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T/n POV

Acomodar a dieciocho personas nunca fue algo fácil, más aún cuando todas y cada una de ellas tienen gustos diferentes.

Desde que hice aquel acto en el jardín, Seulgi, la esposa de Joohyun, no dejaba de observarme con cierta intriga en sus ojos. Y digo... ¿Quién no se sorprendería de ver cómo alguien levanta a otra persona de entre los muertos?

Eso no es algo que se vea todos los días en la calle o en la televisión.

—Disculpa que sea tan entrometida pero... -dijo una voz a mis espaldas, haciendome girar para encontrarme con la pelinegra llamada Shuhua- ¿Pero que fue lo que hiciste conmigo? Es que me siento un poco extraña y tengo miedo de que me hayas hecho algo...

—¡Shuhua, no! -gritó Soyeon que venía detrás de ella-

Ante tal escena reí a carcajadas. Shuhua era una masita de energía espontánea sin tener filtro para sus ocurrencias al hablar.

—No te preocupes por eso Soyeon, no me molesta -dije sonriendo- Y para responder a tu pregunta Shuhua es normal que te sientas extraña ¿Más energética y poderosa que antes?

Shuhua asintió.

—Y mi poder ya no es el mismo, el cambió -respondió Shuhua, Soyeon tenía una expresión de confusión total- ¡El cambio!

—¿Cambió en qué sentido? -preguntó Soyeon-

—Cuando lanzó mis puños ya no doy una descarga eléctrica como un teaser. ¡Ahora puedo lanzar la descarga eléctrica como el jodido Zeus! Literalmente -explicó Shuhua- Cuando estaba en el balcón de la habitación, que por cierto es muy lindo, estaba aburrida. Entonces por mera curiosidad lancé un puño al aire y de este voló un rayo luminoso, y lo siento por el árbol. No lo quería derribar.

Mientras Shuhua relataba su experiencia con la evolución de su poder fuimos directo a la cocina. Allí estaban Tzuyu, Chaeyoung, Mina y Seulgi. Las demás estaban afuera disfrutando de los últimos rayos del sol mientras charlaban animadamente.

—Regresaste de entre los muertos Shuhua, cuando renaciste tú don también lo hizo. El no cambió, simplemente evolucionó hasta casi alcanzar su límite. Pronto podrás crear fuego gracias a la chispa de tú electricidad. Solo necesitarás prácticar -respondí, tomando asiento juntó a Tzuyu en el comedor. Esta al verme me dió un casto beso en los labios que me dejó atontada unos segundos- Dios...

Tzuyu rió ante mi sonrojo.

—Ahora que mencionan eso de renacer y disculpa por mi vocabulario pero... -habló Seulgi tomando asiento en frente- ¿Como putas lograste revivir a esa escandalosa y a mí hija?

Shuhua se quejó, haciendo reír a todo el mundo presente en la cocina ante su actitud infantil.

—Con magia -respondí, aún escondida en el cuello de Tzuyu- Un hechizo simple pero significativo que devuelve las funciones vitales al cuerpo.

—¡Eso es genial! -gritó Shuhua, está recibió un golpe de Soyeon para que hiciera silencio- Perdón...

—Conlleva sus riesgos, siempre impredecibles -al levantar mi vista pude ver las caras confundidas de todas, incluso de Mina y Chaeyoung- Cuando lo hago no siempre funciona, y si lo hace puede regresar como Shuhua, más poderosa.

—Sigue siendo increíble, jamás había visto a alguien que puede hacer magia -dijo Shuhua- ¿Alguna vez lo usaste en alguien aparte de mi?

Asentí detenidamente.

—¿Hace cuánto? -preguntó Mina al igual que Seulgi-

—Hace como unos dieciocho años años...

Instantáneamente los recuerdos de aquel año llegaron a mi mente.

Flashback

Seúl, República de Corea. Nueve de Noviembre, 2002.

—¿A donde vamos ahora mami? -preguntó la pequeña pelinegra que sujetaba con fuerza mi mano-  Me duele la pancita...

—Iremos a un lugar muy bonito Soo -respondí- Y no te preocupes por tu dolor de pancita, el lugar bonito al que iremos tendrá muchos pasteles que calmaran tu dolor mientras mami hace una llamada ¿Vale?

