O9 |❛❛sólo seré un hombre muerto caminando esta noche❜❜
Abrió los ojos, perezoso. Los rayos del sol colándose por las ventanas, esquivando juguetonamente a las cortinas de seda balanceándose con la brisa helada matutina, y yendo a parar directo en los párpados de un joven Omega enredado entre las sábanas de la amplia y cálida cama.
Yoongi se queja en un bajo gemido adolorido, seguido de otro en cuanto intenta moverse, confundido y desorientado por completo sólo puede distinguir el pesado dolor en su espalda baja, y el ardor en variadas partes de su piel. La feroz punzada en su cabeza le lleva a arrugar el ceño y emitir otro sonidito, descansa un par de segundos hasta lograr acostumbrarse al ambiente.
Parpadea, siendo consciente poco a poco de su entorno. Su corazón bombea con fuerza al reconocer el color gris claro de las paredes, la decoración en cada rincón y aquellas feromonas acariciando sus sentidos.
La habitación del rey.
Y recién allí nota los fuertes brazos apresando su cuerpo, el duro pecho presionándose contra su espalda y la tranquila respiración golpeando en su mejilla debido al mentón apoyado justo sobre su hombro.
Taehyung.
No sabe qué hora es, ni qué día es, su última memoria es lejana, en su habitación, una tranquila mañana como cualquier otra luego de tomar un baño caliente. Y de pronto, un calor asfixiante en su pecho, hormigueo en la entrepierna, humedad brotando de él y la visión nublada de su Alfa tomándole entre sus brazos.
A su espalda, un gruñido somnoliento brota del pecho del rey, acto seguido sus brazos se cierran con firmeza alrededor de su abdomen y tras pasar un par de segundos, un pequeño beso es depositado sobre su nuca.
─Es una pena que tu celo haya terminado. ─Es lo primero que dice, su voz ronca y rasposa debido al reciente sueño. Luego, su nariz se hunde en la unión de su cuello y hombro, e inhala con fuerza. ─Y aún sigues oliendo tan malditamente dulce...
Yoongi permanece en silencio, la mirada perdida en algún punto de la habitación, la respiración pausada y tranquila.
Siente a Taehyung moverse, sus grandes manos agarran en una coleta el desastre que es su precioso y largo cabello negro, hasta acomodarlo a un lado de su hombro. Entonces, sube sobre su cuerpo, acunando la cara interna de sus rodillas con la fuerza suficiente para manejarlo a su antojo. Le separa los muslos y se sitúa entre ellos, dando una mirada a su entrada dilatada y enrojecida sin pudor alguno, esbozando una lenta sonrisa que destila orgullo y satisfacción.
Por inercia, y sin quejarse en lo absoluto, el cuerpo débil y delgado del Omega cae a un costado, siguiendo el movimiento de sus piernas y quedar recostado de espalda, con el Alfa arrodillado entre sus muslos barriendo la mirada por su cuerpo desnudo.
Entonces, siente la punta del grueso y caliente miembro adentrarse en él, extendiéndole y provocando un gemido ahogado de sus labios.
─No hay que desperdiciar.. carajo.. ─Un gemido gutural detuvo al Alfa, apretó los dientes y frunció el ceño ante la oleada de placer recorriendo su sistema─... lo abierto que estás, ¿Verdad? Oh, Luna... eres el cielo, Omega.
Las grandes manos sostuvieron sus caderas, hundiendo los dedos en la piel lechosa, delineando el hueso sobresaliente allí y manteniéndole pegado al colchón.
Yoongi tembló, apretando los párpados, su cuerpo tan sensible luego de pasar aquel período que cada sensación se multiplicaba por mil, provocándole un torbellino en el vientre y un sentimiento abrumador en el pecho.
La marca en su cuello palpitó, y le dolió.
─Hey, ¿Qué diablos haces? ─La diestra del Alfa soltó su cadera para ir a su rostro y levantar su barbilla con brusquedad, la sonrisa en sus labios intacta junto a la expresión de placer. Los ojos claros de Yoongi se abrieron de golpe ante la orden. ─Mírame. Eso es... mírame.
Y con ello, la primera estocada, fuerte y precisa. Su cuerpo se impulsó hacia atrás, el glande se abultó en su vientre y los testículos calientes golpearon sus glúteos en un sucio chasquido que hizo gemir al Alfa, y sacó un lloriqueo del Omega.
