[two] the party.
chapter two.
" the party "
— ¡Stefan — exclamé emocionada al ver llegar al chico a la fiesta — ¡Has venido! Elena está con Bonnie, por si te preguntas donde está.
— Gracias, ¿me indicas dónde?
— Oh, sí. — respondí, comenzando a andar, mientras él me seguía sin decir nada — ¿Y... te gusta Elena?
Stefan se atragantó con su propia saliva al escuchar la pregunta. — Vaya, qué directa.
— No has respondido la pregunta.
— ¡Ivy! — alguien interrumpió la corta conversación — ¡Stefan! Elena está ahí.
— Gracias, Bonnie.
Stefan se fue directo a donde estaba Elena y comenzó a hablar con ella. Bonnie y yo nos quedamos mirándolo a la distancia. — Tiene algo extraño. — comenté mirando a Stefan — No sé, déjalo.
— Yo también lo creo, hay algo en él. — miré a mi amiga y la vi mucho más desconfiada que yo — ¿Y tú? ¿Hay algún chico nuevo, guapo o interesante en tu curso?
Negué con la cabeza y me senté en el banco — Supongo que voy a estar soltera para siempre. Al menos te tengo a ti.
— Claro, me tienes a mí, no me voy a ir nunca.
— ¿No notáis que están muy juntos? Es decir, se conocieron ayer, ¿sabéis?
— Sí. — contestamos Bonnie, Matt y yo al mismo tiempo y empezamos a reírnos
— Eso ha sido muy raro. — contesté riendo y me di cuenta de que Stefan nos estaba mirando — No nos quita el ojo de encima.
— Voy a beber algo. — dijo Matt y se fue, dejándonos a las tres chicas solas
Me di cuenta de que Tyler salía muy enfadado del bosque y miré a mis amigas. — Puedes irte. — me dijo Caroline — Vamos, tu amigo te espera, y tiene cara de querer matar a alguien.
Me dirigí hacia Tyler, que al verme se acercó a mí. — Tu amiguito es un incordio.
— Adivino. Estabas con Vicki. — Tyler afirmó con la cabeza — ¿Quieres beber algo?
— Realmente, emborracharme contigo no era mi principal idea, pero ahora mismo es mi mejor opción, así que vale.
— Vamos allá.
No sé en qué momento empecé a perder el control sobre la cantidad de chupitos que había bebido, pero me di cuenta de que estaba bastante ebria cuando me puse a bailar sin restricciones, sin tener control alguno sobre mi cuerpo.
Minutos después de mi descontrol, noté que Jeremy me observaba y de repente se fue. Decidí seguirlo sin tener idea de lo que estaba por pasar. — ¿Ya te vas? — me preguntó Tyler, también bastante borracho
— Ahora vuelvo. — me acerqué como pude hacia donde había visto a Jeremy entrar y escuché los gritos de Elena — Jeremy está por ahí. — señalé hacia donde claramente se veía la figura de un chico — Y si te pregunta mi madre; no he bebido nada.
— ¿Estás borracha?
— No. — contesté, aunque mi respuesta sonó más convincente en mi cabeza que en realidad
Elena suspiró, como si ya estuviera acostumbrada a mis episodios de exceso de alcohol. — ¿Vas a estar bien?
— Claro, estoy perfectamente. Solo necesito... agua. — dije mientras intentaba caminar hacia Jeremy, pero mis piernas no estaban muy de acuerdo con mis intenciones
Elena me agarró del brazo para evitar que cayera. — Creo que deberías sentarte un rato, Ivy. — dirigió su mirada a su hermano — ¡Jeremy! ¿Se puede saber donde vas?
— Déjame en paz. — le advirtió antes de tropezar y caer al suelo, justo encima de una chica — ¿Vicki? ¡No! Dios mío, es Vicki.
— Dios mío.
— Ostia, pero si esa es Vicki, ¿qué le ha pasado? — me arrodillé encima de ella y le puse la mano en el cuello para sentirle el pulso, y de repente, Vicki se despertó — Creo que está viva, creo, no sé, ni siquiera estoy segura de si yo estoy viva. ¿Y si todos estamos muertos?
Jeremy se acercó rápidamente, visiblemente preocupado. Los dos hermanos cargaron el cuerpo de Vicki, ya que yo no podía ni andar, hasta la fiesta. — ¡Que alguien nos ayude!
— ¡Vicki! ¡Vicki, qué cojones! — gritó Matt — ¡Que alguien pida una ambulancia!
Tyler vino aterrado y me miró en busca de respuestas, pero levanté los brazos en señal de desconcierto, ya que no sabía nada de lo que había pasado.
La confusión se apoderó de todos y los gritos resonaban en el ambiente. Mi cabeza empezó a doler intensamente, pero observé cómo Stefan se alejaba de la fiesta. ¿Y este?
