chapter eight.
" hospital "

( narra jeremy. )

— ¡Jeremy! — sentí que alguien gritaba detrás de mí — ¡Dios! He... he...

Miré a mi amiga con preocupación. — ¿Qué pasa Ivy?

— Tanner, él... está... — puse mis manos en sus hombros intentando tranquilizarla — Fui a desearle suerte a Matt y cuando salí vi a alguien tirado al suelo, pensaba que se habría caído o algo, pero... no. Me acerqué a él, le tomé el pulso. Él... él está muerto. No respira.

— Voy a llamar a una ambulancia. — cogí mi móvil y noté que Ivy me abrazaba desesperada

— Ya lo ha hecho Matt, pero yo... — Ivy empezó a respirar como si le faltara el aire y se separó de mí

— ¿Qué pasa?

— Jer no puedo...

— ¿No puedes qué? — la miré preocupada — ¡Mierda! ¡Elena! — pasé un brazo por sus hombros y la estiré en el suelo haciendo que se apoyará en mí — ¡Caroline! ¡Matt!

Intentó hablar, pero le costaba. No sabía qué hacer. — Jer, ¿qué me... pasa?

— Intenta relajarte, intenta respirar. Respira conmigo. — empecé a respirar lentamente, pero no me seguía el ritmo — ¿Ivy? — pregunté exasperado cuando noté que cerraba los ojos — ¡Ayuda! ¡Caroline! ¡Stefan! ¡¿Alguien?!

— ¿Jeremy? — escuché a Caroline — ¿Qué pasa? — se percató de la situación — ¡Fuera! — me gritó y yo la miré confundido — He dicho que fuera, ¿no me escuchas?

Miré confundido a Caroline, pero dejé a Ivy con ella y me fui debajo de las gradas para poder tranquilizarme. Tanner estaba muerto, Ivy lo había encontrado tirado en el suelo muerto. ¿Qué  coño pasaba en Mystic Falls?

Una persona se puso delante de mí y se arrodilló. — No era solo por las drogas. — me dijo Vicki sonriéndome y se fue dejándome hecho un lío

La cabeza me dolía, la chica que me gustaba me acababa de desvelar que nunca se había acostado conmigo por las drogas y mi mejor amiga se encontraba teniendo una especie de ataque, pero su hermana me había echado sin ningún motivo. ¿Por qué me había echado? Siempre había notado que me odiaba un poco, ¿pero si estaba intentando ayudarla por qué lo había hecho?

Me levanté y me acerqué donde el sonido de las sirenas aún sonaba y me percaté de que Caroline se encontraba en unas escaleras sin Ivy. — ¿Dónde está Ivy?

— De camino al hospital. — dijo de manera tranquila, pero mordiéndose las uñas — Tú deberías ir a casa.

— ¿Qué le ha pasado? — pregunté preocupado. Era mi mejor amiga la que estaba en esa ambulancia y Caroline, siendo su hermana, no parecía nada preocupada

— ¿Qué le ha pasado a quién? — dijo Elena llegando con Matt al lado — ¿Y Ivy?

Caroline miró nerviosa a su amiga y luego me miró a mí. — Se ha marchado, tenía sueño. — contestó Caroline cogiéndome del brazo y arrastrándome al parking — Tú deberías ir a casa, ¿cuántas veces te lo tendré que repetir? Y... hoy no ha pasado nada. Ahora solo vete a casa y punto.

— No tengo coche.

— ¿Y cómo vas al instituto cada día? ¿Te lleva Jenna o qué? — preguntó enfadada

La miré aún más enfadado. — Me lleva tu hermana. ¿Por qué has mentido a tus amigos sobre que le ha pasado a Ivy? ¿Qué le ha pasado a Ivy?

— Solo vete a casa, joder. Llama a Jenna para que te lleve. Si te lo cuenta alguien que te lo cuente ella, yo no te lo voy a contar.

Minutos después, Jenna se encontraba llevándome en coche a casa, como un niño pequeño. — ¿Has bebido? ¿Es por eso que te estoy llevando a casa?

— No. No es por eso. — contesté pensando solamente en Ivy — ¿Mañana puedo ir al hospital?

