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Espera lograr algo con esa publicación. No se le ocurrió otra cosa más que poner eso, y ahora que lo piensa suena estúpido.

Guarda su teléfono y regresa a lo que antes estaba haciendo, tomando una de las pesas para continuar con su rutina de ejercicios matutino. Está en el gimnasio del edificio, y para su fortuna, hay muy pocas personas, así que no se ganaría miradas curiosas ni nada que lo incomode demasiado.

Toda esa paz que consiguió en tan solo minutos se esfuma al toparse con Jung Kook, quien está llegando al lugar con una mochila en mano. Sus miradas inevitablemente se encuentran, pero es el menor quien la aparta rápido, yendo a la caminadora más cercana y libre.

Ni siquiera sabe por qué lo hizo, ya que no está en su rutina hacerlo ahora, pero fue a la caminadora que está a una de la de Jung Kook y la configuró para su mayor comodidad.

—Parece que ahora será inevitable no vernos a diario —le dice Suga, ganándose una mirada de fastidio por parte del otro.

—¿Era necesario que te vinieras a esta caminadora habiendo otras?

—Éstas se encuentran pegadas a la ventana, por lo que puedo ver la ciudad; me gusta tener una buena vista mientras hago ejercicio, me relaja bastante.

—Ni siquiera se ve que eres alguien que se ejercite; tu cuerpo se ve demasiado escuálido.

—No te dejes guiar por lo que mi ropa da a entender, en los dramas no me veo tan escuálido.

—¿De qué hablas?

—Tú lo sabes perfectamente; solemos hacer fanservice en los dramas cuando salimos sin camisa al cambiarnos, bañarnos, etcétera. Ya sabes, eso les suele gustar a las personas, tanto hombres como mujeres —en eso tiene razón, él igual ha salido sin camisa en algunas cuantas escenas—. Si ves las producciones donde he salido, dejarás de hablar.

Y Jung Kook nunca tuvo tantas ganas de ver algún drama antes.

Si no había visto ningún trabajo de Suga, es precisamente por lo que piensan; lo odia y no quiere darle su apoyo viendo sus actuaciones... aunque una que otra vez las vio por un par de minutos e inmediatamente cambió de canal al espabilar.

—Eres tan hablador como siempre —le dice Jung Kook.

—¿Disculpa?

—En la escuela eras muy creído.

—Claro que no. Era de los más antisociales.

—Pero cuando hablabas siempre era para sentirte el mejor.

—¿No me estás confundiendo con tu ex? —Hubo un silencio entre ambos.

Jung Kook rueda los ojos y decide mejor alejarse de la caminadora, no queriendo estar más cerca del otro.

Ese día no quiso salir. Sí, tiene una lista de cosas por comprar para llenar su despensa de algo, pero decidió mejor pedir comida a domicilio porque sentía que si sale nuevamente se encontraría con Yoon Gi; ya no quiere eso por el momento.

También se enteró que So Jun hizo una aclaración para tratar de aligerar el ambiente en las redes, diciendo que se ha mudado apenas a ese edificio y como Suga ya vive ahí desde mucho antes, es el que le ayuda a acostumbrarse al condominio y por eso llegaron juntos.

Igual no fue de mucha ayuda, algunos incluso estaban haciendo teorías de que seguramente se había mudado al mismo edificio de Suga para estar más unidos.

Dejó su teléfono por lo que quedaba del día, no queriendo saber más del mundo en las redes, fastidiado. Se pone, mejor, a leer el libreto de Destiny, pues debe admitir que está bastante intrigado de qué va la historia exactamente.

El inicio fue bastante simple, como en cualquier drama; explican la historia de cómo los protagonistas se conocen, y como de poco a poco se enamoran, introduciéndonos en la historia y en la vida de los personajes. No es nada del otro mundo, y saber que todo es ambientado en Joseon le daba una vibra algo diferente.

