[ N A R R A D O R O M N I S C I E N T E ]
Yoongi gritó por ayuda, la cual no tardo nada en llegar, Jimin estaba teniendo una convulsión no solo dentro de su cerebro, esta vez se manifestó físicamente, su cuerpo se sacudía con fuerza, la enfermera entró de inmediato y acomodo a Jimin, el doctor Kim entró dando instrucciones y se lo llevaron inmediatamente a hacerle más estudios.
— Doctor, yo...
— Espere aquí Señor Min, es muy importante lo que está pasando, solo dígame algo... ¿Qué fue lo que pasó?
— El recordó a Baek. — No tuvo que decir más, el Doctor corrió de inmediato persiguiendo a los enfermeros que llevaban la camilla de Jimin, al parecer la convulsión física había cedido, el cuerpo de Jimin se veía solo tumbado en la camilla. Yoongi cayó de rodillas incapaz de soportar el miedo que sentía, lloró, lloró hasta que sintió que no podía respirar.
Habían pasado más de dos horas desde que se llevaron a Jimin y nadie le decía nada, él seguía esperando, la noche había caído sin falta, la angustia creciendo dentro de él, había hablado con Sana para informarle todo, la pobre señora Park quería salir corriendo a hacerle compañía a Yoongi y a estar con su hijo, pero se había quedado a cuidar su pequeño nieto.
Después de un rato el Doctor Kim apareció — ¿Señor Min? Pase por favor.
Yoongi quiso hacer mil preguntas, pero obedeció y entró a la habitación donde tenían a Jimin sin preguntar nada.
Cuando entró vio a Jimin, estaba despierto y le sonrió con dulzura, algo en su semblante se veía diferente, algo había cambiado, algo que le transmitía paz y tranquilidad al verlo.
— ¿Yoonie? — Estiró la mano tratando de alcanzar la de su esposo.
— Estoy aquí Jiminie, ¿Cómo te sientes bebe? — La voz de Yoongi era baja y suave.
— Estoy bien mi amor... Estoy muy bien. Estoy ansioso por que me cuentes todo lo grande y hermoso que está nuestro bebe.
Después de que Yoongi escuchó aquellas palabras salir de la boca de su marido no pudo contenerse más, se rompió, se rompió en mil pedazos en el regazo de Jimin, quien lo acariciaba mientras lloraba en silencio, pero sin dejar de sonreír, y mientras sentía esas suaves caricias, Yoongi sintió que volvió a reconstruirse, sentía que volvía a armarse pieza por pieza.
El Doctor Kim se quedó ahí hasta que el pálido chico se compuso. — Pueden hablar todo lo que quieran, solo le pido Yoongi-ssi, que pase a mi consultorio cuando pueda, yo pasaré la noche de guardia así que no corre prisa ¿Bien? Los dejo solos señores Min, con permiso.
Cuando el mayor por fin se tranquilizó se miraron a los ojos, a veces no necesitaban decir nada, sus miradas hablaban por ellos.
Se abrazaron, se besaron se dijeron cuanto se amaban.
— Quiero saberlo todo amor, dime todo ¿Cómo esta mi pequeño pollito? ¿Habla mucho? ¿Ya camina? ¿Esta sano?
Jimin bombardeo con cientos de preguntas al mayor, quien solo reía — Una cosa a la vez amor, te lo diré todo.
Yoongi respiró profundo y comenzó a hablar. Jimin era todo oídos y ponía mucha atención a cada palabra.
— Beakie es un niño muy sano, pesa 12 kilos y medio — Jimin se sorprendió al escuchar aquello, no podía esperar a tener entre sus brazos a esa bolita de carne tan esponjosita y hermosa que olía a angelitos.
— Ya avisa cuando quiere ir al baño a hacer caca, aun estamos aprendiendo a avisar de pipi, pero es un gran avance, ya no quiere el biberón desde que tu madre le metió una araña de juguete en su mamila el día de Halloween, Sana lo hizo solo para que se entretuviera pero hubieras visto el susto que se llevó, lloró mucho y desde ahí dejo el biberón — Yoongi reía mientras Jimin soltaba algunas lagrimas riendo imaginando todo aquello.
— Habla mucho, mucho, aun no se le entiende todo, pero lo intenta. Es muy inteligente, sabe contar hasta el numero cinco sin equivocarse, salió a ti, se la pasa bailando todo el tiempo y le gusta mucho cantar, en su idioma, pero canta.
Jimin reía emocionado escuchando todo lo que su bebe había aprendido.
— Le encantan los animales, no deja a Holly ni un momento, juega siempre con el y el pobre Holly solo se deja hacer. Le gusta mucho jugar a la pelota y lanza muy bien, creo que será un gran basquetbolista.
