「 07 」
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Decir que está confundido era poco; estaba que le volaba la cabeza.
—¿Para qué querría usted hablar conmigo? —Le sorprende que en ningún momento delató el miedo que comenzó a recorrerlo de pies a cabeza ante tan imponente mujer.
—Sobre Yoon Gi —sin previo aviso, ni permiso, hace a un lado al omega menor cómo si aquel departamento fuera de su propiedad, indignando en parte a Jung Kook—. O, más bien, sobre su compromiso.
«Carajo...» piensa, ocasionando que el sentimiento nada nuevo de querer que la tierra se lo tragara llega a él.
—Para empezar —comienza a hacer un detallado análisis del joven, rodeándolo incluso, haciéndolo sentir demasiado pequeño—, ¿qué te vio a ti que a Song In no? —Nuevamente, la indignación lo carcome, más que nada al escuchar el tono de repudio en que soltó aquellas palabras—. Mírate; no tienes un buen cuerpo; no eres lindo; no tienes una correcta postura. Es que no debes tener la mejor vista para darte cuenta de que eres un omega algo... decepcionante; en comparación de Park Song In, tú no eres nada.
—¿Vino sólo para decirme esas palabras despectivas? —No puede evitar decir, cruzándose de brazos.
—No, no sólo vine a eso —toma asiento en una de las sillas más cercanas—. En realidad, vine para tratar de negociar contigo —saca algo de su bolso, algo parecido a una muy elegante chequera—. ¿Cuánto quieres para dejar en paz a Yoon Gi?
¿A caso escuchó bien?
—¿Qué? —Exclama, sin poder creerlo.
—Dime un número y yo lo anotó, con tal de que dejes a Yoon Gi en paz de una vez por todas, así de sencillo...
—Yo no pienso aceptar algún soborno...
—¿O acaso prefieres algún porcentaje de alguna de nuestras empresas asociadas? Puedo darte el 5% de alguna y...
—Estoy fuera.
—Ay, por favor, mocoso —gruñe—. Sé cómo son las personas de tu clase, así que mejor terminemos esto de una vez.
—No sé de dónde sacó que yo soy alguien manipulable, pero no voy a aceptar nada para dejar a Yoon Gi...
—Mira, yo sabía que este momento algún día tendría que llegar —dice de la nada, confundiendo al más joven por haber cambiado de tema—. Desde que ibas a casa de pequeño, siempre supe que en el futuro serías un problema, y no me equivoqué. Yo sabía que tú y Yoon Gi tenían una muy fuerte conección, más allá que simples amigos, un lazo poderoso; pero jamás pensé que se intensificara tanto como para que ahora hayan decidido casarse. Así que, como ya sabrás, no soy alguien de buen temperamento, y será mejor que nos apresuremonos a negociar que quiero irme de esta pocilga.
Kyu Young tenía razón respecto a su madre.
Él, por obvias razones, ya conocía a la madrastra de Yoon Gi, incluso tuvo horrorosos encuentros con ella cuando era niño. Todos esos encuentros eran para reprimirlo por cosas insignificantes, demostrando el odio que ella tenía hacia Jung Kook cada que podía. Ahora estaba más que claro que nunca le cayó bien a la bruja, pero no entendía exactamente a qué lazo se refería.
—Entonces váyase de una vez porque no conseguirá nada —dice Jung Kook, serio, molesto.
—¿Así serán las cosas? —Se levanta de la silla y se acerca hasta Jung Kook, quedando frente a frente—. Créeme, no quieres retarme.
—Usted fue la que inició esto —se jacta.
—Te arrepentirás después, mocoso.
—No tiene ningún derecho de hacer esto.
—Claro que lo tengo, soy responsable de mi hijo...
—Usted no es su madre —luego de eso, hay silencio.
Algo en el rostro de la mujer cambia drásticamente, y feromonas de furia comienzan a brotarle.
—Se me olvidaba que contigo este teatrito de la familia perfecta no funciona —chasquea la lengua, detonado su molestia—. Quizá no sea su madre biológica, pero sigo siendo su madrastra y tengo derechos sobre él...