No puede evitar sonrojarse un poco al leer la escena de cuando los protagonistas se confiesan su amor y terminan por basarse; se lo imaginó, todo está formándose en su mente, con Yoon Gi besándolo... no sabe qué pensar ni qué sentir.

Todo fue el triple de peor para él cuando llegó a una escena donde los protagonistas tienen sexo; no era toda la escena explícita, pero sí hay besos en lugares algo sensibles para él. Desea que ese personaje no sea el que le quieren ofrecer a él, ya que eso no se lo han dicho aún.

Deja el libreto cuando un montón de sensaciones lo abordan con el paso de los gestos y besos; nada de eso es parecido a ningún otro drama que haya visto o en el que haya trabajado, los besos se dan hasta el capítulo dieciséis o hasta el final incluso, en éste ocurre en el dos y, por la explicación breve sabe que no es un beso como los comunes en los dramas, es uno muy intenso. Luego la escena de sexo, eso en definitiva no es muy común que las haya tan explícitas en los dramas dirigidos a un público menor de treinta años; quizá y sólo pasen cuando están a punto de hacerlo, con un par de besos y tomas donde se sacan la ropa y así, pero nunca sale cómo lo hacen. Igual los gestos y apodos, son bastantes cariñosos y son otro nivel para él... simplemente le es extraño.

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Al día siguiente, recibe una llamada temprano; bastante temprano, el sol ni siquiera ha salido.

—¿Qué?—Contesta, adormilado.

—Primero que nada, buenos días —se escucha la voz de So Jun—. Ayer te mandé mensaje en la tarde para avisarte de la junta que tendremos hoy nuevamente con los directores y productores de Destiny, pero no me confirmaste nada, ni en visto me dejaste.

Jung Kook suelta un gruñido de fastidio.

—Dejé el teléfono por un rato porque no podía meterme a ningún lado sin ver nada sobre SuKook y esas tonterías —suelta un bostezo—. Ni siquiera recordaba que hoy es la junta.

—Bueno, en el tiempo que dejaste tu teléfono, supongo que pensaste sobre el papel. ¿Qué respuesta darás? —Silencio.

Jung Kook no lo sabe; en realidad, sí sabe, pero no está muy seguro de ello.

—La escucharás en la reunión, ahora déjame dormir otra media hora.

—La junta empieza dentro de dos horas.

—¿Por qué tienen que ser tan temprano?

—Deja de quejarte y llega puntual —con eso, cuelga. Jung Kook gruñendo de nuevo, acostándose mejor en la cama.

Casi dos horas y un par de minutos después, se encuentra con un termo con leche tibia en su mano cruzando las puertas del edificio del canal que producirá Destiny. Tiene unos lentes de sol puestos, una mascarilla y la capucha de su chamarra cubriéndolo porque da asco; se durmió no media hora, sino una hora y un par de minutos más, que cuando vio el reloj saltó de la cama tan rápido como sus piernas lo permitieron. No se arregló, por lo que no se había puesto nada en la cara; lo único que alcanzó a hacer fue bañarse, lavarse los dientes y peinar un poco su cabello húmedo, haciéndose un moño desordenado, poniéndose lo primero que encontró en su armario. No pudo hacerse nada para comer en el camino más que servirse leche, y tampoco se quejaba. Después de todo, él tuvo la culpa por quedarse dormido tan fácilmente.

Entra a la misma oficina de aquella vez, ganándose un par de miradas que evade; claramente son miradas extrañadas y sorprendidas por su outfit de ese día, totalmente diferente a lo que están acostumbrados a ver en él. En vez de ir a una junta seria, parece que va al gimnasio.

Saluda rápidamente con la mano a todos y se sienta al lado de So Jun, éste dándole una mirada molesta por llegar tarde. Frente a él, se encuentra un Yoon Gi bastante divertido por su aspecto, pero no hace comentarios, ya que decide guardárselos.

—Bien, ahora que estamos todos aquí, creo que podemos pasar a lo serio —dice el director luego de aclararse la garganta—. ¿Ambos leyeron los libretos? ¿Qué les pareció?