Jimin rio fuerte ante aquellas palabras — Será grande en lo que sea que le guste amor, es nuestro hijo. — Dijo sorbiendo su nariz.
— Eso si, sabe las partes de su cuerpo, le gusta elegir su ropa el solo, se cree muy independiente, hasta eso que tiene buen sentido de la moda como tu — Dijo el mayor apretando la nariz de su esposo haciéndolo sonreír tiernamente.
— Le gusta ir a perseguir a las palomas, una vez casi agarra una, por suerte lo vi antes de que eso sucediera, quien sabe que suerte hubiera corrido la pobre ave en manos de nuestro pequeño monstruito.
Jimin soltó una carcajada — ¿Aun van a alimentar palomas amor? — Dijo con nostalgia.
— Si bebe, eso siempre me hace pensar en ti. Es un rebelde, si escucha la palabra D-O-R-M-I-R se enoja y llora. No le gusta dormir, siempre quiere estar jugando.
— Ahí si no se parece a ti señor dormilón.
— Definitivamente no, lo desconozco.
Ambos rieron felices.
— Le encanta jugar a las escondidas y cuando quiere algo y no se lo queremos dar comienza a caminar en puntillas y hace una cara de gato de shrek, es igual de persuasivo que tu.
Jimin movía sus piernas emocionado al escuchar todo lo que su pequeño bebe hacía.
— Le gusta mucho hacer dibujos y colorear, le gusta jugar con bloques y hacer torres, en las noches ama los cuentos, esa tradición no se ha perdido, ni los besos mágicos, cada que se pega corre a mi o a Sana pidiendo un beso mágico, los que tu inventaste.
Cuando escucho esto Jimin volvió a llorar, ilusionado de que su bebe recordara aunque fuera un poco de él.
— Le gusta comer solo, según él usa los palillos pero termina comiendo con la mano, pero se enoja si le das una cuchara o un tenedor, termina todo sucio y batido después de cada comida. Es muy educado siempre dice por favor y gracias y cuando yo no lo hago me corrige ¿Puedes creerlo?
— Que bueno que alguien te ponga en cintura mientras yo no estoy.
— Es muy compartido, le encanta dar besos de baba, y ¿Quieres saber que me preguntó el otro día?
Jimin abrió los ojos grandes y sonrió asintiendo esperando aquella respuesta.
— Me dijo "Papi, ¿Ya mero viene mi papito?
Jimin jamás se espero aquello, inmediatamente cubrió su rostro con sus manitos y se soltó llorando, no podía creerlo, no podía creer que su hijo preguntara por él, su hijo sabia quien era, su hijo lo extrañaba.
— Él... él... ¿Me recuerda? — Pregunto Jimin conmocionado.
— Claro que lo hace, tenemos fotografías tuyas por todos lados, en las noches antes del cuento le gusta que le enseñe fotos y videos tuyos, le gusta escucharte reír, siempre se ríe cuando tu ríes en algún video, dice que su papito es el mas bonito del mundo, a veces... a veces... — Yoongi trago duro y sus ojos se llenaron de lagrimas. — A veces esta jugando a hablar por teléfono, y habla contigo...
Jimin seguía llorando y ahora Yoongi también lo hacia.
— El piensa que estas de viaje trabajando, que trabajas mucho y que algún día pronto vas a poder volver a casa con nosotros — La voz se le cortaba a Yoongi tenia un gran nudo en su garganta.
Pasaron horas y seguían hablando de Baek, del trabajo de Yoongi, de Sana, de todo, de las noticias, de lo que pasaba en el mundo, hablaron de baloncesto, de los idols favoritos de Jimin, hablaron de todo un poco cuando Jimin comenzó a bostezar.
— Descansa amor, duerme.
— No Yoonie, no quiero dormir, tengo miedo... que tal si mañana yo no recuer...
— Shhh... no pienses en eso bebe, te lo suplico, mañana será mejor que hoy, y yo estaré aquí, tienes que estar bien para volver a casa, para jugar con Baek por que tiene demasiada energía ese niño.
La idea de pensar en volver a su hogar con su esposo y su hijo llenaba el corazón de Jimin de ilusión, pero el miedo se instalo, no quería olvidar, no quería perderse ni un día mas de la vida de su marido y de su bebe.
Yoongi se acomodo junto a el y siguieron platicando y Jimin se fue durmiendo poco a poco.
El mayor moría de miedo también, deseaba con todas las fuerzas de su corazón que Jimin recordara todo lo que había ocurrido ese día. Lo deseaba mas que a nada en el mundo.
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