es porque piensa en Yong Sun o algo, porque su noona no está aquí y al parecer nunca le contó sobre ella a su mamá. Lo único a lo que no podía llevarle la contraria, es que supuestamente a Yoon Gi se le iluminaban los ojos —no necesariamente del color de su lobo— cuando hablaba sobre él a Deok Hwa.

—No tenía idea... —murmura Jung Kook, sintiendo sus mejillas calentarse.

—¿De dónde eres, Kookie? —Dice el otro, buscando más de que hablar con el chico; era bastante cómodo hablar con él.

—De Busan —le responde.

—¿En serio? —De la nada, parece estar entusiasmado—. ¿Qué tal si vamos?

—¿Justo ahora? —El otro asiente eufórico.

—Claro, son aproximadamente dos horas que nos hacemos para llegar allá. Podríamos ir perfectamente ahora y regresar en la noche...

—No entiendo, ¿para qué usted querría ir a Busan?

—¿Viven tus papás ahí?

—Sí.

—¡Hay que ir a verlos! Me encantaría conocer a tus padres, seguramente son un amor como tú y...

—Sólo que hay un problema. Ellos no están en Corea, fueron de vacaciones a Hawái hace una semana y no regresaran hasta fines de mes —le muestra una sonrisa apenada.

—No hay problema, entonces. Podemos ir a la playa, tiene mucho tiempo que no voy —no le parecía una mala idea, en verdad. Él igual tenía mucho tiempo sin ir a la playa, y la extrañaba un poco.

—Supongo que podríamos ir...

—¡Yoon Gi! —Llama a su hijo, y este inmediatamente va, usándolo como excusa para escapar de los juegos de sus sobrinos—. Le propuse a Jung Kook algo y él aceptó. Iremos a Busan.

—¿Busan? —Suena sorprendido—. Pero son como dos horas para llegar...

—Aún es temprano. No nos tardamos en arreglarnos, así que el tiempo es lo de menos —se levanta de su asiento, dejando al gatito en uno de los cojines—. ¡Familia, nos vamos a Busan!

—¿En serio estás de acuerdo con esto? —Le pregunta Yoon Gi al menor cuando su mamá ya no está cerca.

Jung Kook se encoge de hombros.

—Tiene tiempo que no voy, quiero aunque sea tocar la arena un poco. No tengo nada que perder.

Todos arreglaron cosas super exprés para ir a la playa, ya que no tenían muchas cosas y comprarían lo que falta en Busan. Jung Kook no llevaba las grandes cosas, solo unas cuantas por si las necesitaba, al igual que Yoon Gi. Cada familia se fue en sus respectivos autos, siendo Yoon Gi y Jung Kook los que llevaban a la mamá del alfa.

Cuando llegaron a Busan luego de casi dos horas y media, fueron directamente a la playa, donde aparcaron sus autos y salieron para empezar a buscar algún lugar donde poder estar. Jung Kook parecía un niño pequeño cuando sus pies tocaron la arena, pues tenía ya mucho tiempo que no lo hacía. Yoon Gi estaba enternecido con la actitud de su menor, más no dijo nada, y lo dejó disfrutar su visita.

—¿Estás cómodo? —Pregunta Yoon Gi, sentándose junto a Jung Kook en la toalla que tenían para no ensuciarse tanto con la arena.

—Tu familia es linda —dice, sonriendo, mientras ve a los sobrinos del alfa haciendo castillos de arena o divirtiéndose en el mar.

—A ellos igual les agradas, más de lo que llegué a pensar —Jung Kook ríe un poco.

—No entiendo cómo tu papá fue capaz de dejar a alguien tan maravilloso como Deok Hwa —comenta de repente cuando su mirada capta a un sonriente omega mayor hablando con los demás que fueron a la visita exprés.

—Bueno, yo tengo una pequeña teoría, que quizá se escuche estúpida, pero creo que es la realidad —suspira—. Mi papá no abandonó a mi mamá; él fue obligado y amenazado para alejarse de ella por mi abuela.

—¿Por qué piensas eso?