—Extravagante y novedoso —comenta Suga—. Va muy en serio cuando dice que quiere algo nuevo para la televisión surcoreana, esto es perfecto para eso. Y la historia igual es muy buena por lo poco que he leído, así que las personas no solo lo verán porque salimos nosotros o porque es un BL, sino porque la historia en verdad vale la pena.

—¿Jung Kook? —Le pregunta el director, el nombrado lo regresa a ver, aún con los lentes y la mascarilla puesta.

—Me pareció extraño —confiesa—, pero no tengo quejas, después de todo usted mismo dijo que es algo novedoso. Y la historia igual me gustó, bastante cautivadora.

—¿Y ya han pensado en aceptar los papeles?

—Antes de eso, quisiera saber qué personajes seríamos —interrumpe Jung Kook.

—¡Oh, cierto! Se me olvidó por completo decírselos —ríe nervioso—. Suga haría el papel de Han Sung Ho y Jung Kook de Kim Yeon...

—¡¿QUÉ?! —Exclama Jung Kook, demostrando su leve molestia—. ¿Por qué yo sería Kim Yeon? ¿Acaso no me ha visto?

El motivo de su enojo es algo bobo, pero no tanto para él; sabe que Kim Yeon es el príncipe en el drama, y también se dio cuenta fácilmente que él, en pocas palabras, será el pasivo de la relación.

—Sí, y por eso creo que es perfecto para ese papel...

—¿Y por qué no mejor hago el de Sung Ho?

—Jung Kook, nosotros tenemos en mente las personalidades y aspectos físicos de nuestros personajes; tú encajas a la perfección con Kim Yeon y Suga encaja igual de perfecto con Sung Ho, es así de simple. Usted mejor que nadie debe saber que así se suelen elegir a los actores.

—¿A caso te quejas porque sabes que vas a ser el de abajo? —Habla Suga por primera vez, ganándose la mirada de todos ahí, haciendo un silencio algo tenso en el cuarto.

Jung Kook sabe que no puede leer lo que siente por medio de sus ojos a través de sus lentes oscuros, pero por dentro estaba comenzando a avergonzarse y a molestarse. Siente sus mejillas calientes de repente.

—No te preocupes por eso, seré delicado contigo —comenta burlón el actor mayor, y So Jun al ver que Jung Kook está a punto de levantarse, lo abraza rápido para evitar que lo haga y que cometa una locura frente a esas personas.

—Estoy seguro que a Jung Kook no le molesta eso; es una tontería —lo último lo dice entre dientes, mirando de reojo al menor, quien parece darse por vencido, soltándose del agarre de su manager y cruzándose de brazos, apartando le mirada del chico que tiene en frente que lo mira con burla.

—Bien, ahora que no hay más dudas, estoy listo para escuchar su respuesta final. Por favor, sean inteligentes en esto —el director parece nervioso por escuchar su respuesta final, pero es bueno ocultándolo—. ¿Suga?

—Le doy la palabra a Jung Kook; me intriga saber su respuesta primero —el menor lo asesina con la mirada, pero obvio por los lentes es imposible que alguien se dé cuenta de ello.

So Jun mira al menor, con algo de esperanza y advertencia en sus ojos. Ahora Jung Kook se siente presionado, a pesar de ya saber lo que responderá desde mucho antes de leer el libreto; al terminarlo sólo lo confirmó aún más. Ahora tiene todas las miradas puestas en él, pero el que lo pone más nervioso es la de Suga.

Después de un tiempo en un tenso silencio, termina respondiendo:

—Estoy muy contento y ansioso de comenzar a filmar Destiny —se escuchan algunos suspiros de alivio, y So Jun le da unas cuantas palmaditas en la espalda, como diciéndole que hizo lo correcto.

El otro actor muestra una pequeña sonrisa.

—¿Suga? —Pregunta el director, algo menos nervioso y contento.