—A menos que sea su madre biológica, para mí no tiene ningún derecho sobre él y no la tomaré en serio —le fascinaba actuar de esa manera frente a la mujer que tanto miedo le daba de pequeño.
Sin hallar nada con qué rematar, dice:
—Juro que te arrepentirás —después de señalarlo con su dedo con una gran uña postiza, se retira del departamento haciendo resonar sus tacones en el suelo de forma molesta.
El joven suelta un suspiro de alivio al ya no ver a aquella otra omega, pensando en lo mal que debe estar cómo para venir a su hogar —aún no sabe cómo consiguió su dirección, pero eso ya no es muy importante— y amenazarlo para alejarse de su mejor amigo.
Estaba claro, no les importaba el bienestar de Yoon Gi, sólo el de ellos.
—Qué jodida familia te tocó, Ginnie.
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Yoon Gi estaba pensativo, ni siquiera parecía concentrado en la reunión.
Pensaba en lo que ocurrió la noche anterior, no sólo con Jung Kook, sino con él; o, más bien, sus ojos. Se supone que los ojos de cualquier alfa u omega se iluminan del mismo color de ojos que sus lobos cuando ven a la persona que le gusta o su destinada, porque su lobo inmediatamente reaccionaba ante ella. Era algo difícil de contener si no podías controlar a tu lobo, pero no imposible. Él sabía que ocurría en ocasiones cuando estaba con Yung Sun, porque él lo sentía; pero era demasiado raro que, por primera vez, no se diera cuenta, no lo sintiera en absoluto y que, más raro aún, fuese con Jung Kook, sólo estando ellos dos en la habitación.
O, también otra posibilidad, era que quizá su celo ya estaba cerca, ya que también sus ojos cambian cuendo estaba a nada de llegar o cuando ya estaban en él... eso podría ser la razón más congruente de la situación. Aunque llevaba perfectamente bien monitoreado su celo, contando meses y días, por lo que sabe que no va a suceder hasta dentro de cuatro meses, así que ahí también comenzaba a dudar enormemente si esa era la razón.
—¿Entonces qué opina, señor Min? —Ante eso, sale de su ensimismamiento, regresando a ver al tipo que se encontraba exponiendo en la reunión.
—¿Perdón? —Dice, sin poder evitarlo.
—Sobre los nuevos productos de skin care, ¿opina que serán innovadores? —Yoon Gi ni siquiera sabía que se encontraba hablando sobre alguna nueva línea de skin care.
—Claro, siempre derrotamos a la competencia y nos posicionamos en el número uno, aunque sean productos malos —le guiña el ojo—. No hay de qué preocuparse.
Aunque a nadie le gustara la actitud de Yoon Gi en ese tipo de momentos, no podían decirle nada; era su jefe, y no podían faltarle al respeto.
Al término de la reunión, va a su oficina y se lleva una gran sorpresa al encontrarse a su hermana sentada frente a su escritorio.
—¿Qué haces aquí, Kyu Young? —Pregunta, cerrando la puerta detrás de él.
—Papá dijo que viniera a ayudarte un poco con lo del lanzamiento de los nuevos productos —arruga un poco la cara—. Él sabe que tu fuerte no es nada que tenga que ver con cosas del cuidado de la piel, y yo estoy totalmente de acuerdo, así que aquí me tienes —muestra una gran sonrisa.
—Qué bien, porque no entendí una mierda de lo que dijeron en la reunión —ante eso, su hermana ríe.
Y a él le llega una idea, una de la que quizá se arrepienta después al saber cómo es Kyu Young.
Al tomar asiento, comienza a decir:
—¿Puedo contarte algo, Kyu Young? —La chica parecía algo distraída por estar leyendo algunos papeles, pero responde:
—Claro que sí, hermanito —con eso, Yoon Gi sigue:
—¿Tú sabes lo que significa el color de los ojos cuando cambian, cierto? —Recibe un asentimiento de cabeza—. ¿Es raro que ocurra con alguien más que no sea necesariamente mi pareja...? —Decir que la cara que Kyu Young le dedicó luego de eso era algo que para nada se esperaba era poco; su rostro era un poema.
