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[three] little pranks.

chapter three.
" little pranks "

— ¡A comer! — gritó George y todos se levantaron con rápidez para llegar rápido a la cocina, yo fui andando sabiendo que la comida no se iba a mover

— Ai, aún no te había visto, ¿qué tal tu día?

— Bien, me fue bien. — le respondí a Katherine

— He pedido que tú también te reúnas con la consejera de la escuela y así poder escoger alguna actividad para después de clase.

Le sonreí. — Gracias. — le dije sabiendo que seguramente ninguna me iba a gustar

— Oh, Jordan, ¿puedes ir a por dos sillas? Por favor.

— Te ayudo. — le dije al pequeño

Isaac me indicó para ponerme a su lado, pero Jackie se sentó antes en él.

Katherine nos sirvió a mí y a mi hermana, yo empecé a comer y mi hermana buscó algo de debajo la silla, al sacar ese algo mi giré para encontrar a Rumple, la serpiente.

Mi hermana pegó un grito y se tiró la comida encima. Todos los hermanos se rieron y yo no pude evitar soltar un carcajeo, hasta que vi su cara y paré. — Ya paro, lo siento.

— ¿Puedo ayudarte? ¿Jackie?

— ¡No, está bien, estoy bien!

Miré apenada a Katherine y me giré para mirar mal al chico que se encontraba al lado de la silla vacía. — Ha tenido gracia y lo sabes.

— Ya basta, ¡basta, niños! ¡Basta! ¡Por favor! — me miró — Riley, por favor, ve con tu hermana. — asentí y me levanté de mi silla no sin antes mirar mal a todos los hermanos

Golpeé la puerta antes de entrar en la habitación de mi hermana. — Jackie, lo siento mucho. ¿Estás bien?

— Que ellos se rían de mí me molesta mucho, ¿pero que te rías tú?

— Sí, lo sé, lo siento. No debería haberme reído, si quieres bajo y te traigo un plato para que lo comas aquí. — intenté tranquilizarla

— Gracias.

— Va, venga, te queda bien el rojo. — bromeé mirando su jersey manchado de tomate — ¿Quieres una camiseta limpia?

— Por favor.

Le sonreí. — Siempre nos tendremos la una a la otra y ya verás como al final te haces amiga de ellos, son buena gente. — salí de la habitación para entrar a la mía y cogerle una camiseta y volví a entrar a la suya — Y tienes que admitir que ha tenido gracia.

— Sí, un poco. — se rio por lo bajo — Eres la mejor hermana del mundo. — dijo mi hermana viendo en el espejo que la camiseta que le había dado era la de Princeton de nuestro padre — Los echo de menos.

— Yo también. — miré la foto que tenía en la mesita de noche — Voy a por tu comida. — vi a Cole con la cena en sus manos — Alguien ya lo ha hecho por mí. — saqué mi cabeza por su habitación — ¡Adiós!

Me largué dando tumbos y bajé para terminarme mi comida. Casi todos habían acabado ya, solo faltaba Jordan para terminar su comida. — Riley... no sabíamos que se lo tomaría tan mal, te lo juro.

— A mí no me pidáis perdón, ¿qué te pasa? ¿No te gustan los fideos?

— Sí, pero... no tengo hambre.

Acerqué mi plato hacia mí para sentarme junto a él para comer. — ¿Cómo es eso?

— Em... — bajó la mirada — no tengo protagonistas para mi nuevo reportaje, quiero que sea innovador. Diferente.

— Pues me tienes a mí. — me acerqué a su oído — O Jackie y Cole... están arriba ahora mismo.

— O Jackie y Alex, ¡gracias, Riley!

— ¿De nada?

Me acabé el resto del plato y subí la caja de los marcos de fotos, los coloqué todos con la ayuda de George y me fui a dormir.



(...)


— Coloca los dos pies encima de la tabla, ¡no, así no! — me indicó Lee enseñándome a montar el patín — Volvamos. Poco a poco, ¿cómo debías subirte?

— Pies perpendiculares a la tabla.

— Bien, muy bien. Ahora alinea los hombros con los pies y, si quieres, dobla las rodillas, ayuda un poco.

Hice lo que me dijo y me sentí más equilibrada. — ¿Así, no?

— Perfecto, espalda recta. — me colocó bien la espalda — Mira al frente. — seguí sus indicaciones — Ahora voy a empujar el skate, debes aplicar presión con los talones para girar y diriges con los hombros. Yo estoy aquí, tranqui, no te vas a caer.

Le sonreí y asentí cuando me preguntó si estaba preparada.

