[two] first day of school.
chapter two.
" first day of school "
Me vestí rápidamente y bajé las escaleras con impaciencia. — ¿Qué hay para desayunar?
— Buenos días, Riley, toma lo que tú quieras; hay café, leche, cereales, pan-
— Me da igual, tomaré café. — la pelirroja me pasó una taza y me serví el café. Me fijé en que miraba las escaleras — Aún está eligiendo la ropa que se va a poner.
— Mamá. — avisó a Katherine uno de los pequeños de los Walter
La chica me sonrió atareada. — Toma lo que quieras. Jordan, ¿qué paso?
— No encuentro a Rumple.
— ¿Otra vez?
— ¿Qué o quién es Rumple? — le pregunté susurrando a uno de los hermanos, Nathan
— Es la serpiente de Jordan. — mis ojos se abrieron asustada
— A ver, ¡todos alertos por si ven a Rumple!
Me moví instintivamente hacia mi lado al pensar que una serpiente se encontrara perdida por la casa. — ¡Cuidado! — se burló de mi Isaac cuando choqué contra su cuerpo — Yo de ti cogería ya todas tus cosas, Cole no espera a nadie.
— Gracias. — subí a por mis cosas y me acerqué a la habitación de Jackie — Jackie, ¡vamos!
Bajé las escaleras corriendo y seguí a Isaac, quien me estaba esperando al lado de la puerta. — ¡Suerte! — me gritó Katherine desde la cocina y le sonreí en respuesta
— Suban.
— ¿Dónde voy?
— Ven. — me dijo el chico del patín y me dejó un hueco a su lado. Le pasé mi mochila y me senté al fondo del vehículo — Lee.
— Riley. — intenté hacer conversación — Me gusta tu skate.
— Gracias.
Me sonrió y lo giro para empezar a hablarme sobre sus ruedas y su madera, yo simplemente asentía sin entender nada de lo que me explicaba. — Déjala ya, Lee, no le importa.
— Oh.
El chico guardó la patineta entre sus piernas y miró al suelo, yo miré mal al otro García. — ¿Me enseñarías a montar? — le pregunté para que notara que si me importaba — Siempre he querido, pero nunca he tenido la oportunidad.
— ¡Claro!
Cole aparcó. — Oye, escúchenme, hoy tenemos auto lleno, eso quiere decir; Isaac, no te ofrezcas a llevar a cualquier porrista.
El mencionado se rio. — Está bien.
— Ei, y nos vemos a las tres y media, ¿de acuerdo? — me miró por el espejito y asentí más para mí misma que para él
Lee me aguantó la puerta mientras pasaba a los asientos delanteros. — Gracias. — miré hacia dentro y vi a mi hermana sentada — Va, Jackie, podemos con esto. Debo irme, lo siento.
— ¿Estás bien? — le preguntó Nathan — Te llevamos a tu salón.
— Gracias. — le susurré en el oído y me fui corriendo a llegar a tiempo a clase
Revisé por cuarta vez la indicación que me había dado George la noche anterior y abrí la puerta sin mucha seguridad.
Había muchas sillas por escoger y esa decisión iba a ser muy importante para el resto del semestre.
Había un chico bastante guapo que me estaba regalando una preciosa sonrisa, opté por no sentarme con él. Era el tipo de chico que quiere socializar y ella no venía aquí a hacer amigos.
Una chica bastante linda se acercó a ella para ofrecerle sentarse con ella, pero un brazo la empujó hasta una silla de la última fila, a su lado se sentó Isaac. — ¿Qué? ¿Te gusta la escuela?
— Sí... sí, claro.
— No te noto muy convencida.
— No he dado una vuelta aún, solo he visto el pasillo y este salón. — miré por el salón — ¿Y Lee?
— Va a la otra clase, no nos dejan ir juntos, ¿por qué? ¿Lo prefieres a él?
La puerta se abrió y el profesor entró. — Claro que lo prefiero a él, tiene transporte. Encima, tú solo te sientas conmigo para no sentarte solo.
Abrió la boca para hablar, pero se calló al segundo.
(...)
— ¡Riley! — me llamó alguien desde una mesa — Siéntate aquí.
— Gracias. — le dije a Nathan alegrándome de no tener el conflicto de donde sentarme
Él me sonrió tranquilo. — ¿Qué tal ha ido?
— Normal, es un instituto ¿qué esperas que pase? — me fijé en que parecía un buen tío — Oye, ¿algún consejo para mi supervivencia?
— Aquí no creo que te cueste mucho integrarte, eres guay, no tardarás en hacer amigos. En casa solo hay una cosa que no debes hacer nunca; chivarte. Nunca te chives, si no te harán el vacío.
— Gracias, Nathan. — le sonreí con amabilidad
Me parecía un chico muy puro, muy inocente, sin malas intenciones.