—¿Acaso estás enamorado de alguien más que no es Jung Kook? —Por un segundo olvidó que su pequeña hermana no sabía sobre su engaño.
—No es eso, sólo te estoy preguntando si es raro que pase cuando no estoy viendo a la que, yo creo, es la persona que me gusta.
—A menos que tu celo no esté cerca, sí es raro. ¿Cuándo fue tu último celo?
—Hace dos meses apenas... —recibe un fuerte golpe con las hojas que la chica tenía en sus manos.
—¿Estás enamorado de alguien más, hijo de puta?
—¡Ya te dije que no! Sólo estoy preguntando por mera precaución, es todo —se encoge de hombros.
—Hermanito, quizá te quiera y todo, pero igual le tengo un gran afecto a Jung Kook... aunque no se note tanto. Y te juro que si le haces daño, voy a dejarte infértil con mis propias manos —no esperaba esas palabras viniendo de su hermana.
—Qué explícita eres —dice.
—Sólo no hagas estupideces, porque ya estás advertido —Yoon Gi vio un buen momento para escapar de esa conversación cuando un mensaje le llega.
"¿Estás ocupado para una llamada, bebé?"
Se trataba de su madre, y era algo raro que le mandara mensajes aún sabiendo que está en horario de trabajo.
—¿Quién es? ¿La persona de la que estás enamorado, a caso? —Dice Kyu Young.
—Es mi mamá —se limita a decir.
—¿Tu mamá biológica?
—¿Alguna vez le he dicho 'mamá' a Mi Kyung? —Ahí, la chica se siente una estúpida.
—Tienes razón —se levanta de la silla—. Si quieres hablar con tu mamá, hazlo. Yo mientras iré por un café.
Al salir su hermana de la oficina, inmediatamente inicia la llamada con su mamá.
—Hola, cariño —escucha la voz entusiasmada de su madre.
—Hola, mamá. ¿Todo bien?
—Sí, todo está bien. Sólo quería hablar contigo un rato porque ya tiene algunos meses que ya no te escuchaba —suspira—. Ya sabes, me es difícil despegarme de ti al ser mi cachorro, aún cuando ya eres todo un adulto —se escucha su risa tímida.
—Perdón por no haberte llamado, he estado ocupado con el trabajo y algunos preparativos más.
—También de eso quería hablar, bebé —se escuchaba duda en su voz—. Hace poco vi algo en las noticias de espectáculos, y me enteré que al parecer acabas de anunciar tu compromiso —excelente, ahora igual su madre sabía respecto a eso—. Pensé que me llamarías para decirme, y como no lo hiciste, decidí tratar de hacerlo yo.
—Otra vez, perdón por no avisarte. Fue algo de último momento sacarlo al público tan de la nada, pero sentí algo de presión por parte de papá —se sentía tan mal tener que mentirle a una de las personas más especiales e importantes en su vida; ahora entendía a Jung Kook, se sentía una mierda de persona.
—Entiendo —se escucha otro suspiro—. ¿Tienes este fin de semana libre? —Algo de esperanza se escuchaba en su voz.
—Dudo que lo esté, ¿por qué?
—Quería saber si podías venir tú y Jung Kook a Daegu para platicar un rato algún día de estos. Si mal no vi, el de la fotografía es el Jeon Jung Kook del que tanto me hablas, ¿no es así?
No puede evitar sonreír un poco, pero a la vez sentirse mal al darse cuenta de su estupidez.
—Sí, es él —una risa se escucha.
—Tuve que haberlo visto venir —un pequeño silencio—. ¿Entonces? ¿Tratarán de venir?
—Trataremos, pero no puedo prometerte nada.
—Está bien, con eso me conformo —se escucha un grito por el otro lado de la línea—. Tengo que irme, tu abuela me necesita para algo. Sigue con tu trabajo, ¿de acuerdo? —Luego de responderle con una afirmación, le dice—. Te amo, bebé.
