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[one] welcome to silver falls.

chapter one.
" welcome to silver falls "

— ¡Jackie! — grité al ver por fin a una cara conocida en la fiesta — Esto está... divertido. — aclaré sarcásticamente y cogí una copa de champán de una camarera que pasaba por mi lado

— Si papá y mamá te ven así se van a enfadar.

— Papá y mamá aún no han llegado y cuando lleguen tú no vas a chivarte.

— Oh, sí que lo voy a hacer, ¿has pensado en lo malo que es todo este alcohol para tu hígado? No quiero que termines teniendo problemas de salud por una noche de diversión irresponsable. — me advirtió Jackie, preocupada por mi bienestar

Bufé y dejé el vaso en una mesa. — Eres muy aburrida, pareces una vieja de 80 años. ¿Por qué no te sueltas y disfrutas de la fiesta?

— Ya la estoy disfrutando, pero a mi manera responsable.

Al ver la actitud poco divertida de mi hermana, me giré para recuperar esa copa. Lamentablemente, choqué contra un cuerpo, un cuerpo que ya conocía. — ¡Tío Richard! ¿Qué haces aquí? No sabía que Jackie te había invitado. — al ver la cara seria de mi tío paré de sonreír

— Jackie, Riley, em... acompañadme a un sitio más silencioso y calmado, por favor.

— Claro...

Mi tío nos llevó fuera del evento y nos contó una pésima y trágica noticia que nos iba a cambiar totalmente la vida.



(...)


Bajé del avión seguida de mi hermana, esperé a que estuviera a mi altura para cogerle de la mano para darle fuerza. Cogimos dos carritos para cargar nuestras cosas.

El celular de Jackie sonó. — Hola, tío Richard. — saludó secamente mi hermana

Hola, dile a tu hermana que aparezca por aquí. — ella me acercó para que nos pusiéramos las dos frente a la cámara y me pasó un auricular — ¿Qué tal estuvo vuestro vuelo? — no hubo respuesta — ¿Os sentís bien?

— Sí, estamos bien. — respondí por las dos

Oye, lamento no haber podido acompañaros a conocer a los Walter.

— Creo que ya los vemos, nos tenemos que ir.

Chicas, sé que es un gran cambio... llámenme si me necesitan. Escribidme luego.

Me acerqué al móvil. — ¡Sí, tío Richard! — colgué con una sonrisa falsa

Katherine y George se acercaron a nosotros sonrientes. — ¡Jackie, Riley! Hola.

— Hola. — dijimos las dos al unísono

La mujer abrazó a Jackie y luego se acercó para abrazarme a mí. — No soy muy de abrazos. — dije apartándome intentando no parecer borde

— Oh, no, no, está bien. Me alegra que estéis aquí

— Gracias, Katherine. — le respondió Jackie

— Bueno, eh... — señaló a la nada

Su marido la miró divertido. — Aquí estoy. — se burló de ella

Se rio. — Gracias, ¿os acordáis de George?

— Hola George.

— ¿Qué tal? ¿Cómo os fue? ¿Todo bien con el vuelo?

— Bien, sí, bien. — George fue a por las maletas — Un momento, yo llevo las mías.

— Gracias, Riley.

— ¿Necesitáis algo antes de irnos; algo de comer o...?

Mi hermana respondió por las dos. — No, gracias, estamos bien.

Nos subimos a la camioneta, mi hermana se puso los auriculares y empezó a mirar su móvil, yo disfruté de la vista. Siempre me habían gustado los pequeños pueblos, seguramente porque odiaba las ciudades; llenas de ruido y gente.

No hablamos en todo el trayecto, tampoco era que fuese una persona muy charlatana, que digamos. Llegamos hasta un rancho enorme, con una casa grande y bonita en medio.

Bajamos del coche y ayudé a George con las maletas, a decir verdad eras la mayoría mías. — Dame esa que es la que más pesa. — le pedí al mayor

— Si es la que más pesa ya la llevo yo, no hay problema. — la cogió y puso una mueca — ¿Qué llevas aquí?

— Todos mis libros. — cogí dos maletas de mi hermana y empecé a andar hacia la entrada de la casa amarilla

— ¡Hola! Soy Danny. — se presentó un chico que se encontraba leyendo en una especie de sofá

— Jackie, y ella es Riley.