─Es-Espera.. estoy m-muy sensible, Alfa, por favor... lento, lento, lento.. ─Balbucea, su expresión en el limbo del placer y la desesperación.
─Mierda.. ─Taehyung gruñe. ─Por esto odio que tu celo acabe, odio que no tomes todo lo que te doy, ¡Callado! ─Grita, furioso de un momento a otro. Vuelve a embestir con fuerza, y Yoongi grita, arqueando la espalda y cerrando sus manos heladas en puños sobre las sábanas.
─¡Basta! ¡Alfa, por favor! T-Tuviste suficiente de mí.. ─Rendido, Yoongi ruega, su voz llorosa, aterrado por los espasmos incontrolables en sus muslos y el cúmulo de sensaciones llevándole a tratar de escapar, dejar de sentir cada toque y golpe, poder descansar.
Embistiendo otra vez, Taehyung se echó a reír, su respiración agitada volviendo su risa un tanto inquietante.
─Oh, Yoongi... yo nunca tendré suficiente de ti.
Esta vez, sostuvo a su pareja desde los glúteos, hundiendo sus yemas en la piel moreteada y enrojecida, empujando sus caderas una y otra vez, perdido en el lubricante chorreando sin control a lo largo de su miembro palpitante, junto a la punta sobresaliendo de la tierna piel del vientre lechoso. Tentado, Taehyung se inclina lo suficiente para besar a su antojo aquella zona, sintiendo de inmediato cómo su Omega pierde el control.
Yoongi patalea, trata de arrastrarse por el colchón, entierra sus uñas en las sábanas y se remueve sin parar. Dado un momento, sus quejas y súplicas se convierten en un feroz llanto, su voz quebrada y cada extremidad tiritando fuera de control.
─Sh, sh, sh.. ─Sisea el Alfa contra la piel irritada de su abdomen, ciertamente enternecido ante el sonido de sus sollozos ahogados y los gemidos lastimeros. ─Toma lo que te ofrezco, mi Omega.. disfruta de ello, deja de luchar contra mí. ─Gira sus caderas, logrando un perfecto ángulo en aquel punto que conoce muy bien. Yoongi alcanza un nuevo nivel de desesperación, su rostro se torna rojo y suda frío sin control, Taehyung bufa ante ello. ─Sí que eres terco, mi amor...
Repite el movimiento, retirándose a penas antes de empujar tres veces seguidas, muy, muy profundo. Sube las rodillas temblorosas a sus hombros, inclinándose lo suficiente hasta alcanzar la oreja de su Omega, rozando sus labios allí antes de susurrarle:
─Vamos... entrégate a mí.
Yoongi apretó los ojos, el aire faltándole, su cabeza dando vueltas, todo su cuerpo acalambrado y fuera de sí. No podía pensar, no podía hablar, no podía respirar. Tenía miedo, se iba a desmayar, lo sentía cada vez más cerca.
Embestida tras embestida, la boca del Alfa maltratando su cuello, su entrada siendo vilmente estirada, su miembro sobreestimulado al punto de que le ardía, y cada vez que este chocaba contra su propio abdomen le hacía gritar, desesperado.
Rogó otra vez entre el feroz llanto, logrando únicamente que Taehyung aumentara el ritmo y juntara sus bocas en un demandante beso que terminó por quitarle el aire.
Se estaba ahogando, necesitaba respirar, necesitaba descansar.
Con sus últimas fuerzas llevó sus palmas al pecho caliente del Alfa, tratando de alejarlo. Taehyung se volvió a reír, deteniendo el beso un par de segundos, justo antes de adentrar su lengua en la cavidad tensa, abusando de sus labios y mordiéndolos hasta degustar la sangre con sus salivas.
Otra estocada, seguida de una, y otra, y otra más, y con ello, Yoongi dejó de pelear, permitiendo que el Alfa siguiera buscando su placer con más comodidad una vez dejó de removerse.
Termina, por favor... Vamos, termina...
Una vez Taehyung arrugó sus cejas, soltando su boca y echando la cabeza hacia atrás con un largo gemido ronco, Yoongi agarró una bocanada de aire y la soltó en un grito entrecortado, su miembro soportó una dolorosa sacudida antes de descargar su esencia sobre su abdomen. Blanqueó los ojos al recibir la descarga de su Alfa, sintiéndose terriblemente mareado.