—Igual te amo, mami.
Al finalizar la llamada, se acuerda de la estupidez que hizo.
Siempre solía hablarle a su madre de Jung Kook desde que era un niño, contándole anécdotas que pasaban juntos y cómo solía divertirse mucho con él. Ya de más grande, le mostraba incluso fotografías de su amigo omega para que pudiera familiarizarse con él y que lo conociera al menos por ese medio, viéndolo como algo bastante normal y que incluso en sus últimas idas a Daegu lo hizo.
Pero jamás se le cruzó por la cabeza contarle respecto Yong Sun. Nunca lo hizo, y ahora cayó en cuenta de eso. ¿Qué clase de novio era? Seguramente el peor de todos; porque sí, algunos de sus amigos más cercanos sabían que Yong Sun era su novia, pero fue hace tanto tiempo que se los dijo, que ahora seguramente con todo esto del falso matrimonio imaginaron que cortaron porque se enamoró de Jung Kook. Aún así, tuvo que habérselo contado a su madre, y ahora se sentía un pésimo novio al no haberlo hecho.
—Ya volví —avisa Kyu Young, entrando a la oficina con un vaso térmico con café frío dentro—. ¿De qué hablaste con tu mamá?
—Casi nada importante, ¿por qué? —La chica se encoge de hombros.
—Siempre me ha dado curiosidad todo lo que tenga que ver con tu mamá, ya que no la conozco ni siquiera en fotos, y papá parece que tampoco está muy interesado en hablar sobre ella. También no es cómo que tú me hayas contado tanto de ella —escuchar algunas cosas de las que dijo, le causaron algo de gracia, pero se aguantó las ganas de reír.
—Son asuntos privados que deben quedarse como tal.
—Pero yo si sé de su existencia, no cómo todo el mundo... y Jung Kook —da un sorbo a su café.
—Ya que lo sacaste a la conversación, mi mamá me pidió que fuera a Daegu con él para hablar respecto a la boda, supongo. Yo sé que no tengo tiempo, menos ahora que estamos por sacar un nuevo lanzamiento y tengo que estar al tanto de este todo el tiempo, pero...
—Descuida, ve con Jung Kook a visitar a tu mamá y yo me encargo de esto —Yoon Gi enarca una ceja.
—En realidad, iba a pedirte que trataras de convencer a papá de que me deje libre de esto, pero eso que dijiste tampoco suena tan mal —piensa un poco—. ¿Segura que podrás con esto?
—Claro que sí; vete tranquilo.
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Estaba demasiado nervioso; tanto que no quería salir del auto.
Han sido muy pocas las veces en las que ha visitado a Yoon Gi en su oficina, y ahora con todo esto del falso compromiso, no se sentía tan cómodo tener que entrar si quiera al edificio.
No estaba muy de acuerdo con encontrarse ahí con el alfa, pero él —al parecer— estaba algo ocupado como para poder verse en otro lado.
Salió del auto y entró al edificio, con los nervios aún carcomieméndolo con cada piso que subía en el elevador desde el estacionamiento hasta el piso donde se encontraba la oficina de Yoon Gi.
Después del encuentro que tuvo con Park Mi Kyung en la mañana, no se sentía nada cómodo estando en un lugar que, claramente, tiene su aura. Podía también encontrarsela por ahí, o incluso a su esposo —lo que sería peor—, y es de las cosas que menos quiere ahora. El dolor de cabeza que tenía no ayudaba en nada a su ansiedad.
Las puertas se abren, dándole la vista del pasillo lleno de empleados trabajando. Avanza para llegar a su destino, queriendo pasar desapercibido, pero hay un par de murmullos entonces, haciendo que todos ahí se levanten de su asiento y den una reverencia para Jung Kook, confundiéndolo.
—Señor Jeon, el señor Min Yoon Gi lo está esperando en su oficina —habla la secretaria de su mejor amigo, recibiendolo igual con una reverencia, cosa que antes nunca había hecho.
—¿A qué se debe todo esto? —No puede evitar preguntar, refiriéndose al respeto excesivo hacia él por parte de los demás.