—Mi abuela es demasiado avariciosa. Hace de todo para obtener lo que quiere, sin importar qué; es un muy mal ejemplo como alfa, en serio. Embarazó y marcó a mi abuelo a propósito porque sabía lo que tendría si se casaba con él; y como mi abuelo está malditamente enamorado de ella, se dejó usar. Te repito que éstas son teorías; no digo que sean totalmente ciertas, pero es lo que, siento, se acerca más a la realidad de las cosas —hace una pequeña pausa—. Cuando se enteró que mi papá salía con un omega, y uno varón, claramente se cabreó demasiado, porque para ese entonces a mi papá ya le habían conseguido a Mi Kyung para que se casará con él; mi abuela tuvo que conseguir a la hija de uno de los empresarios tecnológicos mejor posicionados de Corea para que tuviera más empresas a su poder, y mi papá no quería casarse con ella.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Porque algo me dice que Joo Byul estaba perdidamente enamorado de mi mamá; y lo sigue estando, de hecho —Jung Kook frunce el ceño—. Antes de que digas algo, déjame explicarte. Cuando un alfa marca a un omega, incluso a un beta, no es a lo estúpido o por avaricia como lo hizo mi abuela; puede haber casos en que son marcas no deseadas por producto de las feromonas del celo, pero en este caso no lo fue. Mi mamá me dijo que Joo Byul lo marcó cuando él no estaba en celo; fue natural y porque quiso hacerlo. Y que de la nada, dos meses después, mi papá quiera abandonar a Deok Hwa simplemente porque se embarazó, se me hace algo poco lógico al él haberlo marcado. Puedes decirme que quizá es porque ambos eran jóvenes, ya que mi mamá tenía diecinueve y él veintiuno, pero tampoco creo que sea una excusa. Recuerdo que, cuando le pregunté a Deok Hwa sobre cómo reaccionó mi papá cuando le dió la noticia de que estaba embarazado, me dijo que se iluminaron sus ojos de naranja, producto de la conbinacion del color de ojos de ambos lobos; eso quiere decir que tanto él como su lobo se emocionaron con la noticia, pero que todo se fue al carajo cuando Joo Byul empezó a decir que no se haría cargo y que estaba enamorado de alguien más. ¿Acaso tiene algo de lógica eso?

—No...

—¡Exacto! No la tiene. Es una mera estupidez, y claramente yo no me trago ese cuento. Créeme, he visto a Joo Byul y Mi Kyung juntos cientos de veces y en ningún momento los ojos de mi papá se iluminan; él no está enamorado de ella. Y ¿por qué digo que sigue enamorado de mamá? Porque cada vez que lo menciono, por muy mínimo que sea, su semblante cambia y se le nota indefenso; como si su lobo se apoderara de él, pero, a la vez, él mismo siente eso por su cuenta. Siempre me dice que no hable de Deok Hwa, pero su voz tiembla cuando lo hace; ni siquiera parece que me está dando una orden como cualquier padre, sino más bien parece que me suplica para que no le recuerde a mamá. Además de que la marca que tiene Deok Hwa no se ha quitado por completo; a casi treinta años de que fue marcado y abandonado por su alfa, la marca debería de haber desaparecido, sólo dejando un leve moretón, o algo demasiado suave y que se puede ocultar fácil. La marca desaparece cuando el alfa definitivamente ya no quiere a la persona que abandonó y, en este caso, mi madre aún la poseé, no de forma considerable, pero ahí está. Además, por si fuera poco, algo me dice que papá jamás marcó a Mi Kyung como tal; quizá la mordió para "marcar territorio" o parecido, pero jamás para hacerle saber a todos que es su omega como lo hizo con Deok Hwa —para el menor, tener que procesar todo eso era un lío—. ¿Y? ¿Qué dices?

—Que haces unas teorías tremendas. Serías un buen fanático de aquellos idols de k-pop que le gusta meter teorías hasta por donde no a sus videos —comenta riendo, recibiendo un ligero empujón en la cabeza con cariño.