Sooyoung asintió energéticamente. Lo suficientemente como para que le diera un pequeño dolor en el cuello, haciéndome reír.

—Ten más cuidado Sooyoung, puedes hacerte daño -dije entre risas-

Así continuamos caminando hasta llegar a una cafetería como había dicho, Sooyoung saltaba de la felicidad cuando vio los pasteles en la vitrina giratoria.

Después de hacer un pequeño encargo a la mesera Sooyoung se sentó a comer su rebanada de pastel detenidamente, saboreando cada bocado.
Desde mi lugar divisé una cabina telefónica cerca del baño.

—Esperame aquí Sooyoung, iré a hacer una llamada.

Cuando solo di unos cuantos pasos sentí como algo se aferraba fuertemente a mi pierna. Al bajar mi vista pude ver cómo Sooyoung se abrazaba a mi pierna mientras lloraba.

—¿Que sucede pequeña? -pregunté, ella sollozó más fuerte-

—M-me ibas... Ibas a a-abandonar -dijo hipando- Me ibas a dejar aquí solita... Como hizo mi mamá...

Oh...

Mi corazón se rompió en diminutos pedacitos al verla así. Seguramente ella creyó que yo la iba a abandonar también.

—Ya, no llores Soo -dije mientras la alzaba en brazos, inmediatamente su pequeña cabecita cayó en mi pecho- Yo jamás te abandonaría. Solo no llores, me duele verte así...

—¿Lo prometes, mami? -preguntó débilmente-

—Lo prometo -respondí, besando un costado de su cabeza-

Mientras la consolaba y le prometía que yo no la iba a abandonar caminé hasta la cabina telefónica. Marcando el número con una sola mano y descolgando el teléfono. Segundos después contestaron.

—"¿Ciao?" (¿Hola?)-preguntó la voz-

—"Hola, Yeojin" -contesté-

—Oh, hola hermana... No reconoci tu voz -dijo Yeojin riendo- ¿Donde has estado? Hace casi un año que no te vemos.

—"He estado siguiendo las pistas sobre su paradero... Sé que prometí regresar a casa y dejar todo a un lado por mí bien. Pero al menos me gustaría poder visitar su tumba" -respondí suspirando- "Solo quería darle un cierre"

—"No te preocupes hermana, estás en todo tu derecho. Solo no nos abandones tanto tiempo" -dijo Yeojin- "¿Cuando volverás?" -preguntó-

—"En unos días como máximo, hace unos meses encontré a una pequeña niña abandonada en un basurero. La llevaré a casa para cuidarla" -comenté- "Creó que estar tanto tiempo por aquí fue algo bueno, no sé qué hubiera pasado con ella si yo no hubiera estado ahí. Ella me agradece todo el tiempo por salvarla, incluso me dice mamá, Yeo"

La felicidad con la que le contaba todo a mi hermana la hizo contagiar, ya que ella también se oía feliz.

—"Entonces te espero pronto, a las demás les hará feliz saber que volverás" -dijo Yeojin- "Te veo en unos días, cuídate"

—"Hasta pronto" -me despedí y colgué la llamada, Sooyoung me veía fijamente con  una sonrisa-

Al terminar ambas volvimos a la mesa para que Sooyoung pudiera terminar de comer su pastel. Media hora después ya habiendo pagado lo que consumimos salimos de la cafetería.

Mientras Sooyoung me contaba lo mucho que le gustaría ir a la playa conmigo una pequeña mancha corrió en mi dirección. Arrebatando la cartera que tenía en mi mano y perdiéndose entre la multitud.

Totalmente confundida caminé lo más rápido que pude en la dirección de aquella mancha.

Unos minutos después de persecución mientras olfateaba el olor de lo que parecía ser una niña llegue hasta un callejón a unas cuantas cuadras de distancia. El lugar olía asqueroso, pero lo que más me preocupó fue ver cómo una niña, con prendas realmente sucias al igual que su rubio cabello lloraba desconsoladamente sobre el cuerpo de otra niña. La cual perdía levemente su pulso.

Cuando me acerque la niña que estaba llorando sobre la otra me gruñó. Asustando a Sooyoung.

—Hey tranquila... No te haré daño -aseguré, está se aferró al cuerpo de la que estaba en el suelo intentando protegerla- ¿Ella es tu hermana?