—Es el futuro esposo de nuestro jefe, tenemos que tratar a la familia Min con respeto ante todo —responde, dirigiéndolo a la oficina de su amigo.
Al llegar, primero se comunica con Yoon Gi por el teléfono, y cuando le da la orden de dejar pasar al omega, le abre la puerta y Jung Kook entra a la oficina.
—Hola —dice el menor, aproximándose al escritorio donde el alfa se encontraba escribiendo en el ordenador y viendo un par de papeles a la vez.
—Hola, Kook —saluda rápidamente, siguiendo con su trabajo como si en tan solo un par de minutos este se entregara.
—¿Para qué me pediste que viniera hasta aquí? Usualmente nos vemos en algún restaurante o algo —dice Jung Kook mientras toma asiento frente a Yoon Gi.
—Estoy algo... bueno, bastante ocupado, así que no puedo salir de la oficina hasta que logre avanzar con la mayor parte del trabajo y dejar sólo lo fácil —y sí, se veía que estaba muy ocupado, parecía todo un caos moviendo sus manos del teclado a los papeles, y luego moviéndose él también en su asiento de allá para acá para traer más papeles o simplemente revisarlos.
—Es lo que veo. ¿Se puede saber por qué tanto así?
—Dentro de una semana habrá un lanzamiento nuevo sobre una línea de skin care, pero mi padre quiere todo listo para dentro de cuatro días máximo, así que debo de apresurarme para acabar hoy mismo con lo difícil.
—Pero tienes otros tres días más, no entiendo.
—De eso quería hablarte —deja por un par de segundos el trabajo que está haciendo para decir—: Mi mamá habló esta mañana, dice que quiere conocerte. ¿Qué dices?
Jung Kook estaba algo sorprendido.
—¿Tu mamá? —Yoon Gi asiente, volviendo a su trabajo—. Vaya, no sé qué responder. Supongo que me siento algo halagado, nadie conoce a tu madre.
—Mamá quiere conocerte por todo esto del matrimonio, y la verdad no pude negarselo. Si puedes este fin de semana ir conmigo a Daegu, le diré que iremos para que prepare una habitación para ti y...
—¿Este fin de semana? ¿Qué hay de mi trabajo?
—Tienes el domingo libre, ¿crees que el sábado puedas pedir permiso también? —Jung Kook en serio quería ir con él, no necesariamente para engañar a su mamá, sino porque quería conocerla desde hace muchísimo tiempo; ahora que se le daba la oportunidad, no podía desaprovecharla.
—¿Qué piensa Yong Sun sobre esto?
—Aún no le he dicho —Jung Kook estaba a punto de decir algo, pero Yoon Gi se adelanta—. Si aceptas ir, obviamente le diré... aunque no explícitamente todo.
—¿A qué te refieres?
—No le diré que vamos a Daegu para ver a mi mamá, ella no sabe todo ese tema —el omega quería rematar con algo, y el alfa nuevamente se adelanta—: Sé que es mi novia, y también mi futura esposa, pero yo planeaba decírselo todo antes del anuncio de nuestro compromiso porque, claramente, invitaría a mamá y se la presentaría como es debido. Ahora todo se salió de control y no puedo contarle nada hasta que se termine esta mentira.
Aún no estaba muy convencido de ir ahora, pero en serio quería conocer a su mamá.
—Supongo que para el sábado no tengo ningún paciente, así que... bien, iré contigo —responde al final, sonando calmado, cuando en realidad estaba más que emocionado.
—Se pondrá muy feliz cuando le diga —dice Yoon Gi, sonriendo—. Iremos sólo dos días, así que prepara todo lo necesario para esos días. Yo mientras debo apresurarme con esto, ya que Kyu Young se quedará a cargo y... no sé que tal haga todo esto sola.
Ahí, cae en la cuenta de algo: irá solo, con Yoon Gi, a Daegu, verá a su mamá, y tendrán que fingir ser una feliz pareja de comprometidos por casi dos días enteros.
«Mierda».
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