Cuando llegó la ambulancia, se llevaron a Vicki, y nos quedamos unos pocos en el lugar. Me aparté del bullicio y me senté en una piedra. Jeremy se acercó y se sentó a mi lado. — ¿Cuánto has bebido? — me preguntó
— No sé, ¿en qué momento empiezas a ver que todo el mundo da vueltas y sientes que te va a explotar la cabeza? — Jeremy se rio ante mi comentario y me fijé en su sonrisa, era muy bonita — ¿Estás bien?, ya sabes por... por lo de Vicki.
— Ha perdido mucha sangre, pero se pondrá bien, al menos eso espero. — cogí una cerveza que había en el suelo y empecé a bebérmela — Mira, en cualquier otro momento, te dejaría beberte todas las cervezas que quisieras y acabaríamos los dos borrachos y, seguramente, contándonos nuestras penas, pero ahora mismo hay policías y tu madre es la sheriff. — dijo, cogiéndome la botella de cerveza — Así que vamos a dejar esto por aquí y vamos a esperar a que Jenna llegue para que te lleve a ti a tu casa y a Elena y a mí a la nuestra.
— No quiero irme a mi casa.
— ¿Y a dónde quieres ir? — dijo Jeremy intentando animarme cuando realmente él estaba peor que yo — Tu madre seguramente estará durmiendo y no se dará cuenta.
— No tienes que fingir que estás bien siempre, ¿sabes? A veces alguien está mal y eso no es malo. No tienes que fingir conmigo, Jer. No hace falta. — dije, y empecé a notar que mis ojos se cerraban, y lo último que escuché fue la voz preocupada de Jeremy diciendo «¿Ivy? ¡Ivy!»
Me levanté de la cama con un dolor de cabeza increíble, pero lo que más me impactó es que al despertarme, no me encontraba en mi habitación. Me giré para situarme mejor y me encontré con un cuerpo a mi lado. Una persona. Había dormido con una persona.
Al subir las sábanas, noté que aún llevaba la ropa de la noche anterior. ¿Eso es bueno, no?
Me levanté de la cama e hice la vuelta a la habitación para ver con quien había dormido, y me encontré con la persona con la cual menos me esperaba despertar. Tyler Lockwood.
La confusión se apoderó de mí mientras intentaba recordar cómo había llegado a esa situación.
— Joder. — Tyler parpadeó al despertar y frunció el ceño al escuchar mi exclamación. Me miró con una mezcla de sorpresa y confusión — ¿Hemos...? —pregunté, sin atreverme a completar la pregunta, esperando que mis temores fueran solo eso, temores infundados
— ¡No! ¿No? — me preguntó Tyler, confuso, haciendo los mismos gestos que había hecho yo segundos atrás — Vaya mierda, me he tirado a la hermana de Caroline. — murmuró
— ¡No! ¡No! — grité, buscando por la habitación mis zapatos, pero no estaban — Yo estoy vestida, tú estás vestido. ¡¿Y mis zapatos?! — Tyler carraspeó y yo lo miré — ¡¿Qué?! — él me señaló mis pies y vi cómo llevaba puestos los zapatos — Oh, gracias.
— No lo hemos hecho. — me aseguró, mirándome con seriedad
— ¿Cómo lo sabes?
— Yo nunca me acostaría contigo.
— No sé si debería sentirme ofendida después de escuchar eso. — busqué mi móvil y noté que tenía 5 llamadas perdidas de Jeremy y varios mensajes de Bonnie — ¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche?
— Recuerdo la pelea con Vicki y que bebimos juntos, luego... lo tengo un poco borroso.
— Mierda.
— Ese lenguaje. — dijo la madre de Tyler entrando a la habitación — Te he hecho café. Ayer llegaste bastante borracha y perdiste las llaves de casa. Tu hermana no estaba y tu madre estaba fuera, así que mi hijo, también bastante borracho, ofreció que te quedaras. — me empezó a explicar Carol al ver mi cara de confusión — Os he escuchado chillar.
— Gracias, señora Lockwood. — dije tomando el café — Y buenos días, lo siento si la hemos despertado, es que...
— Te entiendo, y llámame Carol. Tienes que irte, si no llegaras tarde a clases.
Carol se quedó hablando con Tyler, y yo bajé las escaleras con precaución, encontrándome al padre de mi amigo durmiendo en el sofá. Traté de no hacer ruido mientras salía, cerrando la puerta suavemente detrás de mí, y me dirigí hacia mi casa.
Al llegar, me encontré con Caroline, quien parecía estar en un estado similar al mío. — Dejo a mis hijas irse de fiesta y acaban las dos borrachas, y encima, una durmiendo en casa del alcalde. — las dos bajamos la cabeza avergonzadas — Tenéis suerte de que no se me ocurra ahora mismo ningún castigo para vosotras. Ahora preparaos. Solo me falta que lleguéis tarde al instituto. — cogió todas sus cosas del trabajo y salió por la puerta de casa — Os quiero.
• He estado haciendo este capítulo en vez de mis deberes de mates y realmente, quiero tirarme un tiro cada vez que pienso en que tengo que hacer los malditos deberes.
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