—Cuanto antes comencemos a rodar Destiny, mejor —se limita, y ahora el cuarto tiene menos tensión y más alivio.

El director sonríe y da un aplauso.

—¡Bien, perfecto! Bienvenidos a la familia, les aseguro que no se arrepentirán.

—Eso espero —murmura Jung Kook, con una sensación rara en su estómago.

Luego de un par de minutos de plática, salen de la oficina con un par de indicaciones dadas. Jung Kook, al salir, se sorprende un poco al ver a su amigo, Ji Min, caminando por el lugar.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunta, tomando al más bajo por sorpresa.

—Oh, Jung Kook. Debería preguntar lo mismo, y ¿por qué estás tan cubierto? Das miedo.

—Eso es lo de menos, no quisiera que me lo recuerdes. Estoy aquí porque me ofrecieran un papel para un drama —se encoge de hombros.

—Yo igual —ve que detrás de él aparece Suga, por lo que algunas cosas comienzan a tener sentido para él—. ¿El drama es con Suga?

—¿Por?

—Ahí está, y salió del mismo lugar que So Jun. Por eso aquel día fueron juntos al edificio, ¿cierto? A los chicos se nos olvidó preguntarte —el menor bufa.

—Sí, fue por eso —Ji Min ríe—. ¿Qué es lo gracioso?

—Ahora vas a convivir con él más que nunca antes —sus carcajadas se hacen más ruidosas—. Espero que no se agarren a golpes en plena filmación.

Después de conversar otro poco, Ji Min tiene que irse, y Jung Kook sale del edificio junto a So Jun y, nuevamente, con Suga.

—¿Los llevo de nuevo? Esta vez les aseguro que no habrá ningún problema con ningún camarógrafo que los incomode.

—Yo no voy a casa, hyung. Tengo que ir a hacer unas cuantas cosas, así que si quieres llevarlo a él, no tengo ningún problema —acorta, alejándose rápidamente de ahí, sin querer convivir más con el otro actor que, ahora, será su co-protagonista... vaya mierda en la que se metió.

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Luego de pagarle al chofer del taxi y agradecerle por sus servicios, baja del auto con todas sus bolsas llenas de cosas que necesita para llenar su despensa, quitándose la mascarilla porque ya le estaba molestando bastante a ese punto del día.

Ni siquiera dio cinco pasos cuando el caos comenzó.

Un par de reporteros... mejor dicho, una multitud de reporteros lo reconocieron, aún con los lentes que trae puestos, y comenzaron a acercarse a él con paso veloz; tanto así, que se sentía como un pequeño conejo siendo cazado por una manada de bestias.

Tan rápido como pudo, agarró sus cosas y comenzó a correr hasta entrar en el edificio, donde los reporteros lograron evitar que la puerta sea cerrada y lo siguieron dentro. Jung Kook no sabe qué quieren o por qué lo persiguen, lo único que deseaba al inicio del día era estar tranquilo por un par de días, y eso al parecer es muy difícil que suceda.

Hasta que escuchó algunas de las preguntas que están haciéndole: '¿es cierto que te mudaste aquí para estar más cerca del actor Suga?' '¿Tienes alguna clase de relación amorosa con él?' '¿Desde cuándo se ven frecuentemente?'

Con escuchar todo eso, aceleró el paso hasta lograr entrar al elevador y agradeció que este cerrara sus puertas antes de ser invadido por todas esas personas. Siente la adrenalina en su pecho de lo rápido que corrió, y se sorprende que las cosas que tiene en las bolsas no hayan caído en ese transcurso. Sabe que los reporteros seguramente no se darán por vencidos y lo perseguirán por las escaleras de ser necesario, así que tan rápido como las puertas del elevador se abren, sale disparado, viendo de reojo la puerta de las escaleras donde se veían unos cuantos reporteros subir por ahí, a punto de llegar a su piso. No quiso saber cómo demonios le hicieron para llegar tan malditamente rápido, pero siguió corriendo aun cuando las personas ya se encuentran en su piso.