La silla de mi lado se movió y se sentó Alex. — Hola, ¿y Jackie?
— No lo sé.
— Ahí. — Nathan apuntó a mi hermana — ¿La invitamos a sentarse?
— Ah, voy a ir por ella. — Alex se levantó y volvió a sentarse al ver a Cole hacer lo que él iba a hacer
— Oh, bueno, alguien se nos ha adelantado. — sonreí divertida. Alex me miró mal y cogió su mochila para largarse. Nathan bufó y yo me fijé en donde se sentaba Jackie — ¿Quiénes son?
— Esa es Erin. — señaló a una chica — Es la novia de Cole, creo. Los demás son amigos de Cole del equipo y la otra chica es la mejor amiga de Erin — se acercó a mí — pero se acuesta con Cole.
— ¡No me jodas! ¿Y Erin no lo sabe?
— No, nadie, nosotros no nos chivamos. Le guardamos el secreto, todos y ahora tú incluida.
Miré la hora. — Vale, me voy, tengo clase. Lo siento.
(...)
— ¿Dónde estás? — revisé otra vez los mensajes — Va, contesta. — susurré para mí misma llamándola de nueva y recibiendo otro mensaje de su contestador
— Nos vamos sin ella. — afirmó Cole poniendo en marcha el auto
— Oh, vamos, ¿no podemos esperarla un poco más?
— No, hay un horario. Tres y media aquí, tú lo has cumplido, ella no; tú vienes, ella se queda.
Bufé intranquila y miré por la ventana. — ¿Qué clases tienes mañana?
Pensé. — Lengua, filosofía y creo que química y... educación física.
— ¡Bien! — dijo feliz Lee con la respuesta de mi pregunta
— ¿Por qué?
— Porque yo no hago química y él sí. — respondió mi pregunta Isaac sin ganas
— ¿Y qué pasa?
Lo miré extrañada y luego miré al otro García que me sonreía de oreja a oreja. — Que ya tengo compañera. Estaba cansado de juntarme con chicas que no hacían nada más que mirarme. — bromeó
— Seguro.
"No he llegado a tiempo, voy a comer helado con unos amigos". Sonreí al ver el mensaje de Jackie y cerré el móvil para volver a mirar por la ventana.
En menos de 10 minutos me encontraba saliendo de la camioneta y entrando en la casa. Bajé al sótano de la casa para llevar algunas de mis cajas que quedaban hacia mi habitación.
Subí una con mi nombre y la abrí.
Contenía mis marcos de fotos; uno con mi familia al completo; yo no sonreía, me habían obligado a participar en la foto, pero mis padres y mis hermanas aparecían haciendo caras estúpidas, otro era de mis amigos del instituto y yo en mi fiesta de cumpleaños de los 16. Acaricie el marco mientras se me aguaban los ojos.
— ¿Estás ocupada? — dijo una voz detrás de mí y me limpié las lágrimas que intentaban salirme rápido
— No, no, ¿qué pasa?
— Vamos a ver un partido de fútbol, ¿te apuntas? — me dijo Cole apoyado en la entrada del sótano
— Vale. — guardé rápido los marcos en la caja y la dejé ahí para volver más tarde
Me senté al lado de Cole en el sofá y empezó el partido. Poco después llegó Isaac con aperitivos y bebidas y se sentó en el suelo.
No me sentí juzgada al coger unas patatas del bol de Danny, más bien me sentía acogida al ver que habían querido contar conmigo para ver el partido. — ¡No! — gritamos todos al ver como cancelaban el gol por fuera de juego
Sentí un golpe en mi pierna y me descentré del partido para ver al causante. — ¿Puedo? — señaló al hueco entre mis piernas
Me sorprendí un poco, pero asentí con la cabeza. Isaac se colocó entre mis piernas y me pasó una gaseosa que acepté felizmente.
El equipo marcó un gol y todos festejamos. Cole se chuleó de que dijo que íbamos a ganar y noté otra presencia a mi lado. — Hola, Riley. — me saludó Lee dejando su patín a un lado del sofá
— Hola, Lee.
— ¿Quién va ganando? — dijo fijando su mirada en la pantalla
— ¡No! Eso no era falta, ¿qué le sucede al árbitro?
— Mierda, me lo he perdido. — me frustré e Isaac se burló de mí
— Eso te pasa por distraerte con Lee.
Lo miré confusa, no acababa decir eso. — ¿Acaso estás celoso?
Sus hermanos nos miraron divertidos mientras gritaban apoyándome. — No estoy celoso. — se giró para volver a mirar al partido
• ¿Qué si me he obsesionado con esta historia? Puede. Espero que os esté gustando mucho y gracias por todo el apoyo. Os quiero. <33
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