Taehyung bombeó un par de veces más con tal de alargar su orgasmo, sonriendo satisfecho. Cansado, quitó las piernas de sus hombros de un brusco movimiento, y se sentó sobre sus talones, llevando sus brazos a su cuello para estirarse, ronroneando bajo por el exquisito aroma de sus fluidos mezclados.
Yoongi guía sus manos a su rostro, cubriéndose al comenzar a llorar en silencio. Era realmente increíble la manera en que el cuerpo le dolía, su interior ardía y su corazón parecía tener una mano empuñada alrededor, apretujándolo. La sensación viscosa del esperma brotando de entre sus piernas le provocó náuseas, y su llanto aumentó, llevándole a morderse el dorso.
No supo cuánto tiempo pasó, pero fue el suficiente para que sus piernas al fin se calmaran, y sintiera sólo los leves pinchazos de los calambres en su abdomen y en su espalda.
Tenía la mirada del Alfa encima, fijamente. Lo sabía. Pero no quería mirarlo, nunca antes sintió tanto odio consumiendo la dulzura en su interior.
Forcejeó un poco ante las manos agarrando sus muñecas, y obviamente fue en vano. Taehyung las sujetó a los lados de su cabeza, y unió sus miradas, revelando su rostro.
La expresión del Alfa estaba neutra, las pupilas dilatadas y el sudor brillando en su frente, un par de gotitas corriendo a lo largo de su afilada quijada. Y luego de analizar las hermosas iris de su pareja, Yoongi juró ver dolor e ira corromper el placer y gozo en los ojos de Taehyung.
Le soltó, casi con asco. Yoongi abrazó sus muñecas contra su pecho, alerta. Aunque no fue necesario otro forcejeo, puesto que el Alfa se levantó de la cama, echando humo entre gruñidos y bufidos. Se vistió con una de sus batas de seda negra, la tela ajustándose demasiado bien a su espalda fornida y cayendo con elegancia por sus piernas desnudas.
El Omega aprovechó de tirar de la sábana y cubrirse con ella, arrastrándose hacia el otro extremo de la cama en cuanto el Alfa volvió a moverse por el lugar.
Taehyung peinó sus cabellos hacia atrás, las manos empuñadas a los lados de sus caderas mientras se dirigía fuera de la habitación. Yoongi frunció el ceño, sin evitar sentirse dolido, su mordida ardiendo, el lazo agonizando.
El rey se detuvo justo en frente de las puertas, su respiración pesada golpeando contra la madera.
Y dijo, furioso. ─Detesto que esto pase. La necesidad en tus ojos se extingue, y ese odio... ese puto odio hacia a mí vuelve a aparecer. ─De manera violenta empujó ambas puertas, girando el rostro para observar al Omega en su cama. ─Volverás a tu habitación, no soporto ver el cambio en ti, detesto que seas así. Simplemente no te quiero cerca el resto del mes, Omega, al menos hasta que arregles esa expresión y la reemplaces por la que a mí me gusta, y más te vale que me trague la felicidad y el amor en tus ojos.
Yoongi le observó en silencio, su mentón temblaba con fuerza, y profundas ojeras corrompían la palidez preocupante en su rostro. El carmín de la sangre seca en sus belfos resaltaba de las lágrimas brillantes en sus mejillas.
Y asintió. Yoongi asintió ante las palabras de su rey, agachando la cabeza, deseando que todo terminara de una buena vez.
Hubo un tenso silencio, hasta que escuchó al Alfa decir: ─Te amo.
No dudó en responder lo que debía. ─Te amo, Alfa. ─Sin embargo, tras decir eso y levantar la mirada, Taehyung ya no estaba.
Un portazo resonó desde el recibidor, y entonces se quedó completamente solo.
Y no supo por qué, pero sus manos heladas fueron a parar sobre su vientre, y dejó una leve caricia con su pulgar.
Me pone muy triste cuando subo un capítulo y no comentan. Yo se que a todas las personas no les gusta dejar comentarios, pero realmente me gustaría que me dijeran sus opiniones, que les parece o si tienen alguna queja.
Realmente no cuesta nada y me haría muy feliz. 😔💞💞
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