Piensa que está perdido, completamente perdido, hasta que alguien abre la puerta de uno de los departamentos y sin pensarlo mucho, empuja a la persona dentro antes de que saliera y cierra la puerta tras de él, dejando sus cosas en el suelo, tratando de recuperar un poco el aliento que no recuperó en el elevador. Al levantar la mirada, se encuentra con la sorprendida y confundida de Yoon Gi, quien tiene una bolsa plástica negra en su mano.

—Jung Kook, ¿qué dem...? —Antes que dijera algo, el menor se acerca lo suficiente hasta tapar su boca con sus manos, pues siente que si habla los reporteros pensarán aún peor.

Sí, antes de meterse él sabía que ese es el departamento de Yoon Gi, pero lo halló como su única escapatoria y esperanza, por lo que sólo entró y ya.

—Hay personas afuera que me siguieron hasta acá —susurra, y el mayor frunce el ceño al escuchar eso.

Quita la mano de Jung Kook de sus labios y va hasta el aparato que le permite ver lo que pasa en el pasillo, como si fuera un picaporte, y se sorprende por la cantidad de personas que hay afuera, con cámaras, teléfonos, libretas pequeñas y otras cosas, dignas de un reportero. Miran la puerta con algo de desespero, como esperando que Jung Kook saliera, y los cree muy capaz de esperar ahí hasta que eso suceda.

—¿Acaso no tienen cosas mejores que hacer? —Murmura Yoon Gi, y después mira a Jung Kook—. ¿Te hicieron algo?

—Sólo correr demasiado rápido con estos malditos zapatos —se los quita rápido, dejándolos donde están los zapatos de Yoon Gi, sintiendo sus pies punzar. El calzado que tenía ese día definitivamente no estaba hecho para correr como él lo hizo, menos teniendo un poco de tacón.

Para empezar, ¿por qué demonios se puso eso para salir con la ropa que trae puesta? Seguramente fue lo primero que se le atravesó y se lo puso por eso mismo.

—No creo que se vayan en la próxima hora, al menos —se cruza de brazos—. ¿Qué vas a hacer?

Jung Kook se siente algo avergonzado con lo que tiene que pedir, pero en realidad no tiene de otra.

—¿Puedo quedarme aquí hasta que se vayan? —Lo mira con algo de súplica, pero la mirada que el otro le dedica no le parece muy convencida—. ¡Por favor! Prometo no hacer el mayor escándalo ni nada, sólo será hasta que esas personas se vayan y volveré a mi departamento.

Yoon Gi igual no se puede hacer el difícil, sabe que Jung Kook no tiene otra opción, y tampoco haría esto si no fuera su única esperanza ahora.

—Mientras no me molestes ni te la pases diciendo que me odias, creo que puedes quedarte —murmura, Jung Kook suspirando de alivio, tirándose al suelo después.

Nunca se imaginó en una situación como esa, y ahora parece una maldita broma del destino.

—Deberías llamar a tu manager, seguramente se encarga de esto y hace que la gente se vaya más rápido —deja la bolsa a un lado, yendo hasta la cocina para sacar un vaso y servir algo de agua en este.

—Si veo que tardan demasiado en irse, creo que lo haré. Hoy justamente yo no quería saber nada de esto —se sorprende un poco al ver un vaso con agua frente a él, pero termina por aceptarlo, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza para agradecerle.

—Creo saber por qué te están siguiendo.

—Si crees que es por todo esto que causó la foto donde llegamos juntos al edificio, estás en lo correcto —toma agua, dejando la mitad del vaso; en verdad se ha cansado, a pesar de que ni siquiera sintió que fue mucho lo que corrió, quizá fue más por la adrenalina de no querer ser atrapado.

—Pensé que ya se habían olvidado de eso por lo que tu manager dijo y con lo que yo igual publiqué —se muestra molesto, y en verdad lo está.

—Espero que no hayan visto o captado que entré a tu departamento, ahí sólo harán el escándalo más grande.