Empezó saliendo mal, pero poco a poco me empezaron a salir las cosas sencillas que íbamos practicando. — ¡Sí! — grité feliz al dar un salto y acabar de pie. Bajé de la tabla para abrazar feliz al chico

— Ya eres casi una experta, pero una recomendación; usa vaqueros y zapatillas, no pijama y pantuflas. — me reí — Voy a ducharme, Nathan te ha cedido su puesto en la cola para ducharse, vas detrás de mí. Tienes 15 minutos para ducharte.

Seguí al hermano hasta arriba y encontré a mi hermana en bata. — Buenos días. — le dije amablemente, ella se sorprendió de mi felicidad

— Oye, oye, oye, ¿qué estás haciendo?

— Esperando al baño, Cole está dentro.

— Sé que Cole está dentro, sigo yo y luego va Riley. — me señaló — Después Nathan. ¿Ves?

Las dos chicas miramos el horario del baño, se podía ver como el nombre de Nathan estaba tachado con mi nombre puesto al lado y el suyo más tarde. — ¿Hay un horario para usar el baño?

— Sí, solo por las mañanas. Las... cosas se ponen locas al prepararnos para ir a la escuela.

— Porque si no Isaac podría pasar horas ahí poniéndose guapo.

El mencionado abrió la puerta y giré tan rápido mi cara que choqué con la cámara de Jordan que apuntaba a la cara de mi hermana. — ¿Podría entrar rápido antes? — preguntó Jackie estresada — ¿Por qué tú estás ahí y yo no?

— No lo sé, no sabía que me habían apuntado.

— Oigan, ¿alguien vio mi chamarra de cuero?

— Ah, sí, está en tu closet. — le respondió Lee

— ¿Está colgada? ¿Por qué está ahí? — me miró — Buenos días, Riri. — me dijo antes de cerrar la puerta

Me puse roja al escuchar el apodo que me había puesto el chico, intenté volver a mi color normal al ver que estaba siendo apuntada por Jordan. — Amor juvenil. — comentó para la cámara

— Jordan, ¡ahora no! — dije avergonzada encerrándome en mi cuarto

Busqué la toalla y la ropa que me iba a poner. Supuse que los jabones estaban en el baño.

— ¡Tu turno, Riley! — escuché que decía Lee golpeando mi puerta

Me duché y me fui a mi habitación rápidamente para que nadie de los chicos pudiera verme con la toalla tan minúscula que me habían dejado. Me cambié y bajé a por el desayuno.

Divisé Nathan y le avisé de que era su turno. — ¡Muchas gracias! — le agradecí — De verdad, es un detalle que me hayas dejado tu turno.

— Yo estoy acostumbrado a ir el último, me gusta. Y has sido maja conmigo, me lo dijo Isaac y me pareció buena idea. Hay zumo de naranja si quieres.

— ¿Isaac? — lo busqué por el comedor, tampoco encontré a Jackie — Donde está... — corté mi frase al ver como me miraba Nathan, abrí los ojos y los chicos se levantaron de las sillas al ver como empezaba a andar — ¿Jackie?

Encontré a Isaac al lado de la puerta del baño de abajo riéndose. — Mierda. — dijo al verme

Me acerqué a la puerta del baño y entré. — ¿Qué te han hecho? — le pregunté cerrando la puerta detrás de mí

— Me han decolorado el pelo. — dijo enfadada

— Ahora vuelvo. — le avisé — Coge un sombrero, una gorra, algo, no sé.

Me dirigí a la cocina y cogí dos vasos de zumo de naranja. — Oh, esto va a ser bueno. — dijo Jordan siguiéndome con la cámara

Venga, Riri, no te enfades. — dijo Isaac al verme cabreada hacia él

— ¿Por qué tenéis que meteros con ella? ¿Qué os ha hecho? Si os metéis con ella, meteos conmigo también, ¿no?

— Pero es que tú nos caes bien. — dijo Lee defendiendo a su hermano

— ¿Tú también has participado? — miré al otro García traicionada

— Solo he apostado.

— ¿De quién ha sido la idea? — todo el mundo se giró para mirar al otro García quién sonrió culpable

Intentó hablar, pero fue interrumpido por zumo de naranja en su cara. — ¿Y el otro vaso? — dijo Jordan intentando hacer su película más emocionante

— Ah, ese era para mí, no he desayunado aún.



• La amistad de Lee y Riley!! Isaac ya tiene un apodo para ella!! La historia realmente empieza en este capítulo y el siguiente capítulo, ¡que ganas!

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