—Estoy hablando en serio —a pesar de igual estarse riendo, sí era un tema serio aquello de lo que hablaba.

—No sé que decirte, hyung. Todo eso es un verdadero lío, y me cuesta trabajo comprenderlo del todo.

—Pero ¿si crees que mi papá siga teniendo sentimientos por mamá?

—Yo no hablo con el señor Min, tú sí. Y por lo que me dijiste... podría haber una pequeña posibilidad de que así sea; pero muy mínima.

—Yo sigo creyendo que el talón de Aquiles de Joo Byul es mamá —en ese momento, Jung Kook lo mira directo a los ojos y se atreve a preguntar:

—¿Tú tienes un talón de Aquiles? —No sabía porqué hizo tal pregunta, pero no se arrepentía de hacerlo.

—¿Yo? —Jung Kook asiente, haciendo que Yoon Gi comience a pensar.

Él cree que todos alguna vez tendremos a nuestro talón de Aquiles, y a ese punto Yoon Gi ya debería tener alguno. Es muy cercano a muchas personas; está su madre, su novia, incluso su hermana podría contar... y, obviamente, estaba Jung Kook. Fácil, le podría decir a cualquiera que su confidente más grande es él, desde que su amistad tomó fuerza nunca se separaron y ambos saben que pueden confiar en el otro para cualquier cosa. Incluso, tenía más confianza en su amigo omega que en su propia novia por los tantos años de conocerse; Jung Kook sabe cosas de su vida que nadie más conoce, y por eso es la persona que mejor lo conoce.

—Para hacértelo más fácil, piensa en alguna persona a la cual nunca quisieras perder y, si le hicieran algo, te pondrías como loco —y con eso que le dijo el otro, lo supo perfectamente.

Aquella vez que su padre amenazó con hacerle algo a Jung Kook, su corazón se detuvo y sí se puso como loco, sólo que se supo controlar para no atacar a su padre. De sólo imaginar a Jung Kook siendo herido o golpeado de la forma más mínima, no sólo él, sino también su lobo, sentían miles de emociones que no sabría explicar.

—¿Puedo hacer algo rápido? —Pregunta, como si estuviera evitando la pregunta.

—Claro —responde el más joven, extrañando de que Yoon Gi no haya respondido lo que le preguntó.

El alfa sólo quería hacer algo pequeño, para comprobar una de sus dudas más grandes que tiene desde aquella vez que acostó a Jung Kook en su cama cuando fue a visitarlo para pedirle disculpas.

Sin pensarlo más, inclina su torso y cabeza hasta que sus labios toman los contrarios, volviéndolos a probar por segunda ocasión. Jung Kook abre sus ojos con sorpresa, no pudiendo creer lo que está ocurriendo. Era algo tan extraño aún, pero debía aceptar que le gustaba; más que nada, a su tonto lobo que estaba poniéndose como loco en esos momentos.

Cuando Yoon Gi coloca sus dedos sobre su barbilla para abrir su boca y hacer un verdadero beso, sabe que no es un sueño; sí está sucediendo. Le toma un par de segundos tratar de seguir el suave beso, pues la confusión era tanta en ese momento que sentía no poder hacer nada. Es peor cuando siente su lengua queriendo encontrar la suya, lograndolo y haciéndolas danzar.

El sonido de cuando una fotografía es tomada llega a sus oídos, haciendo que la chispa se fuera y el beso terminara.

—Perdón, no pude evitar tomar una foto —dice Deok Hwa, tomando el polaroid que salía de la cámara instantánea, esperando que esta se secara un poco con leves movimientos—. Son tan lindos que esto merecía tener su fotografía.

Le entrega a su hijo la polaroid y el alfa la toma, viendo el momento captado en este. Inevitablemente, una pequeña culpa lo ataca, sintiéndose mal y la peor persona del mundo. Le entrega la fotografía a Jung Kook, este la ve y algo inexplicable lo ataca.

—Sólo fue para que se creyeran más el cuento —le dice Yoon Gi, levantándose y alejándose del pobre omega confundido.