Luego de unos segundos, Yoon Gi le dice:

—Puedes sentarte en el sofá, no tengo problema con ello; es mejor a que estés en el suelo —Jung Kook le hace caso y se levanta, sentándose en el sofá más grande, echando su cabeza para atrás y los brazos a los lados, como cansado.

Está comenzando a tener calor, pero no quiere quitarse todo lo que cubre el horror que es su rostro sin ningún tipo de cuidado y su cabello igual. La chamarra lo hizo sudar mucho, y los lentes ya se le estaban comenzando a hacer incómodos.

—Yoon Gi —llama, éste sorprendiéndose un poco al ser llamado por él así, sin ningún tono odioso o molesto—, voy a hacer algo, pero no quiero que te burles de mí.

—¿Qué harías como para que yo hiciera eso?

—Voy a quitarme la chamarra y los lentes; los traigo puestos desde la mañana porque no me dio tiempo de arreglarme, así que mi aspecto es un asco —Yoon Gi suelta una pequeña risa, pero al final dice:

—Adelante, creo que tu etapa donde tu aspecto daba más "asco" la vi en la escuela de actuación, cuando te brotaron todos esos granos en la cara y tenías brackets —y en parte, tiene razón; Yoon Gi ya ha visto su etapa más asquerosa.

Se quita los lentes y luego la chamarra, dejándolos de lado, ocultando sus ojos con uno de sus brazos, pareciendo esto suficiente para que no pueda ver su penosa cara.

Lo que no esperaba, era sentir el sillón hundirse de un lado debido al peso que Yoon Gi pone al recargar ahí su rodilla, ni que quitara el brazo que cubre parte de su cara, viéndolo directo a los ojos con una mirada bastante penetrante que lo hizo sentir pequeño de repente.

—¿Piensas que así das asco? —Nuevamente lo tiene a pocos centímetros, y siente lo mismo que aquella vez en el pasillo, sólo que peor al estar en un lugar que es más privado, lo contrario al pasillo, donde cualquier persona pudo haber llegado en algún momento.

—S-sí —responde, sintiendo sus mejillas calientes y su corazón más acelerado que cuando corrió hace un par de minutos—. Tengo marcas de acné en mis mejillas que se ven fácilmente porque no tengo corrector; mis ojeras son más prominentes porque tampoco me puse nada para cubrirlas; ni qué decir de mis cejas o labios, aunque los labios igual puedo quitarles lo reseco con algo de saliva; mi cabello es un maldito desastre, parece que no me lo he cepillado en años.

Yoon Gi ladea la cabeza, frunciendo el ceño.

—Estoy viendo todo eso y, la verdad, no me da asco, ni te hace ver mal —su mano se posa en su cabello, quitándole la liga que sostiene su horrible moño, dejando su cabello libre, acariciándolo un poco luego—. La belleza natural de cada uno suele enamorar más a las personas ¿sabes? —su mano ahora se pasa a su mentón, y con su pulgar acaricia el labio inferior, quizás algo reseco, pero no deja de tener un bonito rosa natural en ellos—. Sigues siendo muy hermoso sin maquillaje.

Jung Kook jura que en ese momento está tan rojo como su rostro puede estarlo, sintiendo algo cálido en su pecho por todas las palabras que el mayor le dijo. ¿Lo ha dicho en serio?

Siente que el aire vuelve a sus pulmones cuando Yoon Gi se levanta y se aleja lo suficiente para no sentir que invade su espacio.

—Ponte cómodo, pero tampoco abuses —le advierte, a punto de entrar a su habitación antes de escuchar:

—¡Una última cosa! —Regresa a verlo—. ¿Puedo meter algunas cosas a tu refrigerador para que no se echen a perder?

—El refrigerador es sagrado para mí, ¿sabes?

—¡Pero traigo helado! —Evitando reírse por lo lindo y tierno que se ha escuchado eso. Suelta un bufido.

—El refrigerador es todo tuyo —sin más, entra a su habitación.