—Eso no le importa señora -dijo en un tono alto- ¿Viene a castigarme por haberla robado?

La hostilidad con la que hablaba me impresionó demasiado. Seguramente la habrían pasado muy mal.

—Claro que no pequeña -respondí levemente, pude sentir como Sooyoung se tranquilizó un poco- ¿Ella es tu hermana?

Cuando volví a preguntar la pequeña asintió.

—Es mi hermanita -respondió-

La niña entre sus brazos no sobrepasaba si quiera el año de edad.

—¿Y por qué lloras? ¿Donde están tus padres?

—Esta enferma, y no puedo comprarle algo para que se mejore -dijo, aferrándose aún más al cuerpo de su hermana- Mis padres, no están, se fueron.

Las habían abandonado. Eso explicaba su deplorable estado.

—A mi también me abandonaron -dijo Sooyoung, está se bajó de mis brazos y caminó hasta quedar cerca de ellas- Pero mi mamá me encontró y me cuido hasta que ya estuve sana y fuerte.

Sooyoung hablaba tan animadamente que me hizo reír.

—¿Y que es lo que tiene tu hermanita? -pregunté-

La niña pareció pensarlo un poco.

—Llevamos días sin comer, ella se enfermó y su cuerpo se puso caliente -respondió, calmandose un poco al ver que no éramos un peligro- Pero desde ayer no quiere hablar y se puso fría...

Y como no, las temperaturas a inicio de año eran muy bajas.

En ese momento deje se sentir el pulso de la pequeña pelinegra. Su hermana al estar entretenida conversando con Sooyoung no se dió cuenta de que la pequeña había muerto.

—Oye... ¿Y ella por qué está morada? -preguntó Sooyoung señalando a la pelinegra-

—¿¡Hyejoo!? -preguntó la rubia mientras la sacudía- ¡Hyejoo!

Aquello era inútil. Su hermana no respondió, ya había muerto.

Presenciar aquella escena era desgarrador. Jamás, en todo el tiempo que llevaba con vida había visto algo así.

Con total calma me acerqué hasta donde estaban los dos hermanas, la rubia no paraba de llorar junto al cuerpo de su hermana. Cuando estuve frente a ellas le pedí que me diera a su hermana, está se negó a soltarla.

—No te preocupes, no le haré nada -dije y ella negó- La haré sentirse mejor...

Ella me vio con con un brillo en sus ojos y esperanza, aún con un poco de duda me entrego a su hermana. Realmente estaba helada.

Ella y Sooyoung veían todo los estaba haciendo con confusión. Mientras tanto yo sostenía el pequeño cuerpo entre mis brazos, simulando arrullarla.

Empecé a recitar algunas palabras en un idioma perdido, pronto sentí como la magia recorría cada parte de mi cuerpo.

Snatched esse. Divinum mortem -dije, para así besar su frente y completar el hechizo-

Mientras me sentaba en el suelo esperé a que el hechizo funcionara. Dejándola recostada en mis piernas.

Casi de inmediato la pequeña pelinegra abrió sus ojos. Todo había funcionado. Ni siquiera tuve tiempo a reaccionar cuando la rubia ya la estaba abrazando.

Sonreí satisfecha al ver aquélla interacción. Pronto la rubia ya me estaba abrazando mientas repetía una y otra vez 'gracias'

—No hay de qué -correspondi su abrazo- ¿Como te llamas pequeña?

—Jungeun, Kim Jungeun -respondió ella-

Flashback End.

—Al final mi regreso a casa se retrasó casi un año mientras las dos niñas que encontré en ese callejón se recuperaban, tenían una severa desnutrición y pues... Al final Hyejoo y Jungeun también me llamaron mamá...

Ni siquiera me di cuenta cuando todas empezaron a llorar. Y cuando digo todas son todas. Incluso Tzuyu a mi lado también tenía lágrimas en sus mejillas.

—Eso fue algo... Hermoso y muy triste -dijo Seulgi secando sus lágrimas-

—Lo sé... -dije abrazando a Tzuyu, está se veia muy tierna tratando de aguantar sus lágrimas- Luego...-

—Tenemos problemas -dijo Joohyun entrando abruptamente a la cocina-

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