toda una semana completa se pasó pensando en qué prueba de amor podría darle a seokjin para que él no decidiera acabar con todo, pero por más que pensaba y pensaba nada le llegaba aún.

incluso había agarrado su cofre especial donde guardaba momentos capturados en fotografías que atesoraba y cuidaba con todo su corazón. fotos de seokjin y él de adolescentes, siendo mejores amigos en su momento, para luego pasar a ser pareja. quién diría que durarían tanto tiempo, y más aún quién diría que al parecer ese tiempo se estaba acabando.

sabía que un regalo comprado jamás sería una prueba de amor para seokjin, porque a él le gustaba las cosas simples. que se le expresaran con palabras y no con obsequios era lo que más le emocionaba. entonces fue cuando se le ocurrió una idea.

llamó a su grupo de amigos y en menos de lo que pudo darse cuenta ya tenía a cinco bobos dentro de su casa. sabía que seokjin esa noche se quedaría hasta tarde en el hospital donde trabajaba así que no habría problemas, o eso pensaba.

pero en este momento, dos horas más tarde, namjoon estaba sentado en la cama matrimonial que compartía con su novio, acariciando una foto en donde ambos se miraban sonriéndose en su cuarto año como pareja e inconscientemente una lágrima bajó por su rostro.

amaba a seokjin tanto que de alguna forma le aterraba que decidiera terminar luego de tantas cosas que habían podido sobrellevar juntos. no entendía nada. de repente un suave golpeteo en la puerta se escuchó en cuanto levantó la mirada vió a yoongi en la entrada de la habitación. rápidamente se limpió las lágrimas que habían mojado su piel e intentó sonreír, pero claramente no pudo.

— ¿cómo te sientes?— le preguntó el mayor sentándose a su lado.

— no lo sé ¿cómo crees que me siento? no sé qué sentir, no sé qué hacer, estoy tan desesperado, yoongi, no quiero perderlo.— min puso una mano en su hombro tratando de darle apoyo.— una prueba de amor, una jodida prueba de amor. si él decide terminar con esto, yo juro...

— que vas a seguir adelante con o sin él.— lo interrumpió.— a veces las cosas resultan así, nam, aunque no sea tu culpa. no puedes obligarlo a estar contigo si él ya no siente lo mismo por más que te duela. solamente debes dejarlo ir.— el rubio le mostró una sonrisa.— dieron lo mejor de ustedes, de eso estoy seguro, se amaron con todas las ganas posibles. sé que luego en un futuro cuando mires atrás te darás cuenta de que realmente fue tu mejor decisión haber estado con seokjin independientemente de si siguen juntos o no. pero eso sólo puede decidirlo el tiempo.

y ahí fue cuando entendió todo, o bueno, algo. si esta era su última posibilidad de estar con la persona que más amaba entonces la aprovecharía al cien por ciento. le recordaría a ambos porqué estuvieron juntos tanto tiempo y lo amaría con más ganas que nunca. y si no salía como esperaba pues tendría que dejarlo ir, pero lo haría feliz de saber que estuvo con la mejor persona del mundo y que no se arrepentía de ninguna de sus decisiones.

— muchas gracias por eso, yoongi hyung.— ambos chicos se fundieron en un abrazo que duró unos segundos pronto estuvieron bajando las escaleras para llegar al living y ver el desastre que era este.

habló con los cinco muchachos sobre las ideas que tenía y pronto se pusieron manos a la obra.

tres horas más tarde la casa había quedado totalmente decorada con las fotos y notas que había guardado durante más de ocho años desde que eran mejores amigos.

habían notas que dependían de hilos pegadas desde el techo, también habían algunas fotos pegadas en las paredes de la casa, pero había una en especial de su primer aniversario en la mesita del living rodeada de pequeños corazoncitos.

— chicos esto es hermoso, muchísimas gracias— dijo abrazándolos a todos. la puerta de un auto se escuchó y namjoon entró en pánico.— ¡ahora ya, salgan por la puerta trasera!

todos salieron corriendo deseándole buena suerte mientras salían todos amontonados. la puerta de entrada se abrió y los pasos cansados se escucharon alertando a nam. cuando jin apareció y vió la decoración del lugar quedó realmente sorprendido.

— ¿j-joonnie tú..?— intentó hablar pero no pudo porque las lágrimas se hicieron presentes. se paseó por todo el lugar mirando cada una de las fotos, cada una de las palabras escritas en papeles de colores. tantos momentos que pasaron juntos, tantas cosas hermosas que supieron superar. ¿cómo pudo si quiera pensar en dejar a la persona que más feliz lo hacía?

— sí, bueno los chicos me ayudaron un poco... en realidad ellos hicieron todo, yo no habría podido hacer algo así.— confesó— escucha, jin, yo realmente no tenía idea de cómo hacer lo que me pediste, yo estaba muy asustado y lo siento si no es lo que tú esperabas, pero...

el mayor corrió a su lugar y lo abrazó con fuerza.— ven aquí, idiota. no es lo que yo esperaba, porque es mucho mejor. te amo muchísimo y yo siento tanto haber pensado si quiera en dejarte, no sé cómo pude.

no pudo hablar porque el menor se había encargado de juntar sus labios en un beso tranquilo que expresaba cada una de sus emociones y liberaba todas las tensiones que durante una semana completa, o tal vez más, no lo habían dejado respirar con tranquilidad.

— yo tenía un discurso para este momento, pero se me olvidó, lo siento.— dijo cuando se separaron.— te amo mucho, kim seokjin, realmente eres la mejor decisión de mí vida. mí pasado, mí presente y mí futuro está en tus manos, tú puedes hacer lo que quieras porque soy tuyo desde el día en que me dijiste que sí.

seokjin estaba que no cabía de la emoción. realmente amaba con su vida al hombre que lo sostenía en sus brazos y lo abrazaba como si fuese el cristal más débil de todos.

todas y cada una de sus dudas se fueron cuando sus labios volvieron a encontrarse nuevamente. eran los dos contra todo, siempre había sido así y lo seguiría siendo hasta el último día de sus vidas.

— te amo

le susurró al oído.

— yo también te amo, mí vida.

tan encerrados estaban en su burbuja de amor que no notaron a las cinco cabezas que los miraban desde la puerta trasera con sus celulares filmando y capturando el momento.

— qué lindos son los idiotas.— dijo yoongi con una sonrisa.

— yoongi hyung, cállate, pueden vernos— le regañó jimin en un susurro golpeándole el brazo.

bueno al final todo había salido más que bien para todos.

💭
estuvo realmente pobre este OS, nunca me había gustado menos algo ;-;

como sea, gris, marida mía, espero que esto te haya gustado te quiero mucho ♡