Katherine nos abrió la puerta mientras hablaba por teléfono. Nos paramos delante de una habitación donde se encontraban dos chicos. — Oh, oigan chicos, chicos, ¿podrían pausar un segundo? — el chico de la camiseta azul pausó el juego y se levantó — Ellas son Jackie y Riley, chicas ellos son Isaac y Alex. — las dos sonreímos incómodas — Si quieres ayudar hay otra maleta en la camioneta.

Me fijé en las maletas que llevaba en la mano y me reí. Faltaba mi maleta de libros. — Voy... a buscar un baño. — comenté

— Claro. — me señaló una puerta — Ese de ahí, está ocupado, ¿puedes esperar?

— Sí.

— Riley, Jackie, perdonadme me tengo que ir. — miro a un joven y nos presentó

La puerta del baño se abrió y de dentro salió un niño pequeño. — ¡Hola!

— Hola. — dije sonriente y entré al baño. Cerré la puerta y me miré al espejo — Tú puedes. Eres fuerte, puedes con esto. — me dije mirándome al espejo. Cogí un poco de agua y me limpié la cara — No es para tanto. — me convencí y salí para casi ser atropellada por un chico en monopatín

— ¡Mira por donde andas!

— ¡Mira por donde conduces! — le respondí y se giró para mirarme divertido, casi atropellando también a mi hermana en el proceso

Will se rio. — El imitador de Tony Hawk es Lee. — nos lo presentó

— Lo conocemos. — hablé por las dos

El chico nos llevó a conocer a Nathan, el cual estaba tocando la guitarra, y luego nos guio hasta la piscina, donde jugaban dos niños pequeños mientras eran grabados por uno más mayor.

De la piscina salió un chico más mayor que no se dio cuenta de nuestra presencia. — ¿Quieren presentarse?

El rubio nos miró con indiferencia. — Ya lo haremos luego.

— Él es Cole. — el chico de la cámara se acercó a nosotras y nos empezó a grabar en primer plano

— Am... ¿hola? — dijo mi hermana incómoda

— Jordan, aspirante a director de cine, déjalas en paz, Jordan, por favor. — dijo lo último dirigiéndose a su hermano

Un gran y peludo perro salió de la piscina y se acercó a nosotras. Yo me alejé e intenté que mi hermana también lo hiciera, pero no llegué a tiempo y el perro ya la había dejado toda mojada al sacudirse. No pude evitar reírme. — ¡No tiene gracia, Riley! — me susurró enfadada mi hermana

— Jackie, lo siento. — dijo el mayor de los hermanos Walter — Toma. — le ofreció una toalla

— No pasa nada, estoy bien.

— ¿Saben qué? Os voy a enseñar vuestros cuartos que están arriba.

— Está bien.

— Empiecen a subir las cosas de las chicas, ¿de acuerdo?

Me adelanté. — Yo subo las mías.

— No hace falta, ellos-

— Está bien. — entré a la casa y mientras ellos subían yo me acerqué al sitio donde antes estaban jugando a videojuegos los dos chicos para coger las maletas

— ¿Tú eres Jackie o Riley? — me sorprendió un chico por detrás que me miraba curioso — Déjame adivinar... Jackie.

— Riley.

— Sí, iba a decir eso. — pasó por mi lado y se estiró en el sofá — ¿Sabes jugar a algo? — señaló a la televisión

Miré a las escaleras. — Debo subir las maletas, he de instalarme en mi nueva habitación.

— Te ayudo.

Se acercó y cogió la maleta que sobraba, la que más pesaba. Hizo ver que no pesaba, pero en su cara se notaba que su cuerpo sufría con el peso de mis libros. Dejó mis cosas delante de la puerta de mi habitación. — Riley, te dejo para que te instales, si necesitas algo-

— Que te lo diga.

— Exacto. — se fue y me dejó con el moreno

— Soy Isaac, creo que no me he presentado personalmente. — me ofreció la mano y se la estreché — Te ayudo.

— No hace falta.

— No me molesta.

No quería hacerle así que dejé que me ayudase a abrir todo. — Riley, me han dado una caja que es tuya- oh, hola. — saludó a Isaac

— Hola. — dijo secamente y volvió a mirarme a mí que lo miraba mandándole un mensaje — Oh, si queréis me voy...

— Gracias. — me sonrió comprensible

— Parece majo. — comentó Jackie mirando como se iba el chico



• Me he obsesionado con esta serie, mañana tengo un examen y no lo llevo bien, ¿y qué? Por favor, dadle apoyo, tengo otro de Alex en mi perfil.

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