— ¿Por qué? Pensaba que Vicki ya había salido del hospital hace tiempo. — dijo sin despegar la mirada de la carretera

— No, es que... Ivy está ahí ahora.

Jenna frenó el coche de golpe. Suerte que no había ningún coche cerca. — ¿Ivy? ¿Ivy está en el hospital? ¿En qué hospital?

La miré sobresaltado. — Caroline me ha dicho que me vaya a casa, no quiere que hoy vaya al hospital. — volvió a conducir, pero ahora un poco más rápido

— Vale, te dejo en casa.

— ¿Me dejas en casa?

Asintió. — Te dejo en casa y voy yo. Caroline no me ha dicho que no pueda ir yo. — dijo realmente preocupada — Y me arriesgo a decir que su madre no tendrá tiempo para pasar a visitarla.

— Vale.

Al llegar, me bajé del coche y me fui a dormir. Su ropa del día anterior se encontraba esparcida por el suelo de mi habitación. En la silla, en el suelo.

Todo me recordaba a que Ivy, mi Ivy, estaba en el hospital y yo no podía hacer nada.

Me acordé de Vicki. Me había dicho que lo nuestro no había sido por las drogas. Eso debería haberme hecho el hombre más feliz de la tierra, pero me sentía el más desafortunado. Se supone que si la chica que te gusta te dice eso no deberías sentir que todo te va mal en la vida.

Al levantarme al día siguiente fui lo más rápido que pude al hospital.

Hasta compré unas flores, tulipanes. Sus flores favoritas

Al llegar pedí saber donde se encontraba Ivette Forbes y, al ver mi cara de preocupación, una enfermera de veintitantos me dijo que me acompañaban hacia su habitación. — Debes quererla mucho, ¿eres su novio?

— Su mejor amigo. — la corregí

Sonrió mientras me indicaba cuál era la puerta y abriéndomela. — ¿Eres Jeremy? 

— Sí. ¿Por?

— Ayer preguntó por ti. — me guiñó un ojo y se fue

— ¿Ivy? — pregunté entrando en la habitación y encontrándome a Caroline durmiendo en la silla de al lado de la cama

Ivy se encontraba leyendo un libro que parecía bastante gastado. Sonreí recordando como siempre me contaba de que iban los libros que leía, ahora hacía mucho que no lo hacía. — Hola Jer, ¿qué tal? 

— Eso debería preguntártelo yo. — dije sentándome a su lado en la cama — ¿Estás mejor?

Ella sonrió. — Estoy mejor. — miró a su hermana — Vais a llegar tarde a la escuela.

— A ninguno de los dos nos importa, preferimos estar contigo. Ayer vino Jenna. — ella apoyó su cabeza en mi hombro — Estábamos muy preocupados.

— ¿Vino mi madre también? 

Miré a Caroline y volví a mirar hacia delante. — Lo siento.

— Da igual, seguramente estaba muy ocupada, ya sabes, por lo de... Tanner.

— Es tu madre.

— Es la sheriff.

Caroline se despertó y miró el reloj. — Jeremy fuera. — me ordenó señalándome con el dedo la puerta

— ¿Por?

— Deberías ir al instituto. No eres familiar. Solo eres su amigo, así que fuera. — dijo enfadada, mirándome fijamente

— Ya me voy. — dije levantándome con los brazos en alto — Adiós, Ivy.

— Adiós, Jer. — me miró con pena — ¿Me pasarás después los apuntes?

— Puede. — sonreí con todas las fuerzas que tenía y cerré la puerta detrás de mí

Al salir de la puerta me encontré de cara con una enfermera. — Adivino, ¿la hermana, no? — me preguntó la misma chica que me había acompañado a la habitación — Tiene muy mal genio.

— ¿A ti también te ha echado? — pregunté confundido

— Claro que no, a mí no me puede echar. Pero Tyler, que creo que lo conoces, vino ayer y después de un rato lo echó. 

Definitivamente, Caroline me odia.

• Lo siento por no estar activa, tengo muchos exámenes y mucha faena. Espero que os guste, aunque este sea bastante corto. Tengo muchas más historias, por si queréis leéroslas, y si queréis alguna historia con alguien especial siempre podéis escribirme.